Cuando te conocí


Un nuevo comienzo

¿Quién era? ¿a dónde iba? ¿qué me esperaba mas adelante? ¿por qué hacia esto? ¿para que? Todas preguntas tan simples y a la vez tan difíciles. Yo Sakura Haruno una chica incomprendida por sus padres y con un presente que quería dejar en el pasado ¿cómo? Fácil huyendo de mi hogar, a miles de millas de aquellos que consideraba familia, yéndome de lo que antes era mi felicidad, felicidad que se volvió un infierno al saber la verdad.

Estaba yo en una pequeña ciudad de Japón, llamada Kanoha. Llevaba prácticamente una semana residiéndome en esta ciudad, ya acostumbrada a su sol y a sus lluvias. Muchas personas dirían que empezar desde cero no era tan malo pero en cambio yo sentía que el mundo se me venia a los pies. Estaba viviendo en un pequeño apartamento de dos recamaras, un baño, cocina y sala, nada fuera de lo normal aunque la segunda recamara mas bien la utilizaba como un estudio donde hacia mis tareas… tareas que desde hoy comenzaría hacer.

Aunque claro el hecho de que empezara de "nuevo" nos significaba que cambiara mi actitud. A comparación con todos los chicos tanto mujeres como hombres, yo era en todo el sentido de la palabra "rara". Yo aplicada, hacia las cosas en tiempo y forma, no bebía ni fumaba, no iba a fiestas los fines de semana, no le abria las piernas al primero que me hablara lindo, esta claro recalcar que NO era ñoña mas bien era una persona con modales.

Y ahora me encontraba renegada en todo mi salón, mientras todos hablaban de lo mas a gusto con sus amigos, bromeando y haciendo cualquier tontería que se les viniera en la mente, no es que les tuviera envidia, al contrario esa palabra no entraba en mi vocabulario, pero me sentía marginada aunque no los culpaba ¿quién querría hacerse amiga de un fenómeno con cabello rosa? Seguramente nadie.

Al sonar el timbre anunciando la siguiente clase, las voces aumentaron y yo me sentí mas pequeña desde que entre por esa puerta y las miradas recayeron en mi. Una cosa que admiraba de mi misma es que poco me importaba lo que las personas creyeran de mi. Podría ser todo pero menos una dejada.

Mire por la ventana, haya donde en el patio los niños jugaban tranquilamente sin preocupaciones… por un momento quise volver hacer esa niña de coleta que reía con sus compañeros. Lo cierto es que ser una estudiante nueva cursando mi primer año de Universidad no me venia nada bien. Suspire hondo mientras admiraba a las criaturas desde la ventana.

-¿disculpa?- escuche una voz muy tierna y suave- ¿esta ocupado este asiento?-

Levante la mirada encontrándome con unos ojos perlados como la luna. El cabello de la chica era largo y azul, una piel de porcelana como la suya pero mas cuidada y tener un cuerpo bien esculpido. Otra cosa de la que no me sentía orgullosa era de mi físico y proporciones.

-para nada, puedes sentarte- le dije amable

-gracias- sonrió radiante sentándose a un lado mío

Volví a mi posición anterior, ya cuando los niños se habían metido a su salón dejando solo la seca tierra con el sol altivo ante todo. Para ser un buen clima, era un inferno para mi.

-¿eres nueva?

-¿y tu?

-claro, apenas es mi primer año- dijo sonriéndome. Era una persona realmente amable y afectuosa.

-Soy Sakura Haruno- dije extendiéndole la mano

-Hinata Hyuuga- estrecho su mano con la mía- Y bien como va tu día ¿algo nuevo que te haya pasado?- dijo sacando cosas de su mochila

-la verdad es que no. Claro si no cuenta la marginación que tengo

-¿no has hablado con alguien? ¿un conocido de tu Instituto?- interrogo mirándome por el rabillo de su ojo

-no lo creo estoy un poco lejos de casa

-¿y eso?

-digamos que quise comenzar de cero- no era una mentira después de todo

La puerta se abrió mostrando a uno de los tantos maestros que tendría, todos los alumnos fueron a colocarse en sus asientos y esperaron pacientes hasta que el profesor empezara a hablar. No tardo mucho en hacerlo y nos explico diferentes teorías sobre su materia. La física no me interesaba en lo absoluto, se me hacia cansino y sin sentido alguno, tanto que no se el porque me inscribí en esa materia.

