-¿tan tarde aun, Wayne?-pregunto una voz resonando en el cuarto

-¿Qué quieres, Carter?-pregunto brusco concentrado en su papel en blanco

-solo miraba

Las enormes ventanas dejaban entrar una luz anaranjada que lentamente comenzarían a volverse de colores rosas y purpuras para luego volverse un oscuro negro. Aquel cuarto estaba preparado para ser un salón de clases, específicamente uno de arte, atriles y sillas decoraban el centro del salón todas puestas en círculo excepto la del pelinegro que estaba apuntando hacia las ventanas como todos los días. La joven tomo un atril y lo movió junto al de su compañero seguido de un banquillo, subió y contemplo la luz chocando con la cuidad de Gotham desde aquel viejo edificio

-creo que es el único momento en que Gotham se ve hermosa

-no has visto bien entonces, Carter

-siempre tan amable Wayne-dijo tomando su lápiz y comienza a dibujar- ¿falto de inspiración de nuevo?... te ocurre con regularidad últimamente

-no es eso

-¿distraído tal vez? ¿Problema con tu padre?

16 años ya tenía el joven heredero de la familia Wayne y eso hacía que fuera más complicado para su padre y su familia en general. Más engreído, no tan violento, pero definitivamente más problemático para su bat-familia, se escapaba de vez en cuando lo que para los medios de comunicación era algo que les llamaba la atención y que tergiversaban con facilidad cualquier cosa que dijeran. Por ello él estaba en ese lugar, una escuela de arte, había logrado obtener su educación solo con un par de clases, después de todo su madre le enseño todo lo que debía saber pero necesitaba distraerse según su padre, según Nightwing era una cuartada más fiable. Eso lo convenció para comenzar a asistir con regularidad

La chica a su lado, una de sus compañeras de una familia prestigiosa igual que él. Ella era un poco como su padre, sus padres fueron asesinados cruelmente aunque hasta donde sabía no se balanceaba por los edificios vestido de murciélago. Dueña de su imperio de tecnología, Olive Carter pasaba sus tardes de tiempo libre en aquella escuela de arte para "los clase alta".

Se había vuelto cercanos de alguna manera, compartían uno que otro comentario de vez en cuando, ya que los dos no eran bien vistos en general, eran bastante poco sociables en general con los demás de su grupo, así que en cada trabajo eran ambos juntos trabajando como equipo. El extraño y misterioso hijo de Bruce Wayne y la extraña afortunada heredera Carter

-no, solo aburrido

-tienes habilidad, por eso esto te parece aburrido… -dijo concentrada en su dibujo

-es un don que se hereda

-¿así que Bruce Wayne sabe dibujar?

-para nada, padre no es para nada artístico

-oh… ya veo-dijo desviando la mirada hacia el cielo- la misteriosa madre, entonces-dijo con una leve sonrisa- Wayne… ya debo irme, recuerda el baile de algo sobre libros o algo parecido, mañana-se levanta-me aburriré si no vas, así que ve… espero que me busques

No dijo nada, solo la miro caminar hasta desaparecer tras la puerta. Cuerpo pequeño, no frágil pero pequeño, cabello negro y ojos verdosos podía considerarla como una amiga, sabía un par de cosas de el igual que el de ella, lo bueno de ella que es que no siempre necesito palabras para comunicarse, solo dibujando y permaneciendo un momento a su lado.

Siguió mirando las luz oscurecerse hasta que sonó su comunicador, respondió brevemente antes de cortar. Un sonoro suspiro salió de la boca del pelinegro antes de mirar su hoja en blanco para luego mirar la hoja continua, era él, observando el infinito. El dibujo apenas parecía un boceto, con líneas tenues exceptos en sus ojos, se notaba que se había concentrado en ellos, incluso en el brillo que él nunca notaba, quito la hoja antes de comenzar a doblarlo para llevárselo en el bolsillo y volver a casa

Trabajo

Bueno, esta noche era tranquila así que él no podía llamarle trabajo en ese momento, solo temprano había habido un intento de robo a una casa pero nada que le fuera imposible a él y Batman. Se sentó en la cornisa de un edificio alto, aburrido observando la cuidada. Busco en su bolsillo aquel boceto, en cierta manera era un poco extraño ver un dibujo de sí mismo pero era un regalo seguramente, no podía dejarlo y que luego alguien sospechara de algo. Suficiente tenía con que a su padre lo vieran con diferentes mujeres de vez en cuando y la constante de Selina Kyle, no quería más chismes de Gotham, menos sobre él.

