"Palabras"
'Pensamientos'
Ninguno de estos personajes me pertenece
Cap. 1.-
"¡Maldito enano, eso es mío!" le gritó InuYasha a Shippo mientras peleaban por un pedazo de pescado.
"¡Abusivo, es mío!" respondió gritando Shippo mientras saltaba con el pescado alrededor de la fogata, que era lo que los iluminaba en medio del oscuro bosque en el que se encontraban acampando.
"¿Ah, si?" preguntó InuYasha desafiante mientras levantaba el puño "¡Toma esto!" exclamó él soltándole un golpe en la cabeza al pequeño demonio zorro.
"¡Kagome!" gritó Shippo inmediatamente, corriendo a resguardarse detrás de ella.
"InuYasha" dijo Kagome en tono de 'ya sabes que es lo que viene'.
"No K-Kagome yo-"
"¡Abajo!" exclamó ella antes de que InuYasha intentara explicarse.
InuYasha terminó con su cara en el lodo como siempre, murmurando cosas groseras que sólo el lodo y él podían entender.
Estaba harto, definitivamente estaba harto… Kagome era demasiado, demasiado injusta con él. Si él tenía hambre y Shippo también, ¿a quién le daban la comida, al estúpido zorro por supuesto. Esto tenía que terminar… de algún modo él lo conseguiría, era hora de que ese zorrito pagara por todo lo que le había hecho.
InuYasha se levantó con dificultad y se acomodó en su lugar con los brazos cruzados viendo como Shippo se comía el último pedazo de pescado.
"¡Kagome!" exclamó una voz que provenía de entre los árboles.
Los 4 inmediatamente se pusieron alerta temiendo que fuera algún enemigo, pero se aliviaron al ver que era Kouga, este inmediatamente tomó las manos de Kagome.
"¿Qué vienes a hacer aquí lobo tonto?" preguntó InuYasha enojado. Primero Shippo le robaba la cena, y ahora este estúpido lobo venía a empeorarlo todo.
"Yo vengo a ver a mi mujer cara de perro, eso no te importa" respondió en un tono grosero pero aún sosteniendo las manos de Kagome, quien sólo miraba cómo ambos discutían.
"¡Suéltala!" exclamó InuYasha interponiéndose entre él y Kagome.
"¿Quieres pelear?" preguntó Kouga molesto.
"Eso era lo que estaba esperando" contestó InuYasha con una sonrisa arrogante y colocando su mano sobre Colmillo de Acero preparado para desenvainarla.
"InuYasha" dijo Kagome usando ese tono que le provocaba escalofríos a InuYasha por segunda vez "¡Abajo!" terminó ella. "No es el momento correcto para empezar discusiones" lo reprendió Kagome.
Si… ella era injusta con él, ya no había dudas, siempre Kouga era el inocente cuando él era el que lo provocaba cada vez que los visitaba, pero aún así, ¿quién era el que terminaba con la cara hundida en el lodo?... no, no era Kouga, ¡era él por supuesto! No había un día en que no usara esa maldita palabra en su contra e incluso cuando él era inocente. Esto tenía que terminar ya, él no iba a tolerarlo más, y se lo haría saber a Kagome… algún día…
"Es mejor que me vaya, pero volveré por ti mi querida Kagome" dijo Kouga despidiéndose con una mano "¡Continuaremos esta pelea después!" exclamó él retirándose en su torbellino.
"¡Espera, no seas cobarde!" le gritó InuYasha mientras se levantaba de la tierra.
"Es inútil InuYasha" dijo Miroku con calma mientras se terminaba el resto de su sopa instantánea "Ya se marchó". InuYasha sólo respondió con un gruñido.
"Es mejor que nos vayamos a dormir si queremos tener suficientes energías para continuar mañana" dijo Sango bostezando al terminar de hablar.
"Tienes razón, yo también me siento algo cansada" dijo Kagome extendiendo su bolsa de dormir cerca de la fogata pero lejos de Miroku.
"Feh, los humanos son muy débiles" dijo InuYasha subiendo al árbol que quedaba sobre la bolsa de dormir de Kagome.