-Los campos magnéticos positivo y negativo se atraen, pero el positivo con positivo o negativo con negativo se repelan- explicaba. Una chica de coletas rubias levanto la mano pidiendo permiso a que su palabra fuera concedida- No Sabaku- le hizo una señal para que hablara.

-podemos suponer que es algo parecido a los polos opuestos- dijo ella chillona

-podríamos suponer, solo que eso pueden ser puras suposiciones. En cambio entre una fuerza que ejerce a otra esta científicamente comprobado- le corrigió

-pues yo lo hice y déjeme decirle que esta sexualmente comprobado profe- le dijo a lo que todos soltaron una risa.

Todos empezaron hacer carilla mientras el profesor se cruzaba de brazos con paciencia. Mire a Hinata que estaba a mi costado y le quito importancia con una sonrisa un poco penosa. No estaba acostumbrada a que los alumnos incitaran a sus profesores, ya era demasiado con escucharlos entre ellos, si su madre los viera le daría un infarto o quedaría en coma durante meses.

-Señorita No Sabaku sus repuestas guárdeselas para su clase de Anatomía Humana- dijo ya escribiendo algo con el gis en la pizarra- Es importante que sepan que estas dos fuerzas una ves que las juntan son inseparables, es como un imán al juntarlo con otro. Una vez que se encuentran se sienten atraídas- hizo una pausa- y solo pueden ser separadas contrayendo una carga tanto positiva como negativa-

-¿y se vuelven a juntar?- pregunto una Chica con molotes en la cabeza

-es una teoría un poco difusa, ya que cuando estas cargas iguales a ellas llegan, hacen que sea imposible que se puedan volver a juntar entre ellas- dijo resolviendo la pregunta a la cual le tome la menor importancia ¿para que quería saber sobre fuerzas positivas y negativas?- En su libro pagina 28 se encuentra una tabla en la cual ustedes deberán….- el siguió hablando mientras yo me alejaba mas y mas.

Al final de la clase todos salieron disparados a la siguiente. Yo sin ánimos que convertí en una de las tantas cabezas que rodeaban el espacio. Me tocaba clase de Astronomía, bueno por lo menos esa clase era la mejor de todas, una sonrisa adorno mis labios.

Cuando llegue en definitiva si era la mejor clases de todas, me encantaban esas cosas sobre las estrellas y astros, se me hacia fascinante. Nos asignaron compañeros y el mío no vino a lo cual me di cuenta cuando la clase se termino. No era muy observadora que digamos, al contrario era demasiado distraída.

Y haci transcurrieron mis clases, que al final no fueron tan malas que digamos. No tenia nuevos amigos pero no es como si me empezaran a faltar o que los necesitara. Me encontraba mejor yo sola y cargando con mi misma. No me importaba si la gente hablaba, ya estaba acostumbrada y según mi anterior "mejor amiga" la gente solo hablaba porque envidiaba algo. Yo no sabia que, no tenia nada de especial en absoluto, así como tampoco sabia que ella fuera a traicionar sus palabras siendo la primera que lanzara la piedra al abismo.

Las clases concluyeron y yo me inserte en el sol templado, a pesar de estar un poco nublado no hacia mal clima. Eran eso uno de los días en los que apetecía salir a la calle, lastima que se la iba a pasar en su apartamento perdiendo el tiempo en mensada y media.

Debido a que aun no reunía el suficiente dinero para alquilar un auto tuvo que empezara a recorrer las calles de aquella ciudad. Recorrí unas grandes casas que estaban a unas cuantas manzanas de la escuela, cualquiera se sorprendería de su gran tamaño pero a mi me dio igual, solamente que daban un aire fiestero y las fachadas eran muy llamativas que digamos.

Compre un chocolate caliente en una tienda cercana. Ya era atardecer y lo mejor era darme prisa y llegar a mi hogar o la consecuencias seria catastróficas. Pase unas cuantas calles hasta visualizar las tres torres que se alzaban de departamentos llenos. Grande fue mi sorpresa al de repente sentir un golpe en mi mas grandiosa frente haciendo que cayera de lleno en el suelo y el chocolate aun caliente me cayera enzima.

