Los Siete Dragones

Por Marce-chan

Introducción: "Retorno"

Aproximadamente dos semanas habían pasado desde que regresamos a Magnolia, después de que la Maestra Mavis Vermilion nos había salvado, era difícil asimilar que de verdad habían pasado 7 años. Fairy Tail no era ni la sombra del gremio que alguna vez fue, no solo había caído al último lugar en el ranking de gremios, también contaba con muy pocos miembros, misiones y dinero, sin mencionar a Twilight Ogre, el nuevo gremio de Magnolia que dominaba la ciudad entera y se dedicaba al vandalismo más que a otra cosa.

Una vez Alzack y los demás nos explicaron la situación del gremio y nosotros explicamos lo ocurrido en Tenroujima, nos dedicamos de lleno a reconstruir el gremio, gracias a las influencias del Maestro pudimos saldar las deudas con Twilight Ogre (Sin pagar un solo centavo, debo aclarar) y expulsamos a esos magos mercenarios de nuestra ciudad. Todo fue volviendo a la normalidad, pero la situación económica era precaria.

Tras la muerte de mi padre y estando las deudas con la propietaria de mi departamento completamente saldadas, pude volver a mi hogar y retomé mis misiones con Natsu y Happy, a pesar de eso era difícil hacerse a la idea que había pasado tanto tiempo. Una mañana al regresar de una misión bastante sencilla y mal pagada, noté la presencia de alguien nuevo en el bar. Era una chica, se hallaba apoyada en la pared del rincón más oscuro del lugar, de brazos cruzados y la mirada hacia el suelo, cabello liso de color negro, difícil de apreciar, pues llevaba una capa con capucha, un fleco muy similar al de Alzack años atrás, lentes de marco grueso y ropas chinas, que a pesar de que la capa las ocultaba en gran parte, se veían realmente geniales, ella no se inmutó cuando la miré.

- ¡Regresamos!-saludó Natsu entrando al gremio detrás de mí, con Happy sobre sus hombros.

-¿Lucy?-murmuró Happy al verme distraída.

Natsu notó mi expresión y vio a la chica al seguir la dirección de mi mirada.

-¿Quién es ese?-preguntó.

-¡Natsu!-lo regañé, por su poca delicadeza.

Alzack entró en ese momento, al mirar a la extraña se sobresaltó y fue corriendo hacia ella.

-¡Sabía que era cierto! ¡Tenía que serlo!

La abrazó tan intensamente, que todos volvieron sus rostros hacia ellos. Varias miradas se dirigieron a Bizca al ver a Alzack siendo tan cariñoso con alguien más. Ella lo notó de inmediato y sonrió tranquilamente negando con la cabeza.

-Descuiden, Al y yo estamos casados, además ella es su hermana.

-¿Hermana?-repetimos todos a coro.

-¿Hermana?-exclamó Gray, que se hallaba en la barra -¿Es cierto? ¿Es posible?

-¿Regresó?-exclamó Lissana.

-¿Está con vida?-exclamó Natsu.

Alzack trajo a la chica hacia nosotros rodeándole los hombros con el brazo y todos se amontonaron alrededor para mirarla.

-Que no te de pena…-le sonrió.

Ella no respondió, simplemente se dejó llevar.

-¿Qué no la recuerdan?-preguntó Alzack extrañado-Ya sé que ha cambiado mucho, pero fíjense bien… ¡Es Maki!

-Mucho gusto-murmuró ella mirando al suelo-Soy Makinami Rain.

-¿Makinami?-exclamaron varios a coro.

-¿Es Makinami?-exclamó Natsu.

-¿Rain?-murmuró Gray.

-¿La pequeña Makinami Connell?-preguntó Gildarts.

-Bueno, eso era cuando aún no recuperaba sus recuerdos-explicó Alzack-Pero resulta que su apellido es Rain.

-¿Rain?-repitió Gray.

-¡Ma-chan!-exclamó Lissana y se lanzó a abrazarla efusivamente como era su costumbre.

-¿De verdad eres tú?-preguntó Natsu algo desconfiado.

