Advertencias: Muerte de personajes.

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, solo a su respectivo creador: Hiro Mashima. La historia es totalmente creada de mi imaginación; sin fines de lucros, de fan para fans.

¿Esperaban que me olvidara de esta historia? ¡Aun no! aunque realmente si había pensando en eliminarla, tome la decisión de continuarla solo si empezaría de nuevo desde el principio. Espero que realmente perdonen la ausencia y la tardanza en cuanto subir los nuevos capítulos; pero como he dicho en todas mis demás historias no es que haya tenido mucho tiempo libre. Aunque justo ahora que ya estoy entrando en las tan esperadas vacaciones de verano tomare el tiempo de corregir y terminar las historias antes de sumirme completamente en mis estudios de nuevo. Espero que no se hayan olvidado de mi.


Prologo

-Quien no le tiene miedo a la oscuridad, es porque no tiene imaginación.

-Había estado de pie por casi más de una hora; ese día había salido un poco más tarde de lo normal debido al arduo trabajo de esa tarde. Mientras estaba de pie, en una calle desierta y con el frío congelándole hasta los dedos de los pies, lanzo una maldición al aire, pero, este no hizo más que llevárselo porque nadie podía escucharla allí en esa calle tan sola. Su casa estaba unas cuadras más arriba de la editorial en donde trabaja, pero era el único lugar donde decidieron contratarla y donde la paga era realmente buena; el único aspecto negativo que tenía era la lejanía que tenía con su hogar.

Desde que era adolescente había comenzado escribiendo historias por internet y pequeños poemas o frases, y justo ese día iba a presentar por cuarta vez en el mes a su jefa el libro que llevaba escribiendo desde que tenía memoria, solo deseaba que no encontrara otro estúpido error y la mandara al demonio como acostumbraba a ser. Y trataba ser realmente paciente porque la verdad era que esa palabra no entraba en la descripción de Lucy Heartfilia, pero si quería realmente ser profesional tenía que aceptar las críticas ante todo y tomarlas de una buena forma.

Cuando su reloj de muñeca marco las cinco en punto de la tarde, decidió que era mejor ir caminando a casa, estaba realmente agotada y lo que más deseaba en ese momento era llegar a casa, tomar una cucha caliente y quedarse en el ordenador hasta que le entrara el sueño. Durante todo el trayecto a pesar de su cansancio, noto que el ambiente estaba un tanto extraño, desde hacía rato que no escuchaba el ruido del motor de un automóvil o siquiera niños jugando en los patios de sus casas, o incluso señal de vida alguna; pero no le tomaba tanta atención ya que ese día era domingo y tal vez todos ya estaban en sus casas descansando y prepararse para el siguiente día.

No se había dado cuenta de cuando había llegado a un vecindario que se le hacía familiar; incluso aunque tenía vecinos muy ruidosos no se escuchaban ni siquiera el sonido de un ave, pero lo menos que pensaba era en que podía haber pasado algo, lo que le hacía feliz era que podría dormir tranquila esa noche. Cuando llego a casa se quedó observando la enorme mansión, estaría de nuevo sola ese día debido a que sus padres salían constantemente de casa.

La puerta hizo un leve chirrido cuando la abrió, a pesar de que aún era de día por dentro se veía una completa oscuridad. Camino hasta la cocina y por la sala pero se encontró con que no había nadie, incluso Virgo, el ama de llaves no apareció para darle la bienvenida así que dedujo que ya se había ido a casa. Sobre la nevera sujetada con un imán había un papel color pastel con una letra reconocida.

"Hime-sama, lamento tener que irme más temprano; un familiar ha caído enfermo esta mañana y he tenido que ir a ayudarla. Espero que luego me dé un merecido castigo"

"PD: Le deje comida en el refrigerador"-Virgo.