Me tome la cabeza entre mis manos mientras mis cosas salían de la mochila y se desparramaban mis valiosas lapiceras.

-que rayos…-susurre desorientada

-¿te encuentras bien?

Una voz ronca y masculina hizo que levantara la mirada. Solo pude identificar una silueta de hombre con un pantalón de mezclilla y un chaleco enseñando sus fuertes brazos torneados y largos. La cara no se la veía debido a los rayos del sol.

Me levante tambaleándome y acostumbrando la vista. Y fue entonces cuando me encontré con unos posos negro como la noche, cabellos igual de negros pero podía asegurar que destellaban rayos azules, una piel totalmente cuidada blanca y sus largas y espesas pestañas.

-oye- dijo el chasqueándome los dedos enfrente de mi hasta que al parecer volví a la normalidad

-vaya olvidaba que los balones si volaban- comente recogiendo mis cosas

-deberías fijarte mas por donde caminas- dijo recogiendo su balón en vez de ayudarme

-perdona pero yo iba por el camino correcto

-¿en medio de un parque?- alzo una ceja con una sonrisa de suficiencia

-estaba yendo por la banqueta que ofrece el parque- le dije encarándolo ya con mis cosas recogidas

-aun haci estabas en dirección a la portería

-¿sabes? Con un simple perdón basta- cruce los brazos

-porque voy a pedir una disculpa cuando tu te metiste en el camino- me miro fijamente

-camino incorrecto o no, tu balón se estrello contra mi frente- señale la zona afectada Créeme si el balón hablara le pediría la disculpa a el-

-no esta mal intentarlo- contesto burlón poniéndome el balón enfrente de mi- anda terminemos con esto-

-no voy hablar con un balón- le alce una ceja

-¿quieres una disculpa?- me pregunto

-¿piensas dármela?- coloque mis manos a mis costados

-claro- contesto con simpleza

-pues anda-

-primero cierra los ojos

-no voy a cerrar los ojos- me negué con obviedad

-no suelo pedir disculpas sinceras cuando la gente me mira

-estas chiflado- susurre

-si sigues haci y no te tratas ese golpe amanecerás con un chichón mañana- me señalo la frente

-ok- dije exasperada cerrando los ojos

Por un momento no llegue a oír nada solamente unos pasos pero en ningún momento palabras o sonidos de alguna boca. Oí que rebotaba el balón y cuando me dispuse a abrir mis ojos debido a mi estupidez me encontré con algo que realmente me dejo estática.

Su aroma olía bien, era tan, tan… refrescante y puro. Su cuerpo aunque no estuviera en contacto con el mío me transmitía calor que se sentía contradictorio. No se lo que me sorprendió mas si el hecho de tenerlo tan cerca o el hecho de que sus labios estuvieran en la zona afectada de mi frente. Sus labios eran suaves y unos mechones me hacían cosquillas en la frente a mis costados.

-hueles bien, corazón- dijo moviendo sus labios

Las alarmas en mi cabeza se prendieron y me aleje de el mirándolo como si la vida dependiera de ello ¿quién se creía este para permitirse esto? Arrugue el ceño y lo mire con recelo. Tuve ganas de soltarle una alta de barbaridades pero me contuve o mas bien no sabia como hacer que se sintiera ofendido.

No era afán de las groserías y mi manera de ser "rebelde" no se comparaba con nada, hasta creo que un perro me ganaría en esto. Apreté los puños al ver que el se burlaba de mi falta de vocabulario inmortal. Boqueaba intentando soltar algo y nada salía. Tonta que era yo.

Al final lo deje como estaba y me fui de ahí lo mas rápido posible, no me había dado cuenta que mis piernas al estar a una distancia considerable empezaron a correr algo que se me daba bien de hecho. ¿qué olía bien? Por favor estaba bañada en chocolate, sudor y transpiración de piel, además me sentía pegostiosa y sucia, un asco.

Mi apartamento se encontraba en el cuarto piso. El ultimo. Solté un suspiro mas y cansada de corre un maratón subí las escaleras como un muerto en vida y cuando ya casi sentía que me desmayaba llegue a la puerta de mi casa echando un respiro. Sin querer choque con la puerta de enfrente y después me compuse con la mía. Cuando me disponía a abrir con mis llaves ya en mano la puerta del cuarto me sobresalte al oír que la puerta de enfrente se abria.

