INVACION.
Disclaimer: todo lo que tenga derechos de autor en esta historia le pertenece a sus respectivos dueños vivos o no.
capitulo 1:
Todo comenzó como un juego...
Un día completamente normal con cientos de réplicas en universos paralelos en que los avatares de las convergencias armónicas y resonancias de los planos intercalados del continuo espacio tiempo un joven llamado Hiraga Saito se encontraba en el patio de una cierta academia de magia, esperando, junto con los amigos que había hecho después de su llegada a ese extraño mundo esperando a que su esposa terminara la invocación de un portal hacia Tokio.
Bien, creo que hacen falta algunas explicaciones, ha pasado un año desde el matrimonio de Louise y Saito, en una nota, todavía no han tenido hijos.
Durante su luna de miel la pareja visito el mundo del chico, a la familia de este y la ciudad en que él vivía, pero tuvieron que regresar apresuradamente debido a que para salvar a Halkigenia Saito había tenido que robar un prototipo de avión militar que estaba destinado a emplearse durante la tercera guerra mundial y había volado directo hacia una distorsión mágica en el espacio tiempo configurada por el alineamiento del sol la luna y la tierra también conocido como eclipse solar, (ni se les ocurra cuestionar la lógica de eso) y por consiguiente es el hombre más buscado de Japón.
Pero luego la tercera guerra mundial con todo su horror estallo, forzando a Japón a dejar de lado asuntos de menor nivel como un posible espía que robo un avión para centrarse en los esfuerzos de guerra.
La guerra termino un par de meses después de eso con un montón de fenómenos inexplicables, bordeando lo sobrenatural saltando en todos lados como por ejemplo la aparición a nivel planetario de huesos y anillos gigantes de oro solido cosa que enterró un pequeño caso como el de Saito debajo de montañas de investigaciones más nuevas y productivas.
En cuanto a la academia de magia, la promoción a la que Louise pertenecía estaba ya a punto de graduarse y aunque en la práctica la bruja del vacío había dejado de lado sus estudios todavía era una estudiante lo que significaba que debía tomar parte en una cierta cantidad de eventos académicos, y uno de los que nadie quiere perderse era el viaje de promoción.
Mientras se discutía de a donde viajarían ese año entre los lugares turísticos más recurrentes de Halkigenia infaliblemente salió a flote el tema del mundo de Saito, el lugar mas exótico y desconocido para ellos, por supuesto todos estuvieron de acuerdo, Saito tenía un ligero mal presentimiento al respecto pero lo ahogo racionalizando el hecho de que los investigadores seguramente estarían abrumados investigando todos los demás casos de la tercera guerra y se habrían olvidado ya de él, además de la idea de llevar las chicas de la academia a Akihabara y convencerlas de que se pusieran cosplays de queen of blades era muy tentador.
Así llegamos a este día, el día en que algo que empezó de forma tan inocente como un viaje de promoción se convertiría en la llave que traería el apocalipsis a Halkigenia, a un nivel que ni los elfos ni el dragón ancestral ni ningún otro desastre propio de su mundo pudiera jamás alcanzar, el momento perfecto para los dioses del azar para decirle FUCK YOU! a todos ellos.
Y ahora me estoy adelantando más de la cuenta, como dije en el patio de la academia se encontraban reunidos aquellos que iban a ir en el viaje: Louise, recitando el inacabable conjuro del vacío World Door; Saito, esperando impaciente por regresar nuevamente a su mundo, uno llega a extrañar seriamente comodidades del siglo XXI como la luz eléctrica, plomería y papel higiénico; Kirche, Guiche, Montmorency, Malicorne, Siesta, personajes de relleno y sin nombre y el profesor Colbert, todos vestidos con ropas proporcionadas por Saito para que no resalten demasiado y finalmente Tiffania, quien tenía más que ropa normal un disfraz al estilo chica-vaquero, como excusa para llevar un sombrero de alas muy amplias para ocultar sus orejas de elfo.
-en mi mundo de plano no hay elfos. –explico Saito, cuando Tiffania le dijo que no tenía problemas con que la gente la mirara con cierto resentimiento por su ascendencia. –si descubrieran que no eres de la misma especie que nosotros no pasaría ni media hora antes de que los científicos estuvieran encima de ti tratando de estudiarte.
EAIWIS MALERUM SELENDAE TERREA NIPON TRANSLADO WORLD DOOR! –DIJO Louise mientras terminaba la invocación del portal hacia aquel mundo.
-¡está listo, todos pasen! –indico Saito, siendo el uno de los últimos en hacerlo ya que estaba esperando a que Louise lo hiciera.