-estas distraído-dijo su padre acercándose a el- no olvides que estás trabajando, Robín

-por supuesto que no, no soy Nightwing ni Red Robín como andar como tonto-dijo escondiendo el dibujo

-a esta edad ellos también estuvieron distraídos

-pues yo no soy como los otros Robín, padre, yo soy el mejor Robin

Disparo su cuerda para salir del lugar, distraído o no, no era suficiente razón para que le compararan con los antiguos Robins, lo detestaba de sobremanera. Así que era mejor detener uno que otro asalto para pasar el rato, ya que no tenía nada más que hacer.

Volvió a casa temprano, donde Alfred le esperaba con un vaso de leche tibio junto a su iPod que solía escuchar para descansar más placenteramente, debió con rapidez y se lanzó a la cama metiendo los auriculares en sus oídos, dejándose caer en los brazos de Morfeo

Sus sueños casi siempre eran buenos recuerdos, uno que otro malo recuerdo pero nada más, pero estaba vez tenía muy presente aquel dibujo y solo la risita de la mujer que se burlaba de el de vez en cuando, no podía quitarlo de su mente últimamente, pero esta vez había trascendido hasta sus sueños

Se despertó en la mañana o tarde, no estaba seguro, el no solía dormir mucho y menos soñar de esa manera pero aún más llamo su atención que su padre no lo despertara para nada, quizás Pennyworth le había pedido que lo dejara descansar diciendo un montón de tonterías sobre las hormonas y los jóvenes, y sobre todo como el dejaba dormir a su padre hasta que pudiera, tonterías para él.

Se levantó y comenzó a practicar un poco, ejercicio ligero para ir antes de una ducha y comer algo ante la mirada atenta del mayordomo de la mansión Wayne

-Buenas tardes, amo Damian

-¿Dónde está mi padre, Pennyworth?

-en su trabajo diurno, tenía unas reuniones importantes… le recomiendo que de un paseo con Titus esta tarde, ya que en la noche hay una fiesta de caridad donde el amo Bruce espera que asista junto a él y el amo Timothy

-¿así que Drake también ira?-dijo con una leve risa

-tenga cuidado de no avergonzar a la familia Wayne, amo Damian

-como digas, Pennyworth

Hizo caso en salir a pasear con un su perro un momento, dando largos paseo por la mansión tratando de mantener su mente ocupada, lanzando la pelota de su mascota de vez en cuando para que el gran danés corriera, esa risa era agradable, a diferencia de las burlonas y maniacas que conocía, pero esta no se podía ir solo descansando, esta le esperaba en sus sueños seguramente

Desganado trato de evitar la idea de tener que soportar al Robín detective por un minuto mientras miraba por la ventana del auto camino aquella dichosa fiesta, siempre Drake trataba de mantener una conversación amena con su padre mientras su padre decía unas palabras para recordar que debían comportarse en general en situaciones como estas

-les recuerdo que vamos en cubierto, cuidado con demostrar cualquier habilidad o algo parecido

Eso fue lo único que escucho de todo la charla de cómo proteger su identidad y cosas por el estilo, a lo que el quinto Robín solo asentía de vez en cuando fingiendo que prestaba atención, distraído con los brillos de la noche. Esta noche la "Batgirl" Stephanie Brown estaba de guardia junto a Nightwing, no le agradaba para nada aquella ecuación en general y menos sumando a un Red Hood

Bajo del auto y respondió una que otra pregunta que su padre permitió que respondiera, la verdad es que trataba de tomar lo más enserio posible sobre su "identidad secreta". Preguntas de rutina, como les llamaba Drake. ¿acaso tienes novia? ¿Tomaras un año libre? ¿Piensas seguir los pasos de tu padre? Pero sobre todo se repetía lo de la novia. Claro él era un joven de 16 años que no había sido visto con nadie hasta ahora, dudaban si le gustaban las chicas o si acaso escondía a alguien del público y su padre pero solo ignoro esas habladurías

Tomo una copa de agua buscando con la vista a su compañera, tenía que preguntarle del dibujo personalmente, la vio de lejos hablando con unas señoras de edad, dejo su copa de lado y se encamino hasta ella. Chocaron sus miradas antes de que el pudiera llegar hasta ella, se excusó con su grupo y se acercó hasta él, agarro su mano y lo llevo hasta la pista de baile donde comenzaron a mecerse delicadamente

-gracias por rescatarme, Wayne

-Carter… lunar en el hombro, no lo había notado ¿es reciente?

