Titulo; 696

Tipo; Varios One-shots

Pairing; none, quien sabe

Intro; "Intereses Comunes". Serie de one-shots con la estúpida idea de que Sanji se parece a Rocinante, contiene a un Law muy confundido e insistente.

Notas; ¿Qué es esto?, una serie de pedazos de situaciones en las que un law adulto, dentro de una alianza, encontró lo que menos necesitaba

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La brisa helada de PunkHazard disminuía mediante el transcurso del viaje, posiblemente los grados aumentaban en pocas cantidades, el aliento de sus bocas se materializaban en nubes de brisa helada, su preciada gorra contenía su melena cálida junto con el suéter de tonos amarillos y negros.

Eran pocas de sus pertenencias para el frio, después de todo, el laboratorio no era un hotel, el alimento era pobre, obviamente repetitivo, estando en el barco de su supuesto colega del sombrero de paja, tanto la estadía como las comidas eran la gloria, admiraba a Monkey por tener pocos nakamas que rendian tanto como doscientos piratas abordo, salvo que eso es exagerar, el barco no era tan grande como un buque, el diseño es eficiente para una pequeña familia, claro, una extravagante familia interracial, de dos figuras paternas, niños, el par de adolescentes, la mascota y no rechacemos al anciano con más energía que el mismo capitán.

El húmedo césped debajo de él le pinchaba, le disgustaba, pese que si movía sus piernas o se estiraba Luffy aparecería para hablar con él o para presumir otras habitaciones que ya mostro a los samuráis, no soportaba el calambre de sus brazos cruzados, con temor a socializar entrelazo sus dedos y se estiro con paciencia simulando que despertó de otra siesta, un Mugiwara vino a él.

-¿Ya puedes levantarte?, Necesitamos quitar la nieve para podar el césped -

El peli-verde de tres espadas había bajado del segundo piso, en el último escalón se detuvo para pedirle de mala gana que se levantara, lo hizo a petición de sus amigos que aún no bajaban los escalones de madera, Chopper, Nami y Brook cargaban con palas y una máquina de filosas aspas.

Suspiro al sacudir su pantalón, con kikoku en su mano y un pequeño room en la otra, despareció para dirigirse a la puerta semi-abierta del comedor, dudando de su contenido, su gorro asomándose por la entrada le fue suficiente a la joven dentro para saber de quien se trataba.

-Pasa Torao-kun, ¿Se te ofrece algo?- La reservada arqueóloga le dio la bienvenida al cálido interior de la cocina, cuidaba la tetera y la gigante olla a presión sobre el fuego alto. La peli-negra consumía de una en una las uvas de un plato en el comedor, por supuesto leía el periódico y otros libros apilados en la mesa.

Con perfil bajo camino cerca de la cocina, dudando un poco de los gabinetes miro a su alrededor buscando por algo. – Un vaso, y agua – Siguió investigando al abrir la primer puerta, una que alcanzaba con facilidad.

-Es lo único que no puedo ofrecerte por el momento, las tuberías se congelaron, nuestro carpintero trabaja junto con Ussop-kun en ello- Comió otro par de jugosas perlas verdes, - ¿Te ofrezco algo de té?, ya casi está listo- Le dio unas palmadas a la silla a un lado suyo, esperando que el doctor entendiera que quería compañía.

Trafalgar volteo con lentitud y se sentó hasta la otra esquina del comedor, cerca de la enfermería, recargo a Kikoku enseguida de él, el silencio se opacó por las pisadas en el piso de arriba. –Todos están ocupados, el Sunny necesita mantenimiento después de esa nevada desde que zarpamos,-

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Claro que recordaba una simple nevada que los dejo dos días encerrados en una de las habitaciones del barco, Law, el capitán y el resto del trio monstruoso alcanzaron a protegerse en el cuarto de los chicos, el resto se dividió en la habitación de las chicas así como la biblioteca, con un silencio por parte del moreno, el trio se dejó llevar por hiperactividad, Luffy brincaba de cama en cama lanzando las almohadas a su perezoso espadachín, gritaba con ganas como es que quería salir a jugar en la misteriosa nieve anaranjada del nuevo mundo.

