Los personajes de Twilight le pertenecen a Stephenie Meyer excepto los Oc's, hago esto sin fin de lucro solo por diversión… mi primer fanfic… espero les guste. Dejen reviews, se aceptan sugerencias.

Capitulo 1

Recorro los pasillos repletos de gente, tratando de ignorar sus pensamientos, intentando ahogar los míos en el mas profundo de los abismos. Ella hizo su elección, el problema es que yo no era el camino que decidió seguir. Debería sentirme feliz, Bella seguía siendo humana y viviría la vida que yo no podría darle, sin embargo este vacío que dejaba en mi marchito corazón sería difícil de llenar.

-Parece que al final su cara bonita no le sirvió de nada- Mike charlaba con unos de sus amigos durante la clase de biología- Prefirió al grandote ese de la reserva- me molestaba tener mis sentidos tan desarrollados en estos momentos- Aunque Bella no tenía por que irse.

Yo había pensado lo mismo cuando supe que se iría a la escuela de la reserva, me creía tan fuerte, pero la verdad es que no soporto el tenerla tan lejos y saber que es de otro su corazón, el solo pensar como sería tenerla aquí, la poca fortaleza que me quedaba se desmoronaba.

En casa todos están preocupados, intentando no pensar en el asunto, pero no pueden obligarse a olvidar más de 2 años con Bella a nuestro lado.

-Edward recuerda que tienes que ir a casar- Alice pensaba durante el "desayuno" en la escuela- si quieres…

-Gracias- asentí, era lo menos que podía hacer para que ella estuviera más tranquila, yo era su infierno en vida, cuando mi voluntad más flaqueaba pensaba en mil formas de terminar con mi existencia, debían ser imágenes terribles las que creaban mis momentáneas decisiones para que Alice se perturbara de tal manera.

Ya que por primera en vez mucho tiempo me preocupaba mas el distraerme que el por lo que podría pasar decidimos ir a cazar pumas, fuimos cerca de Alaska, supongo que tenía la esperanza de persuadirme y visitar a nuestra familia ahí.

-Solo cazaremos y nos iremos- todo el camino pensaba en ello, me adelante un poco en un intento por hacerle ver que mi decisión no cambiaría. Entonces un rastro llamó mi atención, era el aroma de un puma, aunque mesclado con algo más- ¿que demonios es esto?

Entonces lo vi, me quedé quieto entre los árboles esperando para sorprenderlo. Algo lo hizo voltear a mi dirección me miró a los ojos y comenzó a correr, no podía creerlo buscaba distracción y tan fácil la encontraba. Era un felino veloz sin duda alguna, más de lo que hubiera visto yo antes, pronto un puma más pequeño se le unió e intentó derrumbarme golpeando mis piernas.

-¿Intentas derrumbarme?- no podía creer lo que pasaba, esa no era la forma de actuar de ese animal- justo me vengo a topar con animales inteligentes- me rugió, detuvo su marcha y se me lanzó, parecía que se sentía insultado ante mis palabras antes de sentir el impacto Alice se interpuso entre nosotros.

-¿Que crees que haces?- me veía molesta, ¿es que acaso vio en este juego un pensamiento de muerte en mi?

-Me divierto, solo eso- otro puma aparecía a mis espaldas, era tan grande como el primero, me acechaban como si fuera su victima, mientras Alice manejaba al otro con cautela- vamos, juguemos un rato- sentía una euforia inexplicable al enfrentarme a esas criaturas, quienes respondieron al desafió al unísono.

Lancé a uno de ellos 8 metros a mi derecha de un solo golpe, mientras el otro se aferraba a mi brazo izquierdo incrustando sus colmillos en mi piel como si fuera un cuchillo clavado en la madera, lo golpee contra un árbol obligándolo a soltarme. Cuando mi iba a abalanzar sobre el algo me derrumbo, un puma mas pequeño que los 2 que me atacaban y que el que Alice detenía bajo su cuerpo estaba sobre mi.

