Capítulo 1: La partida

El mundo dormía con el reflejo de la luna en la ciudad... pero en lo más recóndito del olvido... En un lugar desconocido se logra ver como una puerta se abre, parecía que los monstruos de la inexistencia habitaban allí, pero en lugar de eso, dio paso a una habitación obscura, en la cual solo había una mesa y 2 sillas, además de que la única fuente de luz era una pequeña lámpara. No se veía nada más...

Pero como si de pronto se escuchara un murmullo, En la habitación aparecieron sombras que se materializaron, para dar paso a algo… se podían distinguir 2 figuras desconocidas sentadas, tan serenamente que parecía que esperaban la muerte, de las cuales apenas se les veía la sombra, por lo que se lograba ver estaban jugando póquer.

–Entonces, ¿porque estamos jugando póquer? – Dijo una figura que parecía humana, y por su voz parecía que era alguien joven y estaba impaciente.

–Es una forma de probar a la gente, ya que si quieres conocer a alguien lo mejor es competir contra él, sin mencionar que me ayuda a conocer como son en realidad en poco tiempo– Dijo la otra figura misteriosa que se oía más madura y mayor que la otra.

– ¿Y crees que de verdad es un reto que valga la pena? – Dijo la figura joven.

–Eso lo decido yo, además esto no me ha fallado por el momento, sin mencionar que hasta ahora solo 30 personas me han ganado– Dijo sin preocupación alguna.

–Eso en si es bastante gente, ¿No crees?, digo… El premio por ganar es algo… grande… y no creo que una simple partida de póquer este a la altura de algo tan importante– Dijo algo incrédulo por la respuesta de su compañero.

–Chico, antes de ti ha pasado casi cada persona en el mundo, sin contar que hubo otras formas, creo que este es un reto bastante bueno– Dijo el hombre de forma confiada.

–Sigo pensando que es una mamada, pero bueno es tu decisión, y no me llames "chico", tengo nombre y es Marco– Dijo el chico enojado.

–Veamos… si te ganas ese derecho, chico– dijo el hombre resaltando el "chico" –Pero por el momento concéntrate en jugar, ya que por lo que veo no vas muy bien– dijo la figura más anciana, resaltando que en la mesa el tenia más fichas que Marco.

– ¡Cállate!– Grito Marco molesto y dando un golpe a la mesa –Es que has hecho trampa.

–Aja claro chico, lo que tú digas– Dijo el hombre con un obvio sarcasmo.

–Si tan confiado te sientes, que tal si hacemos esto más interesante– Dijo Marco con tono desafiante.

–…Te escucho…– Dijo de forma serena el hombre.

–Ultima mano, todo o nada– Dijo poniendo la mano en la mesa.

El hombre se echó a reír, pero a Marco no le molesto su reacción.

–Vale, pero entiendes lo que estas apostando– Dijo el hombre confiado.

–Veamos si eres tan bueno– Dijo el joven.

El hombre mostro su jugada y la dejo en la mesa, había una K, una J, un 10 y un 8 de rombos, además de un 5 de corazones. Después monstro el resto, tenía un 9 y un 7 de rombos.

–Escalera de color– Dijo el hombre victorioso– Lo siento chico, parece que no estas a la altura– Dijo mientras comenzaba a levantarse.

En eso, Marco mostros sus tarjetas, él tenía una A y una Q de rombos.

–Flor imperial– Dijo el chico recargándose en la silla en la que estaba.

– ¡Pero queeeeee! –grito el hombre.

–Parece que eres TU, el que no estas a la altura– dijo Marco de forma arrogante.

– ¡Hiciste trampa verdad!, es casi imposible conseguir esa mano– dijo el hombre furioso.

–No, solo fui viendo que cartas salían en la partida, y con eso irlas descartando en mi mente de todas las que hay, solamente me faltaba analizar un poco tu cara, para saber más o menos tu mano, con eso espere el momento en el que tuviera una mano casi invencible, y que tú no pudieras supérala, entonces te convencería de que hiciéramos un "todo o nada"– Dijo Marco seriamente – ¿Que creías? ¿Que no me tomaría enserio esta oportunidad? –El chico soltó una pequeña risa– Seré algo joven, pero no soy pendejo, abuelo–

El hombre volvió a reírse pero esta vez más fuerte, Marco solo lo observaba reírse mientras se mecía en la silla.

Después de 5 minutos, los cuales el hombre se lo paso riendo, él le dijo a Marco.

–Creo que te subestime... Marco– Dijo el hombre aun algo risueño– Creo que esta vez fuiste tú el que me leyó a mí cual libro–

–Entonces, si lo harás– Dijo Marco aun serio.

–Claro, esa era la apuesta y así será, la verdadera pregunta seria, ¿Tú estás listo?– Dijo el hombre señalándolo.

Marco golpeo la mesa con el puño y grito:

– ¡Nací listo para este momento! –

– ¡GRANDIOSO!, ¡Entonces Marco, espero que encuentres lo que necesites ahí y que puedas adaptarte, porque no hay vuelta atrás!– dijo mientras comenzaba a hacer ademanes con la mano de forma perfecta.

Cuando el hombre termino, ambas figuras desaparecieron de ahí dejando solamente un pequeño brillo en donde antes estaban, antes de desaparecer completamente de esa habitación.

En la mesa se apreciaban las cartas, las cuales volaron por un viento desconocido, las sillas y la mesa comenzaron a incendiarse hasta las cenizas que también volaron con el viento y la lámpara se descompuso dejando el lugar en oscuridad…