Exquisita locura.


Sumary: El es Chef no administrador, por eso no le queda mas que conseguirse un ayudante, sin embargo, entre estos dos algo se esta cocinando y con comida tan buena…no le importaría sufrir de esta exquisita locura.

Disclaimer: los personajes de Hetalia no me pertenecen sino a Himaruya Hidekaz, yo solo los tomo prestados para pasar el rato.

Advertencias: AU, personalidades que ni al caso, uso excesivo del mismo personaje, comida deliciosa que puede abrir su apetito.

Fic a petición y dedicado a aishiteru-sama (espero que te guste, dime si quieres le cambie algo o lo que quieras nyeeh) : D!


Life's a piece of shit
When you look at it
Life's a laugh and death's a joke, it's true.
You'll see it's all a show
Keep 'em laughing as you go
Just remember that the last laugh is on you.


El foco rojo del semáforo, las luminarias de la vía principal, los coloridos letreros de neón en las tiendas aun abiertas y unos cuantos faroles de automóviles que circulaban bajo la llovizna, todo eso había contado. Aun siendo de madrugada había mucho movimiento…movimiento al cual él ya no se podía adecuar.

Desde el otro asiento, con los dedos tamborileando sobre el volante, Francis Bonnefoy le miraba de tanto en tanto, le repasaba con la vista un segundo y volvía hacia el frente, no tardaba mucho en repetir la acción, todo mientras apretaba los labios intentando aminorar la mofa.

Coloco mejor una mano sobre su boca.

El otro giro los ojos.

-termina ya-

Francis tardo unos cuantos segundos en calmar su voz y contestar -¿…terminar que?-

-eso; reírte, o al menos si te vas a burlar hazlo bien, no eres muy discreto que digamos y eso me estresa-

-Alec, cariño, a ti todo te estresas-

El semáforo cambio a verde y el reloj marcaba casi las 2 a.m.

-quiero ver que te rías así cuando te demande, idiota negligente- la risotada de Francis fue mas rápida que su boca, por lo que comenzó con una carcajada para después mantenerla un rato como una mofa muy nasal. Y no era para menos, la situación se el hacia graciosa, ciertamente no se preocupaba de que su chef fuese capaz de demandarlo, nunca lo haría, aunque obviamente si es capaz de jurar y maldecirle.

No por ser su jefe se salvaba.

-Alec, Alec…mira siempre el lado brillante de la vida ... - exhalando tímidamente una bocanada silbo tan bajo que Alejandro no le encontró el ritmo- Alec, Alec…mira siempre el lado luminoso de la vida ...-

Quedándose con la mitad de la bocanada ya que tomándole el ritmo Alec le grito furioso.-¡No te atrevas a terminarlo Francis!- quedo en silencio el automóvil mientras recorrían las calles.

La furia le hacia bufar por la nariz, mientras que los analgésicos le hacían sentirse entumecido.

Francis apretó los labios. Apretó con los dientes.

Ya casi llegaban al apartamento.

Bajo la velocidad sin llegar a detenerse por completo y retomo la mirada hacia su copiloto.

De soslayo y se una rápida inhalación, silbo fuerte y rápido lo que sigua de la canción

-¡basta!- desabrochándose el cinturón, Alejandro comenzó a forcejear la puerta del copiloto para bajarse con el automóvil aun en movimiento, claro este no duro mucho ya que de un frenon quedaron frente al edificio, la risa de Francis ya ni se molestaba en ser disimulada.

-servido señorito, puede ir en paz- los ojos chocolates del latino le taladraron con molestia acumulada la cara, en días normales esos ojos son muy vivaces y expresivos, pero hoy con el cabello corto marrón húmedo y desalineado, con lo pálido y ojeroso de lo que por lo regular es una piel canela tersa y brillante, tenia el efecto contrario a amenazar, ¡que ternura!- oye Alec, sabes que no te voy a despedir, pero si conseguiré a otro ayudante- la puerta del copiloto se cerro de un portazo.

Suspirando Bonnefoy bajo del auto – Alejandro, tu toma mi puesto y yo el tuyo, ¿te parece?- la elocuente contestación fue el dedo medio de la mano izquierda del latino. La derecha estaba ahí, sola e incapacitada por ese yeso que le llegaba hasta medio antebrazo.

-Francis, arregla ese escalón maldito avaro, o alguien terminara matándose-

Lo irónico aquí fue que hasta hace unas pocas horas antes, Alejandro García, precisamente quien había dado el anuncio fue el mendigo que termino cayendo por el escalón roto de la trastienda, justo por donde llegaban los proveedores verduleros; era casi su hora de salida. Era una noche normal, solo faltaba cerrar la puerta trasera del restaurante y hubiera podido marcharse a casa, seguro, completo.

!Ahogado el niño, tapado el pozo!

Cayo con todo su peso sobre la mano derecha, las cajas y la puerta de servicios terminaron por caerle encima, aterrado Francis lo llevó de urgencia al hospital ahí al menos le dieron la noticia de que no era necesaria la operación, pero después de unos exámenes y radiografías, junto con un dolor insoportable cabe agregar y una increíble ingesta de analgésicos, fue necesario una férula de yeso junto con 8 o 10 semanas de inmovilización.

