Bueno después de mucho he vuelto a escribir, y trataré de seguir con la otra historia, espero que anden bien y que les guste esta pequeña introducción a esta historia, dejen sus opiniones que las tendré en cuenta, un beso, saludos :)
Emma veía como Henry estaba sentado en el que había sido su castillo, ya era todo un adolescente pero aun así conservaba ese lado tierno y solitario como había tenido siempre. Sabía que algo le afligía porque desde un par de semanas no se lo notaba con ánimo de hablar, todo le era difícil más ahora que todos sus recuerdos habían vuelto. Ahora ella sentía lo que Jefferson decía, tener dos mundos en tu cabeza, no era nada lindo ni deseable ni para tu peor enemigo.
Estar de vuelta con sus padres la hacía feliz, pero aún tenía miedo que de nuevo por alguna razón su familia se viera en peligro, pero tendría esperanza que esta vez sería diferente. Su extraña relación entre Hook y Neal había terminado, de diferentes maneras ambos habían caído en la cuenta que no tenían ni tendrían su amor. A lo mejor su amor verdadero no tenía que ser una pareja, a lo mejor era esa personita tan especial aparte de sus padres, su amado hijo.
Salió de su trance y se acercó lentamente al lado de Henry.
- Oye chico, que te sucede? Con tus abuelos estábamos preocupados porque Neal me aviso que te paso a buscar a lo de Regina, y no estabas, ni siquiera te apareciste por ahí.
- Creo que ella puede estar sin mí un rato no? No es necesario que la visite todos los días a cada hora. –le contesto duramente sin siquiera mirarla.
- Si Henry, pero ella es tu madre, necesita y tiene todo el derecho de verte.
- Tú no sabes si ella desea verme, solo lo dices para que yo esté bien. Si ella quisiera vendría al departamento a buscarme, o por lo menos me podría llamar para saber cómo estoy.
- Henry, no puedes ser tan duro con ella, sabes muy bien que te ama, te lo ha demostrado millones de veces, más cambiando, sabes que no le fue fácil dejar todo su pasado atrás, pero lo hizo por ti. Pensé que todo al fin estaba bien entre ustedes, por lo menos lo estaba antes de irnos a Boston no?. –verlo así le entristecía, sabía que Regina tenía un pasado terrible, había cometido muchas equivocaciones, pero esa persona se había quedado atrás y no era justo que él estuviera en su contra, mucho menos ahora que se había redimido ante todos . Demasiado había pasado la morena en ese año que no había tenido a su hijo, sabía que debía haber sufrido mucho desde su partida. Para ella, Regina podía ser una buena persona, más tras la conversación que había tenido con su madre.
- Es que no lo entiendes, no es por lo que haya hecho, no la estoy catalogando por la Reina Malvada otra vez ni nada por el estilo, se todo lo que hizo por mí y como estaba bien con la mayoría, se lo agradezco, pero solo no quiero verla, no hay nada más que decir al respecto Ma.
- Si hay que decir muchacho, no dejara que tu madre sufra y se sienta una persona miserable otra vez, por lo que se tuvo bastante de eso en toda su vida, ahora creo que es hora de que pueda ser feliz contigo no?.-le dijo a su hijo, viendo como hacía ese gesto tan característico de sonrisita burlona de desacuerdo que había heredado de su otra madre. Si, era su hijo por millones de razones, pero también lo era de Regina por millones más
- Deja el asunto ya Ma, no quiero hablar de ello, aparte desde cuando te interesas tanto por ella?, si hacía solo un año y algo que peleaban a más no poder por quién se quedaba conmigo.
- Henry, yo nunca he odiado a Regina, hemos tenido nuestras peleas, sí, pero nunca la odie, sé que ha hecho cosas terribles en su reino como la Reina Malvada, pero yo cuando vine aquí solo la conocí como la fría alcaldesa de este pequeño e insignificante pueblo. Y sabes que no dejaré hasta saber que te ocurre, solo me preocupo por tu bienestar, nada más.
- Esta bien, quieres saber que me sucede? Sucede que mi madre, esa ahora perfecta mujer no tiene tiempo para pasar con su según ella "amado hijo" sino que lo gasta con el pequeño ese y su padre. Por eso no quiero verla, no le voy a mendigar cariño, que se quede con ese ladrón y su hijo si tanto la hacen feliz, después de todo no me necesita más, porque ahora tiene a quien amar, ya que él es su maldito "amor verdadero".