"InuYasha… te estás buscando otra reprimenda por parte de la señorita Kagome" dijo Miroku acomodándose en el tronco del árbol que quedaba del otro lado de la fogata, Shippo se colocó entre los brazos de Kagome y Sango se acomodó sobre Kirara transformado al lado de Kagome quedando también bajo el árbol de InuYasha. "Aún no entiendo por qué nadie duerme cerca de mí" dijo Miroku para sí mismo, pero lo suficientemente fuerte para que todos sus compañeros escucharan. Todos lo miraron raro por unos segundos sin decir palabra, al notarlo el monje sólo suspiró hondo y cerró sus ojos recargando su cabeza en la corteza del árbol.
Uno a uno, fueron cayendo en un profundo sueño, excepto InuYasha, él sólo cerró sus ojos pero aún permanecía alerta, no iba a darse el lujo de que algún monstruo los encontrara desprevenidos… pero dormir sonaba tan bien ahora, después de la batalla que habían tenido esa tarde… y además de que no pudo comer bien por culpa de Shippo, ahora dormir sonaba bastante bien 'No, no te duermas' se decía InuYasha en su cabeza, pero el sueño fue más fuerte que él esta vez…
-Sueño de InuYasha-
InuYasha se encontraba solo… de pie en una habitación blanca, no había nada.
"¿Dónde estoy?" se preguntó a sí mismo mirando a su alrededor.
"Estás en un sueño" le contestó una misteriosa voz.
"Por supuesto que no ¡yo no duermo!" dijo InuYasha ofendido por su comentario.
"Yo hice que te durmieras" le dijo la voz.
"¿Quién demonios eres?" preguntó él enojado.
"Yo soy…" dijo la voz "¡tu hada madrina!" exclamó al tiempo en que había una pequeña explosión y aparecía un extraño ser del tamaño de Shippo.
"¿Qué?" preguntó sin poder creer que la 'misteriosa voz' era una criatura de lo más insignificante.
"Soy tu hada madrina" repitió el hada balanceando su barita de un lado a otro.
"¿Y qué demonios quieres conmigo?" preguntó molesto.
"Pobre de ti" dijo ella mirando hacia abajo "Cuando eras niño debí haber estado ahí para cumplirte tus deseos… todos los niños tienen su hada madrina… pero bueno, hubo un pequeño error en mi lista… y pues no me di cuenta hasta ahora, así que intentaré recompensarte" dijo ella apenada.
InuYasha se quedó mirándola como si estuviera loca, después de un rato sólo suspiró y colocó sus brazos detrás de su cabeza cerrando los ojos "Esta es una de las pocas veces que sueño con algo y tiene que ser con una tonta niña que se cree mariposa" dijo decepcionado.
"Sé qué es lo que querías soñar" dijo ella.
InuYasha la miró sorprendido y algo sonrojado "N-no es posible" dijo algo inseguro.
"¿Quieres que te lo diga, Kagome y tú, en su habitación… creo que ella usaba-"
"¡Ya entendí, ya entendí!" dijo él tapando la boca del hada completamente rojo.
El hada se soltó de InuYasha con dificultad "Como puedes ver, puedo leer tus pensamientos, así que creo que el primer deseo tiene algo que ver con el trato que recibes por parte de Kagome" dijo el hada.
"¿Tú qué sabes?" dijo intentando no indagar mucho en ese tema.
"Bien… repetiré lo que tu pensaste 'Kagome es tan injusta, si Shippo tiene hambre pero yo también-'"
"De acuerdo, te creo" dijo él interrumpiéndola. "¿Qué demonios quieres que haga?" preguntó ya cansado de que esa cosa se metiera en lo que no le importaba.
"Pide un deseo" insistió el hada.
"¿Eso es todo?" dijo él intentando seguirle la corriente "Este es el sueño más estúpido que he tenido" se dijo a sí mismo.
"Si quieres puedo ayudarte con tu primer deseo" ofreció ella.
"Como quieras" dijo sin darle importancia.
"Bien… quieres que Kagome no sea tan buena con Shippo ni con Kouga" dijo ella intentando formular un buen deseo para InuYasha,
"No es buena con ellos, ¡es injusta conmigo!" la corrigió él.
"Bueno, entonces lo que deseas es que ella sea justa contigo y que al mismo tiempo sea mala con Shippo y con Kouga, eso no te ayudaría mucho si me dejas opinar… ella ya es justa contigo es sólo que tú no lo ves" dijo ella "Lo que tú deseas realmente… de acuerdo a tus pensamientos, es que Kagome esté a tus órdenes y te prefiera, sobre Shippo, sobre Kouga, y sobre cualquier otra cosa. Tú lo que quieres es a una Kagome injusta" concluyó el hada.
