TÍTULO- Crónicas De Una Mansión
AUTOR- Angel of the Sweet Pain
DISCLAIMER- Esta historia NO es mía, aunque yo que más quisiera V.V... Su verdadero autor es un gran amigo mío, y lo único que hago es difundir la historia.
Espero que el nuevo formato sea de su agrado y permita una mayor comprensión y dinamismo a la historia. Disculpen por la demora y por favor dejen un comentario para saber qué les parece. Gracias por leer.
Algunas aclaraciones:
// Cuando hablan a través de un medio electrónico. //
Volumen 1
Capítulo 1
Llegada a Mansión P.B.
Es medianoche afuera de un cabaret. En un callejón oscuro cercano a este lugar hay un cavalier, -pero no todo acaba ahí- el auto se mueve con las dos personas que hay en su interior. Una mano toca el cristal y las sacudidas se hacen más frecuentes y violentas.
Al cabo de media hora, Cirilo baja del auto y, subiéndose el cierre, dice: -¡¿Qué he hecho?!
-¿Qué has hecho?- expresó indignada Tania Cabrera, quien también bajaba del automóvil.
Y, ¡oh sorpresa! Tania queda embarazada.
Pero, de alguna forma, nueve meses después, mientras vuelven a repetir la experiencia en el mismo lugar, Tania comenzó a gritar: "¡Ya viene, ya viene!"
Los dos van a un hospital y nace su hijo al que llaman Pulido. Sin embargo, Cirilo decide abandonar a Tania debido a que no funciona su matrimonio de diez minutos. Tania se enoja y le exige a Cirilo que la acompañe a llevar a Pulido al registro civil.
Al salir del registro civil, Tania tropieza con la botella de un ebrio llamado Efrén. Pulido cae al suelo entre cristales y Cirilo se estaba agachando para recogerlo, cuando de pronto Efrén le rompe una botella cara mientras exclama ininteligible "Inche joto".
En su delirio, Efrén arroja a Pulido a la ventana de un coche en el que viajaba su tía lejana Antonio, para después meter a Tania y a Cirilo en un vagón de tren que iba hacia Las Vegas; pero por imbécil se atoró al vagón que se lo llevó arrastrando cuando se puso en marcha. Efrén sólo atinaba a repetir "Inches losers" una y otra vez.
Por otro lado, Antonio iba conduciendo cuando una caca le dio en la cara. ¿La razón? Pulido. El bebé había perdido el pañal y éste le había dado a Antonio en la cara. Antonio perdió el control y se metió a las vías del tren. El tren se acercaba rápidamente, Antonio saltó del auto con Pulido en brazos. El coche fue golpeado por el tren. Antonio vio a Efrén, quien estaba siendo arrastrado por la máquina, y sólo escucho su grito de Inche loser.
Pero la dicha de Efrén no duró mucho, ya que un tubo pasó rozando el vagón y le dio al ebrio en los huevos y lo dejó estéril. Efrén cayó del tren y, cuando se hubo recuperado del madrazo, se dirigió hacia el tubo, lo pateó y le dijo, como si el pedazo de metal pudiera oírlo, "Inche joto".
-Qué loco- comentó asombrado Antonio mientras veía asombrado la escena.
Antonio tomó una micro para llevar a Pulido a su nueva casa, pero Efrén también se subió.
-Ven aquí chico- un gordo gigoló llamado Fabiruchis, quien se había subido a medio camino, se le acercó diciendo a Efrén.
-No te conozco- soltó Efrén asustado.
-Soy tu amigo de la secundaria- retrucó Fabiruchis.
-Es cierto- reconoció Efrén por ebrio y animal.
Entonces Fabiruchis, al tiempo que le metía la mano al pantalón, le susurró al borracho:-Te voy a contar un mal chiste.
-Inche joto, déjame en paz-. Efrén lo trató de apartar de sí.
-Oye chico, bájate los pantalones- ordenó Fabiruchis amenazador.
-No, ¡por favor señor no me viole! ¡Tengo familia!- Efrén gritó sumamente atemorizado.
-Hey, calmado- trató de tranquilizar Fabiruchis. Pero al ver su fracaso exclamó molesto:-¡Flojito y cooperando!
-Calmados, ya casi llegamos- dijo entonces el conductor que era coreano.
-Aquí entre nos, mi amigo el chino y yo te violaremos en la estación- aseguró el gigoló con una sonrisa en los labios. Como respuesta Efrén comenzó a temblar.
-Para eso esta el prostíbulo- dijo una señora sin cuello, metiéndose en la conversación.
-No iremos a prostíbulos de niñas sin cuello- respondió Efrén de mala gana.
Y, sintiéndose ofendida la mujer se quejó, con un apenas audible, "¡Ay, que poca!".
-Qué loco- profirió Antonio, al ver esos actos de homosexualidad.
Al salir del micro, Antonio vio a Fabiruchis aplastando a Efrén, a lo que simplemente movió la cabeza en negación. Se escucharon unos gritos provenientes del vehículo.
Antonio y el bebé llegaron a la mansión y al entrar vieron a la sirvienta acomodándose el sostén junto al jardinero Tizoc que se subía la bragueta sin que Antonio se diera cuenta.
-¡Amamántame!- se dejó oir la voz de Pulido.
-Come Pulido. Come- dijo Antonio cansinamente.
Pasaron dos años y Antonio ganó la lotería, con el dinero, compraron la Mansión P.B (1).
Sin embargo, ese fue el inicio de sus aventuras…
(1) Mansión P.B. significa Mansión Play Boy.