Unas peleas procedieron a otras, con descuido pregunto indirectamente una incógnita de la habitación "Falta un cartel de se busca". El sombrero de paja volteo a verle para reírse, sabían que ese tema no se comentaba desde que se colgaron en la pared, increíblemente el primer al mando también se burló de la pregunta, seguido de unas patadas repartidas para los dos chicos.

Sanji apenas salió del baño cuando escucho a Trafalgar, mientras aún se acomodaba su sudadera por encima de otras dos camisas, golpeo a sus nakamas para responder con amabilidad aunque irritación del tema.

-Prefiero trabajar sin identidad- Resolvió su duda procediendo a encender un cigarrillo, con su cabello húmedo la esencia del tabaco se le apegaría por el resto de la noche así como en la habitación.

Una antigua chispa de recuerdo llego a Trafalgar, un curioso cosquilleo de repetición en su pecho comenzó a ver diferente a uno de los Mugiwaras, era casi idéntico a cuando recibió esa sonrisa de Monkey cuando le dejo en AmazonLily

El hambriento peli-negro gruñía junto a la cama donde el rubio se recostó, desde donde les observaba Luffy se comportaba como su hermana cuando reclamaba que el evitaba comer para tener más tiempo de estudio.

Después de recordarle cuantos platos sucios hizo en el día, Sanji se levantó de su hamaca, camino a la puerta para empujarla, nada le movió, ni sus patadas, salvo que Franky de algún modo le escucho, el peli-azul tenia poderes extrañas por su nave, así como las intuiciones de un madre.

-Toraoooo, llévame a la cocina, ¡Llévame, anda!- El capitán rogo al exigirle que le ayudase, por extraño que sonase, al rubio le llamo la atención.

-¿Puedes hacer eso?, ¿Es algo así como transportarte?- sin ser precavido por su emoción, sonrió excitado por las habilidades del nuevo integrante.

Law ya sabía que seguía, sinceramente no deseaba escuchar las peticiones de Monkey si reconocía que terminaría haciéndolo, ajusto su gorra y jalo un poco del ante brazo del rubio le problema fue empujar al Mugiwara para que no los acompañase, le agotaba moverse de esa manera.

Hicieron una instantánea escala en el acuario para luego encontrarse dentro de la cocina abandonada desde la cena, con rapidez el cocinero se separó de el para encender las luces, con eficiente rapidez obtuvo lo necesario de la nevera, bodega y sus utensilios, desempaco de una bolsa una masa previamente mezclada, limpio su zona de trabajo, esparció harina y subió sus mangas, golpeo dominando el movimiento de la masa entre sus manos sin darse cuenta de que hipnotizo al moreno.

Estiro la masa hasta convertirla en largas tiras, en finos fideos hechos a mano. Finalizo, levanto la mirada al mismo tiempo que el cirujano volteo a otro lado, fingiendo interés en la nevada del exterior. Continuo al lavar sus manos juntos a otros vegetales, los corto la momento para hervirlos, con tres ollas pequeñas calentándose con agua al punto en que las burbujas de ebullición aparecían.

Al cabo de minutos una taza un tanto más grande que su mano apareció frente a él, dándose cuenta de que se había sentado lo más cerca posible de la estufa, antes de tomarla aparecieron una tras otra. - ¿Podrías llevarlas a con los demás?, la pequeña es para Momonosuke- Le pidió de una forma más agradable a como hablaba con el espadachín, los sombreros de paja aun no entendían que la alianza no funcionaba como la amistad o los favores.

Water se levantó en señal de que haría, por ello Sanji acomodo las tazas rebosantes de chocolate y espuma bañada en canela en una caja plastificada para que el moreno las cargase con facilidad. –Es leche de arroz, con chocolate o fresa, te serviré cuando vuelvas-

-Que sea vainilla-

Desapareció para ser recibido entre los demás Mugiwaras con gritos estupefactos por llegar sin tocar la puerta, una bloqueada de nieve, sin embargo eso no detenía a la navegante de vigilar el trayecto del barco así como indicándole a la arqueóloga los movimientos de timón con ayuda de su hana hana no mi.