-wow, ¿este es el mundo de mi abuelo Saito-san, los edificios lucen tan extraños? –dijo Siesta mirando alrededor.
Había aparecido en medio de una calle con muy pocas personas a la distancia, no lo aclare, pero hicieron el viaje de madrugada para evitar ojos curiosos en la medida de lo posible, estaban en un área de edificios comerciales, la inexistencia de cantinas o casinos implicaba la inexistencia también de sus parroquianos saliendo a estas horas de sus actividades nocturnas, en resumen una entrada limpia y discreta, o eso creían.
-sí, este es definitivamente el país del que provenía tu abuelo Siesta, ese es mi mundo. –dijo Saito.
-estas seguro Saito, la última vez que vinimos, no me acuerdo haber visto latas de basura que se movieran solas. –dijo Louise.
-eh?
Dos barriles grandes, de color blanco, con un cepillo giratorio debajo de ellos se desplazaban por la vereda recogiendo la basura que estuviera tirada.
-¿Qué son esos? –pegunto el profesor Colbert enunciando lo que todos tenían en mente.
-parecen robot limpiadores, hace un par de años trataron de implementarlos en Tokio para reducir costos, pero tuvieron que dejarlo porque se los robaban todo el tiempo.
-bueno, pero acá hay dos de esos. –dijo Kirche.
-¿no habremos terminado en algún otro lado? –pregunto Guiche.
-¡imposible! –dijo Louise. –hice exactamente lo mismo que la última vez que vine con Saito, esto está más allá de cualquier error.
-Reconócelo cero, te equivocabas antes de ser maga del vacío, nada impide que te equivoques siéndolo. –dijo un personaje de relleno.
-¿quieres que me equivoque mientras intento transmutar tu cráneo en oro Richard? –pregunto Louise, haciendo que el chico diera un paso atrás instintivamente.
-Louise no se equivocó, le pedí que buscara un lugar poco transitado así que estamos en otra parte de la ciudad, pero en definitiva estamos en el mismo país. –dijo Saito sacando su celular, que había sacado de su largo confinamiento para esta ocasión. –en todo caso puedo averiguar rápidamente donde nos encontramos. –dijo apretando unas teclas para acceder a la función de mapas en su celular.
Saito hizo silencio al ver el lugar en que la flecha estaba marcando, sin palabras.
-y bien ¿Dónde estamos?
-"..."
-¡Saito!
-¡Louise, alguna vez te eh dicho que eres la maga más grandiosa da todos los tiempos!
-no pero ya era hora de que lo hicieras, ¿Dónde estamos?
-estamos uso 20 kilómetros al este de Tokio, este lugar se llama Ciudad Academia, la gran ciudad de la ciencia y la tecnología, esto prácticamente como otro mundo dentro de los muros de la ciudad.
Mientras Tanto.
Aleister Crowley estaba emocionado, por primera vez en más tiempo de lo que podía recordar estaba auténticamente entusiasmado con lo que acababa de ver, tanto así que se le erizaba el pelo en los brazos, como los niños impacientes para arrancarle el papel a los regalos de navidad.
*Anormalidad espacio temporal detectada en el distrito 7 sector 35*
*intrusos detectados en el distrito 7 sector 35, número estimado 20*
Fueron anuncios de una voz de computadora, Aleister no necesitaba ese anuncio, lo estaba viendo, un grupo extraño de jóvenes y un hombre de mediana edad habían aparecido de la nada, con lo que obviamente parecía magia pero ignorando la teoría del ídolo para lograrlo.
-Demasiado fascinante. –era todo lo que podía pensar Aleister.
Por algún motivo el chico que estaba al frente del grupo le resultaba familiar, pero no lograba ubicar de donde lo había visto antes.
-computadora, realiza una recolección de material genético discreta de los sujetos, realiza análisis espectrales de la anomalía, y contacta a Aiwass.
-¿tanto ha decaído tu instinto como para necesitar que una computadora me contacte Aleister? –pregunto Aiwass apareciendo del aire en ese momento.
-oh! Ya estabas acá, supongo que me distraje un poco más de lo normal con los eventos resientes. –dijo Aleister, mientras se podía ver un ligero brillo en sus ojos.
Aiwass sinceramente se sorprendió, no solo porque Aleister admitió haber estado distraído, sino por el brillo de los ojos que este poseía, ese brillo jovial que no había visto en más de 100 años, la mirada de su viejo amigo, el niño que ahogo un gato para demostrar que no tiene 7 vidas, que perdió la virginidad con una sirvienta a los 14 en la cama de su madre y cuyo principio de vida había sido "haz lo que quieras", aquel al que el creía haber visto morir y nunca regresar estaba frente a él, nuevamente.
