Don't Tell Anyone
Summary: Hace ya algún tiempo que los Pevensie habían hecho su último viaje a Narnia, incluido la Travesía en el Viajero del Alba que habían realizado únicamente Edmund y Lucy; y es de extrañas cosas que únicamente le pasarán a ellos dos de lo que esta historia hablará; algo que solo ellos saben, porque es raro, quizás no es correcto, puedes escucharlo pero por favor...No se lo digas a nadie...
Chapter One: The True
Era un sábado común en casa de los Pevensie. Susan estaba tratando de terminar un reporte sobre su familia y algunas generaciones anteriores, Peter estaba practicando soccer con su equipo, Edmund estaba haciendo un dibujo para un concurso escolar y Lucy estaba dando vueltas por la casa del aburrimiento.
Entonces se le ocurrió algo...Ed. Extrañamente Ed y ella se llevaban de maravillas desde la última vez en Narnia...quizás demasiado bien...
Apartó esa idea de su cabeza con una sacudida y subió las escaleras hasta el cuarto de su hermano.
-Toc-Toc -dijo abriendo la puerta. Encontró a su hermano sentado en el escritorio con un lápiz en la mano y una gran hoja blanca con garabatos que, si te acercabas lo suficiente, podías descubrir que se trataba de un enorme barco.
Edmund levantó la cabeza de la hoja de trabajo y miró a su hermana parada en la puerta. Los dos se sonrieron.
-No vas a pasar? -Le preguntó y ella caminó lentamente hacia el escritorio- ¿Qué os trae a los aposentos de un viejo Rey, señorita? -Bromeó utilizando aquél tono ceremonioso que alguna vez, años después, habían utilizado. Lucy rió un poco y su hermano sonrió aun más al verla hacerlo...Ella se veía tan linda y dulce de esa forma...
Con un parpadeo y una sacudida de su cabeza apartó aquellos pensamientos de su mente que hace varias semanas acechaban con tomarla por completo. La hija menor de los Pevensie siguió acercándose a su hermano y miró fijamente la hoja de gran tamaño que su hermano utilizaba para recrear una escena marina. Si miraba atentamente podía distinguir un enorme barco de la realeza que navegaba sin problemas en unas aguas bastante tranquilas con muy pocas olas. En cubierta, distinguía, a medio realizar, dos personas que parecían reyes...reyes que ella conocía perfectamente...
-Eres tú -le dijo, mirándolo
-¿El qué? -preguntó el muchacho distraídamente
-En cubierta, es el Rey de la época de Oro de Narnia, uno de los Reyes de antaño...El Rey Edmund, el Justo -miró a Ed con una pequeña sonrisa- ¿O es que me equivoqué?
-No Lu, estás en lo cierto: soy yo -también le sonrió a su hermana mientras se hacía un poco hacia un lado para que ella viera mejor la escena- Pero creo estar en compañía de una doncella...
-Así es...yo diría que es...tu Reina -murmuró mientras sentía una punzada de dolor al decir aquella palabra
-Vuelves a acertar pero no del todo esta vez Lucy -señaló el rostro de la doncella en el dibujo- Mira su rostro, esas facciones suaves, la sonrisa que parece estar marcada, los grandes ojos verdes... -el chico suspiró- No es la esposa de aquel Rey, pero no deja de ser una Reina...como la llamaban? -Se preguntó con una sonrisa mirando fijamente a su hermana- Oh, sí: Reina Lucy, la Valiente
-Creo que he oído sobre ella -Le dijo la chica con su característica sonrisa en los labios- Dicen que era una buena reina...
-La mejor -acabó su hermano antes que ella- Y muchos reyes querían su mano... -Dijo con un toque de celos en la voz
-Bueno, en eso he de diferir contigo honrado hermano -rió la joven sentándose a los pies de la cama de su hermano- Ningún príncipe se acercó a esa doncella en todo su reinado y, créeme, que fue un largo tiempo
-Sí, y yo sé por qué -El muchacho se giró para observar a su hermana- Porque esa reina tenía dos sobreprotectores hermanos llamados El Sumo Monarca Peter, el Magnífico; y él aquí ilustrado Rey Edmund el justo que impedían el acercamiento de cualquier hombre a su pequeña hermanita
-Ed! -Le reprochó Lucy- Es eso cierto? -el chico asintió- qué malos eran! yo creí que era porque Susan era la más hermosa! -se cruzó de brazos
-Para mí...tu eres más linda que Su -susurró el chico con una sonrisa- Pero no vayas a decírselo que me mata -aclaró rápidamente. Su hermana se paró y fue a abrazar a Edmund
-Que tierno Ed... -susurró en su oído, provocando que al chico un escalofrío le recorriera la espalda- Te quiero mucho -murmuró como una niña, cerrando los ojos y dejando que el aroma característico de su hermano le llenara los pulmones, ese aroma que tanto le gustaba
-También te quiero Lu -confesó en voz baja a su hermana mientras correspondía el abrazo- Más de lo que todo el mundo cree... -agregó, en forma aún más baja. Su hermana sonrió y, extrañamente, se ruborizó.