Al volver, Blackleg lavaba las ultimas cucharas entre los trastes, seco sus manos y encendió otro cigarrillo, tenía preparados dos tazones uno más grande que el color verde olivo, la sopa de fideos lucia tentadora por la variedad de ingredientes, salvo que a ciertas horas de la noche el peli-negro reusaba una comida tan voluminosa.

El cocinero coloco uno de sus platos en la cabeza, mientras sus manos se ocupaban de la taza y el humilde tazón del espadachín, por supuesto que el oji-azul se percató de las manos tensas del moreno que tenían poca fe en el equilibrio del Mugiwara, juro ver su cara pálida por voltear y caminar donde el botón de las luz se apagó con su codo, con una sonrisa creída volvieron a la habitación.

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-¿Anoche no te pareció que hizo más frio que antes?- Nico volteo a verle, espero a que su aliado asintiera ante la verdad, y así fue, Water no quería que la conversación fluyera, no con ella.

El silbar de la tetera alivio el ambiente al obligar a Nico a levantarse y apagar una de las flamas, un camino de brazos apareció desde un gabinete hasta donde ella servia el agua en las tazas con forme sus manos se las ofrecía, colocaba hiervas secas en un colador por el que el agua hirviendo caía, coloco las tazas en una bandeja de acrílico nublado, unas pocas para sus compañeros en el jardín de mandarinas. Tomo la carga e invito al peli-negro a seguirle a través de la enfermería, subir las escaleras al tercer piso y rodear el mástil hasta encontrarse con el pequeño momo removiendo la nieve a los costados del suelo para que cayera al mar.

Kin'emon se acercó a ellos para tomar un descanso al tener una de las tazas en manos, su hijo también tomo una, de la cual bebió creyendo que los tragos largos le calentarían, quemaron más que solo su lengua, el pequeño samurái batallaba al no derramar sus lágrimas de arrepentimiento y ardor.

El té no tenía ni pocos minutos de servirse, por supuesto que le sucedería aquello, aunque le perdonaba por ser un crio, el padre también negaba sus leves quemaduras, la arqueóloga reía tras su mano, con sádico humor, empujo la bandeja contra el pecho del cirujano quien la cargo justo antes de que el cocinero les voltease a ver.

-ROBIN-SHAWN, ¿Por qué no has esperado a que volviera?, no lastimes tus manos con mi trabajo~- A curiosos pasos y bailes torpes, giro tras cada palabra desde uno de los jardines hasta la arqueóloga.

-Oh, pero si Torao-kun me ayudo- le mostro como el perplejo capitán cargaba con la última taza.

Sorprendido y aliviado, Sanji se acercó donde el chico de los tatuajes, pese que de entre sus dedos una mano estirada desde lo más alto del mástil le arrebato su bebida.

Water no creía que el sombrero de paja fuera tan extremista al robar los alimentos de sus propios colegas, cada día aprendía algo nuevo que encajaba en su personalidad, como tal mono el capitán se balanceaba y sacudía las velas descongeladas, un trabajo simple. El cocinero le alcanzó con rápidas pisadas en el cielo, con una patada Luffy aterrizo cerca del tieso científico que se ocultaba cerca del columpio del primer piso.

Mientras la pequeña revuelta ocurría, Trafalgar volvió al comedor, lleno más tazas de la misma forma que Nico, apareció donde el sediento rubio encendía un cigarrillo, desde su punto de vista, el cirujano le entrego su porción para aparecer en el mástil principal, dejando las tazas restantes junto a un dormilón espadachín, después se esfumo de su vista.

EL oji-azul intento capturar la esencia de las hierbas desde el vapor que emanaba, uno que no consiguió puesto que un pequeño cubo de hielo nadaba en la superficie.

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