Shingeki no kyojin no me pertenece, gracias a las diosas, porque la historia de la llama asesina es genial por la trama, y quizás yo terminaría echándola a perder con tanta cursilería.

Debo advertirles que voy al corriente con el manga, e incluso he visto las OVAS, por lo que aquí aparecerán personajes que no se ven en la primer temporada del Anime, y quizás haga leves referencias a los sucesos posteriores, por lo que quizás no querrás leer este fic si no vas al corriente con el manga ya que podría contener spoilers.

Y también les comento que pese a que Levi sale en el fic, únicamente será amigo de Hanji, respeto los gustos de cada quien pero yo no puedo escribirlos como pareja.

Muchas gracias a los que se quedarán, y a los que no también les agradezco por darse la oportunidad de ojear mi historia.


Erdia, "el país de los Muros", conocido así por sus tres muros de cincuenta metros de altura, esos que habían existido desde siglos atrás, cuando el país vecino amenazaba con guerras, y los tsunamis amenazaban con inundar la zona sur del país. Y ahora que ya no estaban tan latentes ese tipo de peligros, los muros seguían allí.

La presente historia comienza en Karanese, Distrito Exterior Este del Muro Rose. Una adolescente arrastraba su maleta de rueditas mientras se despedía de la que durante toda su vida había sido su casa. Su padre había obtenido un mejor trabajo al centro del país, así que tendrían que mudarse.

Cuando entró en el auto, se puso sus audífonos para escuchar aquellas canciones que escuchaba su madre cuando vivía. Todo para ignorar la plática idiota de sus tres hermanastros sentados a su izquierda, a su madrastra que se quejaba de todo desde el asiento de copiloto, y para ignorar esa sensación de que algo malo pasaría.

Durante horas miró el paisaje sin realmente ver, sumergida en su mundo, imaginando que la cantante en realidad era su madre, dando esos conciertos que hacía cuando limpiaba la casa.

—¡Hanji! —Semejante grito de su padre, hizo que le escuchara incluso con todo el volumen del reproductor.

—¡¿Eh?! —Balbuceó la adolescente volteando y quitándose los audífonos. Presintiendo un regaño, por la expresión de su padre dedujo que le había estado hablando varias veces.

—Te digo que bajes a preguntar qué dirección debo tomar para llegar a la Capital —Ordenó el padre. La adolescente tardó un par de segundos en notar que el carro estaba detenido.

—Sí, papá —Declaró cuando comprendió la petición. Abrió la puerta, bajó del vehículo, y se acercó al hombre que atendía una tienda.

Hanji estaba entretenida escuchando las explicaciones del hombre, por lo que no notó cuando su padre salió del vehículo acercándose a la cajuela, sacando su maleta mientras le metía un sobre en una de las bolsas del costado. Ella se giró hasta que su padre ya había entrado de vuelta en el vehículo, y comenzaba a arrancar.

—¡Papá! —Gritó la adolescente. Tomó su maleta para arrastrarla mientras corría intentando alcanzar el carro— ¡Papá! —Llamó varias veces, pero su padre no se detuvo. El hombre suspiró cuando pudo llegar a la carretera, puesto que el vehículo no había podido alcanzar su máxima potencia en esa calle de baja velocidad, y jamás miró hacia atrás, no vio cómo su hija se había roto en llanto cuando notó que no podría alcanzarlo— ¡¿Pero… qué pasó…?! ¿Por qué… me ha dejado? —Se preguntó entre sollozos, incapaz de decir una oración completa.

En unas horas anochecería, y la adolescente aun no alcanzaba a razonar sobre los peligros que podría enfrentar sola, por ahora solo se lamentaba porque su padre le había dejado, solo tenía cabeza para eso, ni siquiera se daba cuenta de que estaba siendo observada a lo lejos.

—Le han dejado —Murmuró un chico rubio.

—Definitivamente —Dijo otro de cabello negro.

—Oye, hermano —Inició una pelirroja, dirigiéndose al de cabello negro— Deberíamos de...

—No, no, no y no —Le interrumpió el aludido— Ya sé lo que me ibas a decir pero no.

—Levi —Inició el rubio— Yo sé que la casa es tuya, y tú decides a quien le abres la puerta o no, pero entre relegados debemos ayudarnos, somos los únicos que nos comprendemos.

—Sí, hermano —Agregó la pelirroja— Además es una chica… Si un hombre la ve sola podría intentar hacerle daño —Declaró mientras hacía una mueca. Levi no necesitó escuchar más, sabía bien lo que la pelirroja quería decir y lo que realmente podría pasar.

Suspiró antes de hablar.

—Ya que —Espetó Levi. Le habían convencido, pero aun así fingía molestia mientras se acercaba seguido de sus amigos— Oye, cuatro ojos —Llamó, en tono brusco. La joven volteó, sus mejillas estaban empapadas.

—Ven con nosotros —Le dijo Isabel en tono amistoso tomándole la mano, mientras Farlan le quitaba la maleta de la otra.

