Bueno, realmente no sé qué decir, este fic se me ocurrió en el camino a mi casa y como no tenía donde carajos escribir decidí escribir la idea en mi mano xD si claro muy inteligente Dita, pero bah! A quien le importa lo que estoy escribiendo aquí? Ustedes vienen a leer el fic con la mera intención de satisfacer sus deseos (y no realmente no quiero saber que tan bizarros sean) pero soy una buena persona y los ayudaré con ello.
Fic principalmente influenciado por la idea de que un amigo es gay. Varias situaciones en este fic han pasado en la vida real y varios personajes están inspirados en amigos míos o mi persona en sí. Inspirados, no proyectados.
Ok. Algunas anotaciones que me gustaría aclarar.
-blablabla- son los diálogos
"blablabla" pensamientos
Blablabla notas, chat, mensajes del móvil, etc.
-Blablabla- llamadas telefónicas, etc.
'blablabla' ironías, etc. Ustedes entenderán
Como si fuera la primera vez
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"Hay dos cosas infinitas en la vida, el espacio y la estupidez humana, pero no estoy tan seguro acerca del primero"
Albert Einstein
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Prólogo
Hola, mi nombre es Mateo Jiménez Roldán, tengo 19 años y acudo a la Preparatoria número 6. Vivo con mi hermana pequeña, mi madre, mi padre y dos perros en una casa de una colonia llamada Pedregal. Soy algo alto (1.70) y peso 62 Kg, soy delgado y mi piel es bastante clara, mi cabello es castaño claro y mis ojos son verdes. Se preguntaran para que les digo toda esta mierda y la verdad es que no lo sé, simplemente se me antojó escribir mi vida en un estúpido archivo de Word en mi computadora. ¿Para qué? No lo sé, estaba aburrido y supongo que empezaré contándoles desde que empecé la preparatoria hace tres años, cuando tenía 16.
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Bip bip bip….bip bip bip….bip-bip-bip….bip-bip-bip….bipbipbipbipbipbipbip
-¡Joder Mateo! ¡Apaga tu maldito aparato!- escuché la insoportable voz de mi hermana desde el otro cuarto –¡Te juro que te voy a romper algo si no lo apagas en este mismo momento!- y yo como siempre le di un avionazo olímpico, en realidad no me molestaba que el despertador sonara durante media hora, yo aún así podía dormir a gusto, el molestar a mi hermana (que tenía el sueño más liviano que una pluma) era solo el un plus que me ganaba. Estaba a punto de volver a quedarme dormido cuando sentí que la puerta de mi habitación se estampara contra la pared, en ese instante abrí los ojos por completo –No digas que no te lo advertí idiota…- mala señal, mi hermana estaba entrando a mi cuarto. Me enderecé con pesadez y apague mi despertador.
-Vale, vale ya lo apagué Andrea- dije aún medio adormilado puesto que recién me estaba volviendo a dormir, me tallé los ojos y observé a mi hermana, su rostro me pareció…bueno, daba miedo –Oe Andy no te vas a enojar conmigo ¿verdad?-
-No que va Mateo, me encanta entrar a tu cuarto en las mañanas solo para ver tu cara de idiota en las mañanas…-
-Si yo también te quiero monstruo- me levanté de la cama y camine hacia la salida sin siquiera tomarme la molestia de tenderla, al pasar junto a mi hermana le revolví el cabello, logrando que ella me diera un fuerte codazo en la espalda que hija de su madre (mis respetos, pues también es mi madre) me dolió en el alma. Ignorando el hecho de que mi 'dulce' hermanita me haya roto uno o dos huesos de la columna, fui lentamente al baño para lavarme la cara y los dientes. Al salir noté que mi hermana se regresaba a su cuarto, seguramente a cambiarse. "Campo libre" pensé y entré a mi cuarto para cambiarme.
Casi olvidaba que hoy era el primer día de escuela "Mierda, con la pereza que me da en estos momentos el ir al instituto" hice una nota mental de que la escuela apestaba. Me quité la ropa lo más lento que pude, como si intentara prolongar el tiempo, y cuando quedé en mis bóxers fui a mi closet para sacar algo decente que ponerme. Al ver frustrados mis intentos de escoger algo mínimamente atractivo (viendo que mi ropa es un desastre) tome lo primero que me pasó por enfrente. Unos jeans normalitos, una camisa blanca con verde con un estampados de colores, un cinturón normalillo y una chamarra gris, tomé los primeros tenis que encontré y baje a desayunar.
