Bueno pues este es mi primer fic, los personajes no me pertenecen son creación de Rumiko Takahashi. La historia esta un poco basada en la película "The Painted Veil" con algunos cambios lo prometo :)

Las actualizaciones se realizaran los fines de semana, ya sea domingo o sábado. Aún no sé que cantidad de capítulos tenga la historia pero de corazón espero sea de su agrado.

Prologo

Shanghái, 1923

Una joven pareja está de pie bajo la lluvia, cada uno con un paraguas propio, a un lado de un camino verdoso. Al fondo de ellos solo hay vegetación y montañas, frente a ellos un camino rústico de tierra y lodo.

Ella lanza un suspiro y él parece ignorarlo. Y aunque la lluvia es ligera se siente algo de aire frío, suficiente para dejar salir de los labios de ella una fina bruma. Él parece notarlo, pero esto no le sucede a él porque está bien abrigado al contrario de ella.

Ella vuelve a soltar un suspiro y entonces él está a punto de quitarse su abrigo para ofrecérselo pero algo lo hace recapacitar, mira al piso y luego a ella de nuevo de re-ojo, frunce el ceño y decide darle la espalda para sentarse sobre el amplio equipaje que se encuentra justo atrás de ellos.

Ella lo mira de re-ojo alejarse y decide no darle tampoco importancia, suelta una sonrisa de frustración y entonces cierra los ojos justo a mitad de un nuevo suspiro.

Piensa en cómo habían terminado ahí, en todos los sucesos que los llevaron a ese punto, en lo mal que se siente de haber terminado casada con un hombre que ya no siente nada por ella.

Capítulo 1

-Los Higurashi-

-Kagome será mejor que salgas de una buena vez- dijo una delicada voz al otro lado de la puerta –los invitados están llegando.

-Ya voy Kikyo- respondió Kagome mientras terminaba de admirarse en el espejo una vez más. Su hermoso vestido de seda blanca lleva un cinto a la altura de la cadera con acabados de pedrería que la hacen brillar lo suficiente a cada movimiento de su andar. Satisfecha por el éxito de su apariencia se coloca la cinta alrededor de la frente y luego pone una pequeña pluma del mismo color que su vestido, su cabello parece más corto por el tipo de recogido que se ha hecho y termina de pintar sus labios de un ligero rojo antes de verificar nuevamente que toda su apariencia esté perfecta.

Abre la puerta y sale de su habitación lanzando un suspiro. Sabe perfectamente que la reunión tiene como pretexto que ella y su hermana puedan encontrar marido, ella no siente presión alguna es aún joven, tan solo tiene 19 años pero su hermana de 24 años, quien debería sentirse más en apuros de encontrar marido se ve más relajada que ella misma.

Sabe de igual forma que eso se debe a que su hermana tiene varios amantes, pero la sociedad de la que forman parte no aceptaría esa clase de escándalos por lo que es mejor que pronto consiga marido antes de que se descubran sus indiscreciones.

-Ahí estás- dijo una mujer de edad madura mientras le ofrece su mano a Kagome –te ves preciosa querida.

-Gracias madre- respondió Kagome aceptando la ayuda de su madre para terminar de descender las escaleras de madera de su mansión.

-Cariño tu padre invito a un par de prospectos que te pueden interesar- le dijo su madre en un susurro ocultándose tras el abanico de plumas negras y verdes que llevaba en la mano y con el cual estaba momentos antes jugueteando.

-¿Sus nombres?- preguntó Kagome fingiendo interés, ella bien terminaría en la terraza con una copa de lo que fuera mirando el jardín que tanto se esmeraba en cuidar mientras su hermana lograba alguna nueva conquista. Ella no tenía prisa por casarse.

-El señor Kouzumi y el señor Houshi, a ambos ya los conocí querida y son muy apuestos- dijo su madre dejando por fin a un lado el abanico que les servía para poder hablar.

-Está bien- dijo Kagome alejándose de su madre y caminando entre los invitados. Sabía de antemano que el señor Houshi estaba cortejando a su mejor amiga Sango, pero parecía que ese detalle a su madre no le importaba.

-Señorita Higurashi- dijo un apuesto joven de ojos color azul oscuro y cabello negro mientras tomaba la mano de esta para besarla

-Buenas noches señor Houshi, espero se esté divirtiendo- preguntó Kagome

-Así es señorita- dijo sonriendo y luego parecía buscar a alguien entre la multitud.

Kagome sonrío ante la actitud de él joven y luego de llamar su atención tocando ligeramente su brazo le dijo –Sango no vendrá esta noche señor Houshi.

