Holaaa lectores! Aquí les dejo mi nuevo fanfic, muy diferente a "Nueva York, Amor y Glee" , la verdad. Mientras vayan leyendo, probablemente se darán cuenta que está inspirado en muchas comedias románticas( no escribo sus nombres porque son demasiadas). Hasta ahora, no sé en cuantos capítulos se dividirá esta historia, pero sé que sí dividiré mi tiempo con esta y la secuela de la ya antes mencionada. Espero que les guste de verdad :)... Dejenme reviews para saber sí vale la pena continuarla ( espero que sí) jaja...

¡Disfruten!... y REVIEW, REVIEW,REVIEW!

Aviso: La serie Glee y sus personajes no me pertenecen. Son propiedad de FOX, Ryan Murphy, Brad Falchuck e Ian Brennan. Yo solo los uso para entretenerme escribiendo :)


-Buenas noches.

Finn volteó a ver a Rachel asintiendo lentamente, y ella, al ver que era lo único que iba a conseguir de él, tomó su almohada, se dio la vuelta y cerró los ojos.

Todo estaba mal. Incluso aunque habían quedado como amigos. Para empezar, ninguno de los dos estaba dispuesto a dejar el departamento. Finn le decía a ella que no le daba tiempo de ponerse a buscar uno nuevo, y Rachel le comentaba a él que con sus deberes en Broadway, en su agenda ya no había espacio para concretar una cita con un agente de bienes raíces. Pero eso no era verdad, aunque nunca lo admitirían.

Finn y Rachel habían terminado con su relación. Después de vivir cuatro años juntos. Y todo por una discusión.

Después de su último año en la preparatoria William McKinley, se mudaron a Nueva York donde ambos pudieron ver sus sueños cumplidos.

Rachel estudió en Julliard y a los seis meses de graduarse, ya se encontraba preparándose para su debut en Broadway. Finn se volvió entrenador de futbol de un equipo de adolescentes. A los dos les iba bien, y su relación no era la excepción, pero lo quisieran o no, se acabó en un abrir y cerrar de ojos.

Flashback

-¿Tú crees que no me doy cuenta?- replicó Finn- Muchos me podrán ver la cara de idiota, pero nunca pensé que tú también, Rachel.

-¡Por milésima vez, Finn Hudson!- estalló Rachel- ¡Jesse St. James es solamente mi amigo! ¡Y sí, somos compañeros en Broadway, pero eso no significa que te esté engañando con él!

-¡Es increíble!

-¿Y tú, porque no me dices como te va con las mamás de los chicos de tu equipo? ¡Según he oído, la mayoría son rubias divorciadas con implantes!

-¡Nunca pensé que tú dirías algo sin sentido!-protestó Finn- Pero ya veo que siempre hay una primera vez.

-¿Me estás insultando, Finn?- le preguntó Rachel, obviamente dolida.- Lo podría esperar de cualquiera, menos de ti.

Rachel aventó su bolso y sus llaves en el sofá y se sentó a contemplar la vista de la ciudad de Nueva York.

Finn frunció el entrecejo y se sentó junto a ella.

-De verdad, lo siento, Rach.

Rachel meditó por un momento, y lenta y dolorosamente, pudo llegar a una conclusión que la iba a hacer sufrir, pero era muy cierta.

-Ya no puedo con esto, Finn- dijo- La verdad es que… siempre nos hemos lastimado el uno al otro. Básicamente desde que tuvimos aquella primera conexión. No importa si la primera vez yo lo arruino, y la segunda vez tú. No vemos hacia otro lado. Y volvemos, y sea como sea, nuestro plan siempre termina olvidado. Lo peor es que nosotros mismos somos los culpables.

-¿Ya no… me quieres?- preguntó Finn asustado.

Rachel suspiró.

-Finn, sabes que siempre has sido mi mejor amigo a pesar de todo, pero también has sido la persona que más veces me ha lastimado en mí vida- Finn miró al piso con tristeza- Ya sean malentendidos, confusiones, cosas de reputación- aunque eso solo haya sucedido en la preparatoria- , mentiras, o en este caso, celos y desconfianza, siempre parecen afectarnos por un buen tiempo. De hecho en un momento tuvimos esa rutina.