Me gire y vi a un rubio de ojos azules con una piyama infantil. Levante una ceja y no era por burlarme pero ¿quien a sus ya diecinueve o veinte años se vestía como un niño de ocho años? Y para terminarlo su gorrito de conejito y pantuflas, sin contar el estampando de elefantitos me hizo contener la risa. Se tallaba sus ojos perezoso.

-Teme te tardaste demasiado. Cuando dijiste que ibas a jugar una reta con el cebollín ese pensé que solo iba hacer eso: una reta. ¿Trajiste el Ramen que te encargue y las galletas de animalitos? Sin olvidar la leche claro o por cierto el problemático vino hace rato, saco la lista de los contactos que tiene de las muchachas, va hacer una fiesta creo que el fin. Claro estamos invitados, por cierto esta mañana cuando entre al baño me encon- paro en seco cuando levanto la mirada y vio que no era para nada "Teme" Se quedo estático con los ojos abiertos- ¡Oh dios mío cuanto lo siento!- dijo moviendo las manos negando.

-este- me rasque la cien pensando en algo que decir- Yo vivo enfrente- Tarada. Esa es la palabra que me definía. Como si no fuera obvio que vivía enfrente.

-oh eres nueva por lo veo. Perdón no era mi intención decirte todo eso- dijo rascándose la cabeza riéndose

-no importa- le quite importancia.

El silencio que tanto detestaba y no soportaba en ningún momento se formo. Me obligue a no mirarlo pues sabia que me partiría de la risa por lo que me mordí fuertemente el labio.

-bueno nos vemos- dijo el sonriendo

-nos vemos

Me di la vuelta y abrí la puerta internándome en ella y cerrándola tras de mi. Lo admitía, me hizo mucho daño estar en el limbo, no se que me estaba pasando antes no era así no me avergonzaba de esa manera y sobre todo sabia defenderme sin decir peladeces. Para ser el primer día había tenido sus altas y bajas, sus pro y contra.

Al mirarme en el espejo del baño observe la parte roja de mi frente, no era tan notable y no me iba a salir un chichón pero si me dolía. Nunca había conocido a un apersona que me tirara un pelotazo en la cara ni mucho menos que después del acto se negara a reconocerlo que lo hizo. Había conocido a muchas personas de diferentes maneras: chocando con ellas una de las mas comunes pero en cambio esta es la primera ves que le propinaban tal golpe.

Me tome el cabello entre mis manos y sofoque un grito. Ok el cambio era necesario y lo necesitaba y lo lograría, solo no quería toparse con personas que fueran engreídas y sueltas y extrañas con piyamas de niño. Le rezaba al cielo porque mañana fuera un día normal en todo el sentido de la palabra.

Salía de mi apartamento lista para otro "gran" día, El chichón después de todo no había salido solo estaba un poco inflamado. Ayer por la noche recibí llamadas de varios compañeros de mi otro Instituto y como me dispuse a no contestarles me llegaron mensajes a los cuales los borre sin ver. No quería volver al pasado, este era mi presente y tras darle vueltas y vueltas toda la noche llegue a una conclusión.

No me iba a retractar, era mi vida y por mas egoísta que sonara yo decidía como y que hacer con ella, nadie decidiría por mi. Al igual que ya no le iba a dar tantas vueltas al asunto. Ya no iba a decir que comencé de cero mejor quedaba decir que di un cambio por mi bien e ignorar a todos aquellos que enterré en el pasado.

Sentí como un almohadazo me daba de lleno en la espalda y me voltee hacia la puerta de enfrente donde había provenido el golpe. Para mi sorpresa en el marco de la puerta se encontraba el Balón engreído. Lo mire cruzándome de brazos con los labios apretados.

-se puede saber que haces aquí y porque demonios me vuelves a golpear- le dije seria y sonriendo irónica

El se voltio hacia mi y sus labios que curvaron en una sonrisa arrogante como ayer. Se recargo en el marco con las manos en sus bolsillos mirándome con una ceja alzada.

-no es obvio aquí vivo- rodo los ojos- y supongo que eres un imán para recibir cosas volando-

-tu no vives aquí- asegure sin quitar mi sonrisa- y para mi que ya se te esta haciendo costumbre

-no tengo que pedir tu opinión ¿tu que sabes?

