Capítulo 1 : Huida

Hoy es un día lluvioso, las nubes cubren todo el cielo mientras llenan de agua toda la ciudad. Estoy sentada, escribiendo en un papel desgastado a la luz de una solitaria vela mientras me tapo con varias mantas intentando entrar en calor. Hoy es un día importante. Es el día en el que, por fin, he decidido contar lo que sucedió . He tardado varios años pero mi buen amigo Varric me ha convencido para hacerlo.( no sin antes chantajearme con cerveza). No estoy orgullosa de muchas de las cosas que voy a escribir pero como se suele decir, lo hecho, hecho esta y es lo que me ha convertido en lo que soy ahora. Bueno, empecemos...me llamo Alexia y esta es mi historia.

Me volví hacia atrás y observé desolada la situación que tenían ante mi. Había corrido sin parar y ni si tan siquiera mirar atrás, seguida de mi familia, hasta que nos encontrábamos relativamente a salvo. Empezamos a jadear por lo que nos apoyamos en una pared rocosa que encontramos por el camino intentando poner nuestros pensamientos en orden y recuperando fuerzas.

" Oh Hacedor, creo que si seguimos a este ritmo voy a tener que quedarme atrás "– explicó una de las mujeres que me acompañaban.

Mi madre, mi querida madre Leandra. Escapamos de nuestra ciudad natal, Lothering, ya que la ruina y todos los engendros tenebrosos habían alcanzado el lugar. Miré a mi madre con cariño, la abrace e intenté darle fuerzas para seguir adelante.

" Vamos, pronto podremos descansar mejor"- Le dije, abrazándola con fuerza y levantándola del suelo donde ella se había dejado caer momentos antes – "si no nos movemos rápido, nos alcanzaran y todo esto no habrá servido para nada".

" Alexia tiene razón madre "- dijo uno de los chicos que en ese momento estaba ayudando mirando la escena con inquietud.

" Oh, no me lo puedo creer Carver, tu dándome la razón, a tu querida hermana , a la que siempre estas apoyando y elogiando"- respondí con sarcasmo e ironía, dando cierto grado de énfasis a la expresión " querida" - "Tengo que acordarme de marcar este día en el calendario"- dije mientras le daba una sonrisa burlona.

Yo, mi madre Leandra, mi hermano Caver y mi hermana Bethany formábamos parte de la familia Amell. Nuestro padre había muerto tiempo atrás y desde entonces Carver y yo empezamos a llevarnos...como decirlo...mal, muy muy mal. El era un chico fuerte y bastante hábil con las armas cuyo objetivo era cuidar de nosotros, pero yo se lo ponía muy difícil o eso solía decir el. El caso es que yo, muy a su pesar, era maga, pero no una maga cualquiera, ¡ Por supuesto que no! Era una apostata,una apostata muy rebelde por así decirlo. Me negué con rotundidad a formar parte del circulo de hechiceros. Cuando tomé esa decisión tenia unos 14 años y ahora con 32 tengo exactamente la misma opinión que antes pero ya había visto con mis propios ojos las graves consecuencias que esa decisión había traído.

Puedo decir que era una chica apasionada, rebelde, una chica muy alegre y ni el mal humor de mi hermano podía hacer mella en mi. Quería muchísimo mi hermana Bethany. Para mi siempre había sido un gran apoyo. Era maga como yo y nos entendíamos perfectamente. A Beth se le daba mejor curar pero yo prefería chamuscar traseros a los idiotas. Ambas sabíamos los peligros que corríamos al ser magas ; teníamos mucho cuidado en mostrar nuestra magia en publico y estábamos muy orgullosas de ser unas chicas fuertes que no caían en las tentaciones de los demonios. Odiábamos la magia de sangre.

En el momento en el que estábamos huyendo de la ruina,me acorde de todos los momentos vividos y me dije a mi misma que nos íbamos a salvar. Que nos quedaban muchos momentos por vivir. No quería morir huyendo, no quería morir sin ver mis sueños echos realidad, no quería morir sin antes haber llegado a ser alguien, sin haber vivido una bonita historia de amor ( si, era el sueño de cualquier jovencita, pero yo no quería vivir un amor casto ni normal, quería vivir un amor apasionado y épico...¡que tonta era!), quería vivir, quería darlo todo y en ese momento me aseguré de que fuera así.

" ¡Vamos!- dije con dureza. Ayudé mis hermanos y a mi madre y seguimos corriendo. No paramos hasta que oímos unos gritos cerca nuestro. Llegamos hasta allí y vimos a una pareja, una mujer pelirroja y un hombre con las vestimentas propias de un templario. Estaban siendo acorralados por un gran numero de engendros tenebrosos y pude ver que el hombre estaba herido.