No le tomo demasiada importancia, ya que virgo siempre había sido muy buena en su trabajo y no le importaba quedarse sola si su ama de llaves tenía alguna emergencia. Lo que si le parecía extraño era el hecho de que su conductor, Capricornio también tuvo que tomarse el día libre debido a un pariente enfermo también. Al parecer había una enfermedad que estaba enfermando a muchas personas, después de todo llegaba el invierno y el frío podía afectar un poco.

Abrió la nevera y encontró la comida que le había preparado Virgo, no había comido desde la mañana y moría por probar la deliciosa comida de su ama de llaves. Lo dejo en el microondas por unos minutos y se acomodó en el sofá para ver la tele un rato.

Paso los canales sin ningún interés, no estaban pasando ninguna película que no había visto ya, o solo eran chismes de farándula. Coloco el canal de noticias a pesar de que nunca le había gustado mucho verlas. En el noticiero estaba una peliblanca conocida como Mirajane Strauss quien era una muy conocida en la televisión.

Buenas noches Magnolia, interrumpimos nuestra programación habitual para traerles una información importante sobre la enfermedad que se está desatando en el continente Europeo, les dejo con nuestro medico invitado el doctor Macao Combolt-sonrió la albina; tenía una sonrisa encantadora capaz de encantar a toda persona que la viera.

—Parece que el primer caso de esta terrible enfermedad comenzó en África-comento aquel doctor. Y comenzó a extenderse desde Europa hasta Asia, es muy probable que llegue hasta América poco a poco; así que he estado preparando precauciones para evitar un posible contagio.

Lucy recordó de donde aquel hombre se le hacía tan familiar, era un conocido de Jude Heartfilia. Lo había conocido en una fiesta de la empresa de sus padres hacia media año, al igual que su hijo pequeño Romeo Combolt. Y aunque cuando lo conoció a la vista era un hombre amable y carismático no pudo evitar pensar que mientras hablaba en la televisión, parecía nervioso; tal vez por la presión de estar en televisión y hablar de un tema complicado como una enfermedad o por la idea de que él sabía mucho más de lo que contaba.

Apago le televisión justo cuando comenzaría a hablar de las precauciones, pero siendo sincera no le importa demasiado, tal vez solo sería otra enfermedad que pasaría con el tiempo. Lavo los platos y seguido subió a su habitación ubicado en el tercer piso; cuando era niña deseaba vivir en un palacio enorme, pero con el paso del tiempo le parecía una idea de lo más absurda aunque a sus padres siempre le había gustado ese estilo de vid prestigioso y he ahí una innecesaria mansión para una familia grande donde solo estaba ella la mayoría del tiempo.

Abrió la puerta de su habitación y todo estaba como lo había dejado esa mañana, se tiro en su cama y tomo su teléfono para ver la hora pero no eran más que las siete de la noche. Aún era temprano y estaba aburrida, decidió marcar el número de su mejor amiga. Al cabo de unos momentos solo se escuchaba el repique del teléfono, pero ella no contestaba. No se preocupaba por que ella siempre encontraba la manera de perder su teléfono, además si lo encontraba y veía sus llamadas perdidas, siempre terminaba por regresársela o casi siempre avisaba que no encontraba su teléfono o que estaba con su novio Gajeel.

Encendió su portátil para navegar por internet, reviso sus redes sociales y la mayoría estaban llenas de noticias del virus que estaba atacando a medio mundo. Algunos estaban asustados debido a que según muchos no eran solo una gripe o enfermedad cualquiera. Termino por buscar más en la red y encontrar más información pero lo que escribían era casi igual que lo que decían en la tele, parecía que no quisiera que nadie supiera mucho sobre esto.

Lo único relevante que encontró era la explicación de que se trataba la dicha enfermedad. Era una mutación del Virus Ébola que causaba una fiebre hemorrágica infecciosa, y altamente contagiosa que afectaba a animales y a humanos como tal. Su forma de contagia es a través de contacto directo con líquidos del cuerpo como, la sangre, sudor, la orina o el vómito. Aunque los últimos dos, seria de una forma muy asquerosa.

