Il mio cuore è per voi

Por Rae-chan33

Mukuro tamborileo sus dedos en la obscura madera de cerezo del brazo de su pulida silla de cuero. En lugar de la sonrisa divertida que siempre adornaba su rostro estaba ahora un seño fruncido con disgusto. Miraba fijamente hacia las puertas dobles de su oficina, como culpándolas de su situación.

"Mukuro-sama…" dijo la voz de uno de sus tres más cercanos asociados. Joushima Ken. "Estoy seguro que su reunión le tomo más tiempo del que esperaba, byan." Razonó el rubio, examinando su flequillo. Chikusa que estaba sentado junto a Ken en el alfeizar de la ventana, asintió para mostrar su acuerdo.

Mukuro tamborileo más fuerte en respuesta, entrecerrando los ojos dispares.

"Por el bien de Tsunayoshi espero que esa sea la razón." Dijo amargamente el guardián de la niebla. Ken miro a Chikusa, quien a su vez checo su Rolex.

Mukuro se levantó de su silla-trono y comenzó a dar vueltas por la alfombra persa, con su larga cola de caballo moviéndose tras él.

"Claramente dije a las 4:30 de esta tarde ¿No es cierto? Chikusa ¿Qué hora es?" pregunto, deteniéndose a ver al hombre de gafas.

"Las 5:42, señor."

Mukuro reanudo su caminata, intensificando su mirada.

"¡Viene retrasado por una hora y doce minutos! Imperdonable; me asegurare de que sea fuertemente castigado por esto." Murmuro el ilusionista, para después continuar maldiciendo en italiano. Ken se estiro, enseñando sus afilados dientes con un gran bostezo.

"Naa, Dokuro fue con él a esa reunión ¿No? Llámele a ella, byan" Sugirió. Mukuro detuvo su paseo otra vez, y parpadeo.

"¿Chrome fue? ¿Por qué no me lo dijo?" Pregunto, algo incomodo Chikusa se subió los lentes por el puente de la nariz.

"Sí le dijo, aunque creo que en su momento estaba concentrado en el Vongola recostado en el césped." Contesto Chikusa. Mukuro no perdió el tiempo, saco su celular y presiono la marcación rápida. Sus leales subordinados vieron como la peligrosa sonrisa esperanzada de su jefe se volvía a transformarse en un seño fruncido al tiempo que cerraba fuertemente su celular.

"¡¡Lo trae apagado!! ¡¿Por qué lo trae apagado?!" Pregunto con incredulidad, apretando el aparato al punto que el plástico crujió. Ken frunció el ceño.

"Eso no tiene sentido, byan. Perdería su único ojo antes de ignorar a Mukuro-sama." Dijo. Mukuro aventó su celular a la chimenea antes de dirigirse hacia la puerta.

"Basta de tonterías. Encontrare a Tsunayoshi por mi cuenta. Y cuando lo haga, hare que se arrepienta." Afirmo antes de cerrar de golpe las puertas.

Ken y Chikusa se miraron.

"Sobre apego…" Observo Chikusa, mientras Ken le sacaba la lengua con una sonrisa.

-

Las pulidas botas de Mukuro resonaban sobre el piso rosa pálido del pasillo del cuarto piso de la mansión Vongola, mientras el guardián de la Niebla se dirigía hacia la entrada principal.

Lo que Rokudo Mukuro odiaba más que a la mafia, más que a la prisión, incluso más que a Hibari Kyouya; era ser ignorado, aunque sea un poquito, por Sawada Tsunayoshi. No era como si pasara a menudo, oh no, Mukuro nunca se permitía ser ignorado.

Se aseguraba de reunirse con su pequeño jefe de la mafia, de vez en cuando(al menos una vez al mes). De hecho, se suponía que Mukuro debía ir con él a cuanta reunión tuviera, pero Tsuna siempre lo despedía, accediendo en verlo en persona después de que 'las cosas aburridas hubieran terminado'.