-Pero Rachel…

-Ya no quiero seguir así, Finn. Quiero que seas feliz, y yo también quiero serlo…

-¿No eres feliz conmigo?

-Estoy hablando de otro tipo de felicidad, Finn.

Finn estaba exasperado. No entendía cómo es que Rachel evadía las preguntas más importantes. ¿Era posible que ya no estuviera enamorada de él y trataba de hablar así para no lastimarlo?.

-Quiero dejar de tener miedo- confesó Rachel.

-¿De qué tienes miedo?

-De lo que pueda pasar. De que tú y yo terminemos lastimándonos aún más. Creo… creo que es mejor terminar con esto. Tener una ruptura limpia. Eres muy importante para mí como para que un día lo nuestro acabe de la peor manera y me duela recordarte. Necesitamos estar separados por un tiempo.

-¿ESTÁS TERMINANDO CONMIGO?

Ahora Finn estaba furioso. ¿Dónde estaba aquella Rachel Berry que lo amaba más que a nadie en el mundo y que daría lo que fuera por él? Finn sentía que le habían aventado una cubeta de de agua helada. En su cabeza, procesó cada una de las cosas que Rachel había mencionado, y aunque no lograba comprender por completo todo el significado de ellas, dejo que ambos cometieran un error del que se iban a arrepentir.

-Creo que es lo mejor Finn- dijo Rachel con lágrimas en los ojos.- Ya no hay nada que hacer.

Finn la miró directo a los ojos.

-Bien… si eso es lo que quieres.

Rachel asintió tristemente.

Finn suspiró y apretó los puños.

-Mañana mismo buscaré un lugar para mí.

Fin del Flashback

Y a pesar de que ya no estuvieran en una relación, ambos se mentían. Rachel Berry podía sostener su orgullo, pero Finn se dispuso a ser claro y transparente. No estaba de acuerdo con esa ruptura, y probablemente no lo estaría nunca. Pero bien así como él estaba dispuesto a decir lo que pensaba, cuando se trataba de separarse de Rachel no podía evitar ocultarlo. Finn no se dispuso a buscar un nuevo departamento ni al día siguiente al que terminaron, ni al siguiente, ni al siguiente… Y sí tan solo él supiera que a Rachel le pasaba lo mismo que a él.

Llevaban dos semanas de haber terminado, pero era imposible de creer que eso había sucedido. Vivían tal y como antes, incluso cayeron en la necedad- o necesidad- de seguir compartiendo la cama. Con una almohada de por medio, y dándose la espalda, pero aún así seguían juntos.

Sus amigos tomaron la noticia con tristeza, ya que todos se llevaban muy bien y ellos sabían lo mucho que Finn y Rachel se querían. Cuando les contaron que por el momento seguirían viviendo juntos "ya que eran grandes amigos", no podían concebir la idea. Era ridícula, pero tal vez ayudaría a esos dos a darse cuenta de la estupidez que habían cometido, y tarde o temprano se darían cuenta de que estaban perdiendo el tiempo.

Al día siguiente, Rachel despertó con una nota de Finn que decía que había ido a correr a Central Park. A Rachel le extrañó el gesto de él de avisarle a donde iba. Después de todo, ella ya no era su novia.

Gracias a Dios soy una actriz, pensó Rachel mientras llegaba al departamento de Mercedes por la noche. Ellas dos y Kurt eran inseparables, y no porque ella había terminado con el hermano de éste, su amistad iba a acabar. La misma noche que ella le puso fin, sus dos fieles amigos la escucharon llorar y desahogarse.

Al tercer toque, Mercedes abrió la puerta y la hizo pasar.

-¡Bienvenida a la fiesta de pijamas!- la abrazó Mercedes.

Rachel le dirigió una sonrisa que no le llegaba a los ojos.

-¿Solo somos nosotros tres?- preguntó.

