El Guardaespaldas
Era una tarde soleada en el reino de Xing.
El pequeño hijo del emperador, Ling Yao, estaba jugando en el parque alegremente con unos niños.
Sabía que le habían dicho que no saliera del castillo, pero a él no le importaba. Después de todo, con tantos hijos nadie si iba a dar cuenta.
Entonces vio a una pequeña niña qué parecía estar sola y aburrida.
Hola, me llamo Ling. Queres jugar conmigo? –
Yo…no puedo…-
Por qué no? –
Yo…-
SEÑOR LING! – gritaron unas señoras qué venían corriendo.
Creo qué vamos a tener qué jugar más tarde…-
Señor Ling, le dijimos qué no tenia permitido salir del palacio! –
Lo lamento… -fue lo único pudo decir, pero poniendo su mejor cara de pobrecito.
Volvamos al palacio. –
Entonces empezó a caminar de vuelta al palacio, pero primero se dio la vuelta.
Me olvidaba…como te llamas? –
Ran Fan…-
Nos veremos otro día, Ran Fan! – saludó enérgicamente con su mano mientras se iba caminando.
Lo qué no sabía, era qué esa tímida chica se convertiría en su propia guardaespaldas.
FIN
