Capitulo 1 " Verano con los Dursley"

La mayoría de los londinenses creian que la zona de Little Whinging era ideal para criar la familia lejos de los bullicios de la ciudad

La mayoría de los londinenses creían que la zona de Little Whinging era ideal para criar la familia lejos de los bullicios de la ciudad. Era una zona residencial, llenas de familias aparentemente perfectas, vecinos dedicados, con niños jugando en las aceras…en pocas palabras perfecta. La calle Privet Drive a primera vista daba la misma sensación de tranquilad que la zona que la caracterizaba, pero en verdad, esa calle guardaba muchos secretos y la mayoría estaban en conocimiento de los habitantes del numero 4. Los Dursley.

La familia estaba formada por el Sr. Vernon Dursley, su esposa Petunia y su hijo Dudley, una familia modelo. Dentro del número cuatro vivía también el sobrino de la señora Dursley, Harry Potter, y aunque era en apariencia un muchacho normal (aunque algo delgado y ojeroso), poseía cualidades que lo hacían distinto del resto o como su tía prefería decir lo hacían "anormal". Harry Potter era mago, y uno muy bueno, sin embargo los acontecimientos del último año lo tenían por voluntad propia encerrado en su habitación, tirado sobre su cama, sin ganas de seguir adelante.

A pesar de que sus tíos no eran lo que se dice…..muy humanos con el, estaban preocupados. Si, preocupados de que algunos "como el" o "de su calaña" (es decir magos) aparecieran por ahí y los culparan por que el muchacho se negaba a probar bocado además de que los vecinos los vieran y pensaran que andaban en cosas raras.

-Muchacho, mas te vale de que cuando venga a retirar la bandeja del almuerzo este vacía, no quiero a algunos de tu calaña por aquí! – grito tía Petunia

-No hay problema – contesto Harry desde la cama y se giro a mirar la pared.

Cuando escucho la puerta cerrarse se giro hacia Hedwing, su lechuza blanca como la nieve, y le dijo

-Mira Hed, tienes fruta para almorzar…

La lechuza aulo en aprobación a lo que decía su amo. El muchacho se volteo nuevamente hacia la pared y su mente volvió otra vez a la escena que lo torturaba desde el fin del año escolar. Sirius cayendo a través del velo, el queriéndolo alcanzar…Lupin sujetándolo impidiéndole que lo alcance.

No podía evitar sentir la culpa en su corazón, si tan solo hubiese sabido esperando,…si hubiese abierto el regalo de Sirius…si hubiera., siempre el si hubiera; otra cosa que no entendía era el por que su padrino había cedido a las burlas de Snape, no necesitaba probar que no era cobarde, todos ellos sabían que no lo era.

Así habían pasado los días desde que Harry arribo del colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, no contestaba las lechuzas que le enviaban sus amigos, no comía y casi no dormía porque cuando lo hacia lo atormentaban terribles pesadillas. En otras palabras se estaba dejando vencer por la tristeza.

Mientras la escena se repetía en su cabeza, noto que algo pasaba, todos se detenían, el miro para todos lados y de repente no había nadie. Su corazón se aceleraba, buscaba algún indicio que le indicara que sucedía pero solo estaban el y el velo, que ondeaba entre los susurros que inundaban el lugar. Mientras pensaba que hacer una voz conocido llego a sus oídos:

-Harry…-dijo la vos quedadamente

Su corazón se paralizo como todo su ser, no podía ser, era imposible escucharlo y a la vez lo necesitaba tanto.

-Sirius?...- se animo a preguntar luego de unos segundos– Donde estas Sirius…?

-Aquí Harry….

Siguió el sonido de la voz y lo vio parado junto al arco que se lo había llevado, estaba vestido como la ultima vez que lo había visto, su pelo negro y brillante y esos ojos grises, esos ojos que contenían la mirada que tanto añoraba. Corrió sin darse cuenta siquiera de que lo estaba haciendo, llego hasta su padrino y lo abrazo, lo abrazo con todo su amor y su dolor mientras aspiraba ese olor que le llenaba el alma, el olor de Sirius Black. Mientras se separaban el miro los profundos ojos verdes de su ahijado y dijo:

-Harry, he venido a ti esta noche porque no puedo descansar mientras tu, que eres lo mas preciado que me había quedado en vida, se esta dejando morir. Oh, Harry! lamento tanto tener que haberte dejado solo otra vez.

-Sirius, perdóname –las palabras se atropellaban por salir- fue mi culpa lo que paso…. te extraño tanto y me siento tan solo sin ti….

- No Harry, no tienes que pensar bajo ningún concepto que lo que paso es tu culpa. Me fui como quería, peleando y no por cualquier cosa si no por ti, el hijo del que era como mi hermano, mi ahijado.

-Pero si yo…

- Escúchame – lo corto- se que es lo que te has estado preguntando y déjame decirte que no vine aquí esa noche para demostrarle a nadie que era valiente, aunque debo reconocer que los comentarios de Snivellus me molestaban, vine al departamento de Misterios por ti, por lo mucho que significas para mi.

- Oh, Sirius te necesito tanto….

- Lo se mi niño, no sabes lo orgulloso que estoy de ti, pero debo seguir es hora de que lo haga y para ello debes dejarme partir.

- Es tan difícil, todo lo que tenia lo he perdido…- su vos se apagaba, mientras luchaba para no llorar

- Te estas olvidando de tus amigos Harry – su tono era severo pero a la vez comprensivo – ellos son tu familia

Luego de un momento de silencio el ojiverde pregunto trémulamente.

- Volveré a verte, aunque sea en sueños...?