Abajo ya estaba Fernanda cocinando. ¡Ah! Fernanda es mi madre, solo que no acostumbro a decirle así, tiene 46 años y se dedica por completo a ser ama de casa. A veces dudo si soy su hijo o no porque ella y yo apenas si nos parecemos, ella tiene el cabello pelirrojo y sus ojos son como verdes tirando a color almendra y es bastante 'petit' o sea que es chiquita y adorable, incluso me han preguntado si es mi hermana o mi prima o por esos rumbos. Andrea ya estaba desayunando cuando me senté junto a ella en la mesa de la cocina. Mi hermana por otro lado es una 'mini me' con obvias diferencias claro, es algo alta (1.65) para tener solo 14, le ha dado por traer su cabello castaño acaramelado largo y con sus rizos naturales y tiene unos preciosos ojos iguales a los míos color esmeralda, es delgadita y bastante guapa, pero lástima que tiene un carácter…pobre de su novio (no es que lo tenga, pero no dudo que cuando lo tenga tendré a alguien que me comprenda). No vi a mi padre, así que supuse ya se había ido al trabajo.
-Mateo, ¿no es hoy tu primer día en el bachillerato?- me preguntó mi madre haciéndose la que no sabe mientras me servía una tanda de huevos revueltos.
-Si Fer- le dije desinteresado –hoy es mi primer día en el bachilleres- di un bocado a mi comida para luego voltear a verla, me asustó que tenía los ojos llorosos y una sonrisa…dulce, demasiado..Ugh, parecía caramelo, era tan dulce que empalagaba…creo que se me quitó el hambre.
-Dios mío, crecen tan rápido- se limpió una lágrima imaginaria de sus ojos amielados –Están entrando a su primer día en el Kínder y cuando menos te das cuenta ya entran a la preparatoria, me siento orgullosa de mi nene-
-Enserio Fer, me estás dando miedo- dije algo sacado de onda y asustado, incluso mi hermana estaba con la cara de 'que demonios con esta mujer'.
-¿Por qué insistes en llamarme Fer? Soy tu madre…- dijo Fe…mi madre algo acongojada conmigo.
-¿Y qué? Fernanda es tu nombre…- le resté importancia y seguí comiendo.
-Deberías llamarme mami o madre o mamá- se quejó retirándome mi plato (ya vacio) de enfrente de mí, iba a decir algo más cuando escuché mi celular vibrar en mi pantalón, cosa que me sorprendió. Así que respondí.
-¿Aló?-
-Serás hijo de tu mismísima madre…-
-Ah, hola Nata…- si, como lo leen, Nata o Natalia, ella es mi mejor amiga y adivinen, acabo de recordar que ayer quedé con ella que nos íbamos a ver a las 6.20 en la parada de autobuses para irnos juntos a la escuela. Voltee a ver el reloj, 6.45 –mierda-
-Eso mismo Matt, mierda- dijo bastante enojada por lo que pude apreciar, claro no es que pueda apreciar que me estuviera soltando insultos (por que aun que no los dijera, yo se que los piensa) –debiste haber llegado hace 25 minutos pero claro aquí tienes a tu tonta esperando como pendeja-
-Pues cada quien espera como quiere Naty…- ups, doble error en una sola frase ¿Qué es que amanecí idiota hoy o qué? Primera regla de supervivencia; NUNCA pero NUNCA le digas Naty (y derivados) a Natalia, Nata o Nat ok…pero ugh, tenía que decir Naty y regla numero dos; NUNCA pero NUNCA le respondas cuando está cabreada. Me va a castrar cuando la vea.
-Tienes exactamente 5 minutos para llegar a la parada si no quieres que te rompa los huesos uno por uno- ahí lo tienen ¿de quién creen que mi hermana saco el carácter y las amenazas? Les aseguro que no fue de Fernanda.
-Voy para allá- dije de lo más calmado, Nata era incapaz de hacerme daño, me quería demasiado, o eso esperaba…
-Se te acaba el tiempo nene- y colgó, ugh en ese momento me levanté tan rápido de la mesa que tiré la silla, corrí por mi mochila y salí hecho la raya en dirección a la parada de autobuses que había a 5 cuadras de mi casa. Afortunadamente cuando llegué Nata estaba más calmada.
-Pe-perdón, lo ol-olvidé- dije intentando recuperar el aliento, odiaba correr, odiaba las mañanas y por sobretodo odiaba correr en las mañanas, pero Nata enojada era peor a todo eso junto -¿Qué no pudo tu novio tomar mi lugar?- pregunté ya en mejores condiciones.
