Hola!
Este es mi segundo fic, por parte de esta pareja, espero que sea de su agrado.
Declamier:
Los personajes no me pertenecen, son creación de Katsura Hoshino
¡¿Embarazado yo?!
Su piel apenas si era tapada por una tela blanca la cual caía como toga sobre su suave piel nívea con un lazo dorado amarrado a la cintura, sus ojos platinados tenían un efecto encantador, con tan solo una mirada tenia a muchos babeando.
¿Que si era hombre? Más bien es un ángel el cual se equivoco de rumbo y tuvo la oportunidad de estar en frente de las cámaras y sobre escenarios.
Su forma de ser y su exótica figura fueron los detonantes para que este alcanzara la cima. Desde la corta edad de doce años el niño de albinos cabellos trabajaba en el mundo del espectáculo. Primero como extra pero a medida pasaba el tiempo fue presentándose como protagonista e incluso artista ya que tenía un esplendido don con el piano.
-Joven Walker gracias por su trabajo-el fotógrafo le hablo.
-muchas gracias a usted-respondió con un sonrisa.
-Allen, tenemos que irnos-hablo Debito, el joven era el ayudante del Albino-el señor Cross quiere verte-comento mientras le entregaba una botella con agua.
-¿Cross?-lo miro mientras abría la botella con agua para luego tomar un sorbo de esta-está bien, déjame cambiarme-dicho esto le devolvió la botella cerrada y se dirigió hacia su camerino.
Bastaron diez minutos para que Allen se cambiase de ropa totalmente, ahora lucia una camisa a botones manga tres cuartos de un color negro, un pantalón de cuero ajustados y unos converse negros.
Ambos salieron del estudio para encaminarse fuera del lugar, antes de salir Debito le dio unos lentes para el sol los cuales se coloco al instante para así no llamar mucho la atención ya que lo menos que querían era correr por sus vidas tan temprano.
Al salir se encontraron estacionado una limosina blanca, el joven conductor les abrió la puerta mientras se inclinaba en muestra de respeto. Ambos jóvenes entraron y el conductor rápidamente se encamino a cerrar la puerta para luego llegar a su asiento y comenzar con la travesía.
-Allen, recuerda que mañana leerás el guion junto con el resto del elenco para la nueva película-comenzó a hablar el de ojos dorados- y ahora tienes una cena con...-no pudo terminar ya que su celular comenzó a sonar-discúlpame-le dijo al albino para luego contestar.
El aludido se mantenía callado mientras miraba por la ventanos por los ca todos los edificiuales pasaba; pudo notar a varias familias que disfrutaban un día de paseo, suspiro pesadamente ante esto, ya que no recordaba la última vez que pudo salir sin que lo siguieran o un acontecimiento inoportuno ocurriese. Su madre murió en el parto y su padre Mana se encargo fielmente de él, hasta que cuando tuvo once años su padre cayó enfermo de pulmonía la cual lo llevo a la muerte, pero no sin antes dejárselo al cuidado de su mejor amigo Marian Cross un representante muy reconocido en el mundo del espectáculo.
Este le exploto cuando descubrió que Allen tenía potencial para el mundo del drama por lo que le hizo participar un año después de haberlo tenido bajo su cuidado; con las cartas puestas sobre la mesa todo apuntaba a que Allen se destacaría y así lo hizo, el joven interpretaba papeles tanto masculinos como femeninos debido a sus rasgos finos lo cual encantaba a mujeres y a hombres por igual.
-¡Allen!-la voz de Debito le saco de sus pensamientos haciendo que girara su cabeza bruscamente-llevo rato hablándote, hay cambio de planes, la cena es en este mismo momento-dijo serio-el señor Cross me acaba de informar que ya está en el lugar junto con el joven Kanda-dijo nervioso.
