EL AMOR VAGA LIBREMENTE POR EL COSMOS

Noche estival apacible en los Ángeles, grillos cantando suavemente, hierba seca de principios de agosto y un Camaro amarillo se abre paso en un paraje boscoso, aparcando cerca del borde de una colina. Una chica sale de su interior con un vaporoso vestido de color claro y seguidamente se dispone a sentarse.

Nota: (Bee ya puede hablar, los esfuerzos de Ratchet por reparar su voice-box han dado frutos y su voz suena muy agradable, tranquila… de tono medio; se podría decir que es la de un hombre de recién cumplidos los 30, lo cual para la longeva vida de la que hacen gala los autobots.. es bastante joven)

-"Bumblebee, es precioso…! Gracias por traerme" Dije con una tierna sonrisa mientras Bee se sentaba a mi lado cuidadosamente al poco rato de haberse transformado en su forma bípeda"

-"Tenia ganas de llevarte aquí, es… algo así como mirar desde el espacio una civilización en un planeta perdido y pensé que te gustaría tanto como a mí"- Añadió mientras contemplaba el espectáculo de luces nocturnas de Los Ángeles, tal como yo estaba haciendo.

Aun con la sonrisa en mi cara gire la vista para encontrarme con la cara de Bee, cuando advertí una mueca de tristeza en su luminosa mirada celeste.

-"Bee.. acaso echas de menos Cybertrón después de todo este tiempo?"- Pregunte algo preocupada.

-"Hmm.. no especialmente, no desde que estoy aquí en la tierra; este planeta es muy hermoso X, tienes mucha suerte de ser un ser vivo terrícola." - Dijo mientras sus resplandecientes ojos se encontraban con los míos en la oscuridad de la noche.

-"Me alegro de que este cómodo aquí mi querido amigo, y tienes razón… aunque si te digo la verdad, lo que daría por poder ser una viajera del espacio como tú!"-

Intuí y/o me pareció ver una sonrisa en la peculiar forma metálica que conformaba su cara y dijo- " Si fuera posible para tu frágil cuerpo resistir las duras condiciones de los viajes interestelares, no dudes que te llevaría conmigo… hasta los confines del cosmos, sin importar cómo, permanecería contigo, yo…"-

De repente Bee, pareció como darse cuenta de estar dándome "demasiada" informacién y callo de golpe con un gesto mezcla de vergüeza y arrepentimiento encogiendo sus hombros y levantando una de sus manos llevándosela a la cabeza.

Podria acaso su anterior mueca de tristeza, tratarse de algo relacionado con las recientes palabras de Bee?.

Intentando averiguar que era lo que había causado esa reacción comenté -"Bumblebee, sabes que puedes contarme cualquier cosa, si algo te aflige yo te escuchare; " – y añadí en un tono más desenfadado: -"Vamos!, he estado demasiado tiempo deseando escuchar tu verdadera voz cuando aún tenías tu avería en el sistema de habla como para ahora quedarte callado como una tapia!"-

Bee aún me miraba fijamente con esos luminosos y perfectos ojos alienígenas que tanto me cautivaban y un brillo especial se apodero de ellos al terminar mi frase.

Sin mediar palabra, saco de entre su pecho metálico, con cierta reserva, una hoja de papel semi arrugada y tímidamente me la entrego apartando su mirada de la mía haciéndo divagar sus ojos por alrededor.

-"La respuesta que buscas está aquí… lo tengo desde hace mucho esperando a ser tuyo y hoy he reunido el valor de traerte aquí para entregártelo, X"-

(Que demonios Bee?, que puede haber escrito ahí que requiera de ti, ya de por si un valeroso y aguerrido soldado autobot ,un aporte de valor extra?.)

Cogí la carta de entre sus dedos temblorosos, mirándole con extrañeza y me dispuse a leer.

Mi querida X, llevamos bastante juntos y si bien siempre he tenido una afinidad natural por ti, vengo sintiendo desde hace tiempo en mi chispa algo que no puedo describir con exactitud con palabras, porque me es completamente desconocido, nunca había sentido antes esto, pero que sin embargo por sus características, creo que se aproxima bastante a lo que vosotros llamáis amor.

Sin embargo me siento impotente. De no ser humano como tu y de por ello no poder brindarte todo lo que un humano podría… si me apeteciera besarte , no podría puesto que no tengo una boca para ello, si me apeteciera acariciarte, mis dedos son demasiado gruesos para que lo sintieras con la ternura que me gustaría expresar.

También se que para vosotros es esencial expresar el amor con el contacto intimo, pero nuestra diferencia de tamaño unido a nuestra diferente morfología, hace imposible ese tipo de encuentros.

Solo puedo conformarme con expresar mi amor por ti protegiéndote, velando por ti, ofreciéndote mi compañía y haciéndote reír de vez en cuando con mis "chistes malos".

Creo que quedo como una clase de idiota escribiéndote todo esto pero… no podía pasar mucho tiempo mas sin que lo supieras y prefiero hacerlo así porque no creo ser capaz de decirte algo tan delicado en persona.

Te quiero X, siempre tuyo

Bee.

