Buen día, gente!

Aquí les caigo con un drabble-oneshot, un pequeño crossover de Assassin's Creed, South Park y Tintin que se me acaba de ocurrir ahorita. O.o Lo sé, es un tanto raro, pero en fin, no hay nada mejor que experimentar con otros fandoms y dejando a los de South Park en calidad de invitados especiales XD.

En fin, sin más cositas que decir, excepto el disclaimer: Los siguientes personajes involucrados entre sí no son míos, son de Hergé, Ubisoft y Comedy Central. Les dejo esta historia extraña que espero que sea de su agrado.

¡Saludos!

Vicka.


Ángel Guardián.

Ancestro y descendientes.

Tres gotas de agua idénticas en su forma de traer justicia y venganza. Tres almas entrelazadas entre sí bajo la ley de la sangre.

El ancestro mira de cerca las acciones de sus descendientes, cuyas acciones llevaban a cabo por el bien común; podía palpar, ver y sentir sus sentimientos y sus sueños. Podía incluso saber quién de los dos es más ágil y rápido y quién es más astuto e inteligente.

De todos modos, él, aún fallecido, sabe que esos dos eran sus descendientes. Sabe que en cualquier momento hallarán lo que él había dejado a través de ellos y sabe que, una vez encontrada su herencia, harían lo correcto en destruir o preservar aquél extraño artefacto llamado Fruto del Edén.

De todos modos él, era su Ángel Guardián, el protector de sus dos jóvenes almas, el único cuyo mensaje estaba escrito en las venas de ambos varones.

- ¿Sentiste eso? – inquirió Leopold "Butters" Stotch un poco consternado.

- ¿Qué cosa? – replicó Trent Boyett, su primo, muy sorprendido.

- Alguien… Alguien nos observa...

Leopold volvió su mirada discretamente hacia atrás. No había nadie.

Solamente estaba la nada.

- Vámonos a la escuela, Leo – le dijo Trent de repente.

- Está bien – replicó Leo.

Ambos jóvenes se marcharon mientras que una sombra, ajena a este mundo, les observaba con una mezcla de serenidad, orgullo, y esperanza. El rubio pequeño no era tonto, y eso lo sabía muy bien desde el inicio. El chico se percató de su presencia y sin embargo decidió sabiamente dejar pasar aquella sensación. El rubio mayor, no obstante, parecía no haberse percatado de su presencia, aunque era mejor dejarlo así.

- Esos son mis chicos... – murmuró Valentine "Tintin" Léroux Ynigov antes de desvanecerse en el aire.