¡Holas a todos! Pues este es mi primer fic de Hamtaro, ojalá les guste. Lo escribo en honor de mi pequeño huésped: el hámster, Mowgli, de una amiga, que ella me encargó mientras está de vacaciones… y también en memoria póstuma de mi querido y propio Hamtaro, que se cumple un año desde que ya no está conmigo físicamente. ¡Que te lleguen mis besos hasta el Cielo, cosita! Bueno, mejor ya me dejo de cursilerías, y voy a la historia. ¡Que la disfruten!
Historia peligrosa
-Bueno, Laura, se ve que el maestro Yoshi en verdad te aprecia…-reía Karla, viendo la anonadada expresión de su amiga- ponerte en el mismo equipo con Travis…
-Si bueno, al menos también estás tú. Si no, quien sabe cuantas tonterías haría delante de él…. ¡Ay, Karla, es que me da mucha pena!- Laura tomó fuertemente el brazo de Karla hasta casi lastimarla- Además…-soltó el brazo de su amiga, al notar que estaba comenzando a ponerse rojo- olvidas al otro miembro de nuestro equipo…
-¡Es verdad!- declaró Karla, como si de verdad hubiera podido olvidarlo- Nos tocó con Robertinho… ¡pero eso está bien! Sirve que tratamos de quitarle lo antisocial…- al ver que consiguió hacer reír a Laura, Karla prosiguió, con un gracioso ademán, como si estuviera recitando un monólogo- y además, como el tiene la casa más grande- ¡Y vaya que es grande!- se ofreció para que fuéramos a hacer el trabajo allá… ¡Y me muero de ganas de ver como será por dentro! No hemos regresado desde aquella vez que… ¿cómo se llamaba? ¡Ah, si! Pico, su perro, se robaba los zapatos… ¡Por dentro debe ser impresionante!
-Si…- Laura miraba el piso, con la mitad de la mente entregada a la misma curiosidad que su amiga, y la otra preguntándose como rayos le iba a hacer para no poner cara de idiota delante del objeto de su afecto.
-Vamos… verás que todo estará bien… Te veo mañana, ¿bueno?- Karla le dio una leve palmada en la espalda- ¡Y no te desanimes!
Laura la miró agradecida, con una sonrisa
-¡Si, nos vemos!
Robertinho sacó las llaves de la puerta. En realidad, sería más fácil que tocara, pero prefería entrar en seguida para ir a su habitación con calma. Su madre estaba en la sala, leyendo. Alzó la vista en cuanto lo oyó.
-¡Qué bueno que ya llegaste! La comida estará en un rato, no te tardes
-Si… por cierto, mamá, mañana tenemos que hacer un trabajo de Historia y a mis compañeros de equipo les dije que podían venir, ¿está bien?
-Claro- exclamó la mujer con ternura- eso sería bueno… quiero conocer a tus amigos
-Si… claro… enseguida bajo, mamá
Mientras cerraba la puerta de su cuarto, no pudo evitar el pensamiento de que, sin duda, la tarde siguiente sería algo para recordar.
Laura entró a su casa, apenas dándose tiempo para saludar, pues subió corriendo a su habitación.
-¿Heke? ¿Qué le pasará hoy a Laura?- se preguntó el pequeño hámster naranja y crema que corría en la rueda de su jaula- Le vendría bien algo de ejercicio para calmarse… ¿Por qué no harán ruedas de ejercicio para los humanos? Son bastante útiles…
Laura había cerrado la puerta, y se había apoyado en ella con un suspiro. Luego había vuelto a suspirar. El tercer suspiro fue inmediatamente sucedido por un gritito.
-¡Ay, Hamtaro! ¿Qué voy a hacer? ¡No sé como voy a reaccionar mañana! ¿Qué tal si meto la pata? ¡Awwwww! ¿¡Y qué me voy a poner! No puedo ir como si fuera un día cualquiera… pero tampoco puedo ir muy arreglada, se vería raro… ¿¡Qué voy a hacer!