Hanji estaba como ida, así que solo se dejó guiar.

Al llegar a la casa, la pelirroja le dio un recorrido por todo el lugar, le hablaba con dulzura, aunque Hanji ni le escuchaba, le seguía por inercia, sin poner atención.

—Y por último esta es mi habitación… —Dijo Isabel— Bueno, nuestra habitación… —Recompuso— Acá tengo espacio para que pongas tus cosas —Le habló mientras abría las puertas de un ropero.

—Isabel —Llamó Farlan, su voz se escuchaba lejana— Vengan al comedor.

—Vamos —Dijo la pelirroja tomándole la mano.

Hanji se sentó ante la mesa, comenzando a asimilar lo que había pasado. La pelirroja era muy amigable, se llamaba Isabel, lo sabía porque así había escuchado que le llamaban; el rubio le pareció serio cuando este le acercó unos bocadillos; y el de cabello negro tenía la cara de ser alguien muy difícil de tratar, o esa impresión le dio cuando este pasó a su lado para dejarle delante una taza de té. Sin embargo, aun cuando los chicos no eran tan amigables como Isabel, ellos le habían ofrecido un lugar donde quedarse, por eso se propuso tratarlos con amabilidad.

Su vida había cambiado de un minuto a otro. Horas atrás viajaba a la Capital, y ahora, unos desconocidos le habían ofrecido dónde quedarse.

De pronto la pelirroja le habló.

—Yo me llamo Isabel, él es Farlan, y él es mi hermano Levi —Dijo señalándolos respectivamente— ¿Y tú cómo te llamas?

—Hanji.

—¡Qué bonito nombre! ¿Te lo puso tu mamá?

La adolescente de cabello castaño asintió, sintiéndose miserable.

«Si tan solo ella siguiera con vida» Razonando que de ser así, su madre no habría permitido que le abandonaran en quién sabe dónde.

—¿En dónde estamos? —Preguntó Hanji sorprendiendo a sus interlocutores con lo absurda que les parecía la pregunta.

—¿No sabes dónde estás? —Inquirió Farlan.

—No. Es que, nos estábamos mudando de casa —Explicó— Se supone que íbamos hacia la Capital. Venía admirando el paisaje, aunque en realidad no sé ni en dónde estoy.

—Estás en Stohess, Distrito Exterior Este del muro Sina.

—Eso significa… —Razonaba Hanji en voz alta— Que si voy al oeste llegaré a la Capital.

—¿Piensas ir tras tu padre? —Inquirió Farlan, por supuesto que lo dedujo, pero le sorprendía que Hanji pensara seguirlo.

—¿Qué se supone que haré si no voy tras él? —Espetó Hanji.

—Seguir con tu vida —Dijo Levi con tono frío— Piensa que quizás te irá mejor sin él.

Algo se rompió en Hanji al escuchar eso.

—¡¿Cómo te atreves a decirme eso…?! —Espetó molesta poniéndose de pie. Olvidando el trato amable que se propuso tener cuando ellos le ofrecieron un lugar dónde vivir— No te metas en mis asuntos, ni siquiera me conoces, si tanto te molesta que me quede…

—Tranquila, Hanji —Pidió Farlan poniéndose de pie para colocar una mano en su hombro y calmar su rabia, su semblante estaba tan tranquilo que ella no encontraba motivos para contestarle algo.

—No lo dije para molestarte —Declaró Levi, sorprendiéndola por el tono indiferente que usaba— Fue solo una sugerencia —Ella iba a contestarle algo más, pero Isabel le ganó la palabra.

—Sé que no lo conoces —Declaró la pelirroja refiriéndose a Levi— Pero la verdad es que mi hermano es buena persona —Hanji también miró el semblante amable de la otra chica, decidió no desquitar su rabia con los otro dos si el motivo de su molestia era Levi— Además nosotros te comprendemos.

—No creo que lo comprendan —Dijo con convicción, aunque siendo suave con el rubio y la pelirroja— Mi vida ya había sido dura desde antes.

Hanji, terminó hablándoles acerca de la muerte de su madre cuatro años atrás, luego de haber durado meses agonizando. También les habló del duro trato que había recibido de su odiosa madrastra, y de sus hermanastros, aunque a estos no les odiaba, porque consideraba que no tenían la culpa de ser unos niños malcriados.

Luego vino el turno de Hanji, de escuchar la trágica historia de cada uno de los presentes en esa casa.


Un par de años antes…

Farlan y Levi transitaban los barrios bajos del Distrito Subterráneo cuando escucharon los gritos de una niña. Se acercaron y la escena que vieron los enardeció: Un tipo forcejeaba con una chiquilla queriendo quitarle el pantalón.

—¿Qué hacemos, Levi?

—No estarás pensando irte sin más, ¿o sí?

—No. Solo te pregunto que cómo lo hacemos.

—Yo lo distraeré —Decidió— Tú llévate a la mocosa al mercado, los alcanzaré allá.