-aquí vive un rubio con-

-¡Teme! ¡Ya vámonos llegaremos tarde y ya sabes que no es bueno llegar tarde después de la ultima ves!- me interrumpió un rubio saliendo a toda prisa. Se paro en seco cuando me vio y sonrió nervioso llevándose las manos a la cabeza- Oh hola-

-Hola

Conecte mis pensamientos y comprobé que el era el tal Teme y se me desencajo la mandíbula aunque no lo mostré. Sonreí falsamente y me atreví a preguntar. Ese Balón no podía vivir enfrente mío ¡no! Me negaba a aceptarlo.

-¿viven juntos?-alce la ceje a lo cual casi se atragantan con su propia saliva

-somos compañeros de piso, no pienses que somos…- explico Naruto rápidamente- yo tengo novia a si que yo no- se rio

-que estupidez- resoplo Balón- no soy gay. En que mente en su sano juicio pensaría que lo soy

-tal ves. Si no fuera que te acostaras con medio instituto empezaría a dudarlo- respondió el rubio

-por lo menos yo no le pertenezco a nadie

-Enserio Teme creme que tener una pareja estable es lo mejor que te puede suceder en la vida- lo miro mientras cerraba la puerta- ¿o no?- me pregunto

-me encantaría responder esa pregunta pero en primera no soy hombre, en segunda se me esta haciendo tarde y en tercera no debería estar hablando con desconocidos

-somos vecinos- corrigió el rubio

-¿y que? He tenido varios vecinos en mi vida y eso no les da el derecho a meterme en sus platicas o asuntos- no quería ser tosca por lo menos no con ese rubio que se veía ser muy amable pero no podía fiarme de nadie y menos de su compañero.

-oh perdón si te incomode no quería-

-déjalo- le interrumpí- Con permiso-

Baje las escaleras normalmente sin ninguna prisa. Presentía que ese día iba ser diferente pero a la vez muy grotesco. Primero que nada debía ver cuanto antes un carro que alquilar que aunque no me molestara caminar, me enfadaba ir cargando cosas y recorriendo largas distancias por lo que saliendo tomaría un camión fijo en ese rumbo.

También tenia que conseguir un trabajo de medio tiempo, el poco dinero que me quedaba era para lo que necesitara pero debo remarcar que el dinero viene y va. Mi cabello largo se movía con las ondas del viento quedando haciéndole cosquillas.

Al llegar a mi escuela decidí ir a dar una vuelta por los alrededores y de pasada llegar a un baño. Pasear sola por su áreas verdes no era tan divertido como estar acompañada pero no podía obligar y mucho menos acelerar las cosas.

Llegue al baño y me sentí incomoda al ver a una chica de sus clases de física, la reconocía por los dos molotes que traía en su cabeza. Entre e hice mis necesidades y cuando salió sus sollozos habían cesado pero aun seguía ahí con el maquillaje completamente fuera de su lugar.

-maldita sea- murmuro intentando acomodarse el maquillaje

Me lave las manos y me enjuague un poco el cabello para prevenir que un pelo se me parara. Como el silencio era muy incomodo o por lo menos para mi decidí comentar algo.

-el maquillaje esta muy caro para llorar ¿no crees?

Ella voltio a verme estática con aquellos ojos ya de mapache mientras fruncía el ceño. Yo solo sonreí nerviosa y ella al parecer se relajo al ver que no lo decía en mala intención.

-como si uno eligiera que le duele o no- me respondió volviéndose al espejo- ¿eres nueva?

-¿tanto se nota?

-te aseguro que si. Podría asegurar que eres la única de este Instituto que lleva cabello rosado

-no es tintado- aclare

-yo nunca dije que lo fuera- me miro- Te vez muy mona- me sonrió

-gracias- dude un poco

-¿y que tal va?

-¿el que?-

-la escuela- aclaro- Muchos de aquí vienen del Instituto juntos, pero supongo que tu estas sola ¿ya socializaste?

Podría suponer que esta joven era muy suelta y tenia confianza en si misma por la manera normal con la que le hablaba, pareciera que fueran amigas desde secundaria lo cual me hizo sentir un poco mejor.

