Imitation Black
Prólogo: ¡Que empiece el juego!
Acababan de terminar de ver la saga de Imitation Black en la casa del joven pelirrojo. Sonreían al monitor como tontos los tres lo que provocó que Cartman los mirara y comenzara a burlarse.
—¡Jajaja, las tres mariquitas se pusieron sensibles con Imitation Black! —reía el castaño mientras le picaba la cabeza a Kyle.
—¡Cállate culón! —Le dio un puñetazo en la boca del estomago provocando que cayera al piso maldiciéndolo.
—Al carajo, yo me voy. —Se levantó y sacudió sus ropas para luego retirarse de la habitación mientras los otros tres seguían mirando al monitor como hipnóticos.
—¿Y si vemos la saga de nuevo? —sugirió Kenny tomando el mouse y volviendo a poner la primera canción, Imitation Black.
—Amé esta saga —susurró el pelirrojo viendo fijamente la pantalla del monitor.
—Buuh… pe… pero Len… pobrecito… ¡malditos los otros dos! ¡Buaaah! —lloraba Stan tapándose la cara con una mano y con su otra mano señalaba el monitor.
—¡Qué marica eres Stan! —dijo el rubio mirando a su amigo llorar.
—No tiene nada de malo el ser sensible, Kenny —susurró el pelirrojo consolando a su amigo—… además a mi también me puso triste el que Len se vuelva loco.
—Ahh, ya —susurró Kenny riendo. Sacó su celular del bolsillo y tomó una foto al momento con una pequeña risilla que salía de sus labios—… les mandaré esto a Yuuki y Sahyori —rió tecleando su celular y luego se escuchó un sonido; el cartel de enviado apareció en su celular y Kyle intentó sacárselo, pero ya era tarde, las dos jóvenes ya habían respondido el mensaje.
¿¡En verdad!? No lo puedo creer, pensé que aguantarían más. Mira que ni Yori ni yo lloramos viendo esa saga xD Qué sensibles resultaron nenitas. Yuuki
—Te matare Kenny… —susurró al ver el mensaje pero luego llegó otro.
Awwww! Que tiernos! Mmmmmm lo subire a Facebook OwO gracias Ken, te ganaste una mamada ;) Sahyori ewe
—¡Viva! ¡Muchas gracias chicos, sin ustedes no podría haber ganado eso! Qué buenos amigos tengo —sonrió victorioso a lo que Kyle le pegó en el rostro provocando que cayera al suelo—… retiro lo dicho —susurró desde el suelo sobándose su mejilla.
—Pervertido, deja ya a Yuuki-san y a Yori-chan —susurró algo sonrojado al ver lo que su amiga le había mandado al rubio. Mantuvo el celular en su mano y buscó la foto para borrarla, pero nuevamente sonó y otro mensaje llegó.
Por cierto, yo no mamaré a nadie ¬¬
Buena suerte para el juego…
Yuuki.
El pelirrojo quedó extrañado ante eso.
—¿Juego? ¿Qué juego? —susurró Stan al oído de Kyle, cosa que le hizo dar un pequeño saltito pues lo tenía detrás y no se había dado cuenta, e incluso había leído el mensaje que acababa de llegar.
—¡Stan! ¡¿Quieres que me dé un paro cardiaco?! —reclamo tocándose el pecho mientras jadeaba.
—Lo siento, Kyle, pero tampoco seas tan exagerado —dijo con una ceja alzada.
—¡Oh sí, Yori me la chupará, oh yeah! —susurraba Kenny aún en el suelo; otro golpe fue directo a su mejilla, dado nuevamente por el pelirrojo.
—Pervertido de mierda —susurró Kyle algo celoso.
—Bueno chicos, yo me voy, tengo que estar en mi casa dentro de cinco minutos… —tomó sus cosas y salió del cuarto del judío.
—¡Espérame Stan me voy contigo! Tengo una cita con Sahyori, qué lástima que la otra loca no quiera también… pero… ¡Stan ven conmigo, Yuuki-san te la chupará! —dijo emocionado Kenny saliendo de la habitación del judío para luego tomar al azabache del brazo y llevarlo a cuestas hasta la puerta de la casa.