Farlan no se sentía del todo seguro del plan de su amigo, pero tampoco había tiempo para pensar, así que el rubio decidió obedecer.

Levi saltó sobre el tipo, dándole repetidos golpes mientras Farlan tomaba a la chiquilla consigo. El rubio confiaba en que su amigo estaría bien, lo había visto pelear con varios tipos a la vez saliendo prácticamente ileso. Aunque su carrera se detuvo abruptamente unas cuadras adelante, había escuchado un balazo, justo en la dirección de donde había dejado a Levi.

Farlan se debatía entre ir al mercado, o asegurarse de que su amigo estuviera bien, además en todo caso debía de llevarse a la chiquilla consigo, quien le había seguido sin dejar de llorar.

—Les dije que se fueran al mercado, ¿qué demonios están haciendo aquí? —El rubio sintió que el alma le volvió al cuerpo cuando escuchó la voz de su amigo, volteó a verlo, le sangraba levemente el brazo, pero estaba bien.


Levi tenía una herida de bala burdamente tratada por Farlan, aun así no dejó de intentar consolar a la chiquilla que dijo llamarse Isabel, quien le contó que había sido vendida como mercancía al hombre que había intentado quitarle los pantalones. Pero la pelirroja, en la inocencia de sus doce años, había pensado que el hombre había querido darle unas nalgadas porque le había encontrado luego de haber intentado escapar. Ninguno de sus interlocutores quiso aclararle los repugnantes deseos del hombre, prefirieron dejarlo así.

Al final, el de cabello negro le envió a dormir diciéndole que mañana saldrían a la superficie.

Farlan se sorprendió de eso, no salían con frecuencia y justo habían regresado de allá, pero de todos modos se alegró.

—¿Me lo prometes? —Preguntó con ilusión la pelirroja de doce años

—Sí, sí… y ya límpiate esos mocos —Dijo Levi visiblemente asqueado, para posteriormente darle un pañuelo y acariciarle la cabeza con tosquedad.

Y la salida a la superficie se realizó, aunque no como se había planeado: Al amanecer habían ido a apresar a Farlan y a Levi. Isabel al haber agredido a un oficial, había terminado compartiendo el mismo castigo que sus nuevos amigos.

Su captura debía estar bañada en la más pútrida de las corrupciones, la Ley de la superficie no era aplicada en el subsuelo, la Policía Militar ni siquiera bajaba, y ahora lo había hecho, para ir a capturar a unos adolescentes, bajo las órdenes de Nicholás Lobov, el comprador de Isabel. Claro que la compra de personas era una práctica ilegal, pero habían sido detenidos bajo falsos cargos.

Los trámites e interrogatorios se habían extendido por días. Levi y Farlan, a pesar de estar en una celda distinta a la de Isabel, le habían consolado cuando supieron de la muerte de la madre de la pelirroja, esa que había ocurrido unas horas después de que Isabel hubiera sido vendida, la causa de muerte: Insuficiencia cardiaca atribuida a la preocupación por su hija.

Farlan y Levi había recibido golpes luego de negarse a firmar la falsa confesión para inculparlos por crímenes que los enviarían a la cárcel de menores, y a Levi se le agregaron golpes ya que no había dicho su apellido, no lo sabía, o no lo recordaba que su madre lo hubiera mencionado, y no podían recurrir a ella ya que había fallecido una década atrás. De cualquier forma daba igual, el apellido no importaba en el Distrito Subterráneo, saberlo no te daría de comer. El de cabello negro también recibió más golpes cuando incluso esposado, logró hacerle daño al oficial que había forzado a Isabel a que plasmara sus huellas en la declaración que la inculparía, y usaron sus huellas porque Isabel no sabía leer ni escribir.

—Qué vergüenza —Había dicho Levi más tarde— Si salimos de aquí tendré que enseñarte a leer y a escribir. No puedes ir por la vida siendo una ignorante.

—Pero tú ignoras tu apellido —Le había dicho Isabel.

—Tsk… No hay forma de que lo sepa, era un crío cuando mi madre murió, y no conocí a ningún otro familiar.

—No te preocupes —Dijo la pelirroja— ¡Te adoptaré como mi hermano mayor! De ahora en adelante usarás mi apellido, serás conocido como Levi Magnolia —Y el aludido sonrió, no efusivamente, pero la sonrisa se notaba aun en las penumbras del lugar.

Farlan se sorprendió, porque nunca había visto a sonreír a Levi, y definitivamente no estaba acostumbrado a hacer ese gesto porque la cara se le deformaba en un extrañísimo rictus.

La puerta principal de los calabozos de pronto se abrió, dando paso a la mujer que los sacaría de allí, dijo ser enviada de Kenny.

Minutos después ya estaban fuera de sus celdas, sin grilletes, y pudiendo transitar los pasillos sin recibir amenazas de cada policía. La oficial Anka Rheinberger era quien había ido a sacarlos de las celdas, por ahora los había guiado a su oficina para ofrecerles té y galletas, mientras aclaraban las cosas.

