¿QUÉ TAL LAS VACACIONES, EVANS?

¡Evans! —James Potter la perseguía por todo el andén —¡Eh, Evans¿Qué tal te han ido las vacaciones?
—¡Genial Potter, porque tu no estabas cerca! —le respondió Lily desagradablemente.
James paró en secó y se quedó mirando a la bonita muchacha de pelo rojo y grandes ojos verdes que se alejaba de él hasta perderse entre la multitud que charlaba animadamente sobre el regreso a Hogwarts, el colegio de Magia y Hechicería de Inglaterra.
—¡Eh, Cornamenta! —le gritó su amigo Sirius y al llegar a su lado le dio un cariñoso golpe en el hombro —¿Cómo ha ido el verano, has ligado mucho? Tienes que contármelo todo sobre esa muggle a la que ligaste en Italia¿cómo se llamaba?
—Sofía... —respondió James con desgana.
—¡Eso¿Y qué, como era?
—No sé...
El joven Sirius, de ojos grises, cabellera castaña y posado atractivo, se dio cuenta de que algo raro le pasaba a su mejor amigo y se quedó observándolo entre curioso y preocupado
—Eh, James... ¿Qué te pasa?
—¿Eh? Nada...
—¿Cómo que nada?
—Pues eso, nada...
—Ya, claro...
—No me creas si no quieres —le dijo James seriamente
—Bueno, no, si yo... —se excusó Sirius y no hablaron más hasta haber subido al tren.

—Hola Rachel —saludó Lily a su amiga. Rachel Hennings era una chica de Gryffindor que al igual que ella cursaba séptimo año en Hogwarts. Tenía el pelo castaño y los ojos color miel. No era una chica con un físico especial, si embargo era tan agradable y simpática que todo la conocían en Hogwarts y la lista de los chicos que deseaban salir con ella no se agotaba nunca.
Lily besó a su amiga en la mejilla y juntas entraron en tren que las llevaría por séptimo año consecutivo a Hogwarts.
Las chicas cogieron un compartimiento y se acomodaron en él. Pronto llegaron Molly y Sarah. Ambas se sentaron enfrente de ellas. Sarah Harper, rubia y de ojos azules, miraba divertida a Molly. La simpática pelirroja, miraba hacia abajo y estaba ruborizada. Las dos estaban muy cambiadas. Molly había crecido mucho en esos tres meses, se había hecho algo más alta y su cuerpo había sufrido una serie de cambios que provocaban expectación entre los chicos del andén.
—¿Qué ha pasado? —preguntó Lily curiosa
—Arthur le pidió a Molly para salir... juntos.
—¡Ah! —exclamó Rachel muy contenta —Lo sabía, lo sabía... ¡Sabía que le gustabas, Molly! Tendré que pedirle a Martha los diez galeones que se apostó.
—¡Pero bueno! —se sorprendió —¿Habéis apostado con mi vida sentimental?
—Cinco para ti y cinco para mí, Molly —dijo Rachel ofreciéndole una mano
—Hecho —cedió Molly sin rechistar y le cogió la mano en señal de trato hecho
—¿Y tu qué le dijiste? —le preguntó Lily
—Pues, bueno... Es que llevábamos carteándonos durante todo el verano, y alguna vez quedamos y todo, porque como los dos nos quedamos en casa por vacaciones...
Todas asintieron. Sabían muy bien que la familia de Molly apenas tenía dinero para pagarle los estudios en Hogwarts, pero eso no les importaba... Por otro lado, Arthur tampoco era precisamente rico, era por eso que la gente acostumbraba a emparejarlos y aunque los dos pegaban bien como pareja, les molestaba que los relacionaran por la falta de dinero que sufrían sus respectivas familias.
—Y bueno... —siguió Molly —Quedamos para hacer un helado y esas cosas... Y... —Molly observó las expectantes miradas de sus tres oyentes —Vale, si, empezó a gustarme...
Las tres chicas gritaron entusiasmadas a la vez y en ese mismo momento se abrió la puerta del compartimiento. Los merodeadores entraron con Sirius y su peculiar sonrisa de actor americano en cabecilla.
—¿Qué se supone que hacéis aquí? Habéis interrumpido nuestra conversación... —les dijo Lily por saludó y esbozó una sonrisa repelente.
—Sus gritos, dirá, señorita Evans... —le respondió Sirius y le sonrió irónicamente
—¡Largo! —gritó Lily —O si no...
Lily sacó la varita del bolsillo de sus vaqueros y les amenazó con la vara de madera.
—Ui, la dulce Liliana nos está amenazando... —se burló Sirius pero también sacó su varita de los vaqueros
—Venga, Canuto, déjalo ya... —le dijo tristemente James a Sirius —Venga, qué más te da...
—No necesito que me defiendan, Potter —le dijo Lily a James, y le dirigió una mirada fría —Y tu, Black, no vuelvas a llamarme así... Lo odio.
Todos en el compartimiento dejaron de respirar por un momento. Sabían de la ira de Lily y también de la imprudencia y osadía de Sirius.
—Li-li-a-na —pronunció Sirius
Y un rayo de luz roja inundó la habitación.

Este es mi segundo fanfict i espero que os guste a todos. CRÍTICAS POR FAVOR!!!