-oh… si, desde siempre, es porque mi vestido deja verlo… detective ¿a qué se debe el placer de este baile?

-el boceto ¿Por qué?

-oh ¿intrigado?...-no respondió pero no le quito los ojos de encima- bueno, me sorprendieron tus ojos, así que los dibuje… me gustan tus ojos, Wayne

-eres extraña, Carter

-y estoy aburrida… ¿acaso no puede pasar nada emocionante en esta fiesta?

El estruendos sonido de los cristales rompiéndose hicieron que ambos voltearan la mirada para ver a nada menos que ninjas, seguramente de la liga de asesinos para atacar a los distinguidos rostros que se había reunido en aquel lugar, inmediatamente el más pequeño de los Wayne se puso delante de la chica mientras los demás corrían. Detrás de los ninjas apareció Nightwing, Batgirl e incluso Red Hood peleando con la Liga, uno se acercó a hasta la muchacha de ojos verdoso pero el pelinegro lo detuvo con un par de golpes, la mujer le miro asombrada un momentos antes de que él le tomara del brazo y se la llevara a un lugar seguro, acabo con unas pocos más ninjas hasta que salieron del edificio, Alfred ya se había ido, así que la mujer se subió aprisa a un taxi con el pelinegro respirando agitados mientras se miraban un momento, ella se acercó y beso sus labios en un delicado roce

-eres mi héroe, Damian

-e-exageras-dijo levemente sonrojado

-¿y tu padre? ¿Y Drake?

-ellos estarán bien… mi padre insistió en algo de defensa personal, el estará bien

-¡enséñame!-dijo emocionada- por favor

-no soy un maestro piadoso, Carter

-¡vamos! Solo será un poco

-lo hablare con mi padre

Siguieron en silencio en aquel taxi hasta unas calles más adelante, el sonido del teléfono del pelinegro les llamo la atención a ambos, era su padre para saber la situación y que debía volver a la mansión para cumplir sus deberes como Robín, pero al escuchar el nombre de la chica le ordeno quedarse con ella y protegerla. Wayne Enterprise y Carter Industries eran aliadas en varias ramas de sus empresas, excepto en que la empresa de la chica no producía ningún tipo de arma, se especializaban en medicina y diferentes insumos para el mismo. Pero aquello no era la razón para que cuidase de la mujer, sino más bien porque cada objeto de aquella empresa de destruía al ser desarmado, quemándose cada circuito, así que la única manera era derrocar a su líder en contra de la delincuencia y del tráfico de tecnología o robarla desde la misma empresa, obviamente era más fácil la primera.

Miro por la ventana del Pendhouse de la mujer mientras ella se ponía cómoda, la noche le llamaba a pesar de que él no podía ir, su misión era para alguien menos fuerte, como Drake o la "Batgirl" no para el heredero de Wayne y Al Ghul

-pareces molesto-dijo mirándole desde el sofá -¿seguiremos con las luces apagadas fingiendo que no estoy?

-mi padre ha dicho que es mejor que me quede contigo, podrían seguir buscándote

-bueno, héroe-sonríe- ¿te quedaras despierto toda la noche?

-si es necesario, si

-tranquilo, Wayne

La mujer se acercó a un muro y toco con la punta de su dedo una pantalla que se ilumino tenuemente, apretó un par de veces y ya todo estaba listo, se acercó lentamente hasta el Wayne y cerro la ventana que dejaba entrar una brisa fría, miro en los oscuros ojos del joven un momento y le sonrió antes de llevarlo hasta la cama tomándole de la mano. Le indico que se acostara junto a su lado mientras ella se cubría solo dejando ver sus verdoso ojos que aun en la oscuridad podía verse, el pelinegro se quedó mirándolos, le recordaba aquel color de cuando fue a Irlanda con su madre o quizás aquella vez que su padre le llevo para hacer una misión y además para conocer algunas viejas rocas. Aquel césped verde meciéndose con el delicado viento, podía recordar incluso el aroma de aquello observando aquellos ojos. La mujer acerco su mano y acaricio levemente la mejilla del muchacho, sonrojándole mientras soltaba una sonora sonrisa antes de cerrar sus ojos, aquella risita que se quedó en su mente de nuevo en los sueños del pelinegro, pero esta vez podía ver más el rostro y delicado cuerpo de la chica danzando, moviéndose glacialmente en su mente, sonrió levemente tocando la mano de la chica