Ella asintió con la cabeza, encogiéndose de hombros desde los brazos de Lissana y Levy que la estrechaban.

-Maki-insistió Natsu.

-Tsu-kun-respondió ella en voz baja.

No pude evitar notar que el rostro de Natsu se iluminaba al escucharla.

-Eres tú-sonrió-Bienvenida.

También pude notar que Gray estaba bastante incómodo y, contrario a todos los demás, ni le dio la bienvenida, ni le dirigió la palabra, ni se acercó a ella. Yo no entendía absolutamente nada, así que mientras la mayoría rodeaban a la recién llegada, decidí preguntar en voz baja.

-Oee, Erza ¿Quién es ella?

-Ah, es verdad-sonrió Levy-No tienes ni idea de quién es Maki, Lu-chan.

-Ella-dijo Erza sentándose a mi lado-Es Makinami Rain, anteriormente llamada Makinami Connell, es la hermana menor de Alzack.

-Pero… El apellido…-titubeé.

-Makinami era huérfana-explicó Erza-Alzack la encontró en una de sus misiones, sola y sin recuerdo alguno de su pasado, así que decidió traerla al gremio y adoptarla como su hermana menor.

-Pero no era muy buena con la magia-continuó Cana, que se había acercado formando un círculo a mi alrededor, junto a Mira, Lissana y Levy-Usaba magia de agua, pero lo más que podía hacer era provocar o detener la lluvia, no manejaba magia ofensiva ni defensiva, por lo que no era buena en batalla, nunca hizo una misión oficialmente.

-Pero era una muy dulce y buena chica-sonrió Mira-Siempre ayudaba con los quehaceres y con el mantenimiento del gremio, era muy querida aquí.

-De las más queridas creo yo-dijo Bizca uniéndose a la conversación-Al sencillamente la adoraba, esa niña era su razón de ser. Nunca volvió a ser el mismo desde que se fue.

-¿Y por qué se fue?-pregunté.

-Nadie lo sabe a ciencia cierta-respondió Lissana-Creo que solo Alzack y el Maestro, pero no hablan de eso.

-¿Y por qué les afecta tanto a Natsu y a Gray?-pregunté, pues no había pasado por alto el detalle de que tanto a Natsu como a Gray les había afectado más que cualquiera.

-Natsu y Gray eran los más grandes protectores de la pequeña Makinami-respondió Mira.

-Fue una misión que les encomendó el Maestro-explicó Erza ante mi perplejidad-Al tener un nivel de magia tan bajo, Makinami era la más vulnerable aquí y siendo tan querida como ella era, le fue asignada una especie de escolta, como Natsu y Gray eran tan impredecibles y atolondrados, el Maestro pensó que esa misión les enseñaría a tomar responsabilidades.

-Eran tan lindos-comentó Mira con nostalgia-Se tomaron muy en serio su misión, nunca la dejaban sola, la protegían en todo momento e incluso le ayudaron a entrenar para incrementar su nivel de magia.

Hubo un momento de un silencio triste, al parecer les causaba nostalgia recordar.

-Makinami se marchó un día lluvioso-murmuró Erza recordando-Sin explicar razones ni motivos y el Maestro prohibió terminantemente detenerla y mucho menos buscarla.

-Lo recuerdo-murmuró Bizca-Alzack estaba como loco.

-También Gray-dijo Levy asintiendo-Gildarts se fue con ella ese día ¿Cierto?

-Si-dijo Mira-Él estaba enterado de sus intenciones y decidió acompañarla cierta parte de su viaje.

-Natsu no estaba ese día-dijo Lissana-Se había marchado a una misión, así que no pudo despedirse.

-Pero creo que en parte fue lo mejor-dijo Mira-Porque Gray estuvo aquí y a él le afectó más que a todos, pues no pudo evitar que pasara.

-¿Ella decidió irse así nada más?-pregunté.

-No tengo idea-murmuró Lissana-Nunca me contó de sus planes, aunque tiempo antes de su deserción la noté extraña.

