Goodnight Moon
By: HybridVirus
Disclaimer: Hetalia y todos sus respectivos personajes pertenecen a Hidekaz Himaruya. Solo soy una fan que escribe para fans y que no consigue ningún bien monetario con esto, sin más adelante con la historia.
–Hablar–
"Pensar"
:◇:◊:◇:◊:◇:◊:◇:◊:◇:◊:◇:◊:◇:◊:◇:◊:◇:
~Prologo~
El aliento de la joven se vio atrapado en su garganta mientras contenía la respiración, podía sentir la sangre bombeando en sus oídos. El silencio continuo por varios minutos, en los cuales pudo sentir como su tenso cuerpo intentaba relajarse entre las sabanas de su cama, el suave eco de un 'Thump' inundo sus oídos. Un suave quejido escapo de los labios de la chica, mientras se abrazaba al pequeño peluche del gatito noruego de los bosques que se encontraba en la cama con ella.
Por más que deseara negarlo, Rafaela estaba más que consciente de todo aquello que ocurría en su casa. Quisiera decir que no es así, Pero… ¿De qué le serviría mentir? Había algo en el departamento… algo que estaba con ella, algo que le hacía compañía durante el día y del mismo modo en la noche. Algo que había sido tan poco perceptible al principio, pero que con el paso del tiempo decidió hacer notoria su presencia en el lugar que llamaba hogar.
Al principio habían sido cosas pequeñas las que ocurrieron, como cosas que se encontraban en sitios diferentes; la aparición de prendas que no recordaba haber comprado o haber tenido entre su guardarropa antes de mudarse, justo como esa bonita bufanda azul de rayas blancas que había aparecido un día en su cama; los dibujos que se encontraron en el interior de marcos de fotos que honestamente no recordaba que tenían en su interior, pues solo se encontraban con fin decorativo en las paredes.
Algunos días podría jurar que cuando se iba a dormir cerraba la puerta de su cuarto, pero en la mañana siempre se encontraba abierta permitiéndole ver la pared del pasillo. Por supuesto se murmuraría a si misma que había sido su imaginación cerrarla y procedería a levantarse de la cama. Después de todo, ella vivía sola y no había forma de que las puertas se abrieran solas durante la mitad de la noche… ¿Verdad?
'Thump' rápidamente la joven se cubrió de pies a cabeza con la blanca sabana, buscando la misma protección que había sentido cuando era una pequeña niña escondiéndose de las criaturas de la noche 'Thump' Su corazón latía tan rápido que estaba segura de que se encontraba golpeándose contra su caja torácica, tímida y temblorosamente alzo una de las esquinas de la sabana permitiendo de esa manera que uno de sus ojos se mantuviera firme en la puerta.
'Clack, Clack' el labio inferior de la joven empezó a temblar al ver como la perilla de la puerta giraba lentamente 'Clack' 'Clack' el seguro de la puerta se encontraba puesto, pero lejos de hacerla sentirse segura, estaba consciente que apenas le daría unos cuantos minutos extras antes de que el entrara en la habitación como lo hacía todas las noches 'Clack' sus ojos se abrieron en un gesto de sorpresa a pesar de estar consciente de que el lograría entrar, una de sus manos se movió rápidamente hacia sus labios, mientras el sonoro chillido de la puerta inundaba la silenciosa habitación.
Irises miel pudieron divisar una mano vestida con un guante negro que lentamente se deslizaba sobre la pared, el suave murmullo de la negra piel le erizaba la piel, mientras la mano se movía lentamente hacia su destino, como si conociera la pared a la perfección, como si ambos fueran un par de amantes que reconocían cada centímetro de su cuerpo de memoria.
El suave eco de un 'Click' llego a sus oídos y la habitación se sumió en las tinieblas, su corazón latía rápidamente mientras su orbe color miel se movía de un lado hacia otro entre la obscura habitacion, buscando al ser que se ocultaba entre las sombras. El suave 'Fshh' de las cortinas siendo mecidas por la brisa nocturna parecía ser el único sonido en la recamara. –¿Tienes frio?–
Sus temblorosas manos estrujaron al gatito contra su pecho, intentando ignorar la varonil voz que parecía salir de la nada –No deberías dejar la ventana abierta– murmuro la "incorpórea" voz. El sonoro eco de sus pasos revoloteaba en las paredes con un ligero 'Thump' 'Thump' la mano sobre sus labios se aferró con más fuerza al ver como el resplandor de la luna desaparecía por completo 'Thump' 'Thump' 'Thump' A pesar de no ver nada gracias a la obscuridad, y justo como si fuera una chiquilla de seis años, se mantuvo inmóvil entre las sabanas.