"¡Por supuesto que no!" dijo él.
"No me refiero a injusta contigo… quiero decir injusta… injusta con los demás" dijo ella.
"Si, claro" dijo cansado de discutir con ella.
"¿Eso es lo que deseas?" preguntó ella.
"Si, si, si, lo que sea, sólo lárgate de aquí" dijo InuYasha despreocupado.
"Bien, nos veremos algún otro día" dijo despidiéndose.
"Largo" dijo InuYasha.
El hada desapareció.
-Fin del sueño de InuYasha-
"¡Despierta!" escuchó InuYasha a alguien gritar.
InuYasha intentó abrir los ojos, pero sus parpados aún estaban muy pesados.
"Bien si tu no bajas yo subiré" repitió la voz que él había reconocido como la de Kagome. De pronto sintió un peso sobre sus piernas que lo hizo despertarse por completo. Abrió los ojos para encontrarse con los de Kagome.
"¡Kagome!" exclamó él confundido "¿Q-qué demonios haces aquí arriba?" preguntó mirando por debajo de la rama en que se encontraban.
"Te dije que te levantaras pero no me escuchabas, ¿qué querías?" preguntó Kagome tomando un mechón de pelo de InuYasha y peinándoselo con los dedos.
"Pues… ¿un abajo?" preguntó confundido mirando cómo Kagome le acomodaba el pelo.
"¿Un qué, estás loco? Yo jamás sería capaz de hacerte eso" dijo acariciándole la oreja y pegándole suavemente con un dedo en la nariz.
"¿T-te sientes bien?" preguntó tomando la mano de Kagome y retirándola de sus orejas algo sonrojado.
"Perfecto" dijo ella con la voz más suave y acercando su cara más de lo normal.
"¡Kagome! El desayuno está listo" gritó Shippo subiendo por el tronco hasta la rama donde se encontraban.
InuYasha lo miró enfadado "¿Qué demonios quieres?" preguntó Kagome enojada. InuYasha y Shippo la miraron como si acabara de pasar lo imposible.
"¿No se supone que eso me lo diría InuYasha?" le preguntó Shippo.
"¿K-Kagome, en verdad te sientes bien?" preguntó InuYasha.
"Lo estaba" dijo ella molesta "Largo de aquí zorro, estaba a punto de darle los buenos días a mi hombre" dijo sin rastros de nerviosismo o vergüenza en su voz.
Shippo la miró y parpadeó un par de veces "¡Miroku, Sango!" gritó él corriendo a buscarlos.
"Ahora… ¿en qué estaba?" dijo ella mirando a InuYasha.
"En que… íbamos a desayunar" dijo él nervioso por la cercanía.
"No, no, no… respuesta incorrecta, yo iba a darte los buenos días" dijo acercándose con una sonrisa arrogante que jamás se había visto en su rostro antes.
InuYasha la tomó por los hombros y la mantuvo lejos, aunque lo que más quería era besarla, sabía que así no era ella, ella no haría esto… algo extraño le había pasado "¿Comiste algo raro?" preguntó InuYasha sonrojado.
"¿Por qué preguntas?" dijo riéndose.
"Estás actuando extraño" contestó él.
"¿Eso crees?" dijo ella ignorando su comentario volviendo a cerrar los ojos y a acercarse a él peligrosamente.
InuYasha volvió a detenerla, ella no lo estaba haciendo fácil, la fuerza de voluntad se le estaba acabando "Kagome… así no eres tú" dijo él.
"InuYasha, basta, no me importa, ahora sólo quiero que me des mi beso de buenos días o voy a gritar muy, pero muy fuerte".
Bueno… si lo ponía de esa manera, él no tenía otra opción más que hacer lo que ella le decía ¿o no? 'No, no, esa es una excusa estúpida para dejarte llevar de esa forma, ella no es Kagome, pero ¿quién le hizo esto?' pensó InuYasha desconcertado.
"Tienes cinco segundos" dijo ella, "Una… dos…"
'Mi sueño… la niña insecto me hizo pedir un deseo' pensó él asustado 'Funcionó, funcionó' pensó sonriendo. "Di abajo" le ordenó él.