- Cuidado chico con tu vocabulario, y dime de quién estás hablando porque no te entiendo?.-le pregunto entre sorprendida y divertida por la razón de estar triste su hijo. Actuaba como un niño pequeño, quién diría que ese chico era el niño tan inteligente y correcto hijo de la poderosa alcaldesa, su hijo y nieto de la realeza. Entendía su enojo, ella también se ponía así de enojada cuando Snow la dejaba un poco de lado por sus amigos, pero no al punto de no querer verla y sentir celos, a Regina no le venía nada mal hacer alguna que otra amistad para salir de su soledad. Pero aún no entendía del todo las palabras de Henry, como era que ese misterioso hombre era su amor verdadero, si acaso el verdadero amor de la morena no había muerto en manos de Cora? Pensar en alguien para pareja para Regina no sabía porque le generaba una sensación extraña en su pecho, debía ser porque no quería que la lastimaran, que ella estuviera mal y que Henry estuviera preocupado por su madre no? Debía ser eso, tenía que ser eso…. –Como amor verdadero, si no es que al chico del establo lo mato Cora?
- Uf Ma, eso ya es historia, sucede que hace un mes y algo, un día que fue a su casa, la escuche hablando con Tink en su despacho. Y esta le decía que el hombre del tatuaje del león estaba en Storybrooke, que estaba viudo, tenía un hijo y que si esta vez no la iba a dejar escapar de su destino, que debía encontrarse con su amor verdadero y ser feliz, porque su destino había sido demasiado bueno con ella al concederle un segundo amor. Sin querer hice ruido al tratar de escuchar lo que mi madre le respondía, y tuve que hacer como que recién llegaba, por lo cual ella no sospecho que había escuchado algo.
El cerebro de Emma iba a mil por segundo por las tantas preguntas que estaba pensando, como era posible que Regina tuviera un segundo amor verdadero, acaso no se era uno solo en la vida? Y lo que más le intrigaba quien era ese hombre y porque Henry lo había llamado ladrón.
- Wow así que tu madre tiene un segundo amor, eso el algo bueno no? Y dime Henry porque lo has llamado ladrón?. –trato de decir todas esas palabras con la mayor calma y tono de alegría posible que recaudo en su interior sin dejar salir ese sentimiento raro que se anidaba en su pecho al pensar en Regina.
- Es que ese hombre es nada más ni nada menos que Robin Hood. –le dijo Henry levantándose del piso del castillo. –Eso no es nada, lo más terrorífico es como la trata, deberías verlo, como si ella fuera una gran dama de porcelana a punto de quebrarse, y el fuera su perro fiel. Ella dice de los abuelos, pero ese hombre con ella es peor, y creo que él le gusta.
Esas palabras chocaron con Emma como si se tratara de un camión, y se incrustaron en su pecho dándole girones inexplicables a su corazón. Se levantó y camino hasta su fiel escarabajo amarillo en donde la esperaba ya sentado Henry.
- Gracias por escucharme y preocuparte por mí. Y perdóname si te he tratado mal, no era mi intención, solo que no sé cómo actuar ante esto, yo la quiero mucho y no quiero perderla, al fin y al cabo como tú dices, es mi madre. –le dijo Henry tiernamente a Emma ya saliendo un poco de su tristeza al haber compartido su pena con ella.
Pero esta no parecía escucharlo, o si, pero no daba señales de estar del todo atenta.
- Ma, ahora es mi turno de preguntarte estas bien?. –le dijo tocándole el hombro.
Emma salió del mundo de sus pensamientos y le contesto:
- Si chico, estoy bien, solo me he quedado pensando en un asunto de la comisaria que tengo que arreglar, porque David te llevara esta tarde a practicar con la espada y necesito tener todo listo para que cuando el vuelva no tenga mucho trabajo.
- Oh claro, si seguro la pasaremos estupendo.
Si el chico supiera que en verdad no había ningún asunto de la comisaria, que ella aprovecharía en el instante que su padre y él se fueran para ponerse a investigar sobre el tal "Robin Hood" no sabía porque pero algo la impulsaba a querer llegar al fondo de todo eso, no quería ni iba a permitir que nadie dañara a Regina. Sabía que era una locura, que no era algo de su incumbencia y de las consecuencias que le podía traer que Regina descubriera que la estaba por investigar y a su "galán", pero valía la pena, porque estaba en juego la felicidad de la morena. Y esperando como su hijo que todo su plan saliera bien dijo:
- Si, eso espero.
Y arranco el escarabajo con un fuerte ruido como el que hacía su corazón por lo que estaba por hacer.
