¡Hola! Este será un pequeño songfic para celebrar los 100 reviews de "Mi Maid" y como la pareja principal de ese fic es Jerza… pues este también será Jerza. ewe
Espero que lo disfruten y me dejen saber sus opiniones en un review, se los agradecería, me ayudan a escribir.
Disclaimer:
Los personajes pertenecen al mundo de Fairy Tail ya Hiro Mashima.
La canción se llama 19 Sai (Diecinueve Años) y es del precioso y talentoso Suga Shikao. Ojalá le den una oportunidad y la escuchen.
Referencias De Lectura:
"Jerza" :Partes de la canción.
"Jerza" :Diálogo.
Jerza :Narración en primera persona.
~ Tú
"Tus labios tenían veneno cuando entraste a mi habitación
¿Cierto?"
Entraste a mi habitación por la ventana siempre abierta…
Con tu mirada oscura evitándome y los puños apretados, soltaste una amenaza con voz fría y asesina a la otra persona que estaba en esa habitación…
No lo culpo a él por huir al escucharte, yo también quería hacerlo, pero mis piernas estaban clavadas al piso y mis ojos clavados en ti…
¿Por qué estabas tan molesto?
¿Por qué parecías tan desesperado?
Tú me habías despedazado el corazón el día que me dijiste que lo nuestro era un delito, que era una estupidez…
¿Por qué dos años después de que destrozaste mi amor por ti te atreves a mirarme así? ¿Por qué estás aquí después de que intenté olvidarte?
Pero no pude despegar los labios para decirte eso…
Intenté calmarte, levantaste la voz.
Intenté explicarte, me llamaste niña ilusa.
No lo soporté…
De nuevo llamándome niña.
"Es tu culpa que lo siga siendo, estaba a punto de dejar de serlo cuando tu entraste furioso a mi habitación…"
No me di cuenta que eso lo dije en voz alta. No me di cuenta hasta que sentí tus manos cerrarse como grilletes en mis hombros, hasta que vi tus ojos arder al mirarme, formaste una sonrisa irónica en ese rostro que por tanto tiempo amé y que no he podido olvidar sin importar cuanto lo intenté.
Y luego de eso lanzaste más veneno.
Ilusa. Ingenua. Inocente. Esos eran los adjetivos que usabas para describirme por querer convertirme en mujer en brazos de ese mocoso, según tú, que había huido hacía unos minutos.
¿Esos eran celos? ¿Estabas celoso grandísimo idiota? Quería decirte tantas cosas pero solo podía mirarte confundida mientras trataba de no estremecerme al sentir tus manos temblar en mis hombros.
La piel de tus manos, la piel de mis hombros desnudos…
No aguanté más lo que quería gritarte cuando insinuaste que tal vez yo ya no era tan inocente como habías dicho, que quizás lo que acababas de detener era una constante entre estas cuatro paredes.
"¿Y a ti que te importaba?" Grité. "¿No te burlaste diciendo que buscara mocosos de mi edad?" "¿No me rechazaste aquella noche?" "¿¡No me dijiste hace dos años que me cambiabas por una verdadera mujer!?"
Me soltaste, sí… Como si te hubieses quemado, como si mis reclamos fuesen látigos que te castigaban, y eso deseaba, deseaba que cada palabra de mi boca fuese una espada que te atravesara, sentía que te odiaba…
Y me odiaba, porque sabía que lo que sentía no era odio…
Me miraste lastimado ¿Ahora te harías la victima? ¿No que eras muy maduro? ¿No que eras muy crecidito para mí? ¿Qué seguía? ¿Lágrimas? Aún recuerdo muy bien cuando te burlaste de las mías, señalándolas, indicándome que ellas eran solo una prueba más de que no debíamos estar juntos, no sí aún lloraba como una niña…
Y me odié aún más a mí misma por no poder decirte eso. Por no poder lastimarte como te merecías. Por seguirte amando como una estúpida, como cuando tenía quince años...
Cerraste los ojos. Tratabas de calmarte, lo sé, te conozco, a pesar de que te fuiste por dos años, tu mandíbula tensa, tu respiración despaciosa…
Tus manías no han cambiado, pero tu si, un poco…
Hace una semana cuando me sorprendí al verte de nuevo lo había notado, esos pequeños cambios, tu voz más ronca, tus brazos más fuertes, un poco más alto, tu espalda más ancha, tu cabello no era tan largo como antes pero seguía igual de indómito… ¿Sería tan sedoso como antes? ¿Cómo cuando era libre de acariciarlo cuando quisiera? ¿Cómo cuando lo peinaba con mis dedos cada vez que te acostabas en mi regazo?
Salí de mis pensamientos al verte acercarte lentamente, di un paso atrás al verme de nuevo en esa habitación y no en la del recuerdo de esos días felices. Tus ojos parecieron cobrar más tristeza en ese momento. Vi culpa, miedo y remordimiento en ellos…
¿Pensaste que me alejaba por ti? ¿Pensaste que te tenía miedo?
Cerraste de nuevo los ojos, apretaste los puños para cobrar coraje, respiraste hondo, abriste los ojos y con un tono de voz más tranquilo me dijiste que solo te respondiera una cosa, y luego quedaste en silencio, parecías luchar contra ti mismo…
Y yo solo veía tus labios.
Me transporté de nuevo a aquellos tiempos alegres, cuando tú y yo éramos más jóvenes, yo mucho más que tú… Y el problema de todo.
Tus labios mencionaron mi nombre y callaron de nuevo, tal vez buscaban las palabras correctas para evitar que yo reventase en gritos otra vez.
Y yo me preguntaba si tus labios serían tan suaves y placenteros como lo eran en esos días…
"¿Amas a ese moc… chico?"
Tu pregunta me hizo volver a prestar atención y casi rió al darme cuenta como evitaste contra todo tu orgullo de macho herido llamarlo "mocoso"
Sí, tus labios estaban llenos de veneno…
¿Y que más daba envenenarse con ellos?
Ya estaba envenenada con este sentimiento llamado amor…
¿Qué más daba?
Me lancé a ti, me lancé a tus labios…
Tan suaves, tan diestros… Respondiste al beso con pasión, me tomaste de la cintura y gruñiste pidiendo más, exigiendo más y mientras mi lengua buscaba camino dentro de tu boca…
Envenenarme me pareció algo tan placentero…
¿Review?
T-T Los reviews animan a los escritores de fanfiction a no dejar la historia tirada T-T
¡Muchísimas gracias por leer! T-T7
Sin más, me despido…
¡Nos leemos en las historias!
¡Adieu!
.o.7
