Hola, hadas! Mi nombre es Slinky-Pink, pueden llamarme Slinky, Pinkie, Slink, Pink, SP, Rosadita, Rose, Petronila o hasta Pancracia si así lo desean. Soy nueva en esta sección, de modo que les pido una oportunidad y espero que les guste mi historia, la cual va para rato.

Gazille/Levi… por mucho, mi pareja favorita del anime (superando a Kaname/Yuuki, Break/Sharon y SasuHina) sinceramente no se que tienen estos dos que me provocan escribir mucho sobre ellos y como vi que no habían muchos fics de estos dos decidí hacer uno yo misma :D hohoho fangirlismo total XD asi que habrá mucho de esta parejita a lo largo de la historia y quizás considere mas adelante poner lemmon… quien sabe (: hay muchas probabilidades…

Espero que le den una oportunidad y me dejen un review :3 los reviews le hacen bien al corazón, ¿saben?

Ah, si y algo mas, habrá varios OC en el transcurso de la historia; asi que si tienen mas o menos una idea de un personaje, se aceptan ideas :D

Bueno, mucha habla

¡Tutururu, al fic!

o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

Si es un tesoro, debe ser escondido, protegido y jamás buscado. Los tesoros traen desgracia y miseria. Los tesoros son secretos que deben ser llevados a la tumba…

o.o.o

Introducción

Los ojos de Levi se abrieron de par en par, mientras todo su cuerpo pequeño se sacudia con los temblores que el miedo le producía.

Él la vio lejana, como si de pronto ella se hubiera alejado muy rápidamente y no pudiera alcanzarla. Tras una pantalla borrosa, como un velo, podía ver las lagrimas que le escurrían por la cara a la maga. De no ser por las lagrimas y los temblores, la chica hubiera sido considerada una estatua.

Durante mucho rato, no escuchó nada; no pudo desviar los ojos de algo mas que fuera Levi y sus mejillas humedas. Fue cuando intentó dar un paso al frente cuando, como un rayo de fuego, el dolor le atravesó la espina y todo su cuerpo tembló ante un dolor tan terrible que lo hizo soltar un bramido desgarrador que creció por la inmensidad del bosque. Fue en ese mismo instante en que Levi pareció cobrar vida y estiró las manos al frente, como si quisiera alcanzarlo, pero ella estaba siendo sujetada por dos tipos enormes y de sonrisas macabras, como monstruos en un cuento de hadas de pesadillas.

-¡No-o! –gruñó Gazille, con la voz entrecortada por el dolor lacerante. Y finalmente, sin sentir una pizca de miedo por lo que veria, dirigió sus ojos hacia su torso. Allí no había carne que pudiera haber pertenecido a una persona; allí había sangre y pedazos de algo que alguna vez estuvo vivo.

Allí, en su pecho, cuatro enormes picos bañados de sangre le atravesaban el torax y parte del abdomen, o lo que había sido un abdomen. Levi también lo miraba, con los ojos húmedos y pataleando para que no se la llevaran.

-¡GAZILLE! ¡GAZILLE, NO! –escuchaba que ella decía, gritando con tanta intensidad que creaba eco por entre los altos arboles.

-¡Bastardos! –rugió Gazille, con la poca fuerza que le quedaba. Ya no podía ver claramente; sus ojos comenzaban a nublarse y había utilizado ya tanto poder mágico que hubiera sido imposible salir de esa. Se le había acabado la suerte al mata dragones de hierro.

En medio de la luz brillante, por donde se estaban llevando a Levi, una figura humana se atravesó en el camino, contoneándose con una elegancia sobrenatural, mientras abria las manos a sus costados y lo miraba con esos sus despreciables ojos violetas. Gazille levantó un brazo para atacarlo, tratando inútilmente de crear una espada con su brazo. Pero estaba ya tan débil, tan lánguido que no pudo siquiera apretar el puño. El cabello le caia sobre los ojos, entorpeciendo aun mas, su ya nublada vista.