—Pero no quiero que Yuuki-san me la chupe… yo la respeto
—¡Pero ella te la quiere chupar imbécil! —dijo casi gritando sin soltar a Stan quien miró la hora en su celular; sólo le quedaban tres minutos para aparecer en su casa.
—Me tengo que ir a casa Kenny, por favor suéltame —susurró Stan, pero ya estaba agotado. Simplemente se dejó llevar por el otro y para cuando se dio cuenta ya se encontraban en la puerta de la casa de las jóvenes.
Kenny tocó el timbre aún sin soltar a Stan; luego de unos segundos una joven de cabellos violeta y orbes rojos les abrió la puerta. Llevaba una cámara en una mano y plata en su otra mano. Al ver quiénes eran sonrió y los invitó a pasar.
—¡Yuuki! Llegaron las vergas —Le avisó a su hermana quien estaba haciendo un cosplay de Mai (N/A: Sono Hanabira Ni Kuchizuke Wo) quien al escuchar a su hermana hizo un facepalm.
—… Primero que nada pedí una pizza… y segundo dije que no se la chuparía a nadie —susurró.
—Pero es Stan, se que te masturbas pensan… —Su hermana le tapo la boca.
—Cállate, ¿quieres? —Los dos jóvenes entraron en la sala y al ver a la joven vestida de aquél cosplay la nariz de ambos comenzó a sangrar y un pequeño bulto se levantó en el pantalón de ambos, pero la joven no lo había notado, aunque su hermana de violáceos cabellos sí—… chicos… etto… bienvenidos, perdonen mi vestimenta. —Se sacó la peluca que llevaba dejando ver sus azabaches cabellos amarrados en una coleta.
—… ¿Y si hacemos un cuarteto? —preguntó con un poco de sangre cayendo de su nariz al imaginarse a aquellos dos en la cama.
—¿¡Q-qué mierda dices, Yori!? Disculpe…
—¡Excelente idea Sahyori! ¡Yuuki, no te quites ese cosplay quiero desnudarte yo mismo! —comentó el rubio bajando el cierre de su parka anaranjada.
—Yuu…ki-san… —en su mente la palabra "contrólate" resonaba de todas las formas posibles; tanto se había adentrado en su mente que para cuando volvió a la realidad tenía a la joven de azabaches cabellos tomada de la cintura y su otra mano enredada en su cabello.
—¡Vamos, Stan! ¡De todos modos vas a disfrutar de ella! —comentó el rubio, quien ya estaba con su torso desnudo.
—¡Yo me quedo con Mai… digo con Yuuki-san! —reclamó Stan y cargó a la joven como princesa, e inmediatamente fue corriendo a la habitación de ella.
—Mala onda…—miró a Kenny y sonrío acercándose lentamente a el—… Te debo algo —Lo lanzó al sofá y se arrodillo frente a él.
—Buena chica… así me gusta, no tan quejosa como tu hermana —Le acarició los cabellos, abrió sus piernas y sólo dejó que la otra le hiciera lo que le debía.
- Dos horas después -
En la puerta de la casa estaban los cuatro jóvenes, la más joven de todos –la azabache- estaba algo despeinada y llevaba el gorro de Stan en su cabeza, evitando que la nieve cayera directamente sobre sus cabellos; mientras que su hermana mayor llevaba el anorak naranja de Kenny y sus piernas desnudas a pesar del frío que cubría el pequeño pueblo. Abrazaba feliz al rubio con una gran sonrisa.
—Adiós chicos, vengan cuando quieran —dijo en doble sentido mirando a ambos con una extraña lujuria. El rubio le sonrío cómplice, mas los dos azabaches no entendieron mucho que digamos.
—Nos vemos, Stan —comentó algo sonrojada la azabache—… tengan cuidado de camino a casa. Ahh… Yori… ¿mi pizza no llegó?
—Etto… Escuché el timbre, pero…—miró al rubio y sonrío—Estaba algo ocupada… Además de que tú tenías el dinero…
—¡Dejé el dinero sobre la mesa, wacha, te voy a matar! —La tomó del cuello y la llevó dentro de la casa.
—Pero tenia una verga de 24 cm dentro mío —Se excusó la pelivioleta con una sonrisa al recordar ese momento.
—¡Me importa un pito, vos invitaste a ellos dos!
La puerta se cerró y sólo se escuchaba la discusión de las dos hermanas. Kenny y Stan sabiendo que ya estaban sobrando allí simplemente se retiraron a sus respectivas casas, aunque Stan sabía que lo regañarían por la hora a la que había llegado, y eso se reflejó en su rostro afligido.
—… valió la pena —susurró Kenny con una sonrisa palmeándole la espalda. Stan sonrió irónico y sólo continuó el camino a su casa.
Cuando llegó a su casa, para su suerte de cierta forma, todos sus parientes se encontraban durmiendo. Sin hacer ruido subió hasta su cuarto y simplemente se lanzó sobre su cama exhausto, pero algo le pinchó la espalda cuando cayó en la cama. Se levantó y buscó el objeto responsable de esto; un sobre color gris estaba allí con su nombre y remitente anónimo. Curioso y lo abrió y allí dentro había una carta que simplemente decía:
¡Felicidades, fuiste seleccionado! ¡Suerte en el juego!
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Stan sólo tomó eso como y una broma tal vez de su hermana o de Kenny y se fue a dormir, pues en verdad estaba exhausto.
…
Al llegar a su casa el rubio subio a su habitación inmediatamente ignorando la discusión de sus padres ebrios, se tiro en su cama con una gran sonrisa de satisfacción al recordar lo que paso esa noche, al ver en su cajonera al lado de su cama vio un sobre color rojo y al ver que tenia su nombre lo abrió.
¡Felicidades, fuiste seleccionado! ¡Que tengas suerte en el juego! Cuida tu verga…
Para mas información busca en la saga de Imitation Black.
—¿Qué carajos? —se preguntó a sí mismo. Simplemente arrugó la carta y se fue a dormir.
- Al otro día -
En la secundaria de South Park dos jóvenes se encontraban fuera de clase a pesar de que la campana ya había tocado.
—Kenny… en verdad creo que sería mejor que vayamos a clase —susurraba Stan nervioso de que los encontraran allí.
—No pasa nada, Stanny —Le susurró al oído abrazándolo de los hombros, mientras caminaba como si nada, cuando escucho unas voces dentro del baño de hombres.
—¿Qué? ¡No! ¡Quítame las manos de encima! —Al escuchar la voz del pelirrojo ambos entraron encontrándose con una escena… Comprometedora. El pelirrojo tenía la campera desabrochada y Sahyori y Yuuki a ambos lados de él quitándole la ropa. Yuuki mordía el lóbulo derecho de Kyle mientras que su hermana mordía uno de los pezones de Kyle, los cuales ya estaban erectos.
Kenny al ver esa escena su boca cayó hasta el piso, un hilito de baba cayó por ella y se desabrochó su parka, se acercó a ellos y comenzó a besar el cuello de Kyle.
—¡Bastardos mal nacidos, déjenme en paz!
—¡Suéltenlo perras alzadas! —gritó Stan sonrojado para luego agarrar a Kyle y alejarlo de ambas jóvenes y el rubio y lo abrazó protectoramente causando que el pelirrojo también se sonrojara.
—¡Vamos, ¿por qué no hacemos una orgía?!
—¡Buena idea, Yori! ¡Ven Stan únete! —dijo el rubio.
—Ahh… ahora que ya están todos aquí hora de dar comienzo al juego, ¿no te parece Yori? —comentó la azabache mirando cómplice a su hermana.
—Primero la orgía y después el juego —respondió con un puchero. Su hermana menor inmediatamente le golpeó la cabeza.
—¡Nada de eso! Tenemos que empezar el juego ahora o se nos hará tarde.
—Mala onda… —dijo la de violetas cabellos cruzándose de brazos—… chicos, ustedes tres son los elegidos del juego.
Yuuki inmediatamente hizo un facepalm.
—¡Eso ya lo saben, idiota! —reclamó la menor—… bueno… chicos, me temo decirles que nosotras no somos lo que aparentamos —susurró la joven mientras se iba desabrochando la campera que llevaba puesta.
—Ah, ya sabemos que eres inmortal, rubio sexy —continúo Sahyori, también quitándose su remera, quedando sólo con ropa interior y el short que llevaba puesto. El rubio y el azabache al ver así a la de violetas cabellos no pudieron evitar que su nariz sangrara levemente.
—No sé de qué estás hablando —mintió el rubio. Sahyori lo vio con una sonrisa irónica y se acercó a él, lo abrazó por el cuello y le besó la mejilla.
—Yo ya te conozco de hace mucho, Ken, y tú me conoces a mí sólo que nunca supiste que esa era yo —susurró a su oído.
—¿Quiénes son ustedes en realidad?
—Nosotras somos… shinigamis —terminó finalmente la azabache, quien se había quitado su campera quedando sólo con un vestido que le llegaba hasta por encima de las rodillas color azul oscuro algo agujerado. De las espaldas de ambas salieron unas enormes alas negras que asustaron a los tres jóvenes. Las chicas se despegaron del suelo y comenzaron a volar para más impresión de los otros tres; tomaron los anillos que llevaban en sus delicadas manos y los tiraron al aire. El de Sayohri se convirtió en una motosierra roja, mientras que el de Yuuki se convirtió en una hoz negra.
—Por eso, Kenneth, te acostaste con una diosa de la muerte —dijo Sahyori guiñándole un ojo, lo que provocó que un calosfrío recorriera el cuerpo de Kenny que Kyle fulminara con la mirada a las shinigamis.
—Oh Dios… ¡maldita! —le gritó el ojiazul a Yuuki, lo que provocó que la otra se acercara a él y unas sombras negras aparecieran detrás de ella.
—¿Quién fue el que apareció de la nada en mi casa, me agarró como si nada y me llevó a la habitación, eh?
—Oh vamos, sabemos que les encantó —comentó Sahyori abrazando a Kenny.
—¡Suéltame maldita shinigami! —exclamó Kenny alejando a la de violetas cabellos de él.
—¿Tanto miedo me tienes? —preguntó pícara la shinigami para luego saltarle encima al rubio.
—¡Onee-san, ya se nos hará tarde, deja de estar jugando! —exclamó la otra chica.
—Mala onda… —susurró sin dejar de abrazar al rubio—… bueno… Ustedes tienen que ganar el juego de Imitation Black… lo que tienen que hacer es cambiar el final de la saga.
—¿La saga? ¿O sea que nosotros seremos Kaito, Gakupo y Len? ¡Genial! —exclamó Stan emocionado.
—¿Quién será quién? —preguntó Kyle cruzado de brazos.
—A ver… Kenny será Gakupo, Stan será Kaito y Kyle, como es el pasivo aquí, será Len —respondió la shinigami mayor.
—¡Oye, yo no soy pasivo! —exclamó el pelirrojo más que furioso.
—Ay, vamos, todos sabemos que te gusta por detrás…
—¡Onee-san, ya hay que empezar el juego!
—¡Pero si ya lo estamos empezando, inútil
—Bueno… —la joven de azabaches cabellos chistó los dedos y el escenario cambió; todos se encontraban ahora en una ciudad en ruinas, todos los edificios estaban caídos y no se escuchaba nada, tampoco se presentía otra esencia además de la de los cinco jóvenes allí—… hasta aquí llegamos, suerte con el juego.
—Mucha suerte, chicos. Kenny, cuida mucho tu verga, nos vemos —dijo la otra chica haciendo que un sonrojo apareciera en la cara de Kyle para luego salir volando siguiendo a su hermana menor, quien ya había desaparecido.
—¿¡Y cómo se supone que empezaremos!? —gritaron los tres al unísono, pero sólo se oyó una risilla de parte de ambas chicas a lo que los tres jóvenes suspiraron derrotados.
—Esperen un minuto —susurró Kyle pensante, más para sí mismo que para los otros tres—… eso significa que yo me volveré loco y… además tendré relaciones con ustedes dos —dijo alarmado a lo que los otros dos sonrieron.
—No es mala idea… —susurró Kenny—… siempre quise hacer un trío con ustedes dos.
—Pervertido de mierda… —susurraron los otros dos.
