Ahora me dio por el Spuk (viva el SPUK ^^) y escribí este mini-fic. Espero que os guste~
Nota: Hetalia no es mio, sino de Himaruya -reverencia-.
"Ya era la enésima vez que oía eso, ¿cómo se puede ser tan persistente?"
- ¿Se puede saber donde has dejado el mando de la tele, Arthur?
- I don't understand, sir. -contestaba el inglés, haciendo caso omiso a su pregunta.
"Una y otra vez con el mismo royo, ¿no podía decirle simplemente donde lo había dejado?"
- Te he dicho mil veces que hoy hay un Barça-Madrid y es mi deber como país ver un partido tan importante que repercute seriamente a mi población -todo esto lo dije con la voz más seria que tenía y mirándolo fijamente a los ojos- Asi que, si usted, grandísimo imperio británico, poseedor de lujosas tierras que nos derrotaron a mi y mi gran país, dígame donde esta su mando a distancia, por favor.
- Excuse me, but I'm not listening. Can you repeat, please?
- Oh, tu grandi-
- In English, please.
- Oh, my grandish impire-
- What the fuck are you speaking?
- English nivel midel.
- Eso no es inglés ni es nada, idiot.
- ¡Ajaja, te he descubierto, Arturo! - apunté hacia él, riendo con más intensidad - Ahora tienes que decirme donde has puesto el mando y dejarme sentar en el sofa.
- Never, Anthony! ¡Y deja de llamar Arturo!
- ¡Tú has empezado llamáme Anthony!
- ¡Si fuiste tú el que empezó! -el rubio se dió media vuelta y se tumbó en todo el sofá con los brazos cruzados y la cara malhumorada.
El español miró la hora en su reloj.
"Mierda, solo faltan cinco minutos para que empiece el partido. ¿Qué puedo hacer? Solo me queda esa última opción..."
Sin hacer el menor ruido, el castaño se acercó poco a poco hacia el menor, encontrándose a corta distancia.
- Me podrías dejar el mando, por favor. -su voz era un tanto ñoña e infantil.
- Te he dicho que no, bl- -el anglicano no pudo continuar la frase ya que Antonio le tapó la boca con un pequeño y corto beso, donde sintió que /algo/ se metía en su boca.
- ¿Qué me has metido, son of bitch? -dijo el rubio, todo colorado después del beso.
- Te he metido un somnifero de larga duración. Si no quieres que te duerma para que no puedas ver tus telenovelas, dime donde has metido el puto mando.
- ¡Jamás! -estaba todo sonrojado y tartamudeaba a cada palabra que salía de su boca, una parte por la timidez y la otra por el temor a tragarse la pequeña cápsula- Y no son telenovelas. ¡Son dramatic shows! Adem-
El hispano volvió a darle un beso, pero esta vez más largo y apasionado. En un primer momento, el británico intentó resistirse pero, después de unos instantes, se dejó llevar; dejando que el castaño tomara el control.
- Es-Está detras de la televisión, idiota.
- Gracias, mi querido Arturo -dijo, antes de que besara suavemente su mejilla colorada.
Bueno, hasta aquí el fic de Spuk. Prometo escribir más sobre ellos -w-
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