-¿para qué me llamaste, viejo amigo? –pregunto el ángel artificial.
-oh, tú ya debes saberlo, ¿Qué me puedes decir de nuestros pequeños invitados?
-son humanos interesantes todos ellos, bueno, la rubia no es exactamente lo que llamarías humana supongo, pero si quieres un concejo, préstale algo de atención en especial a la pequeña color de rosa, te llevaras una sorpresa. –Contesto el ángel, -por otro lado, ¿piensas reportar al gobierno japonés que tienes a su "MAS BUSCADO"?
Aleister levanto la ceja como si no entendiera, y luego hecho una mirada más a la imagen. –con razón me resultaba tan familiar ese muchacho, me estoy poniendo viejo. –dijo el gran mago.
Aleister sonrió ampliamente, tenía un nuevo proyecto, algo totalmente desconocido en lo que meter las manos, y estaba impaciente.
UNAS HORAS DESPUES
Era sábado por la mañana, y en cierto restaurante familiar se encontraban cuatro chicas comiendo y discutiendo animadamente, buena más bien tres estaban discutiendo y una estaba comiendo helado.
-vamos Misaka-san, tienes que decirnos, como se llama ese chico con el que estabas andando el otro día.
-¿Qué chico Saten-san?
-oh vamos, no puedes ocultarlo, hay un chico que te tiene rendida, para quien eran esas galletas del hace un tiempo también.
-eh...Saten-san!
-no eso no es posible, mi Onee-sama no se reduciría a andar junto a seres tan incivilizados y primitivos, además. –Kuroko salta para abrazarse a Mikoto. –la única forma de amor permitida aquí se llama Yuri *GRUUIAAAAAAAAAAAAAAAAAG* y Kuroko resulto frita en el aire antes de acercarse a Misaka demasiado.
-diablos Kuroko, ¿no puede pasar una hora sin que intentes hacer eso? –se quejó Misaka. –además, ¿Por qué cada vez que surge esta conversación yo estoy en el centro? ¡Saten! ¡Seguro que tú tienes un harem! ¿no es verdad? Y lo mantienes oculto de nosotras con tu mente maquiavélica. Si, así es, no es verdad Saten. –ataco la castaña.
La pelinegra se puso de pie y levanto la mano derecha como si estuviera juramentando. –Juro solemnemente que yo solo soy fiel a las bragas de Uiharu y si es mentira que se extinga Gekota. –dijo la chica.
Uiharu entonces se atraganto y hecho el helado que tenía en la boca por la nariz. -¡Saten san!
-Saten, no debes jurar por gekota en vano.
-lo siento lo siento, pero me debo a la verdad.
-¿así? Y que hay de ese chico de pelo negro puntiagudo con el que te vi andando el otro día, Saten-san. –dijo Uiharu con tono vengativo. –te veías muy feliz a su lado.
-qu-que? No es eso, él es un recién llegado a la ciudad y estaba indicándole los lugares importantes, no es nada romántico. –dijo satén poniéndose a la defensiva.
-solo te debes a la verdad eh? –Misaka encontró lo que buscaba. -¿Quién es él? ¿Cuánto tiempo llevan? ¿Ya lo han hecho? Dime, dime.
-nada de eso, lo juro.
En ese momento sonó el teléfono de Saten. –seguro que es su novio. –dijo Uiharu.
-por supuesto que no.
-¿no vas a contestar? –pregunto Misaka.
-Eh? Sí. –la chica saca su teléfono. –Moshi-moshi.
Hay silencio de parte de Saten por un momento.
-¡eh! ¡Sai... espera un momento... no, no vengas yo voy para allá... no te muevas! –la chica colgó el teléfono. –lo siento chicas, surgió algo tengo que ir. –dijo satén y salió a la carrera.
-tal vez de verdad era su novio.
Saten corrió durante un rato y se detuvo un poco antes de llegar al punto al que le habían dicho para revisar que no la estuvieran siguiendo, en especial Kuroko, después de todo no quería que alguien importante para ella terminara en la cárcel.
Después de confirmar que nadie la estaba siguiendo la chica continúo hacia el lugar.
Hay se encontraba en el parque que le había señalado, tanto tiempo que no lo había visto pero seguía igual que siempre, hasta el mismo tipo de ropa que acostumbraba.
Camino con paso firme hacia él.
-Hola Saten ha sido tiempo... D' ouch. –Saten le metió una patada con todas sus fuerzas en el estómago al chico.
-¡acaso eres un idiota Saito-Onii-san!
bueno, esto es un principio, díganme si vale la pena continuar.
