Shenanigans
"Una parvada de cuervos se llama crimen"
Adolescentes
#1, Capitán, Especialista defensivo, Rematador, Sawamura Daichi
Summary: A veces la gente olvida que, Sawamura Daichi es, en efecto, un adolescente.
No es la primera vez que le ha pasado desde que se volvió capitán del equipo. De hecho, no es la primera vez que simplemente alguien lo ha mencionado desde que entró a la preparatoria Karasuno.
Si bien recuerda, la primera persona que alguna vez se lo dijo, fue Asahi. No le sorprende en lo más absoluto.
Ocurrió unas semanas después de haber iniciado las actividades del club, cuando aún no se conocían muy bien y Asahi tropezaba con sus palabras al hablarles. Aún lo hace, piensa Daichi, pero al menos ahora no parece que va a ponerse a llorar cuando se equivoca.
En ese entonces, Daichi era lo que Asahi llamaba una persona generalmente buena. Así que cuando a su nuevo compañero se le trababa la lengua y se ponía rojo, Daichi simplemente le corregía la palabra y lo dejaba seguir hablando.
Eres como un padre, cre-creo, le había dicho Asahi. Tu y Sugawara, ambos se comportan como si tuvieran que cuidarme, no se cómo sentarme sobre- ...di-dije sentarme y no sentirme ¿no es así? santo dios, por favor olvida todo lo que dije.
También lo escuchaba seguido en su familia. Daichi-kun es tan maduro y amable ¡Seguramente será un excelente padre!, a veces también se escuchaba, Daichi-kun es tan inteligente, está en clases pre-universitarias, deberías ser más como él. Y, cuando lo eligieron como capitán del equipo, no hubo familiar que no dijera, Daichi-kun tiene calificaciones excelentes, es maduro y amable ¡Y además capitán de equipo! Antes que nos demos cuenta, traerá también una novia a la familia.
Cuando salió del closet, dejó de ser la admiración de la familia. Entonces tuvo un poco más tiempo para ser Daichi, adolescente promedio, estudiante de preparatoria, y no Sawamura Daichi, el hijo prodigio, la maravilla del vecindario.
De alguna manera, estaba más feliz de esa forma.
Las personas que más olvidan que es un adolescente, suelen ser sus profesores. Dicen que, algo en la forma en la cual se comporta, les hace sentir que hablan con un colega, y no un estudiante regular.
Luego lo vieron corriendo a la cafetería, en un duelo a muerte contra el capitán del equipo de baloncesto, accidentalmente encendiendo la alarma contra incendios, y Daichi sabe que intentan esconderlo, pero cada vez que le hablan sabe que están evitando reír un poco.
El santo de Sawamura, corriendo por los pasillos cual alma en pena, tratando de competir contra el capitán de un equipo que lo que más hacen es correr, ese fue sin duda alguna el chisme de pasillo de la semana. Daichi no sabe en qué momento la idea le sonó bien, pero también sabe que competiría contra cualquiera en una carrera a la cafetería.
Una vez se le ocurrió la idea de competir contra Kageyama y Hinata. Lo dejaron mordiendo polvo. Cuando finalmente los alcanzó, tuvieron las santas pelotas de preguntarle si no le dolía la espalda. Estuvieron limpiando el gimnasio por una semana, porque Daichi es maduro, pero no lo suficiente para dejar pasar algo así.
Una vez, intento de broma por parte de los chicos de segundo ya suponía, Nishinoya le preguntó qué se sentía ser el padre del equipo.
Un sueño hecho realidad, recuerda haber contestado. Siempre quise cuidar de un grupo de adolescentes con cerebros de pájaro que apenas funcionan.
Su momento de victoria, porque poner a Nishinoya en un estado de vergüenza en el cual los esfuerzos combinados de Tanaka y Asahi son requeridos para calmarlo es una victoria, fue cortado en seco cuando Ennoshita fue a preguntarle a Suga.
¿Qué se siente ser la mamá del equipo?
—No puedo creer que le dijeras a Noya que es más tonto que la palabra —Daichi tampoco se lo creía. De nuevo, era maduro, pero no lo suficiente para dejar pasar algo así. El aludido se encontraba un par de metros atrás, como un tomate de lo rojo, aún siendo calmado por Tanaka y Asahi—. Míralo, creo que si le prendes un cerillo cerca, combustiona.
—Se lo tiene ganado, por payazo —sabe muy bien que se va a disculpar. Luego. Cuando el líbero hubiera reflexionado sobre las consecuencias de jugarle una broma como esa—. De todas formas ¿de dónde sacaron el chistecito de decirme papá?
—Aparentemente, Asahi les contó a los de primero lo de la primera vez que nos dijo que actuamos como sus padres-
—Santo dios.
—Y luego Hinata se lo contó a Noya, y ya sabes qué pasó luego —el colocador estiró sus brazos, sus ojos somnolientos, mientras que Daichi gruñó, pensando exactamente cómo es que en menos de un año siendo capitán del equipo, había envejecido al menos dos veces su edad—. Oye, oye, no estás solo en el bote, ellos me llaman Sugamama.
—Ah, es que además estamos casados —bromeó inocentemente. Suga lo recibió con un golpe juguetón en el brazo, y Daichi fingió un quejido solamente para hacerle reír. Lo consiguió.
—¡Que grosero! Que sepas que me han dicho que haría de un excelente marido —el acto de indignación de Suga traicionaba completamente la risa en su voz. Daichi lo encontraba perfectamente encantador.
—No lo dudo —respondió con una sonrisa amable. La idea de Suga como marido se le hacía casi como un cuento de hadas. El chico cantaba para memorizar clases, gritaba más que Tanaka cuando se emocionaba y tenía las expresiones más entretenidas. Incluso si llevaba su corazón en las manos, era imposible para Daichi saber en qué estaba pensando la mayoría del tiempo, porque con una simple sonrisa inocente, borraba toda sospecha sobre sí. Era-
—Hey ¿a qué te refieres con que tengo expresiones entretenidas? ¿Te ríes de mi a mis espaldas, Sawamura-kun? —Yyyyy había dicho todo eso en voz alta.— Estás rojo ¿te encuentras bien?
—Si te pido que olvides los últimos cinco minutos de tu vida ¿lo harías?
—¿Quién eres? ¿Asahi?
—¡Suga!
—Calma, calma, no le diré a nadie que crees que mi sonrisa es mágica, Dai-chan.
Riendo, jugando, continuaron su camino. En algún punto, Daichi olvidó que Noya estaba avergonzado, que le había dicho a Suga que seguramente haría de un buen marido y que su sonrisa era más o menos mágica. Porque hablaban de las series que seguían, de las clases que no entendían, y del entrenamiento asesino que tenían que cumplir, con tal de seguir avanzando.
Porque, muchas personas parecen olvidar que Sawamura Daichi es, en efecto, un adolescente. Hormonal, sudoroso, intenso, propenso a enamorarse tontamente. Pero Suga no le deja olvidarlo, ni pasa un solo día sin que lo atormente por el mismo motivo.
Y estaría enojado...
—No voltees ahora, pero Asahi está abrazando a Noya —volteó ligeramente la cabeza para confirmar, solo para ser golpeado por el colocador— ¡Oye, dije que no voltearas!
Pero es joven, y Suga tiene una sonrisa muy bonita. Ya habrá tiempo para enojarse en el futuro.
No fue hasta más tarde ese día...
—Suga me llamó Dai-chan ¿no es así?
Que se dio cuenta que quizás baja demasiado la guardia alrededor de su mejor amigo.
Shenanigans
Ep1: Sawamura Daichi