-la verdad es que no. Todos parecen tener su propio grupo de amigos

-¿segura que no has entablado conversación con alguien?- alzo una de sus cejas delineadas

-bueno si, con una chica de mi clase de física. Era muy amable- recordé sonriendo

-eso ya es algo

-bueno tampoco es que me la haya hecho amiga- dude un poco pero luego le tendí mi bolsa de maquillaje- no es mucho no suelo maquillarme, pero ayudara un poco

Ella me miro por un segundo y sonrió ampliamente. Me acepto la bolsa y negó divertida riéndose.

-que es lo gracioso- interrogue confundida

-nada, es solo que pensé que eras una de esas chicas presumidas, de esas que les vale todo y solo se importan haci mismas..- me miro por un segundo

-¿doy es impresión?- me sorprendí

-tal ves es por eso que las chicas dudan en acercarse. Eres muy linda y te tienen envidia o es que tu cabello tu piel y tus rasgos son sumamente de una chica plástica

-¡No! ¡Te lo juro que haci nací!- negué rápidamente

¿Chica plástica? Ni loca, ya fuera demasiado con que mi madre si lo fuera, no es por ofenderla pero su belleza costa de unas cuantas cirugías, pero no, ella nunca se iba a imponer contra una cirugía aun cuando las arrugas se adueñaran de ella

-lose, lose, con tu forma de hablar y de actuar esa imagen va para la basura- me tendió el maquillaje- por lo menos para mi

-menos mal

-Gracias por todo- me sonrió ya con ojos renovados y sin ninguna muestra de que haya llorado

-lo necesitabas

Se dirigió a la salida completamente hermosa y bella, pero antes de abrir la puerta y salirse se volvió a girar hacia mi.

-Oye- me llamo- Si quieres nos podemos ver a la hora de comida, a mis amigos y a mi no nos molestaría compartir la mesa con una nueva colega

Me le mire completamente sorprendida y feliz. Sonreí nerviosamente ante ella que denotaba completamente seguridad.

-¿colega?- le pregunte

-claro, desde ahora eres mi colega y no te haría mal conocer nuevas caras ¿qué dices?

-pues claro- no dude

-bien entonces nos vemos….- dudo un poco

-Sakura. Haruno Sakura

-nos vemos Sakura- estaba a punto de irse pero la retuve

-¿cuál es tu nombre?

Tiendas de campaña. Tiendas de campaña Ama

Me miro una ultima ves y se fue. Me quede estática ahí con una radiante sonrisa. Después de todo ir al baño fue mi mejor decisión. Esa chica sin duda era espectacular. Tenten era espectacular.

Pase las siguientes clases concentrándome sumamente, aunque no sabia que teoría creer. Si la de dios creo al mundo al igual que el ser humano o con la explosión del big bain formo al mundo y los humanos evolucionaron del mono. Nuestro profesor de ciencias decía que la ciencia y la religión no están peleadas, que todo lo contrario se complementaban.

Y eso es exactamente lo que no podía comprender ¿cómo dos cosas que hablaran sobre el mismo tema pero que una intentara ocupar la razón podrían estar acompañadas? Sea como sea no sabia a cual irle aunque la que se ha comprobado es la de la ciencia.

Mi siguiente clase fue la peor de todas: matemáticas. No era nada buena en matemáticas, les tenia dificultad y mas a las ecuaciones con sus métodos: sustitución, reducción, grafica e igualdad que eran diferentes pero te llevaba a donde mismo. El maestro hablaba en lenguaje matemático por lo que no podía entenderle mucho, parecía que me estaba hablando en chino por lo que solo me disponía a anotar y descifrar todos sus garabatos.

Con eso llego mi preciada clase de astronomía. Me senté en el lugar que me correspondía mientras el maestro poco tiempo después entro haciendo su aparición.

-bien chicos comencemos- anuncio- El tema de hoy es "Las constelaciones"- dijo mientras apuntaba en la pizarra

" Las estrellas que se pueden observar en una noche clara forman determinadas figuras que llamamos constelaciones, y que sirven para localizar más fácilmente la posición de los astros. En total, hay 88 agrupaciones de estrellas que aparecen en la esfera celeste y que toman su nombre de figuras religiosas o mitológicas, animales u objetos. Este término también se refiere a áreas delimitadas de la esfera celeste que comprenden los grupos de estrellas con nombre"

La puerta del salón se abrió dejando mostrar a alguien que en definitiva no me esperaba para nada.