Mientras que los dos Pevensie menores estaban disfrutando de aquél cálido abrazo, Susan subía apresuradamente las escaleras hacia la habitación de Edmund para buscar a su hermana. Si no estaba en el jardín, tenía que estar con Ed. Al llegar vio la puerta entre abierta y, a través de ésta, a sus dos hermanos menores fundidos en un dulce abrazo.
-Ejem -carraspeó la castaña. Edmund y Lucy se separaron rápidamente y miraron a su hermana
-Hola Su -dijo la menor
-Lu, necesito tu ayuda -pidió la chica mirando en forma suplicante a su hermana- Estoy haciendo una tarea de Historia de Nuestra Familia y necesito información de algunas generaciones pasadas
-Y? -preguntó el chico- ¿Qué tiene que ver Lucy en todo aquello? -Agregó, pues no quería que su hermana se fuera tan rápidamente
-Todo mundo sabe que Lucy es la mejor en Historia, que le encanta invstigar y,por sobre todo, revisar los archivos familiares -Susan sonrió ante la perplejidad de Edmund
-En serio? -cuestionó el morocho a la joven ojiverde
-Jamás he revisado los archivos familiares Su -confesó la niña ignorando a su hermano
-Bueno, es tu oportunidad -Tomó a Lucy del brazo y la arrastró fuera de la habitación- Lo siento Ed, Lucy no es tuya...y yo la necesito -sonrió y se fue junto con su hermana
-Lo sé... -murmuró- Jamás lo será tampoco...
-¡Pero Lu...!-se escuchó en el pasillo antes de que la cabeza de la menor de los cuatro hermanos asomara en el marco de la puerta de Edmund
-Cuando acabe con Susan,volveré -sonrió- Es extraño pero...me gusta heblar contigo sin gritarnos Ed -rió y se fue
-Lucy!
-Ya voy Su...
Ático
Lucy estaba sentada en el suelo del ático revisando varias cajas con datos sobre su familia mientras Susan, exasperada, intentaba quitarse el polvo de su falda.
-Esto era más fácil en Narnia...-murmuró la castaña-cuando habia alguien que investigaba por nosotros
-Es cierto...-asintió la menor, sin dejar de buscar-Pero así es más divertido. Aún así...-miró a su hermana-Extraño a Narnia
-Extraño a Caspian -susurró Susan mirando el piso. Lucy se sintió mal por un momento. No tendría que haber mencionado Narnia...
En ese momento, descubrió una caja con una etiqueta: Peter,Susan,Edmund & Lucy y más abajo Files (archivos)
Lucy decidió traer esa caja desde debajo del estante en el que se encontraba y abrirla. Encontró una gran cantidad de carpetas con papeles que empezaban por el acta de nacimiento de cada uno de sus hermanos y varias fotos. Tomó la primer carpeta que decía Peter y la abrió. Era el acta de Nacimiento; llevaba el nombre, peso,estatura y todo eso y sus padres habían abrochado allí un pequeña foto de un bebé de no más de dos meses de edad con una suave cabellera rubia que intentaba comerse una miñatura de globo terraqueo. No pudo evitar sonreír al ver lo lindo que se veía su hermano mayor.
La segunda carpeta era de Susan, tenía el acta de nacimiento al igual que el anterior y una foto de la bebé rodeada de algunos peluches y un cepillo para el pelo en la mano el cual intentaba pasar por sus cortos y suaves bulces castaños...Susan...siempre tan hermosa...
Seguía Edmund. Su acta de nacimiento renía adherido también un papel en el que hablaba sobre el progreso del bebé la semana que tuvo que estar en el Hospital desde que nació por un posible problema pulmonar. Miró confusa el papel;jamás habría imaginado a Edmund como un niño tan frágil. Observó la foto adjunta ne el margen superior derecho y sonrió al ver a su hermano tan pequeño dormido en brazos de su padre, con un rostro angelical. Si lo hubiese visto antes, jamás habría creído que ese pequeñín fuera a convertirse en una amenaza para su querida Narnia.
Ella era la siguiente. Tomó su carpeta y se dedicó a leer el acta de Nacimiento, pues le interesaba saber cómo había sido ella al nacer;pero nada más empezar, hubo algo que la dejó helada.
En el Nombre, estaba escrito con letra clara y prolija su nombre, sí pero...no decía Pevensie. En aquella acta, estaba escrito con una perfectamente legible caligrafía: Lucy Ritchword.