- No lo se – la voz de Sirius se quebró al finalizar la frase, tomo aire lentamente y continuo –… pero yo siempre estaré en tu corazón y como te dijo Dumbledore alguna vez, la gente que amamos no nos abandona nunca. Debes recordarlo

- Yo….- sentía que no podía hablar -…Gracias por hacer esto – comenzó a sentir las lagrimas recorrer sus mejillas. Sin haberlo notado había bajado la cara porque el mejor amigo de su padre le tomaba el mentón hasta encontrarse con sus ojos.

- Hay algo mas Harry…-Inhalo despacio y prosiguió –Pasaran cosas mas adelante, cosas que requerirán de toda tu fortaleza mental y psicológica. Debes recordar que hay cosas por las que vale la pena morir y que el fin debe hacer honor a los medios y viceversa.

-No entiendo, que quieres decir….

-Ya lo harás – pronuncio con un hilo de vos Sirius – Ahora debo irme. Recuerda quien eres y como llegaste hasta aquí. Tienes gente que te ama Harry, en este mundo y en otro. Confía en ellos. Confía en Dumbledore, debes perdonarlo Harry, todos nos equivocamos y sobre todo confía en tu corazón el siempre te guiara.

El joven no aguanto mas y abrazo a su padrino nuevamente mientras decía gracias en un susurro apagado y de pronto todo era oscuridad, se estaba despertando y mientras lo hacia escucho un suave y lejano "gracias a ti". Abrió los ojos. Su habitación estaba a oscuras, no sabia cuanto tiempo había pasado pero si sabia lo que tenía que hacer. Se levanto, tomo la bandeja del almuerzo que seguía junto a la puerta y se dedico a comer despacio algo de fruta, ya que su estomago estaba encogido por la falta de alimento. Cuando se sacio dejo el resto en la jaula de Hedwing, para luego tomar dirección hacia su escritorio en el que reposaban las cartas de sus amigos, y las comenzó a responder.

Después de enviar a su lechuza con las respuestas, se perdió en sus pensamientos… en lo que había dicho su padrino, algo ocurriría…pero que?, tendría que ver con Voldemort?, estaría cerca la hora del encuentro final?... Un golpe en la puerta lo saco de sus cavilaciones.

- Me alegra que hayas recapacitado y comido algo – dijo la voz de su tía secamente y luego de un segundo continuo – puedes bajar a cenar – algo le decía a Harry que internamente que ella no deseaba que lo hiciera.

- No gracias, prefiero quedarme aquí, todavía estoy lleno por el almuerzo – trato de sonar lo mas gentil posible.

- Como quieras pero luego….-se detuvo de pronto mirando a lo lejos y antes de que Harry pudiera girar dijo bruscamente -…que esos bicharracos no ensucien nada y que tampoco hagan ruido.

Mientras Harry giraba escucho la puerta cerrarse a sus espaldas. Por el horizonte se veían dos lechuzas, una más grande que la otra. Reconoció enseguida a la suya y el punto diminuto que era Pig, la lechuza de su mejor amigo. Abrió la ventana y las dejo pasar. Hedwing educadamente le extendió su pata mientras que Pig revoloteaba por la habitación.

Tomo la carta de su blanca lechuza y ella lo pico suavemente para saludarlo, luego se dedico a perseguir a la hiperactiva lechuza de su amigo que parecía muy feliz de que nuevamente fuera recibida bien por Harry (el la había ignorado cada vez que venia, solo le sacaba la carta y volvía a acostarse), cuando por fin la atrapo y pudo tomar la carta, la pequeña se poso junto a Hedwing que la miraba con severa reprobación por el espectáculo montado por la minúscula ave.

La primera carta era de Hermione y la otra era de Ron. Tomo la de el primero y la leyó.

Harry:

Hermano, estoy feliz de que por fin hayas contestado, estaba preocupado bueno todos lo estábamos aunque la que peor estaba era Ginny, me estaba volviendo loc,o quería que te llamara por el feletono, estaba a punto de ceder cuando apareció Hed. Por otro lado déjame decirte que mi madre le pidió permiso a Dumbledore para que pases tu cumpleaños con nosotros y el nos autorizo, que así mañana vamos por ti alrededor de las 17hs. Estate listo.

Su cumpleaños?, Harry había olvidado con todo lo ocurrido que en dos días cumpliría 16 años y se sintió inmensamente agradecido de que los Wesley hayan pensado en el y por fin tendría un cumpleaños con la gente que amaba. Continúo leyendo.

Bueno, nos vemos mañana, veras que bien lo pasamos este verano. Hermione vendrá también. Cuídate, Ron

Más contento abrió la carta de Hermione.

Querido Harry:

Que bueno que estés bien!! Estaba tan preocupada, me escribió Ron para decirme que mañana irán por ti, yo llegare para tu cumpleaños y me quedare lo que queda del verano. Estoy nerviosa por que tienen que llegar los TIMOS, se que me equivoque en algunas cosas! …ya veremos como nos fue. Nos vemos pronto.

Con cariño, Hermione.

Había olvidado también los TIMOS, estaba seguro de que Historia de la Magia la había desaprobado y realmente dudaba que Snape lo hubiera aprobado con un Supera las Expectativas en Pociones. Dejo esos pensamientos a un lado y comenzó a pensar en como serian sus vacaciones. Sintió una punzada cuando pensó en Ginny, pero decidió ignorarla seguro que era su imaginación. Sintió como el cansancio le ganaba y dando por finalizado el día decidió dormir, esperando soñar por primera vez en mucho tiempo con partidos de Quidditch y al mismo tiempo agradeciendo a Sirius la paz que ahora lo inundaba.

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Espero que haya gustado... :(. Prometo actualizar pronto...!! Recuerden que es mi primer fics