-"Bee…"-

De repente, una fuerte sensación se abrió paso en mi pecho y me impulso a abalanzarme hacia Bee entre lagrimas.

Era inevitable disimular más. Todos los sentimientos que me había ido guardando todo este tiempo con dificultad, explotaron de golpe con aquella carta.

Instintivamente Bee se arrodillo para quedar a mi altura y recibirme.

Posando mis manos a ambos lados de su rostro, apoye el mío contra el suyo dejando escapar un suspiro, sintiendo el calor que emanaba de su perfecta ingeniería. Girándola lentamente y con los ojos cerrados comencé a besar con ternura e intensidad por igual la zona que correspondería con la comisura de su boca.

Dejándome llevar, seguí besando, recorriendo sin rumbo su precioso metal con mis labios. No existía ningún sabor metálico, tampoco dureza ni frialdad, para mi sorpresa sólo sentía calidez y suavidad a partes iguales y ese choque de contrastes entre lo que se supone que tenía que ser y lo que era en realidad me hizo abstraerme más aún en mi actividad, entregándome por completo a mi querido Bee, sintiendo como si pudiera fundirme con su alma.

Bee también tenia sus ojos entrecerrados, y emitía suaves sonidos al tiempo que inclinaba ligeramente su cabeza a un lado y a otro; parecía estar disfrutando de aquello, tanto como yo.

A través de esa novedosa forma de hacernos contacto, realmente podía sentir el cariño que le profesaba como yo también el que me profesaba a mí.

Instantes después me separé y mirándole a sus ópticas color azur ártico fijamente, le susurré:

-"Bee, te quiero.

Nunca lo has notado?, nunca lo has sentido?.. tal vez porque yo me asegure de que así fuera.. me sentí incómoda y extraña conmigo misma por albergar sentimientos amorosos por ti; pero gracias a que me has escrito esto, gracias a lo que ello ha provocado me he dado cuenta de lo equivocada que estaba tratando de esconderlos.

Somos muy diferentes y muy similares a la vez, tenemos vida, tenemos raciocinio, tenemos, tenemos personalidad y tenemos alma!. Somos seres sintientes y los seres sintientes se pueden enamorar, no es cierto Bee?.

Da exactamente igual que no seas humano, que estés hecho de metal y que seas mucho más grande que yo, lo que realmente importa es el vinculo que compartimos, como nos sentimos en la compañía del otro, que importa que no seamos de la misma especie?.

Eres lo mejor que me ha pasado nunca.. cuantas personas podrían decir lo mismo que yo? Que han conocido a su alma gemela en un alienígena?, algo tan maravilloso no se puede negar así como así"-

Al decir esto ultimo guiñé con complicidad a Bee y él, después de mirarme fijamente escuchando con atención mi declaración, respondió tendiendo sus manos a mi alrededor con sumo cuidado y ternura, formando un muro protector a mi alrededor, al mismo tiempo que me estrechaba contra su enorme rostro. Era un gesto de infinito alivio y agradecimiento por encontrarse correspondido en su sentimiento.

-"X, no se que decir, todo ha ido sobre ruedas, no me hubiera esperado siquiera que tú me quisieras de igual manera. Quiero darte las gracias, por hacerme sentir todas estas sensaciones tan extraordinarias.

Pase lo que pase, siempre te amaré, no te abandonaré nunca, porque eres lo que más me importa en este mundo".-

De lejos, una enorme figura del color del sol brillaba en la noche y encontrándose arrodillada, portaba entre sus brazos acurrucada, una silueta femenina y esa era la insólita mágen que adornaba la noche en Los Ángeles, desde lo alto de la colina, convirtiéndola en una singular y tierna estampa que jamás se había visto hasta ahora en ninguna otra parte del planeta.

Haciendo una pequeña pausa para retomar el sentido de la realidad entre aquel profundo mar de sentimientos que se había generado esa noche, pregunte a Bee:

-"Dime mi romántico autobot, como redactaste esto?

-"Eh..Brains.. se ofreció a echarme una mano; te juro que estaba hecho un flan y no sabia ni como empezar!."- Espetó echándose rápidamente una mano a la cabeza. –"Quería mantenerlo en privado, pero Brains es todo un experto en redactar documentos y conoce bien a las humanas, asique pensé que no sería mala idea contar con él después de todo"-

-"Vaya, si precisaste de ese bribón es que estabas en un apuro!, debió de pasar un buen rato con todo este tema"- Comenté entre risas.

Bee hizo un simpático gesto de resignación y luego se acomodó a mi lado, pierna con pierna, sentados ambos mirando hacia el vasto paisaje urbano nocturno, tal como había comenzado esta mágica velada.

(Cuando Bee cambiaba su semblante serio a uno juguetón sin previo aviso, siempre me hacia sonreir. Era la mar de expresivo… y de humano, a fin de cuentas.

Existía en el una profusa autenticidad, además de un alma joven dispuesta a divertirse y a disfrutar y un hondo sentido de la justicia; toda esa mezcla junto con su inigualable y especial mirada celeste centelleante, fue lo que me hizo enamorarme de el y lo que hará que permanezca enamorada para siempre, pase lo que pasa, esté donde esté y sin sentir nunca más vergüenza de los dictados de mi corazón.)