"Cuando sientas mi calor, mira dentro de mis ojos, es donde se esconden mis demonios, es donde se esconden mis demonios, no te acerques tanto"

-Demons, Imagine Dragons

–Justo ahora ¿qué podría decirte?– saltó sobre un árbol para poder mejorar su visión –no es propio de mi hablar de sentimientos, no es porque no tenga, claro que tengo y demasiados aunque no lo parezca– se podía observar la aldea de Konoha a varios metros de distancia –es sólo que no puedo expresarme, no sé cómo hacerlo, no he sido capaz de hacerlo.

–Siento que no merezco esto, no merezco regresar, no merezco tener amigos como el uzuratonkachi… y sobre todo… no merezco tenerte– dio un salto hacia el siguiente árbol, sin quitarle la mirada a la aldea como si tratara de que esta lo viera –No puedo creer que aún sigas queriéndome después de todo lo que hice, cualquier persona hubiera hecho todo lo contrario, pero ustedes no son cualquiera ¿cierto?– dijo el chico haciendo una sonrisa de lado, su cabello negro fue alborotado por una ola de viento.

–Sé que no lo merezco, sé que les hice mucho daño a todos, que son cosas que con un "lo siento" no puedo arreglar– seguía parado en el mismo lugar, inmóvil, el viento tocaba su piel y sus ojos seguían clavados como una flecha en el camino que lo llevaría a la aldea –Pero ahora es diferente de antes, aunque sé que no puedo tener el perdón de todos quiero intentarlo, quiero poder caminar tranquilo… quiero caminar contigo– tragó saliva intentando deshacer aquel nudo que sentía en la garganta.

–Justo en ese momento ¿qué podría decirte?– avanzó unos cuantos metros más, cada paso que daba sentía más la presencia de todos –Aunque no diga nada, con tan solo darte una mirada tu puedes ver a través de mi– alzó su vista viendo como las nubes se movían lenta y tranquilamente, como si posaran para la mirada de los que se encuentran abajo.

–Muchas veces pensé en que estar lejos de todos era lo mejor, si están cerca de mí los terminaré lastimando– su cara demostraba tristeza, cerró los ojos y respiro hondo –"no te acerques a mi" es lo que pensaba decirte, esperaba que en ese momento no vieras a través de mí, así no sabrías que lo hacía por tu propio bien– abrió sus ojos sorpresivamente, como si hubiese detectado un enemigo dispuesto a atacar –…pero no pude, bueno, más bien no quise hacerlo, no quiero perderlos de nuevo, justo ahora puedo parecer egoísta pero no me importa, quiero estar con todos como en los viejos tiempos, quiero estar contigo… –

–Ya sé que no lo merezco ¡lo sé perfectamente!– el viento sopló fuertemente más de lo normal, despeinando aún más su cabello, dándole justo en la cara, queriéndole despertar de su trance –Pero haré que yo pueda merecerlos, haré que pueda ser digno de ser su amigo, haré que pueda ser digno de estar a tu lado– empezó a avanzar por los árboles, lanzó un kunai en el árbol más grande que vio como si tratara de cerrar una promesa con este

–Justo en este momento sé que decirte, quiero estar con todos, quiero estar contigo, aunque aún no sea digno de hacerlo, haré que pueda serlo, aunque suene egoísta te quiero solo para mí– avanzaba cada vez más rápido, aumentando la velocidad en cada paso que daba como si tratara que sus palabras las guardara el viento que aún soplaba fuertemente –¡Sólo mírame a los ojos y sabrás todo lo que tengo que decirte!– en unos pasos más podía ver la entrada a la aldea, podía ver que ellos estaban ahí, esperándolo, como siempre.

.

.

.

.

Bienvenido a casa Sasuke-kun

.

.

.

.

Sólo mírame a los ojos que es donde se esconden mis demonios...–