El mundo y los personajes de Digimon no me pertenecen.


Basado en la imagen 195.

Para Daniel99.


Ilusión pasajera

Miyako sueña con ojos oscuros y sonrisas de bordes suaves de un pasado que está a la vuelta de la esquina. Takeru lo sabe bien, aunque no lo reconozca. Ella no lo dice cuando se toman de las manos ni cuando se encuentran bajo la luz del ocaso para compartir instantes robados. Ella lo calla con su sonrisa encantadora y lo ahoga en palabras de amor.

Quiso creer, por algún tiempo, que ese anhelo era historia y la añoranza, recuerdo. Pero él no se engaña por demasiado tiempo.

Sus ojos lo dicen cuando recorren la fachada de un sueño pasado, cuando se cruzan con Ken en las calles de una ciudad que les quedó chica.

¿Debería sentirse mal? Por quitarle suspiros dedicados a su amigo, por robarle a ella besos descuidados que sabe no le pertenecen, por las sonrisas que ella le regala sin condiciones. Debería quizá, pero no puede. Ken fue quién la dejó primero, aquel que la perdió y Takeru también calla su propia pena de amor. Él sueña con ojos cobrizos y sonrisas luminosas y, oh, ¿no fue eso lo que los enredó juntos en primer lugar? Hikari fue, para él, como la mariposa que roza las flores y se marcha sin mirar otra cosa que los colores y la vida que se le extingue. Ken es, para Miyako, silencios felices en recuerdos y paredes de cristal en presente.

La diferencia es que Ken regresó, pero Hikari aún está en libre vuelo por su galaxia. Él la sigue por su estela en sueños y espera su retorno porque es Hikari y él es Takeru.

Es el amor, tal vez, ciego y tonto. No puede encontrar otras respuestas.

Tiene caducidad su relación con Miyako. Con la fecha borrosa no se preocuparon en el principio y es que, en cuenta regresiva, sólo los últimos minutos son importantes.

En la soledad de su apartamento, él imagina a Miyako con la claridad de la mente de un escritor. Se ve a sí mismo también en la libertad de su imaginación. Eran sombras en la noche, a contraluz de la inmensa luna y el gris eterno de la gran ciudad que se encontraron sin buscarse. Puede ver a Miyako en su balcón, un piso debajo del suyo, soñando con su corazón enamorada y preguntándose una vez más por qué Ken y ella ya no son. Secretamente se pregunta lo mismo porque los recuerda como futuro definido en pasado corto, porque los imagina felices y seguros y porque quiere eso para ellos.

Se siente egoísta terminar la ensoñación. Sabe que debe dejarla ir. Sabe que lo hará porque no quiere ser para Miyako lo mismo que Hikari es para él. Se niega a ser causa y culpa de una ilusión pasajera.


N/A: Recordé que te gustaba la pareja de Miyako y Takeru y tenía toda la intención de escribir algo feliz pero no puedo explicar lo que pasó. Ojalá que te haya gustado igualmente :)

Espero que hayas tenido un gran día. ¡Muy feliz cumpleaños, Dani!