Tengo dos historias rondándome por mi loca cabecita y no se por cual decidirme porque soy incapaz de llevar dos historias a la vez así que mejor lo dejo en vuestras manos. Voy a poner el primer capitulo de las dos historias una sobre Inuyasha y otra sobre Harry Potter y aquella historia que reciba mayor numero de reviews (ojalá q buenos) será la que escriba primero. Así que porfaplease leed las dos y decidme qué os parecen
Para aquells que ya hayan leído algún fic mío ya sabrán cómo son y cómo mezclo las cosas así que de nuevo voy a poner un rating PG y avisaré con las escenas fuertecillas. Pero como siempre si a alguien le parece mal el rating y quiere que lo suba que me lo diga por favor y lo cambio, que escribo para entretenerme y haceros pasar un buen rato no para hacer sentir mal a nadie
Y ahora si a por el primer capitulo
MATRIMONIO DE CONVENIENCIA
1. ¿Pueden las cosas ir peor?
Dos golpes secos sonaron en la puerta de su despacho. Severus Snape, temido profesor de pociones de la escuela Howarts de Magia y Hechicería, respondió con voz neutra sin levantar la vista de la pila de trabajos por corregir que tenia sobre su mesa
-"Entre" – la puerta se abrió y una alumna de último curso entró en la guarida del vampiro, sin atreverse a levantar la vista del embaldosado suelo de la mazmorra –"Llega 15 minutos tarde señorita Granger" – dijo con su voz hipnótica –"como prefecta de Griffindor se supone que debe dar ejemplo" – la pluma terminó de escribir un sarcástico comentario sobre un desafortunado trabajo y por fin Snape se dignó a mirarla –"Acérquese Granger"
Ella avanzó dos pasos hacia la mesa, tragando saliva y armándose de todo el valor que la caracterizaba como miembro de la casa Griffindor. Snape la miró con superioridad, vanagloriándose en el miedo de la chica y en su repentina timidez. Ahora no mostraba esa temeridad y falta de respeto que le había hecho ganarse aquella detención.
-"Está a punto de terminar su último año en Howarts señorita Granger ¿no le parece que ya es hora de que aprenda a comportarse correctamente?" – La chica seguía con los ojos fijos en el suelo pero ahora se estaba mordiendo el labio inferior, en aquel típico gesto de estar tomando una decisión que Snape había aprendido a descifrar a lo largo de siete años con ella y con el chico-que-vivió-para-ser-un-mocoso-insufrible
-"Si profesor"- respondió ella tomando al fin su decisión y liberando su labio. Alzó la cabeza por primera vez desde que había entrado en aquel despacho y mirándolo fijamente a los ojos dijo –"Enséñeme"
Snape tardó unos segundos en descifrar el tono de su voz y aquel desafío en sus ojos, tiempo que aprovechó ella para apoyar las manos sobre su mesa y doblando el cuerpo, ofrecerle su trasero
-"Tiene usted razón profesor, no le he tratado con el debido respeto. He sido muy mala, incluso he robado ingredientes de su despensa personal. Merezco un castigo profesor" – giró la cabeza para volver a mirarlo fijamente a los ojos y dar el golpe de gracia –"Castígueme"
Con un sudor frío, Severus Snape abrió los ojos a la penumbra de su habitación en las mazmorras, un vistazo al reloj 'no ha salido el sol, sigue durmiendo' y con piernas temblorosas se dirigió al baño. Sin encender la luz abrió el agua fría y metió la cabeza bajo el potente chorro y dejó que el agua helada le despejara la cabeza.
Tres meses, solo tres meses mas y aquella tortura terminaría. Llevaba teniendo ese tipo de sueños con Hermione Granger durante todo aquel curso. Había tratado de ignorarlos pero cada vez era peor, ya ni siquiera se atrevía a dirigirle la palabra porque con la habilidad que tenia aquella mujer con crisparle los nervios seguramente terminaría quitándole puntos a Griffindor y dándole una detención y con el tipo de sueños que tenía no se veía en condiciones físicas ni psíquicas para soportar una detención real con ella.