Kagome dejó de contar y lo miró sorprendida "¡Por supuesto que no! Yo jamás haría algo que no te hiciera sentir bien" le aseguró ella. "Pero si me lo ordenas tendría que hacerlo, yo sólo quiero lo que tú quieras".
"¿Quieres decir… que yo… puedo ordenarte cosas?" preguntó InuYasha.
"Claro que sí, tú eres mi hombre" dijo ella "Tú mandas" terminó con esa sonrisa arrogante que casi nunca le habían visto. "Bien perrito, tu gatito quiere su beso de buenos días" insistió Kagome.
"¿G-gatito?" repitió sorprendido, sonrojado y asustado al mismo tiempo.
"Si" dijo ella acomodándose sobre él y moviendo sus brazos alrededor de su cuello dejándolo sin defensa alguna.
InuYasha ya se había dado por vencido, sería sólo un pequeño, breve beso de buenos días, cuando Kagome volviera a la normalidad no tendría por qué regañarlo, además todo estaba pasando en contra de su voluntad. InuYasha estaba en trance, Kagome había empezado a acariciar sus orejas lo que tenía un efecto de tranquilizador en todo su cuerpo, el aliento de Kagome se acercaba cada vez más, lentamente. Kagome que aún tenía sus ojos entreabiertos, movió sus manos del cuello de InuYasha a sus hombros y recorrió sus brazos hasta llegar a sus manos, Kagome empezó a jugar con los dedos de InuYasha, los cuáles estaban inmóviles, toda la atención de InuYasha estaba en los labios de Kagome en este momento, ya ni si quiera estaba seguro de si estaba respirando o no.
"¡InuYasha, Kagome!" gritó Miroku saliendo de entre los arbustos con Sango, Shippo y Kirara.
"¡Chicos!" gritó Sango.
InuYasha perdió el equilibrio y se cayó de la rama junto con Kagome, él se dio un fuerte golpe pero Kagome cayó sentada sobre él.
"¡Lo siento!" gritó ella inmediatamente levantándose y ayudándolo a él.
"Ay, tonta" dijo él por reflejo sobando su cabeza.
"Discúlpame, prometo que voy a recompensarte" dijo sacudiéndolo frenéticamente.
"Kagome… estoy bien, calma" dijo mirándola preocupado.
"Que bueno" dijo sonriendo "¿Quieres que te sirva el desayuno, amor?" preguntó "¿Pero qué estoy diciendo? claro que si quieres, siempre tú eres el que desayuna más" dijo dirigiéndose a dónde estaba la fogata.
"¿Qué es lo que pasa con Kagome? Ella jamás se comportaría de esa forma" afirmó Sango.
"Tiene razón" dijo Miroku "InuYasha" dijo con voz acusadora "¿Qué hicieron anoche?" preguntó él.
InuYasha y Sango lo golpearon al mismo tiempo "No le hice nada" dijo InuYasha ofendido.
"Bueno… no encuentro ninguna otra razón para que esté tratándote de esta forma tan especial" dijo sobándose la cabeza.
"Talvez ya aprendió cuál es su lugar" dijo InuYasha sonriendo arrogante.
"¿Y cuál es su lugar según tú?" preguntó Sango molesta.
"Hacerme caso a mi, por supuesto" contestó InuYasha cruzado de brazos.
"De seguro se levantó de MUY buen humor… no creo que vuelva a tratarte así" dijo Sango segura de sus palabras.
"Kagome…" dijo sonriendo.
"¿Se te ofrece algo?" preguntó acercándose hacia dónde todos se encontraban.
"¿K-kagome, qué estás haciendo?" preguntó Sango horrorizada.
"¿Qué pasa Sango?" preguntó Kagome confundida "Sólo le pregunté si quería algo"
"B-bueno eso sigue siendo normal, todos sabemos que Kagome es una persona muy amable" dijo Sango intentando convencerse a sí misma de que nada malo sucedía.
"Si yo te digo salta" le dijo InuYasha a Kagome.
"Yo digo ¿qué tan alto?" terminó Kagome sonriendo.
"Buen gatito" dijo InuYasha dándole palmaditas en la cabeza.
"Voy a desmayarme" dijo Sango cayendo inconciente en los brazos de Miroku.
Continuará…
N/A: Bueno si, es una idea muy rara pero espero que les guste, mándenme sus opiniones y nos vemos en el próximo capítulo.
