Hola!
Buena esta es mi primera historia de los juegos del hambre, tuve la necesidad de hacer uno con los hijos de Peeta y Katniss, este recién es el prólogo y para mi gusto podría haber quedado mejor, pero la verdadera emoción empieza más adelante, espero que les guste
Gracias por leer!
Aclaraciones:
Katniss y Peeta estuvieron en los juegos numero 81 por lo tanto no ha habido un vasallaje hasta el momento ni tampoco revolución
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Prologo
POV Katniss
Cuando volvimos de la arena todo fue un caos, nadie puede pasar a llevar el poder del capitolio y eso fue justo lo que hice al sacar las bayas en la arena, necesitábamos un castigo, ya lo sabía, pero nunca me imaginé lo terrible que iba a ser…
Pero nos adelantemos, al llegar Peeta y yo nos distanciamos un buen tiempo, de hecho, hasta los siguientes juegos y no por el hecho de que éramos mentores para un nuevo par de tributos, si no que fui yo quien no puedo seguir soportándolo, me di cuenta de cuanto necesitaba al chico del pan, necesitaba sus sonrisas y sus abrazos y deseaba sus besos y cercanía, me di cuenta de lo que todos sabia excepto yo: lo amaba más que a nada y el también me amaba a mí, nos necesitábamos.
A los 19 años Peeta y yo nos casamos, hubo una enorme fiesta en el capitolio, todos querían ver el final feliz de los trágicos amantes del distrito 12, el presidente nos llevó con nuestras familias hacia la ciudad y la gente pudo entretenerse con entrevistas y votaciones de todo tipo, la más popular se volvió la de los nombre que escogeríamos para nuestros hijos, todo el capitolio se entretuvo sugiriendo y votando por nombres cada vez más extraños, Sophie, Kate, Josh, Sam, son comprensibles, ¿pero a quien se le ocurrió Accarletts para mi primera hija? Aquí están locos.
Después de la boda todo siguió normal, aunque Gale se alejó casi por completo de mí, no me arrepiento de mi decisión, Peeta me ama y es un excelente esposo, todo iba bastante bien hasta que recibimos un regalo directo del capitolio…
Era una caja grande, llena de artículos para bebe y embarazadas, pero lo más aterrador era que, al final de la caja se encontraba una fotografía con nuestro equipo, mi familia, la de Peeta y la de Gale el día de nuestra boda… y sobre ella un rosa.
El menaje estaba claro, si no queríamos verlos a todos morir, Peeta y yo debemos tener hijos.
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Estoy algo inspirada con esta historia así que espero actualizar pronto
Nos vemos!
