Judy iba dando saltos por la vereda en compañía de Nick, quien iba caminando tranquilamente por detrás, bebiendo a través del sorbete el contenido de la cajita de jugo.
Al poco tiempo de estar saltando, la coneja comenzó a acalorarse.
—Ah, hace tanto calor y estoy tan sedienta —repuso lanzándole una indirecta, no por nada sus ojos violetas captan que el zorro tenía una caja jugo en sus patas y él estaba bebiendo tan calmado.
—Que interesante, Zanahorias.
Él sabía lo que pensaba y el... puf, no le iba a compartir de su bebida. Si quería tanto se hubiera comprado, él, tenía sed. Por otro lado, la coneja lo noto, hizo un moflete y usando a su favor la debilidad del zorro (Su cola tan sensible) La apretó. Nick se estremeció y ella aprovechándose se inclinó y sorbió -por el sorbete-el líquido.
Los ojos verdes del zorro se expandieron por la impresión, viendo como bebía, sus labios en su sorbete.
—Gracias, ahora estoy mucho mejor —exclamó sonriendo— ¡Que refrescante! —concluyó con alegría.
Y volvió a ponerse en marcha.
—Eso, justo ahora... —su voz era un murmullo a pasos más atrás— No fue eso un beso indirec...
Por otra parte, la coneja estaba un poco más adelante que el animal y no lo escuchaba. A los segundos, preguntó: "¿Dijiste algo?"
—Da igual, pelusa —tratando de restarle importancia, si ella no le importaba ¿Por qué debería? ella tenía cientos de hermanos, seguro había hecho esto cientos de veces.
No fue nada; y con ese pensamiento siguió caminando. Hasta que la coneja se detuvo.
—¡Espera! Lo de recién, eso no fue un... un...
—¿Que pasa cola de algodón?—cuestionó al ver que su pelaje se había teñido de un rojo y estaba quieta en la mitad de la vereda.
—¿Eso fue un beso inderectooooooo?
Nick se sorprendió, al ser lo mismo que hace unos segundos atrás estaba pensando, mas no lo demostró.
—Que escandalosa, Zanahorias —repuso caminando de forma tranquila por delante de la coneja, sin importarle -en apariencia- ya que si le importaba.
No por nada, él fue el primero en escandalizarse.
—P-pero... —murmuraba, aun sin moverse.
—¿Sigues con eso, Zanahorias? —cuestionó, volviendo para atrás— ¡Ya supéralo! —refutó, él ya lo había hecho.
—E-eso...
Ella no podía ¿Por qué no podía? Y lo sabía, a pesar de lo acostumbrada que estaba con compartir miles de cosas con sus muchos hermanos y primos, compartir con el animal que te gusta era algo muy distinto.
Nick tomó con sus patas su cintura y la atrajo hacia él, la misma que salió de sus pensamientos.
—Si por eso, tanto te escandaliza—empezó— que pasaría si...
—¿Eh? —articuló al detenerse.
—Déjame mejor darte un beso real —finalizó.
Judy se paralizo enrojecida hasta las orejas. Thump Thump... El hocico de Nick se acercaba.
¡Pum!
Judy lo golpeó, en auto defensa, cabe aclarar. Ya que al sentirse demasiado avergonzada, recurrió a lo más lógico que sus instintos rugieron: Golpear.
Mientras tanto, el zorro se sobaba su mentón. (Las patas de la coneja eran muy buenas) Entretanto emitía quejidos, acomodándose su mandíbula.
—¿Estas bien? —preguntó preocupadísima, ofreciéndolo su pata, ya que por el impacto y su culpa había parado al suelo ante ese golpe que ella misma por la sorpresa le dio.
De inmediato, Nick la tomó, pero no para levantarse. En cambio, la lanzó sobre él y enseguida tomando entre sus patas su rostro, unió sus labios con los de ella. Sin importarle las miradas de los animales que transitaban por las calles sobre ellos dos.
Por otro lado, Judy estaba paralizada sintiendo sus labios chocar con los suyos. Ni siquiera se movía, solo pudo hacerlo, cuando Nick mordió su labio inferior para luego separarse.
—Gracias, ahora estoy mucho mejor —exclamó sonriendo— ¡Que refrescante! —concluyó con alegría.
Y la coneja -muchísimo mas avergonzada- nuevamente lo golpeó, dejándolo inconsciente.