'¡Y el maldito se atrevió a dejarme plantado!' Pensó furiosamente Mukuro mientras cruzaba el vestíbulo de la zona de recepción. Llego a la mitad del camino y empezó a disminuir su velocidad, y se dio la vuelta abruptamente para mirar el lugar por donde había entrado.

Las puertas dobles de la mansión estaban abiertas, lo sabia por el sonido de la lluvia cayendo en los jardines. Lo sabía aunque no estuviese mirando en esa dirección.

"Mu… Mukuro…sama…"

El ilusionista ano se volteo al escuchar la voz de su contraparte femenina. Sus ojos estaban abiertos, mirando más allá de la entrada principal. Ignoro la pequeña voz de Chrome tras él.

"¡Mukuro-sama!"

Podía escuchar la deformación jadeante que su voz adquiría cuando lloraba. Mukuro bajo la cabeza, con la mirada plantada en sus zapatos; se rehusaba a dar la vuelta.

'Ese… no es el caso…'

Trastabilló un poco, reestabilisandoze cuando el frágil cuerpo de Chrome choco contra su espalda, con su carita enterrando entre sus omóplatos.

Ella olía a sangre. Sangre y pólvora. Podía ver a través de sus mechones que las pequeñas manos que se aferraban a su camisa estaban manchadas de un rojo cuproso. Estaba soltando palabras entre su sollozo masivo; palabras italianas, deformadas por su natural acento japonés.

"¡¡Mi… Millifiore…!!" sollozaba incontrolablemente contra su espina. Lo dedos de Mukuro temblaron.

"No te pediré que te voltees, Mukuro… Pero ya lo sabes. Sé que ya lo sabes…"

El guardián Vongola de la Lluvia sonaba mucho más mayor de lo que Mukuro recordaba. Su voz era dura y áspera; indicaba que había gritado recientemente. Gritando fuertemente.

La bota de Mukuro se desplazo, girando suavemente sobre su tobillo. Y lentamente el resto de su cuerpo le fue siguiendo, pero no así sus ojos. Ellos permanecieron lejanos.

Podía oler la sangre.

"Era una trampa. Los Millifiore… Byakuran le tendió una trampa… No pensó que ellos lo harían… Por supuesto, él nunca sospecharía de alguien con quien solo iba a reunirse… pero ellos… él…" Dijo arrastrando las palabras el espadachín, Mukuro pudo escuchar como su garganta se cerraba. Y el sonido de un hombre fuerte sollozando.

"¡Mukuro-sama….! ¡Él nos protegió! ¡Nos protegió, pero no a sí mismo! ¡Él…! ¡¡Él ni siquiera lo intento!!" Lloró Chrome, cayendo de rodillas, con las manos cubriéndole el rostro. Los ojos de Mukuro lucharon contra su voluntad, y en contra de sus deseos se voltearon a ver a través de las puertas dobles.

Hibari Kyouya estaba parado en el rincón más alejado, sus desordenados mechones sombreando sus ojos y apretando fuertemente sus bíceps con los brazos cruzados.

Yamamoto seguía recargado en la pared mientras escondía su cara llorosa.

Gokudera Hayato ni siquiera estaba en la casa; estaba sentado en las escaleras de afuera dejando que el temporal lo empapara, como queriendo ahogarse en la lluvia.

Había pequeños rastros de sangre regados por el piso conduciendo a cada uno se los Guardianes presentes, los cuales también tenían sus cuerpos(sin heridas) cubiertos de rojo.

Todo eso… pero Tsuna no estaba entre ellos.

Tsuna no había regresado.

"Está muerto." Declaro rotundamente Hibari, su tono jamás había estado tan vacio que cuando dejo salir esas palabras. Palabras que hicieron que los susurros en la cabeza de Mukuro se volvieran una realidad. Palabras que hicieron que el kanji del 'seis' girara y el número 'cuatro' floreciera en su ojo.