Bethany se apresuro a lanzar unos hechizos de defensa , mi hermano cargó contra los engendros y yo lancé una gran circulo de fuego por lo que quedaron arrasados y calcinados Me acerque a la mujer pero el hombre se puso delante de ella y nos fulminó con la mirada.

"Atrás, no deis un paso más apostatas" amenazó con dureza el templario, no sin soltar antes un pequeño aullido causado por el dolor.

" No podíamos tener mas suerte, arrasan nuestra ciudad, huimos a la desesperada, nos encontramos todo el camino con esos malditos bichos y ahora lo que faltaba, un templario" - exclamó irónicamente Beth poniéndose a la defensiva.

" Weasley, por favor, nos han salvado, el Hacedor lo entiende" dijo la mujer pelirroja de manera afectuosa al templario mientras le cogía del brazo. " Además necesitamos ayuda, no podremos avanzar mucho mas en tu estado".

En ese momento el hombre llamado Weasley asintió y se sentó en el suelo completamente agotado. La mujer pelirroja , con una mirada llena de preocupación , se acercó a nosotros y se presentó.

" Gracias por la ayuda, me llamo Aveline y este es mi marido Weasley." " Habéis sido muy oportunos apareciendo justo en el momento en el que me empezaban a fallaban las fuerzas" - sonrió de manera cálida.

" Así somos nosotros"- expliqué sonriendo tendiéndole la mano- " Me llamo Alexia pero me suelen llamar Hawke. Estos son Beth y Carver, mis hermanos y esta es mi madre Leandra. Estamos huyendo pero no sabemos muy bien a donde ir".

Cuando terminamos las presentaciones oímos unos rugidos por lo que nos pusimos en marcha rápidamente llegando a un gran descampado. Ninguno de nosotros estábamos preparados para lo que sucedió a continuación. El suelo empezó a temblar y vimos como un ogro de gran tamaño se acercaba peligrosamente hacia nosotros. Esa criatura era aterradora y soltaba un olor nauseabundo. Todos nos pusimos a la defensiva mirándonos los unos a los otros sin saber quien iba a atacar en primer lugar. Pero ocurrió. Bethany, que estaba mi lado, murmuró algo por lo bajo y se adelantó lanzando un poderoso hechizo. El ogro soltó un rugido aterrador y cogió desprevenida a Beth quien intento huir sin fortuna. Vimos horrorizados como Bethany era alcanzada por la criatura, como la elevó por los aires y como la aplastó con violencia contra el suelo. Recuerdo que me asusté mucho al ver tanta sangre en el suelo y que entré en una especie de shock. Carver me sacó de el empujándome hacia adelante y gritándome que empezara a luchar. Y así lo hice. La pelea acabó y todos nos dirijamos hacia donde estaba el cuerpo de mi hermana muerta. Yo no fui capaz de mirar mas de unos segundos mientras mi madre lloraba tendida en el suelo y mi hermano la intentaba consolar.

Lo que ocurrió después fue bastante...extraño. Surgieron grandes oleadas de engendros tenebrosos. Pensábamos que iba a ser nuestro fin pero de la nada, apareció un gigantesco dragón ( ¡no, no estoy bromeando!) y en cuestión de segundos, estábamos fuera de peligro. Dejó su forma de dragón para mostrarse en un aspecto humano bastante extraño .Nos explico que era una bruja, la famosa bruja de la espesura, Flemeth ( ¡Las leyendas eran ciertas!) . Aveline tuvo que acabar con el sufrimiento de a marido ya que estaba corrompido por culpa de los malditos engendros y al final, esa misteriosa mujer nos llevo a un sitio seguro, no sin antes encomendare una misión.

Nos pusimos de acuerdo en ir a Kirkwall ya que teníamos a nuestro tío viviendo allí. Tomamos un barco y en tres interminables días desembarcamos en el muelle. Allí tuvimos que esperar otros tres eternos días , ( fue la semana mas larga de mi vida, sin duda) hasta que pudimos entrar gracias a la ayuda de nuestro tío Gamlen no sin antes comprometernos en un trabajo como contrabandistas durante un año ( ¡1 año! Gracias al hacedor que mereció la pena). Lo que no sabía al llegar fue lo importante que llegaría a ser esa ciudad para mi y sobre todo , lo más importante, que la persona que cambio mi vida , la encontraría allí.