Pareja: Naruto Uzumaki & Hinata Hyüga,
Tipo: Drabble.
Una canción, un drabble. "Something" – The Beatles.
Palabras: 483.
Advertencias: Spoiler manga 616.
Una Canción, Un Drabble.
SOMETHING.
—Eh… ¿Pasa algo, Naruto-kun?
Él desvió la mirada, y un leve tono rosa se instaló en sus mejillas. ¡Joder! Estaba seguro de que Hinata no se daba cuenta de que la estaba mirando.
—No es nada, Hinata-chan ´ttebayó.
Ella bajó el rostro y, nuevamente, Naruto la espió de reojo mientras caminaba a su lado.
Recordó cuando meses atrás, después de la devastadora muerte de Neji y cuando él estaba a punto de considerar la propuesta de Obito, ella, Hinata Hyüga, en medio del tremendo dolor que le suponía la pérdida de su hermano, tomó fuerzas y le hizo salir del abismo.
Esa mirada opalina tenía algo, aquella vez en la guerra brilló con tanta determinación, tanta fuerza, tanta ternura, amor, dolor y cálidez; su mano se sintió tan tibia contra la suya…
Cuando el chakra Kyuubi los envolvió a ambos, Naruto supo que ya no se apartaría de ella, porque no querría hacerlo nunca.
—¡Naruto-kun, cuidado!
Demasiado tarde, chilló de dolor y cayó de nalgas al suelo. Se había chocado contra un poste.
—¿Estás bien? ¿te duele mucho? —la muchacha se arrodilló a su lado y la expresión preocupada en el rostro de ella le hizo sentir un revoloteo en el estómago.
—No, no pasa nada Hinata-chan ´ttebayó. ¡Eso no estaba ahí, salió de la nada!
Afortunadamente la calle estaba desierta o habría sido muy vergonzoso. En realidad ya lo era, pero sólo estaba Hinata para verlo, nadie que se riera de él…
¡Hinata se reía!
Y había algo en esa risilla suave y delicada que no le permitía enojarse, pero fingió estar ofendido de todas maneras.
—¿De qué te ríes ´ttebayó? —frunció el ceño y desvió la mirada.
—D-de nada… —se cubrió los labios, pero sus ojos reían—, no te enojes Naruto-kun… pero es que… ¡fue tan gracioso! —rió de nuevo y gimió arrepentida —. Lo siento, lo siento…
—No es gracioso, iba distraído…
—Entonces es tu culpa…
¡Ah, esa sonrisa también tenía algo! Esa mujer lo estaba volviendo idiota… uno de verdad; estrellarse contra un poste por andar espiándola de reojo para ver sus facciones y su linda forma de caminar... Para no creérselo.
Sin darse cuenta, ella estaba en el suelo y él la encerraba con los codos a cada lado de su cuerpo.
¡Jesús, ese rubor! Era algo para volverlo loco.
—No, Hinata-chan, es tu culpa. —los ojos azules le brillaron con picardía —Estaba distraído, mirándote y pensando en cuánto te amo.
Le mordisqueó el labio inferior con los suyos y cuando sintió que las finas manos se deslizaban por su cuello en movimientos torturadoramente lentos, profundizó el beso con ganas. Besó sus labios, sus dientes, sus mejillas y su lengua.
—¿Mañana… me amaras más…? —preguntó ella con ternura, enredando los dedos en la cabellera rubia, apenas hubieron separado las bocas y unido las miradas.
Blanco y azul.
—No lo sé ´ttebayó… Quédate conmigo para averiguarlo.
Él ya no quería dejarla nunca.