La persona frente a él rió con malicia, mientras uno de sus dedos acariciaba una de las puntas afiladas que atravesaban a Gazille y cuando pasó un dedo para retirar la sangre, bajo la misma brilló intensamente el cristal blanco.

-Y, ¿bien? –murmuró, sonriendo cruelmente, llevándose el dedo manchado de sangre a la boca, saboreándolo como si fuera un manjar, mientras los ojos rojos del mata dragones comenzaban a cerrarse. Solamente continuaba escuchando los gritos de Levi, a quien se estaban llevando, a quien no volveria a ver nunca-, ¿Ya adivinaste que es mas duro que el hierro, patético dragon?

Gazille pensó en gruñir, pensó en arrancarle la cabeza de un solo tajo, pero de nuevo, los gritos desesperados de Levi, el peso ganando su cuerpo, la sangre calida escurriendo por su pecho. Miró una ultima vez al frente, donde el hombre de la sadica sonrisa ya se alejaba y subia a la nave y la maga de la escritura solida, la adorable y pequeña Levi, la frágil y delicada chica, gemia y sollozaba, llorando a mares, mirándolo en sus últimos momentos con sus ojos castaños.

Levi trató de bajar, de liberarse, de volver a su lado, de revivirlo con el hierro al igual que lo había hecho en el examen de clase S, pero el hombre de blanco la tomó del rostro con violencia y la obligó a mirar sin poder hacer nada… porque el dragon slayer de hierro, Gazille, estaba muerto.


Capitulo I: Un misterioso código

Una lluvia fina caía sobre la ciudad de Magnolia, bañando las calles con un manto delicado y brillante que reflejaba la luz de la enorme luna llena. Eran mediados de julio y últimamente había hecho un calor insoportable, pero ahora, la lluvia fresca se encargaría de ello. La noche se sentía húmeda y olía a menta el aire que soplaba de las montañas; una tranquilidad casi utópica rodeaba cada una de las manzanas.

Una sombra recubierta de negro se movió velozmente por la calles principal de la ciudad y se acomodó en una esquina, escondido de cualquier mirada curiosa. Un gato pasó maullando y seguidamente otro pasó persiguiéndolo. El sonido de sus maullidos furiosos se mezcló con la de los botes de basura cayéndose por el camino.

La persona de negro se movió de la seguridad de la sombra de la esquina y avanzó por una calla modesta rodeada de casas y apartamentos pequeños. Finalmente, después de avanzar mucho mas y llegar casi a la orilla de mar, se quedó mirando, desde las penumbras, a la construcción que se alzaba frente a él, en cuyo letrero principal se leia lo siguiente;

"Fairy Tail"

El hombre de negras vestiduras sonrió, mostrando sus afilados dientes, mientras algo muy oscuro se movía dentro de su mente y su corazón.

-Fairy Tail… -masculló entre dientes, sin dejar de sonreír-, así que aquí es donde estabas…

Y sus carcajadas salieron de sus labios, elevándose como un canto infernal y, cuando el viento húmedo sopló, la figura despareció con él.


-¡Ah! ¡¿DIEZ DIAS PARA PAGAR? –exclamó una rubia, bastante voluptuosa y escandalizada desde el interior del gremio Fairy Tail, conocido por ser el mas revoltoso de Magnolia –o, probablemente, del país-.

El día había amanecido soleado y bastante caluroso, pero hacia más calor ahora que Lucy Heartphillia miraba enfurecida y completamente histérica la carta que le había llegado al gremio. El mata dragones, Natsu Dragneel, la miraba despreocupado, mientras comía un poco de fuego en la misma mesa.

-¡¿Puedes creerlo? ¡Tengo diez días para pagar la renta de este mes o me echaran a la calle! –bramó Lucy, sacudiendo la cabeza como si esta fuera a zafársele del cuello-, ¡echarme como un perro!