-Idiota, Roberto vive al otro lado y tú eres mi vecino- dijo Nata, ok, punto para ella. Marcador 1 – 0. –Además quedamos que íbamos a irnos juntos- corrección 2 – 0 –Y fue tu idea- 3 -0, Nata gana el primer round. Ouch.
-Perdón Nat- dije sinceramente, tenía razón yo era un boludo.
-Bien, te perdono porque te quiero- me pinchó la nariz y se subió al bus, que casualmente acababa de llegar –Y por qué vas a pagar mi pasaje- maldita arpía, es decir, eran $2.50 (pesos mexicanos, serían como 15 centavos de dólar y como 10 de euro…) pero siempre se aprovechaba de mi inocente alma. En fin, pague y me fui a sentar junto a ella.
-¿Sabes donde veremos a lo demás?- pregunté intentando sacar algo de conversación.
-A Sara la veremos en el cole junto con Raquel y María, Mauricio se viene con Roberto y nos vamos a ver dos estaciones antes de la prepa- dijo sacando su iPod para ponerse a oír música, instintivamente me ofreció un audífono, que acepté, y puso una canción al azar.
Nata es mi amiga de la infancia, una chica alta (de hecho mi complejo es que ella es CASI tan alta como yo…) y a decir verdad bastante guapa. Tenía el cabello negro (teñido, el de ella era castaño) y recientemente cortado más o menos a la altura del cuello y en un peinado un tanto extraño que no sabría bien como describir, ojos verdes más claros que los míos y dios la había bendecido con un cuerpo de 10 o mejor dicho de 8 (por la forma, aclaremos). Pero esta bastante loca y siempre se la pasa regañándome o jodiéndome la vida, pero hay que ser sinceros, la quiero muchísimo. Como nota en particular admiro a su novio, Roberto, quién no solo logró tener el amor de la bruja de mi mejor amiga, sino que además de aguantarla le toca el lado bonito de Nata. Estará loca, será una otaku, una freak, una gay-lover, pero es una romántica empedernida que se la pasa en las nubes pensando en su Robertito, escribiéndole canciones y demás cursilería…hey no me vean así, no estoy celoso…bueno un poco pero ¿Qué esperaban? Antes era yo el que tenía la atención de Nata, la tuve durante 15 años para que de la nada me salga un tío 'guay' y me la quite de la noche a la mañana. Bueno regresando a lo nuestro.
Estaba, ya saben, yo muy metido en mis propios asuntos, cuando al frente del bus apareció lo que yo llamo un modelo de revista PlayGirl (no sé si exista, pero que mas da), un chico de cabello negro y un tanto largo pero estaba tan degrafilado que apenas se notaba y lo traía parado de atrás, ojos azules claro como el color del cielo (ahora que lo analizo eso si que suena cursi…), era aún más alto que yo, yo diría unos 1.78 más o menos, delgado y con su piel blanca como la nieve, se veía jodidamente sexy y yo…tenía cara de imbécil. Fijé mi vista en sus labios carnosos y un poco descoloridos por el frío, pero dios se veía tan bien en esa camisa morada, skinny jeans negros, cadenas a los lados, bandas en las muñecas y su mochila negra con pin's en todos lados, su ropa era simplemente genial y quedaba perfectamente con él, aún mejor, quedaría perfecta en una pila junto a mi cama. Dios ahora que lo observaba bien, no solo era delgado si no que, aún con esa camisa puesta, pude notar que tenía un cuerpo fuerte y bien formado, me pregunté si tendría un 'six-pack' escondido debajo de esa camisa morada. Pude imaginármelo caminando hacia mí, moviéndose de una forma tan provocativa, acercándose lentamente hasta quedar a mi altura, se acercaba a mi oído y me susurraba algo a lo que yo me ponía rojo y luego sentía que me besaba, primero lento para luego meter bruscamente su lengua dentro de mi boca y jugar con mi lengua. Ambas chocaban y jugaban con la otra para luego explorar con violencia la cavidad del otro. Iba a seguir en mis ensoñaciones cuando sentí un suave zarandeo que provenía desde mi hombro.
-Oe…Matt, Matt…Mateo… ¡MATEO!- escuché a Nata intentándome sacar de mis fantasías –Anda chaval despierta, mira que estas todo rojo- pero yo no dejaba de ver al chico estúpida e imposiblemente sexy que estaba a escasos metros de mi y en ese momento se me vino el mundo encima, justamente tuvo que voltear a verme, alzó una ceja al notar que (literalmente) me lo estaba comiendo con los ojos. Trágame tierra…
Continúa…
