Dragon Ball y sus personajes no me pertenecen, son propiedad de Akira Toriyama.

Capítulo 1: Culpa.

La noche. Ese bello momento en el que muchas personas aprovechan para viajar a lugares mágicos a través de los sueños, pero horribles para aquellos que sienten que algo no va bien en sus vidas.

Un joven de 11 años estaba tumbado en la cama, con los ojos abiertos observando el techo. La quietud de su cuerpo transmitía una calma absoluta a cualquiera que lo viera, pero ese era su reflejo al mundo externo. Su interior era un completo infierno lleno de inestabilidad emocional.

Hacía menos de una semana que Goku se había marchado al más allá. Una semana horrible. Las imágenes de la llegada a casa después de la batalla con Cell aparecieron en su mente una vez más.

Flashback.

-¡Oh, Gohan, por fin has vuelto! – dijo Chichi emocionada al ver a su hijo entrar a su hogar con su uniforme de pelea parcialmente destrozado, mientras se lanzaba a abrazarlo. - ¡Gracias al cielo que estás bien!

-Sí, mamá, estoy bien, Dende me curó en el Palacio. – contestó Gohan con una sonrisa triste.

-Ahora que ha terminado todo esto podrás ponerte a estudiar, y espero que el vago de tu padre también haga… - comenzó a decir Chichi mirando por encima del hombro de Gohan - … Por cierto, ¿dónde está?

-Verás, mamá…

-No puede ser… Goku está muerto… - dijo Chichi en estado de shock mientras caía de rodillas al suelo y sus mejillas comenzaban a llenarse de lágrimas.

-Mamá, lo siento mucho… Fue mi culpa…

-Goku… - susurró la mujer mientras lloraba sin compasión en el suelo.

El amor de su vida había desaparecido.

Fin de Flashback.

La noticia que le tuvo que dar a su madre sería uno de los peores momentos de toda su vida. Cada vez que iba a acostarse podía escuchar como su madre lloraba en su cama. Cada noche, el chico tenía que dormirse con los llantos de su madre al otro lado de la pared.

-Yo tengo la culpa… Y lo peor es que… mi hermano crecerá sin un padre…

Flashback.

-¿Cómo has podido marcharte en este momento, Goku? – decía Chichi mirando al cielo. – Ahora que viene un segundo hijo en camino…

El rostro de Gohan palideció al escuchar aquello. Su padre había muerto justo cuando su madre estaba engendrando a otro hijo dentro de ella. Nuevamente, otra carga cayó sobre su espalda aumentando más y más la culpabilidad sobre la muerte de su padre.

-Mamá, yo…

-No, no me vuelvas a decir que tuviste la culpa. Escúchame Gohan, lo hiciste lo mejor que pudiste, fue decisión suya.

Fin de Flashback.

-A pesar de ello, sé que ella me culpa en parte sobre su muerte, y nunca podré compensarle por ello. No merezco ni su compasión ni su amor. Solo he sido la persona que ha acabado con su felicidad. No merezco estar en este mundo…

Las palabras de Gohan a sí mismo era cada más pesimistas. Todo había pasado muy rápidamente de un "debería haberlo matado cuando tuve ocasión" a un "no merezco vivir". Y eso preocupaba a su madre y a su abuelo.

Muchas otras personas se encontraban preocupadas por Gohan, no lo habían escuchado directamente, pero la inestabilidad que mostraba su ki mostraba su extremo nivel emocional. Su energía subía abrumadoramente y se eliminaba a niveles mínimos continuamente.

-¿Por qué, papá? – decía Gohan mientras sus lágrimas fluían por su rostro como un río caudaloso-. ¿Por qué te marchaste? No, quiero seguir aquí, quiero irme con él.

Con todo su cuerpo abatido y psicológicamente destrozado, Gohan se levantó de la cama, abrió la ventana de su cuarto. Saltó fuera y la cerró con completo cuidado para no despertar a su madre.

Se elevó en el cielo nocturno de las montañas Paoz, solamente iluminado por la luz de la Luna. Cerró los ojos mientras el viento le golpeaba la cara. No quería seguir viviendo, ¿cuál sería la manera más fácil de irse al más allá? Su parte de guerrero respondió por el inconscientemente. Estaba claro, peleando.

-¿Quién sería capaz de luchar conmigo hasta llegar a matarme?

Un nombre apareció fugazmente en la mente del chico. Y en ese momento supo, que por fin podría terminar con su tormento. Por fin podría limpiar todos sus pecados, siguiendo el mismo destino que su padre.

Gohan elevó su ki dirigiéndose rumbo a West City, más concretamente, a la Capsule Corporation. El viaje fue rápido, extremadamente rápido, las ansias de poder encontrar la paz después de tanta pesadilla le hacían aumentar más y más su energía, alcanzando una aceleración cercana a la del sonido en el agua.

No tardó más de unos minutos en llegar al patio de la Capsule Corporation. Sabía lo que tenía que hacer, provocar al príncipe de los saiyans.

-¡Eh! ¡Maldito! ¡Sí, sal de ahí, Vegeta! ¡Voy a exterminarte como mereces! – gritó con ira.

Dentro de la Corporación, un matrimonio que dormía plácidamente se despertó con los gritos que el hijo de Goku estaba soltando.

-¿Qué pasa? ¿Qué es todo esto? – preguntó Bulma sobresaltada.

-El hijo de Kakarotto. – respondió el príncipe con una voz ronca.

-¿Gohan? ¿Qué quiere a estas horas? ¿Qué está diciendo?