-En teoría, seria una perra, ¡aye! –dijo Happy, tan… feliz como siempre e interrumpiendo el arranque infantil de la rubia, que estuvo muy cerca de darle un golpe con el puño.

-¿Qué voy a hacer? –se preguntaba una y otra vez, sujetándose la cabeza. Natsu bostezó perezosamente.

-Podríamos hacer un trabajo… -le recomendó con total calma- la ultima vez logramos conseguir lo que necesitabas.

A pesar de las buenas intenciones de Natsu, Lucy se giró hacia él con –literalmente- fuego en los ojos y su compañero y el gato azul retrocedieron asustados por el repentino cambio.

-¡Lucy esta loca! –gritó Happy, sujetando a Ntasu por la bufanda.

-¡La ultima vez que fui en una misión contigo terminé llena de espinas y sin una joya en el bolsillo! –murmuró Lucy, desatando su furia, una furia no muy lejana que la de Mirajane, el demonio. Quizás Natsu no hubiera tenido tanto miedo si no fuera porque no gritaba siquiera, sino que lo decía con una voz firme.

-¡Lucy, hay fuego saliendo de tu boca!

A unas mesas de allí, sentada bebiendo un poco de jugo, estaba la maga de la escritura solida, Levy Mcgarden, quien como siempre, estaba rodeada de sus compañeros del equipo Shadow Gear; Jet y Droy. Los dos chicos estaban de pie, conversando sobre sus trivialidades y las cosas comunes del dia, mientras Levy observaba a su amiga Lucy. Hacia ya un par de días que la rubia le había contado que no tenia una joya para pagar su renta y que era muy probable que la echaran, ya que debía dos meses.

-Pobre Lu-chan… -murmuró, poniendo una cara un poco triste y enseguida, Jet y Droy parecieron percibirlo por completo, ya que abandonaron lo que hacían y se sentaron, cada uno a su lado.

-Levi-chan, ¿Por qué esa cara? –preguntó Jet, concuriosidad. Levy los miró sorprendida.

-No es nada –dijo, sonriendo nuevamente-, solamente estoy un poco preocupada por Lu-chan.

-¿De nuevo no pagó la renta?

-Tiene diez días para hacerlo o de contrario la echaran.

-Eso no es bueno –dijo Droy, aun mirando a Levy como u nciego que ve el sol por primera vez. en ese momento, los ojos de la chica se iluminaron y los miró a ambos con una reluciente sonrisa.

-¡Ya se que haré! –exclamó triunfal, poniéndose de pie -, ya que Lu-chan y Natsu-kun no pueden ponerse de acuerdo, ¡creo que yo podría ayudar a Lu-chan con su renta!

Los dos miembros de Shadow Gear se pusieron de pie, sonriendo ampliamente.

-¡Eso es, Levy-chan!

-¡Que adorables es nuestra Levi!- decía Droy, mientras lanzaba unas flores (n/a: xD) al aire y Jet daba brincos felizmente.

-¡Si, y tan amable y tan generosa!

Levi se apresuró hacia el marco donde se ponían los diferentes trabajos para los magos. En esos días, extrañamente, no habían muchas personas haciendo trabajos, por lo cual el marco estaba cubierto mas de lo normal de papeles que mostraban distintos títulos y cantidades diversas de joyas como recompensas. La maga recian había vuelto de una misión con sus compañeros Jet y Droy, la cual había sido bastante agotadora para los tres, sin embargo realmente tenia deseos de ayudar a su amiga, así que sonriendo con determinación, se puso a buscar un trabajo adecuado para la ocasión.