Hamtaro solo la veía caminar como una exhalación por la habitación, viéndola confundido. Laura se había acercado a su ropero, a sacar algunas cosas…
-Vamos a ver…- tomó un par de ganchos- ¿cuál crees que se me ve mejor, Hamtaro? Esta es muy cómoda, pero me queda algo larga y me hace ver más chaparra… Esta me gusta, y me queda bien, pero… ¡es muy rosa! ¡Y ni soñar con ir con vestido! ¿Me pondré esta sudadera? ¡No! Me vería demasiado fachosa…
Duró cerca de una hora el suplicio de Laura, hasta que la llamaron a comer. Como suele ocurrir en esta clase de situaciones, su clóset estaba "lleno de nada", para ella.
-Parece que Laura necesita mi ayuda- se dijo el ratoncito en la jaula- mejor voy y consulto con los ham-hams.
-¡Amigos!- exclamó Hamtaro, al llegar al subterráneo- ¡algo raro le pasa a Laura!
Cuando, con esa entrada tan tele novelesca, había logrado captar la atención de todos, les contó lo sucedido.
-Si, Karla llegó comentando algo parecido también- le dijo Bocadín- solo que ella no se puso histérica junto a su clóset…
Colitas, Pashmina y Tigrilla se rieron.
-Es algo muy obvio- le aseguró Tigrilla- quiere verse linda para la persona que le gusta. ¡Hey! Nosotras podríamos ayudarla…
-¡Si! Después de todo, nosotras somos imparciales, ¿no?- exclamó Pashmina, emocionada
-Aja… y yo estoy al tanto de la última moda en "Paguis". ¡"Lauga" se verá totalmente linda cuando hayamos "tegminado" con su atuendo!- aseguró Colitas, con sus ojitos brillantes.
-Las mujeres y su apariencia… para aburrirme, mejor me quedo aquí- bufó Dandi, tomando de nuevo la diminuta baraja con la que estaba jugando póquer con Panda y Bromín.
-Hagan lo que quieran- les gruñó Pashmina- nosotras vamos a ayudar.
-¡Yo voy con ustedes! Después de todo, si alguien sabe de belleza femenina, ese soy yo…- dijo Tigrillo, poniendo su mejor cara de galanazo.
-Yo iré contigo, Hamtaro- le dijo Bocadín- y así podré pasarle algunos consejos a Karla…
-Y yo los acompaño- dijo Gran Jefe- nunca está de más una opinión.
-¡Muchas "ggacias", "Ggan Jefe"! Qué "tiegno" de tu "pagte"…- le sonrió Colitas, logrando que el aludido se pusiera rojo y se riera nerviosamente
-Mmmm… así que esto es todo el guardarropa de Laura… ¿por qué está sobre la cama?
-Larga historia- dijo Hamtaro, con una gotita en la cabeza.
-Supongo que con todo esto basta, ¿no chicas?- preguntó Pashmina, mirando y olisqueando todas las prendas desparramadas sobre el colchón.
-Si, tenemos suficiente- observó Colitas, comenzando a jalar algunas cosas para hacer combinaciones- ¡Sólo espero que "Lauga" lo vea!
-¡Bueno, pues echen una mano, muchachos!- les dijo Tigrilla, jalando algunas cosas también
-¡Ukiu!- exclamó la infaltable Penélope, que a duras penas levantó un arete para ponerlo junto a la combinación de Pashmina.
Después de la comida, subió de nuevo, a revisar por enésima vez todo lo que tenía. Comparó e hizo varias combinaciones durante bastante tiempo.
-¿Huh?- en eso notó unas prendas juntas, que hasta lucían acomodadas, cerca de su almohada… Realmente, no quedaban nada mal juntas… una blusa blanca con grecas en azul cielo, con mangas de "murciélago", junto con unos jeans azul oscuro, y unos listones azules y blancos, como para el cabello (lucían acomodados precisamente para eso, pero, vamos ¿quién podría haberlo hecho? ;P) coronaban el conjunto. Laura sonrió.
-Bueno- dijo al fin, mirando a su querida mascota, que había seguido su andar precipitado con sumo interés- no sé como se juntaron, pero… ¡realmente quedan muy bien! ¡Me lo pondré mañana, en definitivo!- mientras guardaba lo demás, Hamtaro se volteó a ver a sus amigos, escondidos bajo la cama, con mucha alegría. Lo habían logrado.
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¡Fin del capítulo uno! Espero les haya agradado, jejeje… en este me fui algo por las ramas… pero, en fin, espero sus comentarios y sugerencias. ¡Gracias! ¡Matta ne!