-¿Extraña?-pregunté sin comprender.

-Siempre hablaba de buscar su pasado, de encontrarse con ella misma-comentó Lissana-Pero nunca mencionó nada sobre realizar esa búsqueda. Todos creemos que por eso se marchó, para buscar su pasado.

-Todos notamos que algo no estaba bien con ella-dijo Cana-Se comportaba extraño, frecuentaba mucho a Gildarts, pero no sabíamos que estaba preparando su viaje.

-La creíamos muerta hasta hoy-dijo Erza mirándola.

-¿Por qué?-pregunté.

-Aunque el Maestro prohibió buscarla, ni Natsu ni Gray le obedecieron, pasaron años en su búsqueda-respondió Levy-No volvió a saberse nada de ella.

-Poco después de que se cumplieran dos años de su partida-continuó Bizca-Sus pertenencias fueron encontradas en medio del Desierto que conecta a Joya con Bellum, muy lejos de los límites del Reino de Fiore. Fue dada por muerta desde entonces, estaba demasiado lejos.

-Desde entonces dejaron de buscarla-dijo Mira-Pero nunca se resignaron.

-Creo que Natsu optó por esperarla, estaba seguro de que volvería-dijo Erza-Pero Gray nunca dejó de buscarla, hasta poco después de que llegarás aquí, Lucy.

-Quizás vio algo de ella en ti, Lu-chan-dijo Levy-Y eso le dio algo de consuelo.

-¿En serio?-murmuré sorprendida.

-Puede ser-dijo Levy encogiéndose de hombros.

Juvia me dirigió una mirada asesina.

-Pero está viva…-murmuró Lissana, que se veía radiante de felicidad-Después de todos estos años, sigue con vida y regresó.

-¿Por qué Gray no le ha hablado?-murmuré.

-Conociéndolo-dijo Erza-Debe estar resentido con ella.

-¿Por qué?

-Él la quería-me susurró Levy al oído para que Juvia no escuchara-La quería mucho, nunca pudo perdonarle que se marchara sin decirle porque, siempre se ponía de mal humor cuando hablábamos de ella.

-¿A qué te refieres exactamente con "la quería"?-pregunté

-¡Lucy!-me llamó Natsu desde el otro extremo de la habitación donde estaba Makinami-¡Ven, te presentaré!

Me incorporé y fui hacia ellos, a la luz y a pesar de que aún llevaba puesta la capucha, Makinami lucía menos tenebrosa que al principio, era de tez trigueña y ojos redondos color marrón, ella sonreía tímidamente cuando Natsu me puso enfrente rodeándome los hombros con los brazos.

-Ella es Lucy-le dijo-Mi compañera de equipo.

-Hola-saludó ella-Makinami Rain

-Lucy Heartfilia.

-Gray-sama-replicó Juvia al ver el detalle de Natsu conmigo-¿No me vas a presentar?

-No-respondió él de mala manera-Preséntate sola.

Makinami suspiró con resignación ante su actitud. Pero entonces, el Maestro, que había pasado todo el rato hablando en voz baja con Alzack, se aclaró la garganta.

-Makinami Rain.

Todos nos volvimos hacia él.

-¿Es verdad lo que me dice Alzack?-preguntó el Maestro-¿Sabías que regresaríamos?

Todos la miramos con murmullos de curiosidad. Ella se inclinó respetuosamente ante el Maestro y asintió.

-Sí, Maestro-respondió-He escrito a mi hermano para advertirle sobre la visita de Blue Pegasus y también para anunciarle que llegaría dos semanas después que ustedes.

-¿Qué?-murmuraron varios a coro.

-¿Cómo lo sabías?-preguntó Natsu.

Ella no lo miró, ni retiró su mirada del Maestro.

-Creo que es mejor hablarlo a solas-dijo el Maestro comprendiendo su mirada.

-Por favor-dijo ella.

Se separó de nosotros, tomó a Alzack de la mano y fueron hacia el Maestro.

-Gildarts, Mirajane y Erza, vengan con nosotros-dijo el Maestro.