"Enseñar en una escuela", "Recuperar un cayado perdido" "Destruir una piedra maldita"… -habian trabajos para mas de la mitad de Fairy Tail, pero, ahora que lo notaba, la mayoría de las personas estaban en misiones o recién volvían de ellas. La mayoría de las misiones podría llevarse a cabo en mas de un mes y necesitaba pronto el dinero para su nakama. Pensaba en el trabajo ideal; algo que la recompensara con lo necesario, que fuera rápido y algo que fuera de acuerdo a sus capacidades, tanto como maga como intelectuales.

Pasó sus ojos por todos y cada uno de los papeles, hasta que dio con uno que se encontraba solitario en la parte mas alta del marco. Entornando los ojos, alcanzó a leer el titulo, escrito con rudeza y trazos frios; "Decifrar código; runas antiguas, simbolos perdidos, interpretación de simbología y decodificación. Recompensa…"

-¿Cien mil joyas? –exclamó Levi, totalmente sorprendida. En realidad, decifrar códigos, las runas antiguas y todo eso se le daba de maravilla.

Siempre la habían alagado por su capacidad para ese tipo de cosas, incluso Freid le había dicho que era muy buena en eso, ya que logró, una vez, decifrar un extraño simbolismo que el muchacho de pelo verde no pudo comprender. Sonaba demasiado fácil, casi como si hubiera aparecido después de que pensase lo que seria para ella un trabajo esplendido.

No tuvo que pensarselo mucho; cien mil joyas eran suficiente para que Lucy estuviera tranquila por el pago de su rente durante mas de tres meses. Totalmente decidida, aceptó mentalmente ese reto y estiró la mano para alcanzar el papel blanca, clavado violentamente en el marco. Sin embargo, en ese momento, se dio cuenta de que no podía alcanzarlo, ni siquiera dando brinquitos.

-Vamos… ven aquí… -decía, hablando con el papel y estirándose como si fuera a crecer milagrosamente en dos minutos.

Repentinamente, una mano tosca alcanzó el papel que no podía tomar, bajándolo a la altura de sus manos. Levi, sorprendida, se volvió hacia esa persona y se sorprendió aun mas al encontrarse a un palmo de Gazille, que estiraba hacia ella la hoja que trataba de alcanzar. La maga se quedó mirando la hoja y luego al mata dragones de hierro, que no la miraba. Tenia los ojso rojos clavados en el muro de trabajos.

-¿Vas a tomarla o no? –preguntó Gazille, después de un rato de intenso silencio, ya que la maga parecía haberse quedado petrificada. La chica asintió tímidamente con la cabeza y tomó la hoja entre sus pequeñas manos.

-Gr-gracias… -musitó con voz apenas audible. Gazille se dio la media vuelta, y antes de irse, le dijo con su característica voz frígida y hosca;

-Como sea… -y volvió a subir las escaleras, llevándose consigo también una hoja de papel, la cual Levi no pudo identificar cual era.

La chica se quedó de pie allí durante unos segundos, mientras su mente terminaba de asimilar el comportamiento de Gazille.

Desde que se había unido a Fairy Tail, el comportamiento del dragon slayer para con ella había cambiado mucho y de una manera que ella apreciaba bastante. No solo se había arriesgado dos veces para salvarla, sino que su relación como compañeros del gremio había mejorado notablemente…

Hasta hacia un par de semanas

Levi recordaba esa mañana como si hubiera sido un par de horas antes de ese momento.

Esa mañana, había estado tratando de arreglar unas cosas sobre su magia; ya saben, esos pequeños gajes del oficio e intentaba perfeccionar un nuevo truco que estaba aprendiendo. Estaba bastante contenta, porque estaba sola en la parte de arriba del gremio y nadie la molestaría.

-Bien, creo que si pongo aquí esto… -comenzó a decir, pero en ese momento, la puerta tras de ella se abrió de par en par, revelando a un muy preocupado Reedus, que respiraba agitadamente y estaba bañado en sudor. La miró, asustado y jadeando, mientras ella no entendía porque estaba así.