Lo lancé con las piernas lo más lejos que pude, si hay algo que un vampiro no soporta es que interrumpan su comida, le mostré los dientes seseando en señal de amenaza, el parecía entender, no me miraba más tenía las orejas agachadas. Volví a lo mío el animal seguía en el suelo incapaz de moverse, ahí estaba mi presa, indefensa pero ese aroma en el aire me hacia sentir impaciente, era la sangre que me llamaba a calmar mi sed, un aroma tan delicioso que haría perder los estribos a cualquiera de los míos.

-Un animal no puede oler así- me decía a mi mismo, me respiración agitada hacia llegar aromas que durante la pelea no había notado, mas bien diferenciado, el aroma que me volvía loco no provenía del bulto a mis pies, si no de aquella criatura que en un intento por salvar a uno de los suyos me había derrumbado- ya basta solo mátalo y esto terminará.

Me lancé hacia la ya resignada figura en el suelo, pero una vez más algo se interpuso en mi camino, deteniendo mi ataque con su cuerpo, mi mordida la hacía rugir del dolor, lastimosamente se retorcía bajo la presión de mis garras y con horror la solté.

-¿Por qué?- mi hermana no podía creer lo que veía, un acto suicida sin duda no estaba en su naturaleza- que rayos…- vi lo que ella veía en mi cabeza, el animal bajo ella se transformaba en una mujer, la tomo del cuello y la lanzó contra los árboles resquebrajándolos, furiosa se dirigió a mi, el dulce sabor de la sangre se deslizaba por mi garganta, tan cálida tan… solté a mi presa.

-Maldito bastardo- la mujer pelirroja me levantó de suelo solo para apartarme del maltrecho cuerpo cuyos rugidos de dolor, poco a poco se transformaban en gritos.

-¡No!- se puso de pie, su cabello negro le llegaba hasta la cintura enmarcando un rostro perfecto, ovalado y unos ojos grises que miraba amenazantes- por favor no lo lastimen.

MI mente estaba demasiado confundida para entender nada, el bosque estaba en completo silencio, ni siquiera escuchaba los pensamientos de Alice, me sobresalté al sentir pasar a dos chicos altos de cabello negro por mis costados, apurados en sujetar a la que parecía ser la mas pequeña.

-Elisa- dijeron ambos al sujetar el peso de la chica cuando sus rodillas se doblaron- debemos alejarnos, estas herida- voltee a ver y entonces parecía que un espejo respondía a la voz de antes- Lo siento hermana…

-No- dijo con firmeza intentando sostenerse por su propia cuenta y fallando estrepitosamente.

-Ya basta- la mujer pelirroja la hizo callar- estos asquerosos chupasangre parecen estar en shock asi que debemos aprovechar nuestra única oportunidad…

-No- la escuche sollozar e involuntariamente busque su rostro, me sonreía y fue entonces cuando imágenes claras fueron apareciendo en su mente.

Un niño pequeño de ojos verdes gritaba su nombre, mientras ella se escondía detrás de un árbol, el parecía angustiado al no escuchar respuesta y cuando parecía a punto de llorar ella salió corriendo a su encuentro, abrazándolo y pidiendo perdón por hacerle sufrir así. Un remolino de imágenes aprecia una tras otra, siempre el mismo niño, iba creciendo poco a poco, cada vez la veía diferente, son una mirada mas soñadora. El bello rostro de ese chico sonriente y alegre junto al río me era tan familiar y de pronto esa belleza y luz desaparecieron, ella lloraba amargamente.

-Déjame ayudarle hermana- la mujer pelirroja negaba

-Lo siento Elisa, te advertí que enamorarte de un humano era doloroso- dos chicos vestidos elegantemente aparecieron en la habitación oscura, la pena se reflejaba en su rostro- tienes que despedirte de Edward es hora de marcharnos…

Edward, había mencionado mi nombre, fue entonces cuando caí en cuenta, todos esos recuerdos volvieron a mi, visos desde otra perspectiva, mis recuerdos, mi angustia al no encontrarla verla creciendo poco a poco, esa tarde en el río… sus gritos de desesperación al intentar quedarse a mi lado.

-¿Elisa?- sus ojos brillaron de alegría, yo no entendía como pude olvidarla así.

-Ed… agh- se sujetó el hombro- me quema- comenzó a retorcerse del dolor, mi veneno estaba haciendo efecto, sus hermanos la veían aterrorizados entendían en lo que ella se estaba transformando.