Disclαimer. Los personajes no me perteneces, sino a la gran mente de Meyer. Porque sí Jacob fuera mío, ja. (?
Mrs. Pαrαnoiα; Idiot
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—¡Eres una ramera!
Ella se giró, con una ceja arqueada, mirándolo con odio.
Ya estaba cansada que estuviera persiguiéndola, molestándola. Podría permitirse pensar que hasta, rogándole. «Sí, el muy idiota me desea».
—Bueno, acepta que tengo razón.
—Nunca. Bella no es-
—Una fría y calculadora perra. No, seguro—ironizó. ¿A caso él no se daba cuenta de lo que trataba de decirle? ¡Le estaba haciendo un favor!
Sí él, por cuenta propia, no quería abrir los ojos y ver la realidad, lo tendría que hacer ella. Porque no le caía bien la gente idiota. Y estaba reconsiderando la idea de que Jacob le agradara.
No, imposible. Él no le agradaba.
Pero lo que más odiaba de toda ésta situación, era que ése perro estúpido no paraba de buscarla. Aunque fuese para calmar su dolor.
Siempre era lo mismo.
—Escucha Black, si realmente quieres a esa zorra, no me busques cuando ella te rechaza—sorbió aire, hacer un discurso no era su fuerte—, no soy tu perra de consuelo.
—Tú misma lo haz dicho.
Él sonrió. Leah no era su consolación después de todo. Era, un aperitivo. Hacía mucho que dejó de ver a Bella, porque sabía que estaba con el chupasangre ese, y de tan sólo pensarlo, le daban ganas de vomitar.
Lo de ellos era algo secreto. Divertido.
Y hablaba de su ex amor, porque sabía perfectamente que eso le fastidiaba a la loba. Y sí eso le molestaba, con mucho gusto le seguiría jodiendo.
Porque ver las condenadas piernas de Leah era tentador. «Jodidamente tentador»
Y ahí estaban. Mirándose con aborrecimiento. Escuchando los gruñidos que afloraban de lo más hondo del pecho. Furia. Fuego.
«Pasión», «Sexo».
—Sabes que hace mucho que no la veo. Deja tus celos para otra persona.
—Cállate y bésame, idiota.
N/A. ¡Por diossss! Amo a ésta pareja salvaje. Osea, son brusco, y se quieren. Grrrrrr (?
Que les guste, amores. :D
Fin de transmisión (:
