La coneja iba caminando por la estación de policía sin poder dejar de mirar su pata. No, porque le dolía o estuviera lastimada sino por lo que el zorro le había hecho minutos antes en la oficina mientras se encontraba dormido.
-¿Te duele?-la voz de Garraza, le permite levantar la mirada en su dirección.
Ella lo mira confundida.
- La pata -añade.
Ella niega rápidamente con la cabeza.
-Es que...-comienza sin saber muy bien que decir-Es que hace poco, Nick frotó su cara repetidamente contra mi pata. Fue muy raro...
Benjamín pone su pata para cubrir su boca.
-¡Wow! que atrevido.
-¿Que sucede?-interroga sin comprender.
Él emite una risita mientras mueve su cola, en señal de alegría.
-¡Dulzura! Los depredadores tienen formas particulares para expresarse.
-¿Que quieres decir?
-En esta ocasión el quería dejar su esencia en ti.
-¿Esencia?
-¡Así es! -exclama con afán- Es una declaración. Diciendo: ¡Esta es mi presa!
Enterarse de eso, la hizo paralizar, erizar y enrojecer su pelaje.
Estuvo minutos inmóvil que no se percata de que Nick aparece de tras de ella. Hasta que habla preguntando de lo que estaban charlando. Bosteza producto de que hace minutos se había levantado de su ligera siesta y Judy tiembla.
-De ti-responde Garraza, juguetón.
Al oír eso. La coneja se escapa ¡No podía mirar a Nick a los ojos!
-Hey-articula a Judy al verla irse- ¿Hablaban mal? -dirigiéndose al guepardo.
-Lo que hiciste fue muy osado -refuta.
-¿Hice? ¿que hice?-sus ojos se habían agrandados.
-Marcarla como tu presa -contesta simplemente- Fue una sorpresa enterarme que tenias sentimientos por Judy -menciona- ¡Aunque harían una bonita pareja!-espeta con una sonrisa- ¡Los apoyo!
Ahora el zorro fue el de paralizarse mientras se erizaba y enrojecía su pelaje.