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Allen ahora se encontraba sentado frente a su representante y mentor; estaba nervioso, no dejaba de mover su pierna de arriba hacia abajo. La razón de sus nervios era nada más y nada menos que Yuu Kanda al igual que él era un actor destacado con mayor relevancia mundial, el cual era su más grande inspiración para seguir adelante. Prácticamente aquel hombre de gélida mirada era su ejemplo a seguir... o eso creía.
-Allen te noto muy callado, ¿sucede algo?-Marian lo miro extrañado.
-no-contesto secamente para luego tomar un vaso de agua.
-¿enserio el será mi pareja de actuación?-Kanda miro discriminadoramente al albino ya que no le veía potencial alguno.
-¿eh?-Allen se sorprendió por aquellas gélidas palabras.
-solo, no me estorbes-dijo para luego seguir con su comida.
¿Qué debía sentir en ese momento? ¿Tristeza?, ¿desilusión? Esos sentimientos y unos cuantos más se acumularon en una sola acción, llorar, sus ojos se cristalizaron al instante pero se negó rotundamente a llorar, ya estaba muy grande para hacerlo; contar con diecisiete años de vida le impedían demostrar debilidad, por lo que bajo la cabeza y disimuladamente se limpio los ojos con una servilleta esperando que nadie notase que estaba evitando llorar.
Por el contrario el de cabellera azabache había notado perfectamente el numerito que estaba a punto de echarse el albino, chasqueo la lengua incomodo y tomo un poco de vino; mientras que el pelirrojo lo único que podía era suspirar, al parecer ese enano nunca se le quitaría lo emocional.
Después de concluida la cena, Cross trataba de mantener una conversación "normal" con Kanda ya que este por lo general respondía con monosílabos; Allen se sentía incomodo, ya que hace varios minutos le habían hecho sentir que era un inútil, cuando todos los días se esforzaba por dar el cien por ciento sin desfallecer; miro hacia un costado y vio en el centro del restaurante un piano de cola color blanco el cual estaba situado sobre una pequeña tarima elevada unos treinta centímetros por encima del suelo, por lo que disculpándose con sus dos superiores se levanto para luego caminar hacia el majestuoso instrumento el cual nadie le daba uso.
Bajo la atenta mirada de los comensales y de algunos camareros se sentó sobre la butaca y colocando sus dedos sobre las teclas comenzó su tonada lenta y triste, sacando así todos los sentimientos que había acumulado en esos momentos, después de un pequeño intro separo un poco los labios y una voz suave se escucho el todo el local. Algunos cerraron los ojos, otros solo miraban al intérprete mientras disfrutaban de aquella canción; Cross solo escuchaba de brazos cruzados con una sonrisa figurada en sus labios, miro a Kanda y este al parecer estaba un poco conmocionado por aquella voz.
-hermoso ¿no?-Cross alardeo de su muchacho.
-¿Cómo es que..?-Kanda miro al pelirrojo.
-¿no es cantante?... pues eso es una as que me guardo para más adelante-le guiño con su único ojo visible a lo que Kanda chasqueo la lengua fastidiado.
No quería admitirlo pero el enano tenía un talento escondido, esa voz se cierto modo le calmaba el "espíritu salvaje" que el gruñón poseía desde que tenía uso de razón. Cuando se dio cuenta la música había parado y se escuchaban aplausos por parte de los receptores satisfechos y conmovidos por aquella canción.
Allen agradeció con una reverencia y bajándose de la pequeña tarima regreso a su asiento, sentándose bajo la mira de ambos oyentes.
-nada mal Moyashi-Kanda de alguna forma le alago.
-¿Moyashi? Mi nombre es Allen-dijo fastidiado por el apodo que le había colocado.
-silencio, Moyashi-lo miro retadoramente.
-que es Allen-le devolvió la mirada.
-estos jóvenes-Cross tomo un sorbo de su copa de vino, imaginando el futuro que a ambos le esperaba.
¡Muchas gracias por leer!
¡Hasta el siguiente capítulo!