Mujer, ya no se sorprendía en llamarla así en sus pensamientos. Todo había ido tan lento, progresando poco a poco durante aquellos años, que en su mente había pasado sin darse cuenta de ser una insufrible cria sabelotodo a una mujer inteligente que vivía ajena al efecto que tenia sobre él. Y así debía de seguir siendo se dijo seriamente antes de que su mente se fuera por derroteros que no le convenían. Dentro de tres meses Hermione Granger abandonaría Howarts y él se vería libre de la tortura que era verla día tras día. Se acomodó de nuevo en la cama y no pudo evitar pensar que aquella libertad podría ser tanto una bendición como una maldición.
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A aquella misma hora en una zona del castillo mucho mas elevada, una persona se revolvía una y otra vez en su cama incapaz de dormir pero por causas totalmente distintas. Veía pasar cada minuto de su reloj y le pesaban como una condena uno tras otro. Y una condena eran sin duda porque cada minuto que pasaba le acercaba a su hora. Apenas unas horas mas y no seria mas que otro trozo de carne expuesto en aquella feria que el Ministerio de Magia llamaba 'Ley de Urgencia para Preservar la Magia en las Próximas Generaciones'.
Hermione no podía evitar pensar pese a todo, maldita fuera su mente racional, que desde que había descubierto el árbol genealógico de los Black ella misma se había dado cuenta de la preocupante endogamia entre los magos pura sangre. Generaciones de matrimonios entre primos lejanos y cercanos de uno y otro grado había conseguido no solo que todas las familias de magos estuviesen emparentados sino que el numero de squib aumentaba cada generación y ya las estadísticas eran preocupantes. Tan preocupantes que el propio Ministerio había decidido tomar cartas en el asunto y acabar con el problema cuanto antes con una solución sencilla, bárbara pero sencilla.
Gracias a aquella dichosa ley los únicos matrimonios permitidos serían entre magos pura sangre y brujas hijas de muggles o viceversa, de modo que la sangre nueva impulsara los genes deteriorados para asi en un par de generaciones solventar el problema. Ni que decir que aquella ley no gustaba a nadie: a unos porque les obligaba a casarse con snobs estirados y racistas y a éstos porque su estimado árbol genealógico se vería manchado con la incorporación de 'sangre sucia' a la familia.
A pesar de todo algunos estuvieron a favor de esta ley, muchas historias de amor escondido habían salido felizmente a la luz en aquellos meses que la ley llevaba aprobada y al resto de la población mágica la enormidad del problema les había hecho aceptar la Ley hasta que apareciera una solución mejor. Y una solución mejor es lo que llevaba la Orden del Fénix buscando desde hacia meses.
-"No se preocupe señorita Granger" – le había asegurado MacGonagal el dia en que se aprobó –"el Ministerio se contentará con unos pocos matrimonios y terminará aboliendo la Ley por las presiones recibidas. Para cuando usted o cualquier otra bruja hija de Muggles de su curso abandone Hogwarts, ya se habrá acabado todo"
Y realmente las cosas se estaban desarrollando tal y como suponía la Orden, a causa de la Ley algunas familias pura sangre estaban empezando a ver a los hijos de muggles con otros ojos o sino considerar a miembros de familias también pura sangre pero de países extranjeros. En unos meses se votaría otra Ley en la que sólo se prohibirían matrimonios entre primos de primer y segundo grado y todo aquello terminaría. Lo que ni MacGonagal ni los otros miembros de la Orden sabían es que debido al uso del giratiempos en tercer curso, dentro de exactamente 3 horas 27 minutos y 14 segundos, Hermione Granger, prefecta de Griffindor cumpliría 18 años y por tanto estaría a la completa disposición de cualquier mago pura sangre que firmara una petición matrimonial.
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Bueno aquí queda el primer capitulo, un poco cortito pero ya os hacéis una idea de por donde van a ir los tiros. La idea original no es mía, es que he leído unos cuantos fics en ingles con este desafío y me ha gustado tanto la idea que no he podido resistirme a hacer mi propia versión, ya me diréis si merece la pena