Él la miro algo sonrojado y luego le devolvió la cálida sonrisa.

-Mi amiga tendrá que viajar mañana temprano a las tierras que tiene su familia por asuntos de su padre por lo que les fue imposible venir debido al viaje que se les avecina- dijo soltando una leve risa.

-Es una lástima- dijo el joven y ante el silencio cómplice que se formo entre ambos continúo hablando – yo… de verdad la quiero ¿sabe?

-Mi amiga es afortunada entonces- respondió Kagome disculpándose con él y siguió caminando sin darse cuenta de que alguien la había observado sonreír por primera vez en toda la noche y esa simple reacción lo había emocionado.


I & K


No tenía la menor intensión de ir a la famosa reunión de Los Higurashi, pero su medio hermano lo había llevado prácticamente a rastras.

-Te sentará bien conocer a una linda chica- dijo un joven apuesto bien vestido mientras le daba una indicación al chofer de partir

-Feh! Sesshomaru no me interesa conocer a una de esas niñas mimadas de sociedad, solo estoy aquí por unos días y pronto volveré a China- respondió un joven igual de apuesto pero más joven que el primero

-Inuyasha, tienes 24 años y es tiempo de que vayas pensando en sentar cabeza además una mujer es lo que necesitas en China.

-No, es precisamente lo que menos falta me hace, estoy demasiado ocupado en mis investigaciones como para tener tiempo de una esposa, además tu eres mayor que yo… ¿porqué está bien que aún sigas soltero tú y me estés presionando con desposarme?

-Por que mañana voy a pedir la mano de Rin- dijo con una sonrisa discreta en los labios – y me preocupa que te quedes solo.

-Ahora entiendo todo, pues te felicito pero deja que yo me encargue de mi vida ¿quieres?-

-Hemos llegado- dijo Sesshomaru ignorando las palabras de su medio hermano y bajando del coche.

-Buenas noches señor Taisho es grato contar con su presencia, por favor pase a mi hogar- anuncio un hombre de mediana edad, era el señor Higurashi.

-Señor Higurashi quiero presentarle a mi hermano Taisho Inuyasha- dijo Sesshomaru mientras Inuyasha saludaba con un brazo fuerte.

-Es un gusto conocerle… por favor adelante- dijo abriéndoles el paso a ambos mientras terminaban de darle sus abrigos y sombreros al mayordomo

-Será mejor que vaya a buscar a Rin antes de que otro pretenda mirarla, tú deberías darte una vuelta a ver qué encuentras- dijo esto último Sesshomaru soltando una leve carcajada.

-Ja- respondió el aludido tomando con desgane una copa de una bandeja que le ofreció un sirviente, luego comenzó a caminar por entre la gente

Él estaba desinteresado, miraba sin mirar a nadie en específico y luego una mujer lo alcanzó a divisar a distancia y peligrosamente se acercó a él.

-A ti no te había visto y soy muy buena recordando a la gente- dijo la mujer tocando el brazo de él mientras reía coquetamente

-No, nunca había venido a esta casa- dijo mirando a la joven, debía aceptar que era una mujer muy atractiva tal vez de su misma edad, de cabello negro, corto y lacio con unas preciosas facciones y labios rojos.

-Yo soy Higurashi Kikyo- dijo Kikyo ofreciendo su mano para que este la besara

-Encantado señorita Higurashi, yo soy Taisho Inuyasha-

-¡Ah! Pero que tenemos aquí, un Taisho ¿te tenía escondido Sesshomaru?- preguntó Kikyo acariciando el brazo de este

-No, no, soy doctor y mi profesión me alejó del país desde hace varios años por lo que es la primera vez que visito esta ciudad

-Es verdad ustedes los Taisho no son de aquí y dime ¿vienes a quedarte?

-No, volveré en unos cuantos días a China- respondió moviendo su brazo disimuladamente para quitar el tacto de la mujer

-Es una pena, en esta ciudad no hay hombres tan apuestos como tú- le dijo acercándose aún más a él – porque me encantaría que nos llegáramos a conocer más- susurro en su oído dedicándole una mirada de deseo antes de partir.

Él la miró alejarse, contoneando su cuerpo para provocar alguna reacción en él. Era hombre, y era obvio que le parecía muy atractiva. Sonrío pensando que tal vez no había sido mala idea asistir a la famosa fiesta y entonces iba a comenzar a caminar tras ella cuando una melodiosa risa llamó su atención de inmediato.