-¿Ree-san? ¿Qué pasa? –preguntó, dejando de lado lo que hacia. Tenia un mal presentimiento y se estaba haciendo mas o menos la idea de lo que podía estar pasando.

-¡Levi! ¡Son Gazille y los dos Shadow Gear! –exclamó, con voz de garganta y enseguida, el techo retumbó de manera sobrecogedora. Levi lo miró asustada y Reedus cayó sentado sobre su redondo trasero-, ¡están peleando! ¡Van a destruir el gremio!

-¡Ay, no! –exclamó Levi, llevándose las manos a la boca y, dejando todo por un lado, salió corriendo hacia el lobby, dejando a Reedus donde estaba.

Estaba segura de que nada que involucrara una pelea entre Gazille y sus amigos significaría algo bueno. Llegó a las escaleras agitada, y con el corazón en una mano vio en el medio del gremio, al dragon de hierro, de un lado y del otro a sus compañeros. Las mesas ya no estaban en el centro y todos miraban expectantes lo que sucedería a continuación.

-¡Deténganse! –gritó Cana, desde abajo. Probablemente estaría en el bar con Mirajane.

Natsu no estaba; tampoco Grey o Erza para que detuvieran el enfrentamiento y para colmo de males, Makarov había ido a una reunión en el consejo. Levi se quedó sin saber que hacer por unos momentos, hasta que vio que Jet atacaba al mata dragones.

-¡Droy! ¡Jet! –exclamó Levi, bajando las escaleras lo mas rápido que podía, mientras los mencionados la miraban de reojo, por si a Gazille se le ocurría atacarlos de pronto-, ¡basta! ¿Por qué hacen esto?

-¡Levi, este tipo es un traidor! –exclamó Jet, señalando con el dedo a Gazille, quien gruñó enardecido.

-Cierra tu grasienta boca… -murmuró entre dientes el dragon slayer, mientras entornaba los ojos hacia los dos atacantes.

-¿De que hablan? –preguntó la pequeña chica-, ¡el es un miembro de Fairy Tail! ¡Ha ayudado mucho cuando lo necesitamos! Ya ha pasado bastante tiempo como para que le perdonen…

-Levi, esta gente no cambia –exclamó Droy, poniéndose frente a Levi, como si quisiera protegerla de cualquier cosa que Gazille pudiera hacer-, ¡traidor! ¡Después de lo que Makarov tuvo que decirle al consejo para que no te encarcelaran por la destrucción que causaste…!

-¿De que hablas, Droy? –preguntó nuevamente Levi, sacudiendo a su amigo del brazo.

-¡Recibió una carta hoy! ¡Tiene un sello desconocido y nadie sabe de quien es! –declaró el mago de las plantas, mirando a su oponente con fiereza-, dudo que tenga alguien que le escriba…

-Voy a sacarle la mierda a tus amigos, enana… -gruñó Gazille, apretando los puños con una ira incontenible. Levi lo miró, desde atrás de Droy. Esa mirada… era la misma que había visto en sus ojos la noche que los crucificó en el árbol del parque-, si no cierran la boca…

-¡No es mas que un espía! No es la primera vez que vemos este tipo de cartas a tu nombre… –finalizó Jet, como si buscaran provocarlo. Ambos jóvenes apretaron los puños, enfrentando los ojos de Gazille, que para Levi, eran casi una ventana al infierno-. Pero… ya veras... ¡HIGH SPEED!

Enseguida, el chico se abalanzó sobre el mata dragones, velozmente, golpeándolo tan rápido que Levi se sorprendió de que Gazille tuviera tiempo para detener los golpes. No los devolvía, no había el mínimo intento de hacerlo, pero podía ver que estaba a punto de perder la paciencia. Las semillas mágicas de Droy crecieron bajo Redfox, velozmente y los golpearon desde el piso, lanzándolo sobre las mesas que ya estaban abarrotadas tras del mismo Gazille, quien se puso de pie, magullado, pero con la misma mirada fría en sus ojos.