-¿Quién más iba a venir?- replicó Kurt, que se acercó para saludarla.- Por cierto, ¿sabe Finn que te vas a quedar aquí?

-¿Porqué tendría que saberlo?- se extrañó Rachel- No le tengo que dar explicaciones.

Kurt y Mercedes se miraron y trataron de contener la risa.

-De acuerdo- comenzó Mercedes- Vamos a disfrutar nuestra noche de divas.

Les entregó una copa de vino, y los tres brindaron.

-¡Salud!

Una hora después, Kurt se encontraba maquillando a Mercedes, mientras ella hojeaba una revista. Rachel se tiró en la cama y miró al techo, pensativa.

-¡Oh,no! Por favor, no hagas eso- la reprendió Kurt.

Rachel se enderezó lentamente.

-¿Qué?

-No quiero que estés triste.

-No lo estoy- mintió Rachel.

-Oh, vamos- intervino Mercedes- Debes de admitir que separarte de Finn te está afectando. ¿Dónde quedo la Rachel que siempre daba a conocer su opinión por mucho que no quisiéramos oírla? ¿Dónde está la Rachel que tenía una sonrisa pegada a la cara y aprovechaba cualquier momento para celebrar algo?

-¿Maduró?- preguntó Rachel.

-Pues más vale que sea una inmadura de nuevo- dijo Kurt.

Mercedes y él se pararon justo a un lado de la cama, y Mercedes encendió su grabadora. Tomaron peines como micrófonos, y comenzaron a cantar y bailar al ritmo de la música.

You can dance, you can jive, having the time of your life
See that girl, watch that scene, dig in the dancing queen

Rachel puso los ojos en blanco, pero comenzó a sonreír.

Friday night and the lights are low
Looking out for the place to go
Where they play the right music, getting in the swing
You come in to look for a king
Anybody could be that guy
Night is young and the music's high
With a bit of rock music, everything is fine
You're in the mood for a dance
And when you get the chance...

You are the dancing queen, young and sweet, only seventeen
Dancing queen, feel the beat from the tambourine
You can dance, you can jive, having the time of your life
See that girl, watch that scene, dig in the dancing queen

You're a teaser, you turn 'em on
Leave them burning and then you're gone
Looking out for another, anyone will do
You're in the mood for a dance
And when you get the chance...

You are the dancing queen, young and sweet, only seventeen
Dancing queen, feel the beat from the tambourine
You can dance, you can jive, having the time of your life
See that girl, watch that scene, dig in the dancing queen

Al terminar la canción, los tres se aventaron a la cama y estallaron a carcajadas.

-¿Saben que…?- comenzó Rachel, recuperándose de un ataque de risa- Eso voy a hacer. Salir, bailar, vivir. ¡Voy a conocer a otros chicos!

Kurt y Mercedes sonrieron, pero por dentro, dudaban que eso pasara. Querían mucho a Rachel, pero, ¿cómo era posible que ella consiguiera todo eso si seguía viviendo con Finn y era más que obvio que su ruptura la había afectado?.

-¿Porqué me miran así?- preguntó ella. –Lo voy a hacer. Rachel Berry se va a conseguir a un príncipe azul, y voy… voy a seguir adelante.

Kurt y Mercedes la acorralaron en un abrazo y al poco tiempo le desearon buenas noches.

Antes de dormir, Rachel no pudo evitar pensar en lo que Finn estaría haciendo, solo en su departamento. Trató de despejar su mente y volvió con su propósito.

Voy a seguir adelante, se repetía, y al final se convirtió en una especie de mantra.

Esas palabras quedaron grabadas en su memoria claramente, el problema es que parecía como una oración que tenía que repetir, más, sin embargo, no estaba segura de creerla.


¿Y? ¿Qué me dicen del primer capítulo? Les adelanto que... Rachel estará por ver a alguién más...¿ y qué pasará si Finn conoce a otra chica? ¿Qué le pasará a su relación de "amigos"? La canción es Dancing Queen, de ABBA. ¡Necesito saber lo que piensan! ¿Continuo con esto? REVIEW, REVIEW, REVIEW :D...