—Esos bastardos hicieron que Isabel plasmara sus huellas en una declaración —Escupió Levi.

—Los cargos serán retirados —Dijo la oficial— Isabel y Farlan podrían regresar al Distrito Subterráneo.

—¿Solo ellos dos? —Preguntó Levi— ¿Qué pasará conmigo?

—El señor Kenny ha pagado tu ciudadanía en la superficie —Dijo la mujer, mientras le daba un carnet que el adolescente tomó entre sus manos para asegurarse de que le estuviera diciendo la verdad— También me ha encargado que te guíe al que será tu nuevo domicilio.

Levi cambió su eterno gesto de indiferencia por uno de sorpresa, disimuladamente se pellizcó un brazo para asegurarse de que no soñaba: Los nativos del Distrito Subterráneo no podían permanecer en la superficie, únicamente salían pagando costosos peajes, pero posteriormente tendrían que regresar, o serían perseguidos hasta matarles o hacerlos volver. Y la ciudadanía en la superficie para los nativos de los subterráneos era algo demasiado costoso, imposible para la pobreza en la que vivían la mayoría de sus habitantes, y sin embargo, ahora tenía un carnet que le permitiría permanecer arriba.

—Eres afortunado de que tu protector hubiera pagado tu ciudadanía en la superficie —Dijo Farlan sin molestia en la voz, provocando que el corazón de Levi se encogiera— Espero y nos dejes permanecer en nuestra antigua casa —Por supuesto que el rubio hablaba en plural, refiriéndose a sí mismo, y a Isabel.

—Te extrañaré mucho, hermano —Declaró la pelirroja rompiendo en llanto, pero feliz por Levi.

Y el de cabello negro, anonadado se dio cuenta de que sus amigos se estaban despidiendo.

¡No! Levi no quería quedarse en la superficie si eso significaba estar sin su colega, su amigo, su camarada y su igual. Y aunque podía confiar en que Farlan cuidaría de Isabel, tampoco quería dejar a la pelirroja, no ahora que ella le llamaba hermano, no cuando había decidido protegerla. Además reflexionaba que si volvían al subterráneo, Nicholás Lobov podría buscar venganza, y no podría protegerles estando tan lejos.

Levi se había quedado sin habla hasta notar que sus amigos hacían el ademán de irse, eso fue lo que le hizo tomar una decisión.

—Esto me permite permanecer en la superficie —Dijo Levi, entregando el carnet a la oficial— Pero no hay documento que me impida quedarme en el Distrito subterráneo —Sus interlocutores presentían lo que diría, pero no podían creerlo— Dígale a Kenny que no pienso dejar a mis amigos atrás —Diciendo esto, salió de la habitación jalando del brazo al rubio y a la pelirroja.

—¿Pero qué estás haciendo? —Bramó Farlan cuando recuperó el habla.

—Te volviste loco, hermano —Agregó Isabel.

—Locos están ustedes por creer que se librarán tan fácilmente de mí —Respondió Levi.

Salieron de la estación, sintiendo molestias en los ojos debido a que recibían de lleno la luz solar y no estaban acostumbrados, sobre todo Isabel. Pero de pronto ella y Farlan recordaron lo que su amigo acababa de hacer y comenzaron a alegar al respecto. Pero Levi, no se retractaba.

—Ya no jodan con eso, ¿quieren? —Dijo el de cabello negro metiendo las manos en las bolsas ocultas del pantalón —Estoy asquerosamente sucio después de tantos días en detención, pero supongo que podremos bañarnos más tarde —Eso sorprendió a Farlan, puesto que sabía lo obsesivo que era Levi con la limpieza, sobre todo tratándose de su cuerpo— Por ahora busquemos comida de verdad —Dijo mostrando unos billetes que había sacado de su pantalón.

Isabel había aceptado ir a comer en seguida. Farlan no hubiera querido ir a comer tan pronto. Claro que tenía un hambre como la que hacía años no sentía, pero antes habría querido aclarar las cosas con Levi, convencerlo de que estaba cometiendo un error. No se sentía cómodo sabiendo que su amigo había rechazado una vida en la superficie por ellos, pero cuando nuevamente le vio sonreír mientras Isabel le decía emocionada las cosas que fantaseaba comer, se dio cuenta de que sería una canallada no dejarlo decidir estar con ellos, quizás Levi no quería estar en la superficie si tenía que estar solo. Y aun cuando entendía sus motivos, tenía ganas de estrangularlo.

Farlan propuso ir a un lugar donde daban desayunos deliciosos y completos, aquel al que iban con frecuencia porque les gustaba el trato amable que recibían, tanto que recordaba al calor de un hogar. Y allí estaban, desayunando mientras él leía un periódico que había adquirido. Algo que se le había hecho costumbre desde la primera vez que él y Levi pagaron un peaje al exterior.

—Oye, hermano —Preguntó Isabel— ¿Quién era ese Kenny del que tanto hablaba la oficial que nos sacó de las celdas? —Farlan se preguntaba si Levi respondería, para su sorpresa, sí lo hizo.

