Capítulo 1

Había terminado de matar al juez, y lo disfrutó bastante, sin ninguna distracción, había cumplido su objetivo de años, podría decir que ya podía descansar en paz. Sweeny finalmente era feliz.

Vio a su fiel amiga, la que le ayudo a cumplir su tan deseada venganza "Descasa ahora amiga, descansa para siempre, descansa con los ángeles" les cantó.

Un ruido proveniente del baúl lo distrajo, así que fue para averiguar y se encontró con un jovencito muy peculiar, podría jurar que parecía una mujer; lo sacó del baúl "¿Una afeitada?" preguntó, el chico estaba muerto de pánico, para empezar ¿Qué hacía ahí? eso ya no le importaba ahora, alzó su brazo para rebanarle la garganta, a Sweeny no le gustaban los chismosos. Un grito de Lovett lo desvió al sótano, "olvida mi rostro" dijo antes de irse.

"¿Porque gritaste?" inquirió preocupado y un poco molesto.

"Me agarro del vestido, pero ya termino" contestó la sra. Lovett arrastrando el cuerpo del juez directo al horno.

"Yo me encargo de esto, abre la puerta" ordeno Sweeny mientras se arremangaba la camisa, la sra. Lovett le obedeció de inmediato, entre los dos se deshicieron de toda evidencia, excepto por "¿Donde crees que esté ese niño?"preguntó el sr. Todd mientras observaba como sus enemigos se reducían a cenizas.

"No pudo haber ido lejos" contestó Nelly pensativa "¿Alguien más nos vio?" agregó.

"Un jovencito que entró a la barbería"

"¿Qué piensas hacer con él?"

"Será mejor que subamos a pensar en algo" sinceramente Sweeny no pensó en lo que pasaría después de asesinar a Turpin, la gente se empezaría a preguntar que paso con el 'grandioso' juez Turpin pero, por otro lado, podrían ignorarlo o incluso agradecer que haya desaparecido esa bestia. Justo en el momento en que Sweeny pisó el primer escalón para salir del sótano se escuchó un ruido en la alcantarilla, fue corriendo a revisar lo que era y se encontró con Toby, lo sacó del cuello de la camisa y presiono la navaja contra su delgado cuello.

"NOOOOOO" gritó Nelly "por favor, no le haga daño, es solo un niño" imploró, el sr. Todd dudó un poco.

"vaya petición, ¿No cree sra. Lovett?, después de dejarme aquí encerrado y venir a buscarme con su asesino para que corriera con la misma suerte que esos hombres ¿No cree que es absurdo pedir por mi vida ahora cuando usted me envió al matadero en primer lugar?" ambos, el sr. Todd y la sra. Lovett, quedaron impresionados con la respuesta del niño, Nelly comenzó a llorar porque sabía que Toby tenía razón, era absurdo pedir una cosa así. El sr. Todd dudó que hacer con él, finalmente la navaja de Sweeny fue presionada contra el cuello del niño, afortunadamente para Toby todo ocurrió demasiado rápido.


En cuanto escuchó movimiento la pequeña Johanna se escondió en el baúl de esa lúgubre habitación, y observo todo, sin embargo, en vez de sentir repulsión, miedo u odio hacía ese barbero extraño Johanna sintió empatía, se sintió identificada con él, después de todo los dos habían perdido a sus familias y estaban encerrados por ese hombre, sí, ambos estaban encerrados aunque de diferente manera, ella literalmente estaba encerrada y pocas veces había visto mas que su calle-sin contar lo del manicomio- y el barbero Benjamin Barker estaba encerrado en su venganza- todo eso lo dedujo por lo que pudo escuchar- cuando la descubrió sintió miedo pero a la vez curiosidad, por que sentía que lo conocía, cuando la dejo sola en la silla manchada de sangre pensó en seguirlo, pero se abstuvo de esa idea, tampoco le pareció buena idea salir huyendo de ahí porque Anthony fue el único que se atrevió a luchar por ella, y le parecía una grosería enorme dejarlo plantado. Se levantó de la silla temblando - de miedo y de frío- y empezó a curiosear por la habitación -otra vez- observó la foto de la familia que estaba en el mueble del espejo, el barbero, es decir, Benjamin era bien parecido antes y se veía feliz con su esposa y su hija, Turpin le había dicho que su madre se había suicidado y que su padre fue un barbero, no le había dicho nada más.

Ella odiaba a su madre, se había enterado que después de que ella hubiera nacido su padre 'desapareció' y Turpin le llevaba flores a su madre y una noche 'se encontraron', eso fue lo que dijo Turpin, pero Johanna intuía que había sido otra cosa, aún así la odiaba por haberla abandonado, de su padre no estaba segura, unas veces le decía que era un criminal y tuvo que sentenciarlo, otras veces le decía que de deslindó de las responsabilidades como padre y otras veces solo reía y negaba con la cabeza pero la versión más frecuente era simplemente 'desapareció'. Hubiera preferido mil veces vivir con su padre aunque hubiera sido un criminal, con Turpin sufrió quince años de maltratos e insinuaciones, y lo peor de todo, de confinamiento, eso es lo peor que le pudo pasar a un alma libre como ella, sin embargo, ella no fue tan cobarde como su madre, ahora era libre e iría con un marinero ¡Que mejor! viajaría por todo el mundo y recuperaría los años perdidos, y ¿Quién sabe? quizás podría encontrar a su padre.

El ruido de la puerta la sacó del hilo de sus cavilaciones, ahí estaba el barbero, Benjamin Barker o Sweeny Todd, o como sea que se llame, venía con su navaja desenvainada y no tenía expresión amable- a decir verdad nunca- se acercaba peligrosamente hacía ella y se puso muy nerviosa, lo único que se le ocurrió hacer fue agarrar una navaja y apuntarla hacía él, Todd enarcó una ceja pero siguió avanzando, Johanna retrocedió instintivamente y resbaló con una mancha de sangre que se hallaba en el piso, el gorro se le calló y su cabellera amarilla se dejó lucir, el hombre cambió su expresión instantáneamente"¿Cómo te llamas?" preguntó.

"Jo- Johanna" contestó ella titubeando, el barbero la abrazó, murmuraba cosas inteligibles pero logro escuchar, entre otras cosas, "ha pasado tanto tiempo" y "eres igual a tu madre" Johanna lloró, porque entendía lo que pasaba, aun así no entendía porque lloraba.