Disclaimer: Todo lo que reconozcan pertenece a George R. R. Martin.

Este fic responde al desafío lanzado por Solin Staly a través del topic Desafíos: "Pedidos de fics" del Foro "Alas Negras, Palabras Negras".


Nadie como Elia

Stannis Baratheon nunca ha entendido los gustos de Rhaegar Targaryen. No se puede explicar cómo alguien casado con Elia Martell es capaz de siquiera pensar en otra mujer, cómo alguien puede permitirse cambiar a la princesa de Dorne por una simple y vulgar muchacha del Norte, más salvaje que Stark.

Stannis tampoco entiende cómo los demás tienen el coraje de decir que Lyanna Stark es mucho más hermosa que Elia Martell, porque para Stannis, Elia es única en el mundo.

Nunca ha conocido mujer en los Siete Reinos con la que pueda comparar a la princesa. Nadie tiene sus ojos, más cálidos que cualquier verano, ni su sonrisa, más dulce que cualquier fruta. Nadie posee esa forma de taparse el rostro con las manos para evitar reír a carcajadas, ni esa voz tan melodiosa como la más bonita de las canciones. Nadie tiene las manos tan suaves como la seda ni el carácter tan firme de una guerrera, oculto tras el menudo cuerpo de una princesa.

Nadie hace sentir a Stannis Baratheon como Elia Martell. Nadie le hace anhelar el contacto de una mujer como ella, ni tampoco le hace desear la muerte de un enemigo como se la desea a Rhaegar Targaryen. Nadie más que Elia le hace soñar con el día de la victoria de Robert, el día que él se pueda acercar a ella como debería haberlo hecho el día que la conoció.

Porque nadie posee el amor juvenil y eterno de Stannis Baratheon más que Elia de Dorne, su inalcanzable princesa.


Nunca había pensado en esta pareja antes, pero me gustó bastante escribir sobre ellos.

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Sam.