—Era una persona con la que viví luego de la muerte de mi madre, un día se fue y no volvió, desde entonces yo había estado cometiendo pequeños robos. Ignoraba que Kenny me dejaba dinero donde yo lo guardaba. Hace tiempo Farlan fue quien se dio cuenta de que había efectivo de más, y entre los billetes encontró una nota de Kenny, donde me llamaba idiota, y también me decía que no era necesario que robara porque me dejaba dinero de vez en cuando —Reflexionó— Me pregunto en qué cosa estará metido, mira que poder pagar mi ciudadanía en la superficie.

—Yo tengo una teoría que entre más la pienso, más lógica me parece —Dijo Farlan, Levi le asintió para que hablara— Creo que Kenny está metido en la Policía Militar.

Levi dio un bufido sarcástico.

—Kenny entre borracheras decía que había matado a cientos de Policías Militares, y era una mente maestra para cualquier acto ilícito que se propusiera —Declaró Levi con Frialdad— Si Kenny hubiera entrado a la policía militar, estaríamos ante la mayor ironía de la historia.

—Ese tipo es tan corrupto como la Policía Militar, por lo tanto, no es ironía —Declaró Farlan, y Levi le dio la razón.

Pagaron la cuenta, y cuando habían comenzado a salir fueron interceptados por la oficial Anka Rheinberger.

—Ya le dije que no pienso dejar a mis amigos atrás —Declaró Levi antes de que ella hablara. Por respuesta, la mujer le puso algo en la mano, algo que Levi identificó como su carnet de ciudadanía. A punto estaba de regresarlo cuando se dio cuenta de que en realidad no era solo un carnet, sino tres. Rápidamente los ojeó, leyendo los nombres: Isabel Magnolia, Farlan Church y Levi Ackerman.

El adolescente de cabello negro leyó el apellido que tenía su carnet, no había forma de saber si ese era su apellido real, o algún invento. De cualquier modo no importaba, lo único que le interesaba era saber que podría permanecer en la superficie acompañado de sus amigos.

Levi entregó los carnets a Farlan, cuando este los vio no pudo evitar reír de júbilo, explicándole a Isabel ya que esta no sabía leer.

—El señor Kenny me pidió entregarte esto —Dijo Anka, Levi vio que era un sobre, lo recibió y lo abrió para leerlo.


Enano.

Como sabes los cargos fueron retirados, yo mismo le advertí a Nicholás Lobov que te dejara en paz, pero no podía confiar en él, después de todo, no puedes confiarte del honor de un criminal. Por eso te pagué la ciudadanía en la superficie, para asegurarme que estarías fuera del alcance de esa rata. Espero que tus amiguitos valgan la pena, mira que me salió muy caro tu caprichito.

Te advierto que esto no es el Distrito Subterráneo, aquí si cometes un crimen y te descubren serás detenido, y no pienso sacarte de los aprietos cada que se te ocurra, solo lo hice por esta vez, porque supe que ni tú ni tus amigos habían hecho nada de lo que se les acusaba. Te estoy dando la oportunidad de elegir tu forma de vida, no hay necesidad de que hagas nada ilícito para sobrevivir, incluso podrías estudiar una profesión, no te preocupes por los costos, seguirás recibiendo dinero de mi parte.

No creas que esto es un sermón, finalmente la decisión es tuya, yo solo te doy opciones, para que vivas como quieras vivir, y para que no mueras en la misma miseria que tu madre.

Te conseguí una casa en Stohess porque no quisiera encontrarte por casualidad en la Capital, y estoy seguro de que tú tampoco querrás encontrarme.

Pórtate bien, enano. Y si te portas mal, más te vale que nadie se entere.

Kenny.


—Luego de eso, la oficial Anka nos acompañó de pasada a la Ciudad Subterránea para recoger unas cuantas cosas, además del dinero que teníamos allá —Explicaba Levi— Quisimos bañarnos pero ella no lo permitió, dijo que nos diéramos prisa, que más tarde nos dejaría bañarnos en los vestidores de la estación. Cumplió su promesa, antes de hacerlo recordamos que Isabel no tenía ropa más que la puesta, sus prendas habían quedado en la casa de su comprador. Yo le presté un cambio de ropa, y Anka le consiguió ropa interior, más tarde pasamos a una tienda de ropa para comprarle a Isabel, luego nos trajeron en un vehículo de la Policía Militar a esta casa, y desde entonces estamos aquí. La oficial de vez en cuando nos visita.