No sabía cuánto tiempo había estado investigado que incluso el cielo estaba oscuro me sorprendí al ver que ya casi eran las nueve y media y decidí que era hora de dormir no sin antes darme una ducha.

Cuando ya había terminado se asomó por la ventana que estaba a un lado de su cama, las calles estaban totalmente oscuras y ni siquiera estaban encendidos los postes de luz. Cuando ya iba a cerrar las cortinas vio una figura parada en la otra acera caminando de una forma un tanto extraña pero no le dio importancia, de seguro era un borracho.

Cerró las cortinas y apago luz y se recostó en cómoda cama intentando quedarse dormida. Del otro lado de la calle el cuerpo continuo avanzando hasta que sintió algo de movimiento, se volteo con lentitud al ver una ventana iluminada de una luz muy brillante se quedo allí viendo fijamente aquel espacio cuadrado, cuando la luz desapareció y como si eso lo hubiera llamado fue caminando hasta la puerta de aquel gran edificio.


-La alarma sonó varias veces pero ella realmente no quería levantarse, cuando por fin pudo hacerlo quiso asomarse por la ventana pero mayor fue su sorpresa al ver el estado de las calles al frente de su casa. Sangre en las aceras, cuerpos descuartizados en medio de los patios, automóviles estacionados en lugares donde no veía, vidrios rotos y destrozos en las casas.

— ¿Qué demonios ha pasado aquí?-se preguntó a sí misma. Despertó de ensoñación y tomo el teléfono que había dejado sobre la mesa de noche a un lado de su cama; marco el número de emergencias y se lo llevo a al odio, comenzó a repicar y cuando iba a comenzar a hablar se dio cuenta de que solo era el contestador.

—Las líneas están colapsadas, por favor inténtelo nuevamente.

Pensó que tal vez era su teléfono el que estaba mal y decidió bajar corriendo a la sala para comprobarlo, lo que aún no entendía era el por qué no se había despertado con todo ese ruido a pesar de que ella tuviera el sueño pesado. Mayor fue su sorpresa al escuchar la misma frase en el teléfono, era imposible que la línea de emergencias estuviera colapsada.

Se sobresaltó cuando escucho un sonido proveniente de la cocina y se imaginó que sería Virgo o incluso Capricornio pero recordó que ellos tenían algún pariente que estaba enfermo y no era muy probable que ellos estuvieran allí.

— ¿Quién anda allí?-pregunto, pero no escucho una respuesta, las manos le comenzaron a temblar y las sentía frías, sudaba pero no era por el calor era por el nerviosismo. El silencio fue interrumpido con un sonido pegajoso de alguien o algo comiendo, como si descuartizaran a alguien. Agarro el bate de béisbol de su padre, no sin antes asegurarse de limpiar el sudor de sus manos y al frente para agarrarlo firmemente. Avanzo con pasos lentos pero firmes, el ruido provenía de la cocina. Se paro un segundo a pensar que esto parece una película de terror, donde la chica se acerca el ruido y luego algo malo ocurría, se pegó internamente por pensar en algo como pero siguió avanzando hasta llegar a la puerta, el ruido se escucha más de cerca y asqueroso a la vez, me asomo un poco y veo un cuerpo arrodillado frente a otro ¿Comiéndoselo?

Su cara se horrorizo al igual que una mueca de asco surgió unos segundos después al ver como aquel cuerpo comía de otro cuerpo, agarraba y desgarraba con sus manos la piel y luego se lo llevaba a la boca. Grito un poco del susto que le daba ver esa escena, y el cuerpo que estaba encima se detuvo y voltio su rostro hacia donde ella se encontraba.