-Uchiha llega tarde- le dijo el profesor- tome el único asiento disponible-le ordeno continuando con su clase

Miro a su alrededor y sus ojos recayeron en mi y el lugar que tenia al lado mío. Mi mirada rodeo el salón y por desgracia mía el asiento de a lado era el único vacío. Fruncí el ceño mientras el se acercaba a ocupar el asiento mientras yo me hacia el esfuerzo por no mirarlo

-ustedes como trabajo van a localizar a una constelación. Lo dejo a su elección y van a exponer el tema los días siguientes, tienen hasta el fin de semana y regresando empezaran la explicación del porque y que es la constelación que eligieron.

-¿va hacer individual?- pregunto una joven

-su pareja para todo el año va hacer la que tienen al lado

Me quede quiete en mi lugar. No, no, no podía ser . Por Dios ¿no es demasiado que viva enfrente mi apartamento y que me haya tirado mi chocolate? Esto era de locos.

-vaya al parecer no te salió chichón- escuche que comentaba estirándose en su asiento con las piernas abiertas

-¿qué constelación erigiremos?

-mis besos son medicinales, a que si- dijo mirándome divertido

-yo puedo hacer el trabajo sola- me propuse mirando al frente

-seria muy descortés de mi parte dejártelo todo

-creo que fue mas descortés de tu parte comportarte como un engreído cuando casi me vuelas la cabeza- lo encare lo cual fue una mala idea

Pensé que era mi imaginación ver los destellos azules de su negra cabellera, pero lo cierto era que en teoría si tenia destellos que se le vean a toda luz. Sus ojos recayeron en mi sin quitar su humor que para mi era muy engreído.

-¿quieres darle vuelta al tema acaso?- alzo una de sus cejas

-solo quiero que me digas que constelación elegiremos- aparte mi mirada mordiéndome las uñas

-porque mejor no lo decidimos cuando estemos en un maldito lugar y la primera que veamos esa se queda- respondió quitándose el peso de enzima

-perdona pero esta clase es mi favorito y no voy hacer las cosas al aventón

-quiero que sepas que no le encontrare la forma a nada

-déjamelo a mi

-estoy perdiendo mi toque al dejar que una mujer quiera tomar el control

-Mira no se y creme que no importa quien eres, pero ya es demasiado tenerte enfrente de mi casa. Solo no hagas esto mas difícil- dije levantándome de mi asiento

Caí de nuevo en el asiento cuando el me tomo de mi muñeca y sentía una electricidad que me movió todo. Me gire a el y el se inclino hasta que quedo muy cerca de mi cara. Mi pulso se acelero y sentí miles de cosas inexplicables. A lo cual solo me hizo perder mi tolerancia. Jamás había llegado al limite de ella

-Mas te vale que quites esa imagen de hipócrita frente a mi- me dijo serio a lo cual quise alejarme de el pero me sujeto mas fuerte la muñeca- No tengo tolerancia y te conviene no jugar con ella- me amenazo fijando su mirada en mis ojos que me quemo.

Al decirme que es lo que tenia que hacer no pude contener mi furia. Me prometí esa mañana que nadie nunca mas me iba a decidir por mi debido a que por hacer lo que me decían termine ahora aquí y no pensaba repetir el error dos veces.

-yo juego como se da la gana y no me vengas a decir como tengo que ser contigo, yo lo decidiré por mi misma- le espete en la cara controlándome- he sido tolerante ¿y sabes que? Eres insoportable

Me solté de su agarre con mi fuerza y tome mi mochila con una mano. El se puso de pie y todas sus facciones habían cambiado. De divertido y sereno cambio a hostil y amargado.

-te lo advertí, cuando se termine todo no vengas a llorar…. Molestia-

Y no lo hare ¿quién podría llorar por un… descarado como el? Tal ves todas sus amigas de turno pero yo en definitiva no.


Y he aqui mi primer capitulo. Perdonen las faltas de ortografia (si se llegaron a encontrar una por ahi XD)

Subo capitulo todos los Viernes sin falta por todos aquellos que les interese esta historia. Soy nueva en esto y espero que no me haya ido tan mal.

¡Matane!