-¡Gazille! ¡Droy, Jet, deténganse! –pidió Levi una vez mas, pero sus compañeros no la escucharon. Muy al contrario, cuando vieron que Gazille comenzaba a molestarse aun mas, se abalanzaron sobre de él, decididos a hacerle el mayor daño posible. Sin embargo, esta vez Gazille ya se había decidido a contraatacar; ya era tiempo de ponerle un alto a sus ataques sin sentido de esos dos.

Comenzó a transformar su brazo en una vara de hierro, decidido a golpearlos hasta que perdieran la consciencia y Jet y Droy parecían más amenazantes que nunca; tanto que no vieron a Levi corriendo al medio de ellos, decidida a detener esa pelea tan tonta. El dragon slayer alcanzó a verla casi cuando ya estaba en el medio de ellos, mientras volvía a transformar el poste de hierro a su brazo humano nuevamente, aun sabiendo que era muy tarde. El choque entre las magias provocó una luz brillante y seguidamente, la lluvia de los restos de las plantas de Droy.

La chica sintió un apretujón en el pecho y la espalda, casi le causó dolor y gritó cuando una mano la sostuvo firmemente por un brazo. Hubo mucho movimiento a su alrededor, un momento de agitación y luego la sensación de caer. Apretó los ojos y no los abrió hasta momentos después de que todo se detuvo.

Los dos Shadow Gear se quedaron de pie, inmóviles frente a la cortina de polvo y pedazos de planta, esperando ver a su amiga… si es que quedaba algo de ella.

-¡Levi! –gritó Mirajane, desde el bar. Cana de quedó en una sola pieza. Reedus, que observaba desde arriba, solo balbuceó algo como "N-no… Levi-i". Macao había abrazado a Romeo y le escondió el rostro en su hombro, mientras que Wendy miraba aterrada y con los ojos llorosos.

Cuando la nube se disipó, pudieron ver todos, totalmente sorprendidos a los Shadow Gear de pie, sorprendidos y mudos, y a Gazille, agazapado en el suelo, con los brazos totalmente vueltos a la normalidad, pero con una mirada de miedo en su rostro, mirando hacia donde la nube de polvo aun no se había disipado. Finalmente, tras la cortina, dando la espalda a los Shadow Gear, magullado y cubierto de pedazos de hojas enredadas en su cabello, estaba Pantherlily en su forma humana; y cuando se giró hacia ellos, de entre sus brazos, apretada fuertemente y sin un solo rasguño mas que el brazo morado por el apretón intenso del exceed, estaba Levi, quien tenia los ojos muy abiertos y estaba totalmente sorprendida por lo que acababa de pasar. Los tres chicos se quedaron mudos unos momentos, tratando de encontrar las palabras adecuadas.

-¿Ya están felices? –preguntó el exceed, volviendo a la normalidad. Jet y Droy se quedaron totalmente en silencio e inmóviles, pero Gazille se puso de pie, tan rápido como las magulladuras le permitieron y sin decir una sola palabra, subió las escaleras y desapareció por el corredor.

-Gazille… -murmuró Levi, aun detrás de Pantherlily, sobándose el brazo con la mano.

El exceed miró con furia su propietario y caminó hacia los chicos del Shadow Gear con actitud retadora. Les enseñó los dientes, mientras los chicos se estremecían, pensando que haría algo peor y, sacando las alas de su espalda, subió igualmente las escaleras. Los demás no decían nada; nadie quería decir nada ni sabían que hacer hasta que Arzak habló.

-Limpiemos todo esto antes de que Makarov llegue –sugirió el chico vaquero, mientras Bisca, a su lado, asentía con la cabeza y comenzaba a levantar las mesas.