Hanji había escuchado la infancia de los tres, de cómo era que Levi y Farlan habían visto enfermar y agonizar a sus madres, de cómo se habían conocido los tres, y una breve explicación de que Farlan y Levi ya habían estado viviendo juntos desde antes de conocer a la pelirroja. Hanji había terminado tragándose sus palabras, esas que había escupido pensando que ninguno podría comprenderla en su sentimiento de abandono, ¡pero claro que le comprendían! Y de hecho se sintió avergonzada de haber llorado tanto contando su propia historia, puesto que la vida en el subterráneo era muchísimo más dura: Allá no existían las escuelas a las que tanto había soñado asistir a pesar de que durante muchos años la educación estuvo prohibida para las mujeres, pero ella al menos tuvo ese sueño, mientras que en el subterráneo no tenían ni eso. No. Allá parecía imposible permitirse soñar. No había electricidad. Las medicinas eran tan caras que la mayoría de gente moría por no poder pagarlas. Era más fácil conseguir una botella de alcohol que una cubeta de agua limpia. Era vivir con la angustia encima, el terror de pescar una enfermedad, de ser robado o golpeado en un mundo dónde no existía la ley, de vivir sin conocer el cielo ni las estrellas, vivir entre el agua estancada y el techo.

Definitivamente no podría mantenerse con vida ni un solo día si llegara a ir.

—Ahora entiendo por qué son tan unidos —Comenzó Hanji— Además de haberse criado en la dureza de la misma ciudad, cada uno ha sufrido el abandono de la figura paterna —Se dio cuenta de que Levi iba a decir algo, pero se le adelantó— Si bien Kenny no era tu padre, ha sido lo más cercano que has tenido —Y él no pudo refutarle nada.

—Sí, bueno —Dijo Farlan— Pero Levi no tiene de qué quejarse, ojalá mi padre me hubiera estado enviando dinero luego de abandonarnos a mí y a mi enferma madre —Dijo con algo de sarcasmo— O cuando menos me hubiera dejado algo de dinero cuando se marchó —Hanji por un segundo quiso regañarlo por menospreciar la soledad que Levi seguramente habría sentido, pero este le pidió no hacerlo con una disimulada seña.

Bien, no regañaría a Farlan, pero tampoco se quedaría callada.

—Creo que el dinero no compensa la falta de la figura paterna, a un padre no se le necesita solo en lo económico, sino también en lo emocional y lo moral.

—Piensas así porque toda tu vida has vivido en la superficie, pero en el distrito subterráneo es común crecer sin padres —Declaró el rubio.

—Supongo que en parte tienes razón —Dijo Hanji— Quizás tenga que resignarme a seguir mis planes lejos de mi padre —Levi reprimió un bufido, la imbécil seguía sin entender su situación.

—¿De qué planes hablas? —Inquirió Farlan, y su rostro se iluminó antes de responder.

—Planeo iniciar la preparatoria en el siguiente ciclo escolar. Apenas validé la educación primaria. Se suponía que la secundaria la tramitaría en el lugar al que nos íbamos a mudar pero, bueno, ya saben por qué estoy aquí —Explicó, esa era la situación actual de muchas mujeres ya que durante una década se había prohibido que estas asistieran a las escuelas, y quienes habían estudiado, lo habían hecho de manera autodidacta o instruidas por algún familiar. Hanji había sido educada por su padre. Y desde hacía pocos meses, la educación había vuelto a ser permitida para las mujeres, así que en lugar de cursar todo lo que ya sabía, había facilidades para que presentara exámenes y validara sus conocimientos, y regularizarse en el siguiente ciclo escolar.

—Entonces tienes conocimientos previos —Afirmó Farlan, ella asintió— La misma ley que te prohibió estudiar por ser mujer, también prohibía los estudios para los nativos de los subterráneos, incluso para nosotros que tenemos la ciudadanía en la superficie desde hace dos años. Y ahora que la ley se anuló, tenemos planeado estudiar la preparatoria. Levi y yo hemos validado la educación primaria, el lunes iremos iniciar el trámite para validar la secundaria, así que puedes venir con nosotros.

—¡Eso sería genial! —Dijo Hanji, ante la idea de avanzar un paso más hacia su más grande sueño, aunque de pronto captó que algo faltaba— ¿Qué hay de Isabel? —Dijo mirándola.

—El trámite lo llevo más atrás que ellos puesto que mis conocimientos previos eran menores, de hecho no sabía leer cuando les conocí —Explicó Isabel— Ellos me enseñaron.

—Es cierto —Pensó Hanji en voz alta, recordando que durante su detención a Isabel le habían hecho plasmar sus huellas porque no sabía leer —Pero Isabel ya debería entrar al siguiente año escolar a la preparatoria, ¿o acaso se retrasará un año?

—No —Dijo Levi— Isabel podrá entrar con nosotros, la nueva ley de educación dice que los estudiantes que inicien en este ciclo escolar, tendrán hasta noviembre para entregar la documentación que acredite su educación previa, de hecho varios estudiantes estarán condicionados a eso, puesto que la ley no tiene más de un ciclo escolar y los nuevos estudiantes se multiplicaron por todos lados.

—¿Y ya han pensado a qué preparatoria quisieran entrar? —Preguntó Hanji.

—Aun no hacemos el trámite de la secundaria, ¿qué caso tiene pensar a qué preparatoria entrar?