La joven cerró fuertemente los ojos, esperando que lo que fuera que se encontrara del otro lado de su sagrado refugio la dejara en paz. –Estas temblando– el suave sonido de la cama hundiéndose por el peso de alguien casi le arranca un grito, mientras la pelicastaña se hacía un ovillo debajo de las sabanas, siempre procurando que toda parte de su cuerpo se mantuviera debajo de la barrera blanca.
Un suave gimoteo escapo de sus labios al sentir como algo se deslizaba gentilmente sobre la sabana –¿Tienes miedo?– lentamente lo que parecían ser dedos se deslizo sobre las ocultas hebras, como si a pesar de estar bajo estas pudiera ver a la perfección lo que había debajo de ellas –Si salieras de debajo de esa sabana– murmuro la voz cerca de su oído mientras continuaba con los gentiles movimientos sobre su cabellera.
–Te enseñaría que no hay razón… para tener miedo– un tenso silencio se apodero de la habitación, mientras los dedos sobre la blanca sabana se mantenían repartiendo caricias a ciegas. No sabía porque, pero tenía la impresión de que esa… cosa… estaba esperando a que saliera de debajo de la sabana, obviamente había hecho una amplia invitación a que saliera, pero eso no significaba que iba a ser tan estúpida como para hacerlo.
–¿Sera que tienes una pesadilla?– pregunto la gentil voz, mientras la joven de las hebras castañas intentaba retener todos los sonidos que intentaban escapar de sus cuerdas vocales. –Después de todo…– un intenso escalofrío recorrió la espina dorsal de la dueña de los irises miel, mientras juraba que podía sentir la respiración de esa cosa sobre su cuello –Estas dormida– murmuro la voz en su oído consiguiendo erizarle la piel de golpe.
–No tienes nada que temer…– la frente de Rafaela se encontró acurrucada contra el 'pelaje' de Den-Den, mientras sentía como algo que parecían ser las yemas de los dedos de esa cosa del otro lado de la sabana se deslizaban gentil y cuidadosamente sobre su oculta mejilla –Estoy aquí… contigo…–
¿Cómo demonios había llegado a ocurrir esto?
:◇:◊:◇:◊:◇:◊:◇:◊:◇:◊:◇:◊:◇:◊:◇:◊:◇:
-HybridVirus-
Yo! ¿Cómo están lectores? Espero que bien, bueno esto es quizás un tanto… ¿raro? Pero bueno tenía ganas de una historia de tendencia sobrenatural~ y este es el resultado. He acortado los párrafos esperando que no se me pierdan en la lectura, ¿Qué les parece, está mejor así?
Bueno aquí Abel es una de las tantas criaturas de la noche ¿Pueden adivinar cuál? En algún momento de nuestras vidas hemos tenido esa sensación de no estar solos, espero poder proyectar eso a lo largo de esta historia, honestamente no sé cuántos capítulos tendrá. Espero que más de diez.
Recuerdan que en algún momento cuando eran niños, muchos se llegaron a esconder debajo de las sabanas porque daban esa extraña sensación de seguridad, como un 'Si el monstruo no puede verme, no puede atraparme' Bueno, justamente eso es lo que esperaba hacerlos recordar, sé que el prólogo fue relativamente… ¿corto? Pero estoy segura de que los demás capítulos serán largos.
Quiero disculparme por no haber podido actualizar antes, ni haber podido responder a sus reviews, pero ahora sí que no tenía como. Pero espero que esta caprichosa computadora me dure un poco para poder aprovechar mis dos semanas de vacaciones y escribirles alguna que otra cosita por aquí.
Espero poder publicar al menos un poco de NethMéx, DenMéx, NorMéx e IreMéx. Tengo casi listos dos Oneshots de Holanda, así que será ver si puedo publicarlos hoy mismo en un rato. Sin más que decir Nos vemos!~
