Hola ¡hola mis queridas seguidoras! Espero todas anden genial, acá hay otro capi de la historia!.
Ah, ya se que tengo otros proyectos, pero la pc me está dando guerra, en el otro sitio donde teno la data así que: nos toca empezar uno nuevo.
Espero lo disfruten y le den apoyo, no soy fan de los espectros (personalmente los detesto un poco) pero gracias a ciertas autoras, he aprendido a quererlos y a Kim y Magie, las quiero porque casi, casi, las vi crecer.
¡muchas gracias por leer!.
¡déjenme saber su parecer!¡con un genial REVIEW!.
Saint seya, es propiedad de Masami Kurumada, yo solo, qiero alargar sus historias al infinito.
Santa santorun, Plutón-Hades.
Prefacio.
Después de los juegos del hambre, al maravilloso estilo de Ares, de todos esos conflictos, sufrimientos y sustos, la paz había reinado durante mucho tiempo, los espectros hacían sus vidas, el inframundo era llenado por el amor de Hades y Perséfone y todo era perfecto.
Pandora y ella, se habían vuelto muy buenas amigas, la diosa de la primavera estaba anonadada por todo lo que se había perdido y lamentaba profundamente haber sido atrapada por Ares durante tanto tiempo, su prisión se había movido, cada vez que Ares en alguna encarnación, lo juzgaba conveniente, así que: aunque había estado en muchos sitios, en realidad, no había pisado ninguno y había tanto para ver, tanto para hacer, que las 24 horas del día le resultaban insuficientes para hacer todo lo que quería.
Para ayudarla en su cometido, Hades había comisionado a Pandora, Kim, Margareth y Violate, ellas 4 se la pasaban por el mundo, disfrutando de todo con Perséfone, no es que Hades no quisiera ir con ella, pero durante sus 6 horas de trabajo, prefería que su Perséfone hiciera lo que mas le apeteciera, lo primero que hizo, para horror de todo mundo, fue confiscar la cinta de los juegos y verlos de cabo a rabo, Kim, quien había mirado esto con horror, se sentó al lado de su señora, con el cabello completamente rubio.
-no entiendo mi señora Perséfone ¿Por qué quiere ver esto? Se lo digo de una vez, son bastante traumantes. Dijo la espectro, la rubia mechas azules asintió.
-lo se. Dijo con calma - ¿entonces?. Preguntó Kim, Perséfone le sonrió.
- ¿no te diste cuenta Kim?. Preguntó la diosa suavemente.
- ¿darme cuenta de que mi señora?. Preguntó Kim con asombro –esta es la primera vez, que actúan como amigos. Dijo Perséfone –la primera vez, que pelean juntos contra un enemigo común, eso es lo que quiero ver, a los santos y espectros amigos. Dijo la muchacha, Kim abrió la boca.
-déjala, si lo quiere ver. Dijo Violate, Kim asintió - ¿tu a done vas?. Preguntó la estrella celeste de la habilidad.
-salgo con Ayacos. Dijo Vehemot con una sonrisita.
- ¿y Maggie?. Preguntó Kim alzando las cejas, su cabello volviéndose morado como el de Mu, Violate rió.
-no lo se, búscala tu. Dijo y se fue, Kim bufó –ya regreso mi señora. Dijo la muchacha.
-ve con bien y vuelve con bien. Dijo Perséfone con calma.
Kim llegó a casa de Margareth, encontró la llave extra bajo el rosal y entró, solo se escuchaba el silencio en la sala, hasta que al acercarse al cuarto, Kim casi se va de espaldas.
¡hay así Milo!¡que rico!¡derecho contra el lecho!. La pobre espectro, se puso pálida, como vampiro con anemia, sus cabellos blancos, pero blancos tiza.
- ¡hay muñeca!¡eres divina!¡después será duro contra el muro!. Kim tragó saliva y corrió como si su vida dependiera de ello, Lune la vio.
-déjame adivinar, los encontraste en… dijo conocedor, Kim asintió roja como un tomate –paga Valentine. Dijo el balrog, Valentine que había estado al lado de Lune, bufó y pagó de mala gana.