-Este maldito mocoso… - decía Vegeta mientras salía de la cama y comenzaba a ponerme su uniforme.

-¡Sal de ahí, cobarde! ¡No eres más que una rata cobarde! ¡Un payaso! – gritaba Gohan desde fuera.

-¡¿Pero que está diciendo ese maldito insecto?! – exclamó Vegeta muy irritado por las insolencias gritadas por Gohan. - ¡Se va a enterar!

El príncipe de los saiyans saltó desde la ventana de su habitación cayendo frente a Gohan. Entre la ira y la humillación, Vegeta analizó al hijo de Goku, las marchas de lágrimas estaban plasmadas en su cara, los ojos rojos y su ki completamente demacrado y debilitado. En ese momento, lo entendió todo.

-¿Qué quieres a estas horas? – preguntó intentando calmarse.

-Quiero pelear contigo, voy a vencerte y a librar al planeta Tierra de tu amenaza – dijo Gohan intentando seguir picando al príncipe.

-¿Quieres morir, gusano? – preguntó tranquilamente Vegeta.

-Inténtalo si puedes, siempre has estado a mi sombra y a la de mi padre.

Eso ya era el colmo, no iba a permitir que ese crío, por muy sensible que se encontrara, se atreviera a humillarlo de tal forma, a él, al príncipe de los saiyans. Eso era una deshonra hacia su persona.

-Tú lo has querido, sabandija. – dijo Vegeta mientras le lanzaba sobre el chico.

Gohan sonrió cuando por fin vio a Vegeta lanzándose sobre él. No opuso resistencia, simplemente dejó que el puñetazo golpeara con fuerza en su rostro haciendo que cayera para fuertemente contra el suelo.

-¿Ese es el combate que estás buscando? – preguntó sarcástico Vegeta. – Menuda decepción, lárgate y no hagas que pierda el tiempo.

El príncipe se dio la vuelta dejando a Gohan en el suelo, dispuesto a volver a la cama, pero una fuerte ráfaga de ki le golpeó en la espalda haciendo que cayera al suelo malherido.

-Por la espalda, cobarde…

El príncipe se dio la vuelta para enfrentar al chico, pero cuando se dio cuenta este le estaba golpeando en la boca del estómago haciendo que cayera de rodillas a los pies de Gohan.

-¡Te arrepentirás…! – gritó Vegeta transformándose en Super Saiyan y comenzando a golpear a Gohan repetidamente en su rostro y cuerpo. - ¡Vas a aprender a respetar a los adultos!

La paliza estaba siendo brutal, Gohan encajaba todos y cada uno de los golpes que Vegeta le lanzaba, uno tras otro iba notando como su cuerpo iba perdiendo energía y sus músculos se sentían más y más adoloridos.

-¡Ahora, no vuelvas a molestarme con tus payasadas! – gritó el príncipe saiyan lanzando una onda de energía en el pecho de Gohan haciendo que cayera de bruces mientras todo su cuerpo expulsaba humo.

Vegeta lo miró con una mezcla de ira y repugnancia. Se dirigió a él, colocándose justo a su lado.

-Venga… Remátame… - dijo Gohan con una sonrisa observando por uno de sus ojos al guerrero, mientras la sangre brotaba de sus heridas.

-Me das pena. Que un guerrero de tu talla, se deje vencer de esta manera, venir a buscar la muerte por sentirse culpable de algo de lo que no tiene culpa. Me das pena.

-No tengo culpa… La misma oración tantas veces repetidas… Dejad de mentirme… - decía difícilmente el joven.

-Kakarotto no volvió porque no quiso. Le dimos la opción con las esferas de dragón, pero él decidió quedarse en el otro mundo. Es un egoísta, incapaz de ver más allá de su felicidad, solo le importa él mismo, entrenar y entrenar, ¿y tú qué? ¿Dónde estáis tu madre y tú para él? ¿No te das cuenta? No le importas, no sientas culpa por un hombre que ha decidido abandonarte antes que cumplir con sus obligaciones de padre.

-Mi padre sí me quiere…

-Si lo hace, sería de una manera bastante especial, imposible de ser detectada por una persona normal. Asúmelo, Gohan, era un imbécil. ¿Cuántas veces has estado solo? Un año muerto, otro año perdido en el espacio, y tres años entrenando sin parar. ¿Te ha dedicado el tiempo que mereces? Permíteme dudarlo. Ahora, chico, vuelve a casa, sigue con tu vida como has hecho hasta ahora, sin él. Y vuelve a ser feliz, cría al bebé que viene en camino y sé el mejor hermano que puedas, para que ese niño nunca eche de menos un padre.

Y con esas palabras y una semilla del ermitaño, Vegeta se marchó de nuevo a su casa, dejando a un Gohan pensativo pero con una visión diferente de la realidad.

-Sé que me querías a mí y a mamá, pero en el fondo, Vegeta tiene razón, si quieres quedarte en el más allá, es tu decisión, espero que seas feliz, nos veremos cuando me llegue la hora. Yo seguiré siendo feliz, te lo prometo.

Fin del primer capítulo.

¡Hola! He aquí un nuevo fanfic que siempre he querido escribir, un fanfic en el que Vegeta sea la figura paternal que Gohan necesita tras la muerte de Goku. Debo darle parte de los créditos a "Kawaii destruction" ya que la idea general de este primer capítulo está muy basada en su obra "Atrapado en mí". Nos vemos en el siguiente episodio. Hasta la próxima.