8 a 10 semanas sin mano derecha.

Sin movimiento.

Sin cocinar.

-yo soy chef Francis, no administrador.-

-entonces quédate sin trabajo- la zurda de Alejandro le mostro una "V" hacia su pecho la cual giro de arriba y abajo.- mañana me conseguiré un ayudante y tu moverás tu maltrecho trasero al restaurante, recuerda tu salsa de arándanos es la especialidad, necesito tu receta.- entrando al choche le hizo una seña pronta en modo de despedida.

El latino le arremedo y después de mostrarle nuevamente el dedo medio al vehículo que se alejaba por la calle tomo camino a su apartamento.


La mañana llego y como la mayoría en esta época del año, era fría y húmeda. Tomo el abrigo gris y una bufanda roja del perchero, mientras salía del apartamento y cerraba con algo de dificultad juraba y juraba hacia su jefe modosito.

Bajo por las escalera, vivía en el cuarto piso asi que no tomaba el elevador, el edificio era algo viejo pero bastante calido.

-Sr. García, buen día-

Saludo al guardia y corrió a la calle en donde le hizo señas a unos taxis que pasaban, uno alcanzo a verle y detenerse. La calle estaba completamente sumergida en el bullicio, la gente corría y el tráfico era pésimo. De la bolsa que llevaba saco un frasco con unos cuantos analgésicos, decidió esperar llegar al restaurante, ahí los tomaría con jugo o vino. Sabían horrible.

Durante la madrugada la enfermera en turno había sido muy amable con el, pero la muy puta tenia una pésima mano para las inyecciones. A tres cuadras del restaurante el taxi quedo atrapado en un embotellamiento, por lo que arreglando su bolso y pagando con la zurda, bajo a media calle y corrió a la acera, de ahí se iría caminando.

Por las aceras la gente caminaba y una que otra corría, en todos los sentidos, San Francisco era un lugar inigualable; el centro era de sus partes favoritas, muy caótico, pero hermoso. China town era el mejor lugar para comprar verduras exóticas y frescas, lo malo, "si toca compras". Debías fijarte hasta en la sombra.

Hacia frio, pero la bahía parecía ser más atractiva con ese clima que en cualquier otro.
El restaurante no estaba precisamente en el cetro, pero su localización no era mala, al contrario, estaban sobre una vía importante, en la cual a unos diez minutos llevaba directo al pirámide transamerica.

Francis era mitad francés, por lo cual había creado Petite bouteille, desde que conoció a Francis había sido ese su segundo hogar. Había comenzado como un bistro modesto, de ahí el nombre, sin embargo al tiempo su comida había llamado demasiado la atención. Ya eran cuatro años de trabajo con Francis y desde hace tres, petite bouteille era un restaurante de los mas populares, dejando atrás su etapa original.

Al doblar en la esquina diviso ya las bancas y mesas exteriores junto con las banderas que adornaban del local, una bandera francesa, una americana y otra mexicana. -Francés idiota.- Alejandro García llevaba el sazón y folclor mexicano en la sangre, pero eso no le quitaba el exquisito talento para cocinar.

Llego a la tienda y noto el letrero "cerrado" arriba de otro que decía "se solicita cocinero".

Como si ser cocinero fuera suficiente para satisfacer a Francis. Entro al local dejando el bolso sobre una de las mesas para dirigirse a la cocina. Sin embargo mientras se acercaba escuchó movimiento proveniente de ese lugar.

Era el sonido de las palas golpeteando las cazuelas junto con murmureos y una muy animada melodía. Acercándose completamente a la puerta la entreabrió lentamente, la música se intensificó junto con un fuerte olor a naranja y especias que le calaron un poco las fosas.

-…Francis?- entrando tímidamente miro a un de los cocineros muy entretenido mirando hacia el frente, Alejandro estaba en cierta posición en la cual la puerta no le permitía ver mas allá.

Feliciano era su nombre, un italiano idiota en la opinión personal de Alejandro, pero un genio en cuanto a la comida, aplaudiendo parecía inmerso en lo que miraba, y no solo el, Alejandro también diviso a unos cuantos más aplaudiendo de igual manera. Intrigado el mexicano entro por completo, sorprendiéndose al instante.

Con un ridículo sombrero vaquero usando una de las cucharas como micrófono simulaba cantar un hombre frente a la estufa, se pavoneaba y meneaba como si fuera rockstar y no chef.

Francis estaba retirado de ahí pero no le quitaba la mirada de encima.

El hombre del sombrero giro. Alejandro contuvo el aliento.

Era un gringo de grades ojos azules con un cabello dorado bastante llamativo, parecía como una margarita recién regada de lo tan fresco y vivas que parecía. Aunque por más majo que estuviera nada podía comparársele a esa sonrisa que cualquier publicista de dentífrico hubiera matado por tener.

-Alec, este es Alfred Jones…esta en examen- Alejandro arrugo el ceño.