No podía recordar alguna otra ocasión en la que el Guardián de la Nube hubiera peleado tan salvajemente. Técnica, armas e insultos fueron olvidados por pura e insana insistencia y negación.

Mukuro podría matar a Hibari Kyouya con sus propias manos. Eso probaría que lo que el hombre dijo era una mentira. Si lo mataba, la sangre desaparecería. La lluvia cesaría y las nubes se apartarían para dejar ver un claro cielo azul.

Pero aun cuando los dos chocaban contra mesas antiguas, derrumbaban paredes y barandales, nada cambiaba.

Chrome continuaba llorando, acurrucada entra los pechos de sus silenciosos compañeros de Kokuyo. Yamamoto había resbalado hasta el suelo, con las grandes manos ensangrentadas aun cubriendo su rostro mientras su pecho se convulsionaba cada vez que respiraba. Afuera, Gokudera seguía dejando que la lluvia lo empapara, dejando que gota por gota el agua quitara la sangre que manchaba sus brazos.


"Recibimos un mensaje de la base Vongola en Namimori."

Unos ojos disparejos se dirigieron perezosamente hacia el interlocutor.

"¿Oya…? ¿Qué es esta vez…?"

El hombre rubio de cabellos revueltos le acerco un archivo a su jefe, con los ojos verdes reflejando su nerviosismo.

"Mukuro-sama… acerca de esto, usted…"

Pero Mukuro ya había visto la fotografía adjunta. Estaba mirando a los grandes e inocentes ojos cobre que miraban más allá de la cámara que había tomado la fotografía, una greña de color avellana y la familiar 'sudadera naranja de la suerte' era todo lo que Mukuro necesitaba ver.

Su mano enguantada se dirigió hacia el memo principal, y alzó una hoja al leer el mensaje.

'Sawada Tsunayoshi ha regresado del pasado. Reúnan a los guardianes.'

Ken regresó a lado de Chikusa y Chrome, moviendo los ojos rápidamente de un lado a otro, inseguro de lo que pasaría. Chrome parpadeo con su único ojo visible, jugueteando con su larga cola de caballo.

"Mukuro-sama… ¿Qué hacemos?" Preguntó suavemente, tanteando el terreno. Nunca, nunca había sido prudente mencionar a la persona que había significado más para Mukuro en todo el mundo.

El ilusionista italiano tamborileo sus dedos en la madera de su escritorio, con sus labios curvándose en una sonrisa que alguna vez había sido divertida; pero que ahora era digna de temerse.

Peligroso… esto es peligroso…

"Devolverle el favor a los Milliefiore. Proteger al Cielo con todo el poder de la Niebla."

Los ojos dispares volvieron a posarse sobre la fotografía.

No te perdonare… por dejarme esperando a que volvieses.


Posiblemente un multi-chapter, cada capítulo con la reacción de un Guardián al asesinato de Tsuna.

-Rae

Nota del traductor:

Se escabulle para actualizar. Hola a todos los que se toman la molestia de leer mis traducciones. En esta ocasión les traigo "Il mio cuore e per voi"(Mi corazón es tuyo) de la maravillosa Rae33; este es un proyecto con el cual vengo trabajando desde ya hace algún tiempo( solo que empecé con los últimos caps) y que tenia muchisísimas ganas de publicar, ya que es uno de mis fanfics de Reborn! Favoritos… de verdad espero disfruten de leerlo tanto como yo al publicarlo.

Ahora las instrucciones(creo que esto iba al principio, en fin): Para cada capítulo les voy a dar una canción para escuchar mientras leen o para después de su lectura ustedes deciden, aclaro que esto NO está escrito en el fic original es una idea que me surgió para mejorar lectura y el autor no tiene nada que ver, así si no les gusta díganmelo y lo dejare de hacer y no hay problema; de todas formas continúen apoyando el trabajo de la maravillosa Rae-chan33(autora de este fic). Creo que con eso basta ahora el tema del capítulo es 'El peso del alma' de mago de oz. Espero que lo disfruten.