Podría decirse que ese era un día común, pero no lo era.
Tras terminar el quinto año en el internado y conocer a Elder, su prima, estaba preparandose para una velada, más bien , una fiesta, organizada por su padre Phillipe Sparks para celebrar que este año regresaría a Hogwarts.
Fabuloso, fabuloso, ¡Al fin podre ponerme ese vestido verde que tanto me gusta Había dicho su madre al enterarse de la noticia.
Por otra parte a Eveline no le hacia mucha gracia el evento. Maquillaje , vestido , joyas...jamás le habían gustado esas cosas encambio Elder estaba emocionada con el asunto. Era comprensible, nunca habia asistido a una fiesta organizada por la familia Sparks. Conocería a mucha gente, bebería y se lo pasaría bien, era más que comprensible.
La puerta de su cuarto se abrio.
-¿Eve?.- Una voz la llamo, y unos pasos entraron en la habitación, firmes.
- Estoy aquí, mamá.
Adelle sonrió y se acercó a su hija, con una ternura maternal incalculable demasiado dulce Pensó Eveline.
-Estas preciosa.- Noto los dedos de su madre sobre los mechones castaños que se posaban en su rostro.
La castaña la miro, eran tan distintas tenía unas facciones redondas y dulces, sus ojos azules, tan suaves como el mar, y su cabello rubio recogido en una trenza. El vestido que llevaba, como había dicho la noche que se planeo la cena, era verde. Caía hasta sus pies con elegancía y destapaba su espalda, sin mangas.
Sin embargo, Eveline tenía el cabello recogido en un elegante moño bajo, algunos mechones se posaban a los lados de sus ojos chocolate, tan parecida a su padre, tan dulce como su madre, tan patosa como ella misma.
-Bonito vestido.- Comento la chica, pensando que el suyo, negro y con mangas de encaje, con una altura por debajo de los muslos, no tenia mucha gracia. -¿Donde está Elder?.- volvio a preguntar, en un murmuro.
-Abajo, con Ashley.
Tuvo que morderse el labio para no reir. Ashley Antrey, su mejor amiga, la chica con la que se dedicaba a gritar, a jugar, y a sonreir de verdad, olvidando ambas por un segundo que eran `damas´ estaba abajo, seguramente en vestido. La sola idea la fascinaba completamente. Ashley jamás hiba a las fiestas por no vestirse con un atuendo elegante, y en ese momento estaba en el salón.
Tambaleandose y despidiendose de su madre con un "reza para que no me caiga por las escaleras" salió de su habitación, recorriendo a tumbos, a causa de los tacones, el pasillo. Agradecio que su padre eligiera pasillos estrechos para recorrer la mansión, podía agarrarse a los retratos de sus antepasados sin matarse al caminar.
Cuando llego abajo, sin caerse por las escaleras sorprendentemente, pudo ver a Ashley y a Elder, su amiga y su prima conversando con Lucius Malfoy. Ese señor era de lo mas imponente.
Que miedo da Había pensado la castaña al conocerle, su hijo Draco, chico al que no veía hace seis años, eras bastante diferente, no imponia respeto, no con diez años.
Una vez el señor Malfoy abandono la compañia de las dos chicas, ella se acerco.
Se fijo en Ashley, el vestido violeta se le ajustaba al pecho y quedaba por encima de las rodillas, mientras su cabello descansaba sobre debajo de su pecho en elgantes tirabuzones.
rio de café
Elder, en cambio, lucia sus bonitas piernas con un vestido azul, resaltando sus ojos y el cabello negro en alto, con una coleta.
¿Insoportable?.-Pregunto Eveline, cuando estuvo al lado de su prima, refiriendose al señor Malfoy.
-Irritante.- contesto Ashley, rodando los ojos, no aguantaba la formalidad y falsedad de las familias distinguidas.
-Educado.- Musito Elder, encogiendose de hombros, llevaba una copa de vino en la mano, y la removia con suavidad.