Levi se había quedado sin palabras; sabia que Gazille podría haberse sentido culpable pero no era para tanto. Jet y Droy se acercaron a ella lo mas rápido que pudieron, pidiéndole y rogándole que los perdonara. Levi, en realidad no estaba molesta con ellos, ni siquiera tenía un poco de rencor, pero lo que no podía olvidar, era la mirada culpable de Gazille y después, como un torbellino en su mente, sus ojos fríos, crueles. Los mismos ojos de la noche que los había atacado…

Levi, tratando de sacar de su mente esos recuerdos, volvió los ojos a la mesa donde Jet y Droy esperaban por ella y se encontró a los dos chicos un poco molestos; miraban al dragon slayer, siguiendo cada uno de sus movimientos. Jet torció el gesto cuando el dragon slayer de hierro desapareció tras el pasillo de las escaleras.

-No me agrada –dijo Droy, susurrando-. Simplemente no termina de agradarme. Y aun no sabemos de quienes eran esas cartas…

-Si –dijo Jet, con actitud sombría-, cartas que siguen llegando… justo cuando Makarov no está en el gremio.

Levi frunció el entrecejo. No estaba segura de cuantas veces había escuchado esa frase sobre Gazille, saliendo de las bocas de sus dos compañeros. Sabia que por mucho tiempo que pasase, ellos no olvidarían tan fácilmente lo que había sucedido con Gazille cuando aun pertenecía a Phantom Lord; lo cual era completamente entendible, ya que ella tampoco lo olvidaba. No le guardaba rencor, pero algunas veces, aun sentía un poco de temor estando cerca de él; sobre todo un poco mas, después de revivir esas miradas hacia un par de semanas.

Aprovechando que sus dos amigos se debatían entre las cartas que recibía Gazille, aprovechó a mirar el código que había en el papel por primera vez en todo el rato. Estaba mas o menos compuesto del mismo numero de estrofas que un poema corto, sin embargo, las letras o símbolos que habían allí, eran de los mas extraño que ella pudiera haber visto; primero que nada, no estaba escrito en línea recta, sino que había una estrella dibujada en el medio de un circulo y en el espacio entre cada pico, dentro y fuera de la estrella, habían signos demasiado raros como para que ella pudiera descifrarlos así como así. Otra cosa que le llamó la atención, fue el extraño símbolo de una araña envolviendo un diamante, que había en el centro de la estrella. Confundida y sintiendo el extraño presentimiento de que ya había visto ese signo antes, trató de hacer memoria de donde mas había visto ese símbolo, pero no lograba hacer memoria. Vaya, aun habían muchos libros que leer…

Regresando a la realidad, vio que sus amigos ya estaban enfrascados en una difícil conversación sobre el dragon slayer y sus cartas, de modo que decidió detenerlos para poder comenzar.

-Dejen de quejarse –dijo Levi, tratando de hacer la situación un poco mas amena-, recuerden que tenemos que hacer un trabajo para ayudar a Lu-chan.

Los dos jóvenes estallaron de júbilo al ver a su amiga tan decidida, y levantaron los puños con el mismo entusiasmo con el que el corazón les daba vueltas y se aporreaba con las paredes de su pecho.

-¡Awww! ¡Levi-chan, es tan adorable! –decían y brincaban alegremente, mientras la chica se alejaba, caminando feliz sobre la calle, dirigiéndose a su apartamento, donde seguramente encontraría todo la necesario para descifrar aquel código tan extraño.

Caminando por las calles de Magnolia, trató de nuevo de recordar si alguno de esos símbolos los había visto antes, pero nuevamente no pudo y esta vez, comenzó a dolerle la cabeza. Por algún motivo, tenia el sentimiento, como un deja vu, de que ya había visto esa imagen en general, en algún otro lado. Tal vez en algún libro o alguna revista, pero al darse cuenta de que la cabeza le dolía mas al tratar de recordar, decidió no seguir con ello, sino simplemente llegar a su casa, tomarse una aspirina y recostarse un rato, mientras revisaba libro por libro en busca de una pista.