—Deben saber que el periodo de preinscripción iniciará en marzo, es mejor aprovechar desde que se inicie el periodo, así no habrá filas y habrá tiempo de buscar la documentación que pudiera faltar, aunque —Sonrió ampliamente— ¡A mí no me falta nada…! Hace poco acompañé a mi padre a un viaje a la Capital, y entonces me le escapé para conseguir un folleto con el listado de Preparatorias del Muro Sina. Creyendo que viviría en la Capital, aproveché para ir a la preparatoria a la que se suponía que entraría para pedir requisitos, y ya tengo la documentación recopilada, supongo que es la misma documentación que me pedirán aquí. Deberíamos ver el folleto, también deben aparecer las escuelas de Stohess.

—Es verdad —Dijo Farlan— Ve a traerlo.

—Sí —Comentó Hanji, poniéndose de pie y yéndose al cuarto sonriendo ilusionada, cuando regresó le notaron que venía decaída, con lo que identificaron como el folleto en una mano, y en la otra traía un sobre.

—Hanji… —Inició Isabel, deteniéndose ante la mirada severa que Levi le dio. El sobrino de Kenny supo que la pelirroja iba a preguntarle si estaba bien, pero obviamente no era así.

La adolescente de cabello castaño se sentó y le entregó el sobre a Farlan. El rubio sacó su contenido: algunos billetes y una hoja.

—«Lo lamento, Hanji. Pero si tienes tantas ganas de estudiar, sé que encontrarás la manera» —Leyó el rubio, luego contó el dinero— Son dos mil kyojins.

Durante un par de minutos nadie dijo nada, Levi únicamente se levantó para servirle más té a Hanji, ella lo notó, fue entonces cuando recordó que Isabel se había referido a él como buena persona, en ese momento estuvo de acuerdo. Levi no había querido estar en la superficie sin sus dos amigos, y aun sin conocerla tenía buenos gestos con ella, porque el darle más té lo interpretó como la forma en la que él tenía de ofrecerle consuelo y apoyo por la nota de su padre.

Finalmente Hanji habló.

—Mi padre en algo tiene razón: Encontraré la manera de estudiar… No voy a buscarlo, y si algún día lo hago, será para demostrarle que pude graduarme de una profesión sin su apoyo.

—¡Así se habla! —Bramó Farlan.

Cuando terminaron de hablar, prácticamente era la hora de la cena. A modo de bienvenida, Levi le pidió a Farlan que trajera pizzas, y mientras él y la pelirroja fueron por ellas, Hanji se acercó a Levi.

—Lamento haberme puesto tan agresiva contigo —Se disculpó la chica.

—Da igual —Respondió con indiferencia.

—Levi… ¿Qué quisiste decir cuando dijiste que me iría mejor sin mi padre?

—Exactamente eso. ¿Para qué quieres estar al lado de la escoria que te abandonó? —Hanji no supo qué responderle, sabía que Levi tenía razón, aunque le sorprendía la dureza con la que él hablaba. Luego reflexionó que él no la tuvo fácil, con tan solo doce años, Levi fue abandonado en medio de una pelea callejera en la que su protector le había obligado a participar, cuando volvió a su casa, únicamente había encontrado una breve nota.

«Te irá mejor sin mí» Ese había sido el mensaje de Kenny.

Y él estuvo solo un tiempo antes de que Farlan comenzara a vivir en su casa. Hanji se sentía afortunada de haber sido acogida por ellos, de haber sido recibida sin que antes hubiera dormido en las calles en medio de la más absoluta soledad. En ese momento reiteraba que ella no había sufrido nada en comparación a ellos. Y pensaba, que aun cuando Levi fingiera indiferencia cuando hablaba de Kenny, este hubiera preferido estar a su lado, en lugar de tener las comodidades que tenía, pero lejos de él. Pensó en preguntarle qué hubiera preferido, pero Farlan e Isabel llegaron con las pizzas, y no quiso tocar ese tema delante del rubio, que no parecía darle importancia a la soledad que Levi seguramente había sentido.

Luego de la cena, Farlan se dirigió a Hanji.

—¿Has escuchado al cuarteto "la caída del muro"?

—No, ¿por qué?

—Bueno, veras… Nos sentimos identificados con una canción del último disco que sacaron —Explicó antes de poner esa canción, esa que cantarían una y otra vez durante el resto de la noche, esa que hablaba de la traición y abandono de alguien importante, de esa persona en la que creías que siempre estaría para ti, más sin embargo un día te abandonó. Alguien de quien dependían, alguien de quien nunca lo hubieras esperado, alguien que te abandonó para nunca volver, y que semejante cosa debió haberte destrozado, y sin embargo seguiste con tu vida.

—El hombre que me traicionó y me abandonó —Cantaban a coro los cuatro, luego simularon ser quienes interpretaban el solo de guitarra al final de la canción.


