Acá les dejo mi segunda historia, pero esta si la voy a continuar jajaja. Espero no sean muy duros conmigo, también espero mucho reviews buenos de parte de ustedes :P. Ojala les guste. Saludos!
Pd: Esta es la intrducción, un poco aburrida tal vez, pero les recomiendo la lean.
Tres Etapas
1. Introducción.
Sus ojos miel se abrieron lentamente, acompañados de una hermosa sonrisa que parecía estar allí hacia ya varias horas. Pestañó unas cuantas veces, recién acababa de levantarse y no entendía muy bien lo que sucedía. Hacía ya unas horas que había llegado a Japón luego de una larga ausencia, 4 años para ser exactos, en los cuales estuvo habitando en los Estados Unidos. Seguía un poco confundida ya que todo había ocurrido muy rápido, de un día para el otro sus padres le informaron que viajaría a ver a sus amigos como regalo de cumpleaños número 18. Era tanta la felicidad de la castaña tras haber escuchado esa noticia que, siendo hoy 3 días después de cumplir los 18, la sonrisa no desaparecía aún.
Al partir, Mimi había dejado a todos sus amigos esperando que ellos nunca la olvidaran, por suerte, eso no había pasado. Es cierto que perdió contacto con varios de ellos, pero amigos de esos de los que nunca te olvidas, como Sora y Tai, seguían hablándose con ella dejando completamente de lado los miles de kilómetros que los separaba. Pero en este tiempo de distancia, la chica de ojos color miel se había hecho un nuevo amigo, aparte de los estadounidenses, ella se había amigado con alguien que jamás se hubiera imaginado. Yamato Matt Ishida, el chico con el que se vivía peleando de chica, el chico frío, muy inmaduro para ella, el típico niño bonito, rubio de ojos azules, ahora famoso gracias a su banda Teenaged Wolves. Con él, aunque sea difícil de creer, fue con el que más estuvo hablando después de su partida. ¿Cómo? Bien, Yamato vivía viajando de Tour, como era de esperarse, siempre pasaba por EE UU, su banda (de rock) es muy conocida mundialmente e idolatrados por todas/os. Cuando Mimi se enteró que irían por primera vez, se le ocurrió ir al recital, y luego de varios intentos, pudo verse con él. Desde ese entonces, cada vez que Matt iba a EE UU se encontraban en algún lugar, y todo lo que Mimi le pedía que llevara a sus amigos, Ishida con gusto lo hacia. De ese primer encuentro pasaron ya 3 años. Con el transcurso del tiempo, fueron hablando más y más hasta que se convirtieron en grandes amigos, confiaban mutuamente todos sus secretos, se hacían regalos y se visitaban seguido.(Vale aclarar que se visitaban cuando estaban cerca, es decir.. una distancia de Canadá a Mexico por así decir, no de EE UU a Japón, o sea, Mimi a Japón aún no había viajado sola nada más que porque sus padres no la dejaban.) Sigamos con la historia:
Se levantó lentamente de su cama, se dirigió al baño, hizo lo que toda persona hace cuando recién de despierta y luego se cambió. Estaba tan emocionada, había tantas cosas que quería hacer ese día pero el tiempo no le alcanzaría... Qué más da, tenía aún 3 meses para hacer todo con tranquilidad. Se dirigió a la cocina, se preparo una lágrima (leche con unas gotitas de café :P) y la puso a calentar. Mientras esperaba, cogió el teléfono al mismo tiempo que preparaba unas tostadas:
- ¿Diga?
- Yama, soy yo.
- ¿Mimi?
- Jajaja, sí.
- ¿Cómo estás princesa?
- Genial, ya estoy aquí en Japón lista para salir. Dime que haremos hoy.
- Pues te dije que iría por ti. Ya verás.
- Pero quiero saber..
- Ya verás, ¿Quieres ir a visitar a los chicos antes?
- ¡Me parece una buena idea!
- Bien, en 20 minutos estoy por ahí.
- ¡Genial, besos!
- Adiós.
Al rato
Sonó el timbre. Mimi tomó su bolso, las llaves de la casa y su abrigo color verde (el que aparece en Digimon 2 cuando Michel y Davis si mal no recuerdo viajan a Estados Unidos para encontrarse con ella :P). Abrió la puerta y se encontró con el rubio, quien la miraba con una sonrisa de oreja a oreja. Cerró la puerta tras de si y le dijo:
- ¿Vamos?
- ¿Qué no piensas saludarme? – Le reclamó el rubio un poco apenado.
- Jajaja, claro que si tonto, estaba bromeandote.
Así fue como se abalanzó a su cuello para darle un fuerte y cálido abraso. Matt, por su parte, la tomó de la cintura y se lo devolvió. Permanecieron así por unos segundos.
- Que lindo verte de nuevo luego de 1 año. No sabes cuando te he echado de menos. – Le susurro al oido la castaña.
- Yo también te extrañaba y ni te imaginas cuanto. – Ambos se ruborizaron un poco. Matt se separó un poco y besó su mejilla. – Bien, vamos.
Dicho esto, se dieron vuelta y partieron.