De pronto, tuvo la corazonada de que alguien la miraba y se giró hacia atrás, sorprendiendo a un peatón que caminaba con su hija de la mano. El hombre la miró confundido y haciendo a un lado a su hijita continuó su camino, mientras Levi hacia una bolita la hoja de papel y se ponía mas roja que un tomate.

-L-lo siento… -murmuró, antes de que el hombre se perdiera, aun mirándola como si estuviera loca. La chica suspiró pesadamente. Quizás esa sensación era también parte del dolor de cabeza-. Bien, Levi, concéntrate. Ya no mas distracciones.

Esta vez, caminó sin mirar la hoja hasta llegar a su casa… sin sospechar que si había alguien observándola. Alguien desde un segundo piso de una casa, justo detrás de donde había estado el hombre al que la chica sorprendió. Allí, la estatua de un cuervo comenzó a moverse y antes de que alguien pudiera notarlo, levantó el vuelo y se perdió en la claridad del cielo, remontando vuelo sobre las montañas.

Cerca de allí, en un sitio alejado y casi perdido de la civilización, donde la oscuridad reinaba, un chico estaba arrodillado sobre la punta de un altísimo pilar de piedra. Aquel niño, pequeño y frágil, tenia frente a él una esfera reluciente de color ciruela oscuro, que despedía una luz fantasmal y aterradora en el medio de la oscuridad. Una enorme capa cubría al niño, de modo que parte de la luz que despedía la esfera la recibía en su rostro; un rostro con una venda sobre sus ojos.

-Finalmente, Hoshichi… -murmuró el niño, con una voz gélida e indiferente. Una voz que no tenía nada que ver con un niño. A su lado, había una mujer igualmente recubierta con una capa, bajo la cual, sus labios llenos se movieron un poco, sin sonreír.

Tras de la mujer, un chico se movió, poniendo sus manos en su cadera, sonriendo con malicia y crueldad.

-Esto va a encantarle al jefe… -dijo, enseñando todos los dientes en una maligna sonrisa-. Debemos preparar el plan de—

-No –dijo el niño, súbitamente. La voz que salió de su boca fue gutural y oscura-. Debemos esperar; esperar a que resuelva el acertijo… sin el acertijo todo se vendrá abajo.

Hoshichi lo miró furioso, apretando los puños bajo la capa oscura. Los ojos le relucieron de ira.

-¿Qué dices? ¡La hemos buscado por años y quieres que esperemos! –y gruñó, sacando de bajo la capa de un bastón poco mas pequeño que un lápiz, pero brilló en un resplandor rojo y se transformó en una oz de un filo mas grande que él-, ¡no esperaré un segundo mas! ¡Ni uno solo!

-Baja tu arma –dijo suavemente, y el chico sintió que el niño, aun tras las vendas, lo miraba cruelmente-. Por esos años de espera, debemos esperar solo un poco mas. El código debe ser descifrado, es lo único que falta…el amo va a estar muy feliz…

Hoshichi bufó, pero el niño no le prestó atención y se dedicó a pegar su rostro a la esfera de luz.

-Levi Mcgarden… -y hundió aun mas su frente en la esfera, donde podía verse claramente la maga de la escritura solida, entrando a su casa, aun en las calles de Magnolia, indiferente del peligro que corría y de la conspiración que surgía a sus espaldas-; te hemos encontrado…


Lo sé… mucho choro… pero es importante! :D

Estoy pensando en que parejas meteré; de ley obviamente estarán nuestro querido (y sexy *BABA*) dragon slayer Gazille y nuestra adorada y pequeña Levi :D pero igual estoy considerando meter, entre otras, Natsu/Lucy… aunque no me decido si meter Natsu/Lissana o un triangulo amoroso entre esos tres ._. ¡please help me!

Espero que les guste. Se aceptan criticas de todos colores y sabores :)