Continuará…


Gracias, gracias, gracias a los que llegaron hasta acá. Esta será de las primeras ideas de SNK que vean la luz. Mi idea original era hacer un AruAni (Armin x Annie) escolar, pero pensando en meter una pareja secundaria surgió un Hanji x ….? No, no es Levi. Luego se sabrá. El punto es que comenzando a idear la historia, el AruAni se volvió demasiado esporádico, y por lo mismo decidí hacerlo en un fic aparte.

Aprovecho para desearles feliz navidad, y próspero año nuevo. Y también para comentarles que tengo una página de Facebook que se llama "Por los que leemos fanfics de shingeki no kyojin", pueden pedirme promocionar sus fics por aquellos lados.

Por ahora quizás pareció exagerada la clasificación, pero luego podrían tocarse temas más "adultos".

Sobre el sistema educativo que estoy manejando, es más o menos como en mi país, lo explico por las lectoras que no son de México. Tengo entendido que la educación en Chile está así: Párvulos es de 3-5 años, básica de 6-13, media de 14-17, y superior es la universidad. Entonces sería equivalente a que los chicos de mi fic entraran a estudiar la educación media. Y en Argentina tengo entendido que la secundaria abarca seis años, acá en México abarca tres años, y otros tres años de algo que se llama Preparatoria.

El universo que estoy usando es alterno, mucho tiempo me pregunté sí debía poner los muros o no, ya que aquí no existen titanes, al final decidí dejarlos para respetar un poco de la esencia de la serie, a modo de división. Y porque la justificación de guerras con reinos vecinos, la tomé de un fic que leí, llamado "Al límite", un RirEn en curso.

La escena de Hanji siendo abandonada por su padre, originalmente solo sería mencionada, pero un día de pronto me dio por escribirla y la dejé.

En la animación manga del spin off de Levi, explican que la gente de la superficie pagaba peajes para salir, pero que a cada rato subían los costos, y que al no tener ciudadanía en la superficie, posteriormente eran obligados a regresar. Quise mostrar un poco de eso.

Nicholás Lobov es quien les pide matar a Erwin en el spin off de Levi. Aquí jugó un papel distinto, aunque de cierto modo parecido, en el sentido de que es por él que terminan saliendo a la superficie.

En el manga, Levi le dice a Kenny "Me dijeron que mi apellido era Ackerman, ¿es cierto?", lo que me da la pauta de que en realidad Levi podría haber escuchado su nombre completo hasta la edad adulta, quizás cuando entró a la Legión alguien le llamó Ackerman y él no supo ni qué onda. Por eso puse que Levi ni sabía su apellido.

Entre el manga original nunca se ha visto a Levi ni escribiendo ni leyendo, pero en el manga de su spin off regaña a Isabel por no poder hacer simples sumas con rapidez, así que naturalmente tenía ciertos conocimientos, de hecho en la animación de la OVA, en la casa de Levi se ven libros. En la niñez reflejada en el manga original, se sabe que Kenny le enseñó a pelear, así que quizás este le enseñó a leer y a escribir, y podría haberle dado libros. No hay nada que nos asegure que no había escuelas en el distrito subterráneo, pero dudo que hubiera, y en todo caso, los niños aprendían los conocimientos de sus padres.

Anka Rheinberger, en la serie original, es la subordinada inmediata de Dot Pixis. Aquí la estoy poniendo como subordinada de Kenny, porque la que originalmente es su ayudante jugará un papel distinto. Luego la verán. Simplemente no podía dejar solo al Capitán Kenny.

En el manga original, Kenny únicamente "educa" a Levi, pensando que si él quería salir a la superficie, tendría que hacerlo por sus propios medios. Este es un universo menos cruel que él original, por lo que creo que aquí podría no tener la misma "crueldad" que muestra originalmente, sigue siendo tosco, pero aun de lejos se asegura que Levi está bien.

En la animación del manga de Levi, Farlan era quien administraba el dinero, o al menos Levi confiaba lo suficiente en él, como para dejarle repartir la paga entre sus cómplices, por eso puse que fue él quien se da cuenta que había dinero de más.

Decidí llamar "kyojin" a la moneda en este fic.

Sobre la escena de Hanji cantando con sus nuevos amigos, lo tomé de una explicación de la serie "mentes criminales", en la que se dice que de niños escuchamos la música que nuestros padres escuchan, pero al llegar a la adolescencia, comenzamos a escuchar otra música, a buscar nuestra propia identidad, y ese es el inicio de nuestra autonomía. Por eso al principio Hanji escucha las canciones que escuchaba su madre, y al final del capítulo le encantó lo que le mostraron, y eso le marcará para siempre, porque las canciones que nos gustan en la adolescencia, se volverán NUESTRAS canciones. Esas que nos llenarán de nostalgia toda la vida, y recordemos que la nostalgia está asentada en lo más profundo de nuestro cerebro.

Espero que el fic hubiera sido de su agrado. Se aceptan preguntas y comentarios por medio de los reviews.


Publicado el 18 de diciembre de 2016.

Corregido el 21 de diciembre de 2016.

(Creí que decir "castaña" en referencia a una mujer de cabello color castaño era correcto)