Giró su rostro a la derecha y se topo con su hermano quien estaba acomodando delicadamente algunos mechones sueltos de su novia, la miraba no con deseo sino con amor. Siguió buscando la risa que lo había hecho salir de su decisión de seguir a Kikyo, se giró de nuevo a la izquierda y entonces la vio era Kikyo, bueno era y no era ella, era muy parecida a ella pero más joven, más delicada, más natural.

Ella reía delicado, se notaba feliz mientras tocaba levemente el brazo de un hombre. Y sintió celos ¿pero porque? Luego la siguió con la mirada y después fue su cuerpo quien le exigió ir tras ella hasta alcanzarla, sin darse cuenta del momento tomó con cuidado uno de los brazos de ella.

Entonces se detuvo ¿qué estaba haciendo? Se dijo a sí mismo.

-¿Le conozco?- preguntó la joven de hermosos ojos color chocolate, la dueña de una perfecta piel nívea, mejillas ligeramente arreboladas y labios rosas que le hacían pensar en solo una cosa. Deseaba besarla.

-Discúlpeme por favor por mí atrevimiento, la confundí con una conocida- mintió, no podía decirle que le parecía un ángel.

-Ya veo- dijo zafándose de él y estaba por marcharse cuando notó que él seguía observándola –mmm… soy la señorita Higurashi con permiso.

Diciendo eso se marchó. El la miró partir, tomar una copa de una de las bandejas que llevaban los sirvientes y dirigirse a la terraza.

-Es muy hermosa ¿no es cierto?- escucho que un joven se acerba a él para hablarle –Trate de cortejarla pero no tuve éxito. Soy Houjo por cierto ¿y tú eres?

-Inuyasha- dijo girando un poco su rostro mientras veía al joven que lo había sacado de sus alucinaciones y estrechó su mano –así que ¿no tuviste suerte?

-Es una chica muy difícil, sus padres organizan estos bailes para ver si alguien puede ser de su interés y déjame decirte amigo que tienes suerte jamás se había presentado ante alguien.

-¿De verdad?- dijo en un tono de confianza –¿nadie la corteja entonces? ¿cómo se llama?


I & K


-Señorita Higurashi- escuchó a alguien llamarle y se volteo para ver de quien se trataba –No me dio oportunidad de presentarme, soy Taisho Inuyasha

-Mucho gusto- dijo Kagome ofreciéndole su mano para que este pudiera besarla

-Kagome ¿te gustaría bailar conmigo?- le preguntó

-Yo… - no sabía que decir, su encuentro previo le había parecido inexistente, se había convencido de que estaba ya muy cansada y que había soñado un apuesto hombre la había detenido confundiéndola con alguien más –pensé que había dicho que me había confundido con alguien más.

-No fue así- respondió Inuyasha sin saber que más decirle

-Además ¿cómo sabe mi nombre?- preguntó cuando se dio cuenta de que él la había tuteado

-Pregunté, es normal que pregunte cuando algo me interesa- dijo tratando de retomar algo de confianza, quería mostrarse como todo un hombre y no como un adolescente cuando se enamora por primera vez ¿enamorar? Que tonterías podían ocurrírsele cuando se ponía nervioso, porque lo estaba.

-Ya veo… esa pieza me gusta mucho así que si quiere bailar conmigo creo que este sería el momento- dijo Kagome tratando de mantenerse fría, no quería ser como su hermana y parecer fácil, mucho menos con él que le hacía sentirse flotar de solo verlo. No podía negar que era el hombre más apuesto que había visto.

-Es una pieza muy hermosa – dijo acercándose a ella y luego con extremo cuidado, como si fuera a romperse de solo tocarla, la tomó por la cintura con una mano y con la otra tomó una de sus manos.

Ella se sorprendió de lo que estaba ocurriendo, creyó que le ofrecería su brazo para regresar al interior y poder bailar como lo había prometido pero no fue así, de pronto se vio envuelta entre un fuerte agarre que la hizo sentir segura y entonces alzó su rostro topándose con la cálida mirada de él, sus ojos dorados la estaban hipnotizando. Luego él comenzó a mecerla de un lado al otro, un paso adelante y uno atrás, sin prisas disfrutaron el baile.

Estaba hecho, él juraría que ella lo había hechizado y ella podría afirmar que él la había encandilado. Sus destinos se habían cruzado.


¿Qué tal? Ojala les guste esta historia, en varios fics he leído que ponen a Sesshomaru de malo pero en este quiero hacer un cambio y lo pondré como un verdadero hermano para Inu... ah! (suspiros suspiros) y Kikyo será ... no mala pero definitivamente no es la princesa del cuento jojo ¬¬

Por favor dejen sus comentarios de verdad serán tomados en cuenta :)

NOTA: Tuve que actualizar este capítulo por un error en la fecha del prologo.