- ¿Qué se traen ustedes 2? Preguntó Kim entrecerrando los ojos –hicimos una apuesta. Dijo Lune con tranquilidad –Violate y yo apostamos a que hoy, no menos de 20 personas, escucharían el escándalo que tenían estos 2 haciendo fiesta entre ellos. Dijo Lune.
Por cada persona, debo pagar 10 euros a cada uno y tu, para mi desgracia, eres la 20. dijo Valentine - ¿quienes vinieron a buscar a Maggie?. Preguntó Kim, Lune y Valentine rieron.
-mas bien ¿quien no vino?. Preguntó Valentine comenzando a ennumerar.
-Rada, Pandora, Minos, Violate, Lune, Zeros, Pharao, Ayacos, mi señor Hades, Miu, Silfid, tu, …y yo. Dijo Valentine con calma.
Saben, en el santuario ponen un calcetín. Dijo Kim –bien por ellos, procurarmos hacerlo. Dijo Lune con una sonrisita, Kim bufó, su cabello pasando a morado y regresó al lado de Perséfone, escandalizada y con ganas de decirle a su amiga, que existían los letreros de no molestar.
En la noche, Kim acompañó a Perséfone a pasear por la quinta avenida de Nueva York, la diosa, estaba fascinada y como a Kim le encantaba el lugar, ambas disfrutaron el paseo bastante, Hades, quien había tomado la forma de un chico con muerte cerebral llamado Bradd, andaba en Washinton DC con los amigos del chico, adecuándose a su nueva vida, Perséfone, había tomado la de la novia del chico, realmente, había sido un horrible accidente de carro con un conductor drogado, a los dioses, les había ido de maravilla, porque así podrían vivir una vida humana, la novia de Bradd, Stella, era un primor y su personalidad era sorprendentemente similar a la de la diosa de la primavera, por eso, no hubo problema.
Las 2 chicas paseaban y ya habían ido a unas cuantas tiendas, cuando Perséfone vio el MOMA, SE LO SEÑALÓ A Kim con entusiasmo.
¿el MOMA mi señora?. Preguntó la espectro - ¿Por qué no? Escuché que es uno de los museos mas didácticos que hay y desde que vi una noche en el museo. La diosa se coloró, Kim sonrió.
-he querido visitarlo con mas interés. Kim asintió –el MOMA será, permítame sus bolsas. Dijo, la diosa se las pasó, Kim las puso todas en un montón, hizo un movimiento circular con la mano y la pequeña montaña de bolsas, se transformó en una perla morada, Perséfone sonrió.
-en la siguiente, renaceré como sirena. Dijo –sería divertido. Dijo Kim.
-pero una sirena arco iris como tu. Comentó Perséfone saliendo con ella del callejón rumbo al museo.
-en realidad, yo soy mitad y mitad, mi madre es sirena lunar, mi padre, si es tritón arco iris. Dijo –que impresionante. Dijo Perséfone, se extrañó.
-pero tu hermana y tu, no cambian lo mismo de color. Kim se coloró, sus cabellos pelirrojos –no mi señora, cuando eres mestizo como nosotras, depende del tipo de sangre lo que cambias, yo como soy de un tipo distinto al de mi hermana, cambio el cabello y ella, los ojos, se puede cambiar, cabello, ojos, cola, uñas, párpados y labios. Perséfone se quedó sorprendida,sonrió.
- ¡eso es como ir maquillada todo el día!. Exclamó, Kim se ruborizó un poco.
-así es. Dijo entrando al museo, comenzaron a ver un recorrido específico, la diosa, quería comenzar por los dinosaurios, eso hicieron, Perséfone estaba maravillada con los huesos y le contaba a Kim, datos curioso de cada uno, que solo podía saberlo quien los hubiera visto, la espectro decidió que de ahora en adelante, recorridos de museo, antes de la edad de piedra, los haría con la señorita Perséfone, así, se llevaba un cuadro mas completo de la situación, pasaron al imperio griego y fue allí, cuando el aparentemente tranquilo y normal día de las chicas se fue a pique, un hombre de cabellos negros, estaba de pie con el rostro bajo, acompañado de un chico peliplataado, muy atractivo, el cosmos de esos 2, era amenazador, Kim colocó a Perséfone detrás de ella, el hombre alzó el rostro, esos ojos, esos ojos morado medianoche, eran horribles, destilaban maldad y frío, el hombre, dejó ver una media sonrisa.
