N/A: Esto lo escribí para mí porque me apetecía y me pareció bonico. ¡Pero hay que mirarlo por el lado bueno! Ahora pueden interpretar lo que les salga de debajo de sus camas. Lo que quiero decir es que no se preocupen si ven que es demasiado abstracto porque lo es.

Disclaimer: D. Gray-man es obra de Katsura Hoshino. Sí, lo sé, me llamo Yin y eso pero no soy japonesa ni se me ocurrió a mí primero la idea, gracias.


La leyenda del Alma y el Fantasma

Por: Yin Riench

En un lugar invisible para los ciegos ojos de los humanos existió un alma que vagaba entre mares de soledad, buscando a un ser afín a ella entre las sombras y los monstruos que la desgarraban.

Pasó mucho tiempo ahogándose. Tanto, pensó, que desearía haber nacido pez. Uno que pudiera alumbrar las oscuras aguas que la sobrepasaban y con una consistencia que pudiera soportar toda la presión. Y un día, encontró un ser similar a él.

Lo trajo la corriente del tiempo, desde muy lejos en el pasado. Oh, ¡qué alegría! ¡Qué felicidad! Coletear contra la corriente sería más divertido, más fácil y el mar y sus monstruos ya no darían tanto miedo. Ahora tendría quien mirara en la dirección opuesta para esquivar todos los corales afilados.

Oh, pero olvidó que sólo era similar a ella, no lo mismo. No era lo que estaba buscando.

Conflicto, aversión y, por un instante, lo odió. Un instante tan intenso que rompió con todo lo que había sido hasta ese momento. El pez desapareció de su naturaleza, ya no estaba en el mar y, bajo el cielo estrellado, caminó sobre las aguas.

La soledad lamía sus pies y los monstruos bajos las aguas todavía eran una amenaza.

No eran lo mismo pero eran similares. Izquiera y derecha, de algún modo, complementarios. Aquéllos estaban allá abajo y ellos dos aquí arriba. Ya no había tanto que temer.

Excepto al tiempo y a como parecían huír los días sin que hubiera nada más.


Tú naciste de una voz para ser un destructor. Nunca supiste qué significaban las palabras.

Tú eres un fantasma. Viniste a este mundo para ser el nunca tocado por sus adversarios.

Y tras esas palabras fuiste lanzado a un lugar frío en el cual no podías respirar, atrapado por los cambios de dirección, mareado y desorientado hasta que una mano te sacó de ellas. Esa mano tenía pegado un brazo y, al final de éste, se encontraba un alma. Desconfiado, la heriste pero después de tu tormenta vino su calma.

Te fuiste lejos, muy, muy lejos de lo que habías sido hasta ese momento. Derecha e izquierda, nunca se dio cuenta de que eran necesarios dos para recibir esos nombres. Y por mirar a los lados no te diste cuenta de que había algo más justo en frente.

Cuando los monstruos atacaron, herido, viste cómo destrozaban el alma. A través de tus ojos el dolor te paralizó la mente y sólo te recuperaste cuando algo se rompió en ti. Su muerte fue la tuya. O así lo sentiste porque ésa no fue la realidad.

Desde las profundidades del océano de soledad que se extendía bajo tus pies, la voz que te trajo al mundo habló:

Ahora has alcanzado la perfección, un fantasma en toda regla.

Pero el alma, ¿qué pasa con el alma?

Los fantasmas no tienen alma.

Y nada ni nadie podía perder aquello que nunca había obtenido ni conocido. Qué importaba ya, era una simple existencia que no deseaba pensar en sí misma. Procuró dejar el cielo arriba, muy arriba y acurrucarse en el fondo del océano, procurando mantener su mente ocupada en cada grano de tiempo que pasaba frente a sus ojos.


Y colorín colorado. Muchísimas gracias por leer~.