-¿a montar espectáculo le llamas examen? ¿Que estas idiota?-

-respeta a tu jefe, hombre.-

Encaminándose a la estufa saco del abrigo una hoja la cual azotó sin dejar la marcha sobre una mesa- si jefe, por cierto ahí esta la orden para el juicio, negligente, en cuanto a ti...- pasando revisión rápida hacia donde estaña el gringo repaso mentalmente. Pichón, naranja, laurel, canela, nuez moscada, vinagre…-¿piensas hacer un simple pichón con barniz de naranja? No estamos para niñerías-

Feliciano quién había tomado la hoja alarmado, trémulo se la dio a Francis el cual miraba con picardía a la pareja.

–que dices Alec, que de seguro a el le sale mejor-

-mamon…- Francis soltó la risotada

-salgamos todos, Alfred, ahora habrá dos jueces, si es bueno tu platillo te quedas.-

al salir los ojos del latino aun miraban de soslayo al gringo el cual después de un "ok chef" muy animado se desconecto completamente de todo menos de su olla y de su música.


-esta usado muchas especias y no me cae bien, Feliciano, ¿tu que le viste?-

Nervioso el ítalo se removió en su silla –hem…¿su…su sombrero es feo?-

-¡¿ya vez Francis?! ¡es fe..que?- la cara de Alec era un poema, mientras que algunos de los ayudantes reían disimuladamente otros, incluyendo al mitad galo, se reían libremente –no estoy para tus mariconadas Feli- el pobre muchacho se puso a sollozar.

-no seas tonto Alec, que no contrataría a cualquier hijo de vecino que se me apareciera, ¡y no me mires así! Que eso fue hace cuatro años- aja, la cara del latino era de completo sarcasmo -espera a probar su comida, ya que el solo se trata de un asistente- pasando su azulina mirada sobre su ahora exchef temporal le examino con cuidado- ¿como sigues?- se puso a jugar con la hoja, no era una orden, era una receta.

- incapacitado…por si no te has dado cuenta- Francis le gruño en respuesta. Sin embargo antes de estamparle una de las cartas de la mesa Jones salió de la cocina, captando la atención de los presentes.

- y con ustedes mi platillo.- colocando dos platos, uno frente al latino y otro frente al rubio mitad francés. Sobre un plato cuadro blanco se amontonaban pequeños y finos fideos de nori, junto con una guarnición en la cual descansaba un pichón pequeño al carbón barnizado con una brillante y olorosa capa de caramelo de naranja, el platillo era adornado por ralladura de naranja y trozos de nori empanizado.

Muy sonriente, Jones se sentó a la mesa mientras los comensales comenzaban a probar. Francis no tuvo problemas, pero Alejandro fue otra historia, antes de tomar el tenedor miro el platillo, después al utensilio para al final mirar su yeso.

-¿te ayudo?-

-no gringo-

-Alfred, cariño, se trata de ganarme a mi, Alec solo viene a comer gratis- con una risilla comenzó a degustarlo. Era una sensación exquisita en el paladar, era jugosa el ave, mientras que el caramelo no estaba ni acido ni muy dulce, combinaba perfecto y el nori le daba una textura crujiente y salada.- muy bueno Al, pasado un poco de condimento, pero muy bueno-

y ciertamente era muy bueno.

-que dices Alec, ¿se queda?-

Ambos rubios pusieron su vista sobre el latino. Este muy acostumbrado al acoso en un mundo de rubios no le dio importancia, se encogió de hombros –creí que debía ganarte a ti.-

-y así es, pero como tu comerás gratis debo saber si vale la pena.- ambos rubios rieron. Y Alejandro se enojo.

-como quieras, tu soportaras al gringo no yo- siguió comiendo.

Y dando eso como bandera de salida Alfred soltó una carcajada seguida por un "¡YES!", chocando una palma con la de Francis y la otra en el hombro de Alejandro.

-sabia que lo tomarían, tienen cara de chicos listos- y tu de humilde, pensó con desdén Alejandro. Francis por su parte se puso de pie aun con el plato en mano. Llamando la atención de los presentes meneado el tenedor en mano.

- siendo así, solo falta agregar, bienvenido al Petite bouteille, Alfred-

-bienvenido- dijeron algunos.

-¡pasta!- fue el tremendo grito de excitación de Feliciano, el cual le dio un tremendo ataque de risa a Alfred y a la mayoría de los presentes.

Alejandro suspiro, en este barco lleno de locos no le quedaba más que rezar no terminar tan loco como ellos…sin embargo, como bien lo decía Monty: mira siempre el lado brillante de la vida ... y con comida tan buena…no le importaría sufrir de esta exquisita locura.


!banzai! pues aqui, prometido es deuda, aishiteru-sama espero y te guste.

Quiero aclararles algo, no soy cocinera asi que si tienen una receta o algo asi háganme saber y la incorporo, si alguien sabe de cocina no me odie, que eso es lo que me gusta comer así que son aceptadas sugerencias y lo que gusten.

Sin mas que agregar - y si llegaron hasta aca- !muchas gracias! (un premio silbaron como Monty FUFUFUFUFUFU~)

kisuus 3