Prólogo
Ahí estaba ella nuevamente, haciendo aquellos movimientos tan majestuosos y precisos era simplemente una diosa en el ámbito de la concentración, su mirada siempre firme y dura contra el enemigo, golpeaba aquellos muñecos de madera con tanta gracia y facilidad que hacía que parecieran que estuvieran hechos de algodón, a veces ni siquiera se como puedo estar frente a ella como un simple amigo cuando en realidad ella es mi mayor anhelo, si tan solo pudiera tener el valor para decirle lo que siento me encargaría de hacerla feliz día con día, sin embargo todos alguna vez hemos sufrido por esta locura llamada amor….
