JUNTOS SOMOS TU Y YO, EL AMOR
**Capítulo 1**
"Cuando se rompió el compromiso"
Ella, de hermosa y tierna figura, luciendo con orgullo y esplendor su vestido de color sospechosamente crema, un corto pero tupido velo cubría sus azules cabellos cortos recogidos en un elegante moño propio de la ocasión. Sus verdes ojos miraban con profundo amor y alegría al que hasta hace un año parecía el hombre inalcanzable, ese amor de niña que jamas iba a concretarse y ahora era al fin... su esposo.
El, altivo y elegante, tan guapo y bien formado como él solo, con un tradicional traje ceremonial digno de un hombre entre hombres, tan varonil como lo aseguraba su madre y lo certificaba su ahora esposa. Libre de una odiosa maldición que hasta hace poco le pesaba reía de felicidad al verse allí, en su boda, incrédulo como el resto pero cada vez más convencido de que ya había dado el gran paso. Los llantos exagerados de sus locas "prometidas" le aseguraban aun más que no era un sueño lo que estaba viviendo. Ni tampoco los suspiros de aquel chico enamorado que por no ser su momento tuvo que conformarse con ser espectador de este memorable festejo. Ryoga y su nobleza, Ryoga y su soledad.
El joven acomoda su trenza para la sesión se fotos con su esposa y su familia. Toma a Akane ahora Saotome de las manos y le sonríe para llevarla al sitio acordado por el fotógrafo contratado. Cuando las siempre ocurrentes Sayuri y Yuka, amigas de la novia, interrumpen el protocolo para proponer un juego.
Sentaron a los novios en medio del enorme salón y a sus padres con ellos. Habían recogido preguntas entre todos los invitados que deseaban que la pareja o su familia respondieran.
Luego de las típicas bromas nupciales comenzó aquella entretención y la pícara Yuka dio inicio a la ronda de preguntas.
- Ranma y Akane... Si hasta hace un año provocaron un accidente por una pelea estratosférica y juraron odiarse hasta la muerte, qué fue lo que los impulsó a casarse si todos pensabamos que su historia había terminado.
Entre risas Ranma se disponía a responder cuando Genma con su prudencia característica le arrebató el micrófono y contestó por él.
- Pues verán... - Aclaraba su garganta para "echar bien el cuento" - Hace un año pensamos que las cosas no tenían ya más remedio y con mi amigo Soun decidimos jugarnos la última carta.
Todo el salón estaba muy atento a lo que allí se decía, si bien todos estaban felices por la boda, a la mayoría le tomó por sorpresa si hasta hace nada se detestaban supuestamente.
- Decidimos separarlos indefinifamente - Declaró ante la curiosa y asombrada mirada de los presentes - Tomamos nuestras cosas y nos fuimos a Nigata. Soun, Nodoka y yo les dijimos claramente que tenían terminantemente prohibido acercarse uno al otro. Les ordenamos terminar el compromiso y lo declaramos sin valor.
- Pero señor Genma - Preguntaba Sayuri - Esto tiene aún menos sentido que el haberlos obligado o no? - El público también asentía.
Akane iba a responder la inquietud cuando su alebrestado padre Soun decidió también quitarle su micrófono y comenzar a hablar.
- Les impusimos el matrimonio y que fue lo que estos cabezotas hicieron? Rebelarse, odiarse, rechazarse. Entonces...
- Hicimos todo lo contrario - Complementaba Nodoka sin saber de donde había sacado otro micrófono - Ahora si les prohibiamos asi de implacablemente su relación, pues lo más lógico era que iban a luchar pero esta vez para volverse a unir. Y que creen? Así fue.
Los suspiros y grititos de los invitados no se hicieron esperar cuando Yuka preguntó - Y como es que recomenzó todo?
Akane y Ranma solo se miraban a la espera de la verdadera historia cuando escucharon a su madre contando un cuento de hadas y dragones donde su varonil hijo era el héroe salvador de la princesa de cabellos azules.
