Disclaimer: La idea es mía, todo lo demás pertenece a J.K. Rowling.

Hermione se reprendía mentalmente, había sido una acción por demás imprudente seguir a aquel mortífago. Harry, Ron, Ginny y ella salieron esa tarde de excursión a Hogsmeade cuando vieron a las afueras de la ciudad a uno de los ayudantes de el señor oscuro, intentaron seguirlo separándose. En qué estaba pensando, ella era el cerebro del grupo!. Era una trampa desde el principio, no lo vió venir, cayó en la trampa, y tontamente, aunque por dentro se alegraba de que no hubiera sido Harry el que se encontrara en su situación. Ahora se encontraba en algún lugar bajo la tierra, en lo que parecía un calabozo. Al menos eso parecía, no entraba ni el mínimo rayo de luz, no podía ver su mano frente a su cara, el ambiente era húmedo y estaba sentada sobre lo que parecía piedra.

¿Cuántas horas habría estado ahí?, lo último que recordaba fue estar rodeada de los mortífagos, había intentado defenderse, pero eran muchos, y luego todo se oscureció.

Se revisó completamente, su varita como sospechaba no estaba. Tenía que buscar una forma de salir de ese lugar antes que la torturaran o la mataran.

Se disponía a pararse cuando unos pasos se escucharon. Se acercaban, se pegó a la pared.

Algunas antorchas prendieron y la cegaron momentánemente.

"Vaya, vaya, miren que tenemos aquí, si es la amiguita de Potter, sangresucia Granger" Cuando sus ojos se acostumbraron a la luz repentina pudo divisar al autor de la frase. Parado frente a ella y seguido de varios hombres encapuchado, estaba Lucius Malfoy.

El terror comenzó a invadirla, ¿acaso la torturarían para que revelara algún secreto de la órden?, ¿la usarían de rehén para atraer a Harry?, miles de pensamientos atravesaron su cabeza. Pero no podía mostrarles debilidad, respiró hondo, ella era una griffindor.

"No lograrán nada teniéndome aquí, no les diré nada" apretó los puños y los miró con determinación, aunque por dentro podía sentir la adrenalina fluir por su torrente sanguíneo.

"¡Que insolente asquerosa sangre sucia! Y nosotros que queríamos al niño que vivió... Crucio!" dijo uno de los encapuchados.

El dolor fue inmediato, intenso, cayó al suelo sobre sus rodillas intentando calmar el dolor que provenía de ningún lugar en específico, no pudo evitar gritar, deseaba que parara.

"Tranquilo Rodolfus, recibirá su merecido castigo" Malfoy la recorrió con la mirada "No es la gran cosa pero podremos divertirnos hasta que el Lord decida que hacer con ella" posó su mirada sobre su cuerpo "apuesto que no ha conocido hombre en su corta vida, con ese aspecto, le haremos un favor" Un murmullo se expandió por los presentes "Decidiremos luego quién será el primero, luego los demás podrán usarla" y acto seguido se retiraron cruzando una puerta metálica, las luces volvieron a apagarse.

Se incorporó jadeante, aún no se reponía de la maldición recibida, pero lo que escuchó de labios de Malfoy le heló la sangre. Usarla, esos malditos mortífagos iban a violarla, quizo llorar de impotencia, los ojos le ardían. En gran parte porque esas afirmaciones eran ciertas. Quizá era una de las pocas, o la única en todo el curso que aún no se había enrollado con nadie. 'Tal vez porque vives sólo para los libros y te das el suficiente tiempo a ti misma' su voz interna siempre tan comprensiva. Y ahora sería el juguetito sexual de esos repugnantes asesinos. La impotencia comenzó a carcomerla por dentro. Pero ella no, ella no se dejaría, lucharía... no pudo terminar la frase mental, otra vez se escucharon pasos. Escuchó la puerta abrirse, las luces se prendieron y una figura encapuchada se acercó a ella. Estaba arrinconada. Aquel sujeto sería entonces el que le hiciera el 'favorcito', lo veía acercándose con sus sucias manos, la adrenalina corrió con fuerza por sus venas, sin darse cuenta saltó sobre su atacante que perdió el equilibrio y se tambeleó un poco, entonces mordió la primera parte expuesta de piel que pudo alcanzar. Un fuerte gruñido resonó en las paredes de piedra.

"¡Está loca!" gritó mientras se retiraba la capucha.

No podía creer lo que sus ojos estaban viendo. Era Snape... su profesor de posiones, él era..., Dumbledore se había equivocado, un mortífago... como ellos siempre sospecharon.

"Pero que mierda, mocosa del demonio, sabelotodo estúpida!" maldecía mientras se tomaba el brazo derecho fuertemente, algunos hilos de sangre corrían hasta su mano "La puta que la parió!". Se estremeció cuando vió sus ojos, la miraba fijamente como si quisiera pulverizarle la cabeza con ella.

"Usted es un traidor, y además iba a..." no pudo terminar la frase, su boca quedó tapada por su mano.