Sus cabellos estaban desordenados y sucios, sus ojos eran de color amarillo, su cara estaba llena de sangre, y tenía un color verde podrido, sus dientes estaban sucios con restos de quien sabe y tampoco le gustaría saberlo. Con dificultad se colocó de pie, y camino con sus brazos extendidos hacia ella. Al verlo más de cerca se dio cuenta que era la vecina de al lado, y el cuerpo tirado en el suelo era su hijo, supuso que su mama se volvió extrañamente loca y él quiso escapar entrando a su casa y le había traído a esa loca hasta allí.

—Si te acercas demasiado llamare a la policía-Le dijo sin pensar; apuntando el bate hacia ella o lo que antes era ella. Pero sin hacerle caso siguió avanzando, abrió la boca y salió de su boca baba y algún líquido asqueroso de color verde. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, cerró los ojos unos momentos, era obvio que ella aquella mujer dulce ya no lo era más y al ver que ignoro su advertencia saco una fuerza que no sabía que tenía y voló su cabeza con el bate que una vez uso su padre para jugar, después de todo los Heartfilia era una familia de buen brazo para el béisbol.

Se observó a sí misma y gimió, su ropa estaba llena de sangre, se tendría que dar un baño después de esto. Miro al suelo y el cuerpo yacía ahí, sin vida cuando hace un momento estaba moviéndose, tenía la cabeza destrozada, y se quedó estupefacta al ver la gravedad del golpe ¡Por dios he matado a una persona! Pero al pensarlo mejor, fue en defensa propia aquella loca mujer intento atacarla y además ya había asesinado a su hijo.

Antes de volver a ver el cuerpo de lo que antes fue su vecina, se detuvo a pensar en que es lo que había pasado. Observo más detalladamente su cuerpo sucio y aun lado de su cuello tenía una gran mordida, no era tan grande como la de algún animal, pero era de una gran profundidad para ser la de un humano. Recordó toda la información que había leído la noche anterior.

—No…puede ser.- ¡Es un jodido Zombie!-grito; Cayo de rodillas y retrocedió del cuerpo unos centímetros. Cuando se calmó un poco se puso de pie, arrastro el cuerpo hasta el patio de atrás para luego cavar un hoyo, colocar los dos cuerpos en él y echar la tierra de nuevo. Sabía que era un Zombie, pero era lo menos que podía hacer Uso todo su conocimiento sobre Zombies para no hacer ruido mientras estaba afuera de la casa, más cuerpos muertos buscando carne caminaban con tranquilidad sobre la acera, no se habían dado cuenta de su presencia, además del terrible olor a muerto no creía que la identificaran; solo se quedaban ahí, viendo en la nada, como un títere. Entro de nuevo con cuidado y cerré la puerta principal con la seguridad que su padre tanto había insistido en colocar. En ese momento se prometió a si misma que sobreviviría, que haría lo que fuera aunque tuviera que hacerlo sola.

Aseguro todas las puertas y tapo las ventanas, todo quedó a oscuras como si fuera de noche, y apenas era de mañana. Se quitó la ropa manchada, y se bañe de inmediato. Uno de los principales medios de contagio es a través de sangre infectada, y no tomaría el riesgo. Comenzó a preparar todo, no podría quedarse encerrada para siempre. Reunió toda la comida que tenía, y todo lo que podría servir como arma para defenderse aunque para su mala suerte no era una película y no tenía pistolas, ni rifles o ni siquiera una gran ametralladora de esas que suelen aparecer en la esquina, cuando el protagonista tomaba la decisión de salir de su casa.

Iba a quedarse unos tres días antes de salir, debía preparase para cualquier emergencia. Debía hacerlo por ella misma y por sus padres si es que aún seguían con vida. Y no sabía de donde había sacado tanto valor, pero si algo si sabía era que temía mas a no volver a ver a la gente que ama y morir sola.

Y sin saber que iba pasar, solo decidió sobrevivir, sin intuir a las consecuencias ni saber lo difícil que sería hacerlo sola, solo quería que todo fuera como antes, solo que antes era mucho peor.