Rodaban los ojos del puro despecho ante tal imaginación de la matriarca y se miraron.
- Regresé por ti, regresé a buscarte - Le decía Ranma a su esposa acariciando suavemente su mano.
****Flashback****
Tres meses habían pasado incomunicados por completo, pasaba un día más y alguno de los dos moriría de la ansiedad. Se deprimieron, se fastidiaron, hasta adelgazaron de la pura angustia cada quien por su lado ya que jamás en la vida iban a reconocer la tremenda falta que se hacían.
Ranma en Nigata planeaba encontrarla como sea... Pero como?!
Akane en Nerima planeaba que el la encuentre... Pero cómo?!
Todo tenía que ser puramente accidental. Así, jamás tendrían que reconocer ante el otro que se estaban muriendo por verse de nuevo.
Nabiki Tendo. La pieza clave. Ella ha había planeado absolutamente todo aún hasta antes de que ellos se lo propongan.
Un buen día recibió carta de Ranma, entre tantos saludos sin sentido al fin leyó lo que quería ver.
" Y dime... Cómo está ella..."
Fue todo.
Lo manejó todo de tal forma que sin saber cómo ni cuándo Ranma ya estaba en un autobús con dirección a Nerima casi listo para llegar. Tenía un rumbo directo. El hospital del distrito.
La castaña de grandes y ambiciosos ojos justamente hoy que no iba a haber nadie en casa con excepción de Akane, se comenzó a sentir muy mal. Afiebrada, mareada, con todos los males encima, así que cuál es el único sitio de una ciudad donde es completamente insospechable e improbable encontrarte con alguien que jamás o casi nunca se enferma? Exacto, el hospital.
Jamás nunca nadie en la vida le podría echar la culpa a ella de tan brillante plan, ya que esa había sido la condición puesta por Ranma para pagarle diez mil yenes por el "favor".
Quizás en un hospital cualquiera si era posible la casualidad, pero se trataba del más grande de todo el distrito. Contaba con cinco puertas y tantas salas, pasillos y callejones que hasta los mismos empleados se perdían.
Pero como la gran Nabiki cree fielmente en cositas como "el hilo rojo" simplemente le dijo a Ranma que vaya al gran lugar y se quede en la puerta más grande a las 8 de la mañana.
Akane angustiada a más no poder, llevaba a la "muy enferma Nabiki" al médico de urgencia, de pronto se le antojó esperar por una camilla, casi a empujones la hizo irse adentro del hospital para preguntar por una.
La astuta hermana mayor miro su reloj y dejó el resto al destino.
Akane corrió a buscar un camillero o al menos alguien con una silla de ruedas para su "agonizante" hermana. Una amable enfermera le dijo que solo quedaba una camilla libre pero que estaba en uso ahora mismo. - Sientese allí y espere dos minutos señorita, voy a traerla yo misma del piso de arriba- Le prometió la mujer ante la desesperación de la peliazul quien salio a la entrada principal y se sentó a esperar entreteniendose con la gran graaaan afluencia de gente. Pensó en ir por Nabiki pero con lo terca que es seguramente no se iba a mover sin su bendita camilla, así que no le quedó de otra.
Un muchacho de trenza azabache y ojos azules caminaba a paso seguro hacia la entrada principal de aquel gran hospital. Su corazón latía sin freno alguno de la confusión de sentimientos. - La veré? Dios mío como pude ser tan ingenuo y pagarle tanto dinero a Nabiki para propiciar un encuentro "accidental" tan poco o nada probable como este! - Se decía a si mismo al entrar por el pasillo principal del lugar y dirigirse hacia adentro - Hay tanta pero tanta gente aquí que ni con un megáfono podría encontrarla... Definitivamente soy un tarado- Aseguraba revolviendo su cabello negro y enojado se dispuso a voltearse para salir del lugar cuando a lo lejos vio los penetrantes y satisfechos ojos de su casi cuñadita Nabiki y un sudor helado comenzó a recorrerlo del cuello hacia abajo.