"No sea idiota Granger, y no se crea la deseable, use su cerebro para algo más que para devorar libros" Snape susurró amenazante "Voy a sacarla de aquí" la cogió del brazo y comenzó a tirar de ella.

"Por qué debería creerle? Después de todo usted es uno de ellos!" ella se resistió al arrastre.

Snape volteó y la miró con una sonrisa torcida en la cara "Porque es la única opción que tiene Granger, pero si desea quedarse aquí, no me tomaré la molestia, tal vez sí quiera que le hagan el 'favor'" el tono era ácido y burlón.

Qué la partiera un rayo, debería haberlo mordido en la enorme narizota, maldito murcielago bastardo de las mazmorras!, pero tenía razón, no le quedaba más que aceptar, aunque luego pudiera arrepentirse.

"Está bien, pero si intenta algo la próxima vez le arranco la yugular de un mordisco!"

"No se puede esperar más de una salvaje Griffindor, ojalá no me haya contagiado la rabia" dijo sarcásticamente mientras reanudaba la marcha, jalándola del brazo.

Iba a replicar cuando se dio cuenta que estaban atravesando la puerta, el corazón se le aceleró cuando vió a varias de las figuras observándolos mientras avanzaban.

"Debería felicitarte Severus, serás el primero en probar de nuestra presa, no está nada mal para ser una sangre sucia, puedo advertir un par de deliciosos y firmes senos, su trasero no es despreciable y lo mejor de todo es que debe estar tan apretada que.."

"Si me permites Lucius, me voy a disfrutar de la presa en un lugar más íntimo" Snape se abrió paso y siguió caminando, ella volteó y vió a Malfoy relamerse los labios.

Caminaron por varios pasillos, húmedos, oscuros y rocosos, hasta que pudo oler el olor a tierra y pasto. Más adelante se extendía el bosque. Apenas salieron de la gran cueva cuando sintió el tirón en su estómago, se estaban apareciendo.

Por un momento se sintió desubicada y mareada, pero luego se percató que estaban a las afueras de Hogwarts, y como si le hubieran lanzado un hechizo confundus fue arrastrada dentro del edificio.

"Por qué?..." preguntó estupefacta al ver al director.

"Antes que nada" El director la miraba directamente a los ojos "Está bien señorita Granger?, y tú Severus tienes una fea herida en el brazo, ¿un enfrentamiento?"

"No, sólo un encuentro cercano con los dientes gigantes de Granger" dijo el profesor escupiendo cada palabra. Y dicho esto giró sobre sus talones y se retiró.

Podía sentir la furia subir de la boca de su estómago, pero el desconcierto era mayor "Si... yo... pero, ellos, él ... el profesor Snape es..."

"Un mortífago al servicio de la órden, y hoy le ha salvado la vida, pero señorita Granger debo pedir que por favor guarde el secreto, incluso de sus compañeros, y de Harry" El director se había sentado y juntado sus manos bajo la barbilla. "Lo promete?"

Ella asintió, no tenía palabras, no acababa de digerir toda la información. Regresó a su sala común, sus amigos la rodearon y preguntaron sobre su estado, tuvo la inmensa necesidad de desahogarse, pero recordó las palabras de Dumbledore. "Luego que nos separamos vi a uno de los mortífagos y lo seguí, me alejé mucho pero le perdí el rastro... es por eso que demoré en reunirme con ustedes"

"El susto que nos diste Mione! Pensamos que te habían capturado" Ginny le dió un fuerte abrazo.

Harry y Ron hicieron lo suyo por su parte. Pero ella sólo quería descansar y dejar de darle vueltas a todo lo ocurrido, no deseaba que alguno de sus amigos sospechara y preguntara de más. "Me voy a la cama chicos, hoy ha sido cansado, nos vemos mañana" sonrió para tranquilizarlos.

Se metió en la cama con todo y ropa, sin darse cuenta se quedó profundamente dormida.

Unas fuertes manos la recorrían, desabotonaban su blusa. Ella no pudo evitar gemir de expectación. La boca de él lamía con fiereza sus erectos pezones, mientras ella intentaba deshacerse de la ropa de él. Sintió los besos ardientes en su boca, bajando por su cuello, entre sus senos, llegando al borde de su ropa interior. Prenda que no tardó en desaparecer, y entonces sintió el húmedo contacto de la lengua en su intimidad, jugueteando con ese punto de placer, gimió más fuerte. Un dedo se adentró en ella, causándole una oleada de placer, ella se arqueaba buscando más. Como si adivinara sus deseos él deslizó otro dedo en su interior, moviéndose circularmente. Entonces no pudo contenerse más y llegó al orgasmo, gimiendo y despertó gritando su nombre...

"Snape"

Hola a todos!

Hasta aquí el primer capi, es una historia a la que le he estado dando vueltas en la cabeza. No soy una escritora de fics, sólo una fana de Sevy con hiperactividad imaginaria, éste es mi primer fic, espero que no el último. . Todas las sugerencias son bienvenidas =) no sean tan duros!.

~Ithilwen~