-Kim de amunan. Dijo –no tengo el placer, pero ya creo saber quien eres. Dijo la muchacha, mirándolo a el y al peliplateado, su cosmos la cubrió, lo mismo que el del chico.
-Kimmy, que bueno verte. Dijo el peliplateado de ojos plata –ha pasado mucho tiempo desde que te consideraron pária. Añadió con diversión.
-veo que aún así, tu interés no menguó ¿he Taurón?. Preguntó ella, el rió con suavidad.
-no Kimmy. No menguó. dijo dando un paso hacia delante, Kim y Perséfone
- ¿retrocedieron.
¿Qué quieres con mi esposo?. Preguntó la diosa –solo emparedarlo en las paredes de mi palacio en el plutonio, como haré contgo. Dijo el pelinegro llamando una espada, fue en ese momento, que Kim llamó su espada de reglamento, una fina arma con mango de hueso y una calavera, se lanzó por Plutón.
- ¡corra mi señora Perséfone!. Exclamó, la rubia no se hizo de rogar y corrió, con el chico riendo detrás de ella.
No te alejes demasiado bonita, igual voy a alcanzarte. Dijo, ella jadeó por el miedo, cuando vio a otro espectro.
- ¡Chesire!. Exclamó - ¡siga hacia el portal mi señora!. Exclamó el espectro atravesándose en el camino de Taurón, perséfone siguió y se lanzó por el portal, la recibió Violate.
Mi señora, que bueno que está bien. Dijo la pelimorado, la rubia asintió y se puso de pie.
-Kim y Chesire. Dijo –ellos estarán bien, ya lo verá. Dijo Violate con calma, miró el portal cerrarse y suspiró.
Kim y Plutón, seguían peleando, espada contra espada - ¿Cómo se supone que despertaron?. Preguntó –si solo lo habían hecho Minerva y Neptuno. Agregó.
-ellos 2, fueron los primeros, por los 2 sacrificios, pero después, el resto despertaría eventualmente. Dijo Plutón.
-bueno saberlo ¡laser espectral! Lanzó Kim , el dios se dio la vuelta y desapareció junto su guerrero, a que dejó a Chesire.
-ya nos veremos las caras, espectro. Dijo el divertido, Kim apretó los puños.
-si, ya nos veremos. Dijo mirando al punto por donde este, había desaparecido, se acercó a Chesire.
- ¿estás bien?. Preguntó la mensajera mirando al espectro.
-si señorita. Dijo el –regresemos al inframundo. Dijo ella, Chesire asintió, Kim abrió un portal y desaparecieron.
Radamantis, estaba en la riviera maya junto a Pandora, ambos tomando el sol en playa pantaleta, cuando el rubio, sintió una alteración.
¿Rada?. Preguntó la chica –ponte de pie y vamos. Dijo el espectro, la heraldo asintió, se puso de pie y echó a correr justo a tiempo, una esfera de energía, calcinó las reposeras.
-vaya, vaya, no te ablandaste tanto como preveí dijo una chica, de cabellos verdes y ojos negros.
- ¿Quién demonios eres tu?. Preguntó Radamantis apretando los dientes –soy Elizabeth de wiberg y tu, eres mi cena. Dijo ella, el rió.
-no me digas ¿tu y cuanto mas van a derrotarme?. Preguntó.
-solo yo ¡gran caución!. Lanzó hacia Radamantis, que rodó y lanzó el mismo ataque, ella rodó.
-sin tu sapuri no puedes derrotarme. Le dijo socarrona –curioso, no la necesito para acabar contigo. Dijo Radamantis altanero.
Eres un dragón insoleten. Dijo Elizabeth –y tu, una perra faldera. Dijo Radamantis, la muchacha dio un paso hacia atrás.
-ya nos veremos dragoncete. Dijo desapareciendo en un destello morado, Pandora se acercó.
Justo después de Poseidón y Athena. Dijo, Radamantis asintió.
-regresemos a casa, esto no me gUsta. Dijo mientras le tomaba la mano a la pelinegra y ambos, regresaban al inframundo.