- Si Nabiki si está aqui quiere decir que... q..que... - Tomó fuerzas de donde no tenía y siguió su rumbo hacia adentro del centro médico. Buscaba con sus ojos la presencia de la chica. Su corazón no podía mentirle ella estaba ahi. La emoción, los nervios no eran en vano y el lo sabía. Ella estaba cerca, ella estaba allí.
Akane comenzó a sentir más y más ansiedad. Desde anoche estaba intranquila, no había podido dormir bien desde la madrugada y todo eso mezclado con la preocupación por su hermana enferma quizás le esté pasando factura, pensaba. - Pero y cuánto más va a tardar esa camilla? - Se preguntó inquieta buscando con la mirada la joven trabajadora que le prometió regresar enseguida y en un segundo un escalofrío corrió por su espalda. Se quedó estática. Lo que creyó ver fue real? Respiró hondo sin moverse ni un milímetro convenciendose a si misma que todo había sido producto de sus nervios.
Ranma continuaba a paso firme y en línea recta. Su corazón le anunciaba un infarto emocional en solo segundos. Comenzó a respirar un poco mas agitadamente cuando frenó de golpe. Un par de segundos después reanudó su andar con la vista fija en ella. En Akane. En esa muchachita histérica con la que habían terminado a gritos en un parque antes de que sus padres terminaran con el compromiso. Esa mujer que no había podido arrancar de su cabeza ni de su corazón por más que lo haya intentado aún hasta yéndose de la ciudad y sin importar las tantas mujeres bonitas sin contar sus "prometidas" que seguían insinuandosele seguido.
La peliazul se hartó de esperar. Dio un golpe de impaciencia en su regazo dispuesta a ponerse de pie cuando alzó la mirada y lo vio.
Una chispa de cordura quiso obligarla a disimular hasta la muerte y fingir que no lo había visto poniéndose de pie según ella atareada buscando algun otro camillero o enfermera y caminando hacia cualquier dirección.
- Akane!
A pocos metros el chico pronunció su nombre. Esas 5 letras fueron suficientes para que ella sienta que su mundo se resumía en el tono de su voz, en la calidez de su mirada azulada, en lo hermoso que se veía. Mordió sus labios y continuó su camino tratando de ignorarlo quien sabe por qué, pero el muchacho no estaba dispuesto a darse por vencido y como si de una escena de telenovela se tratase la persiguió por medio hospital llamando la atención de todos los allí presentes.
Suavemente tomó su brazo para evitar que la joven siga escapando y a riesgo de sentir un golpe de mazo bien dado solo descubrió que esa electricidad que siempre le produjo el ligero contacto entre sus cuerpos estaba vigente.
Sin poder huir más la chica volteó a verlo. Fueron los tres segundos más largos de sus vidas. Una vez más cerca, una vez más enfrentados, orgullo versus terquedad... Amor y odio mezclados.
***Continuará***
Buenas noches mis amigos de mi vida! Luego de tanto tiempo de ausencia he querido pasarme por aquí y acompañar con una historia cortita esta fría nochecita. Este pequeño fic tendrá tres capítulos probablemente y narrará una historia de amor vistos desde dos ópticas, lo que se enteran los padres (o lo que fantasean que pasó) y lo que los novios nunca contaron jeje. Tendrá su dosis apasionada y romántica, y como se ambienta en la propia boda obviamente se desarrolla en un final feliz :)
Les mando besos enormes :) Actualizaré el martes 18 y viernes 21 (Mi cumple! Yeeeeiiiii) Para cerrar mi dia dándoles este pequeño regalito del fin del fic :D
Nos leemos pronto! Saluditos personales en el otro capi :*
SK47
